Sinfonía de un Cielo y su Mar
"Mirror" por: Natalia @->-
Rosa Roja
Suspiré
de nuevo, ya había llenado mi habitación de suspiros. Sollocé observando la
luna, esa hermosa luna que anunciaba mi maldición. Le di la espalda y por un
instante la odié, la odié porque me condenaba, porque aquella noche sería la
ultima.
Entre
sollozos ahogados escuché pasos frente a mi puerta. Desee que fuese Haruka,
deseaba que fuese mi amada Haruka. Es que aún dormida la llamaba, aún entre
sueños mi único anhelo era besarla y amanecer abrazada a su cuerpo, aún dormida
no podía olvidarme de ella. Comencé a llorar al tiempo que recorría el pasado.
Conocí a Haruka pues nuestra misión, impuesta desde la era del Milenio de
Plata, requería que formásemos un equipo y que fuésemos ella y yo las que
buscásemos al Mesías. ¿Por qué? ¿Por qué la Reina Serenity me quitaba lo único
con lo que he sido feliz? Entiendo que fue muy cruel, que las cosas que viví
fueron muy crudas mientras fui guerrera pero… también fui muy feliz, viví los
mejores momentos de mi vida siendo una guerrera. Todo el dolor, todas las
lágrimas… todas se curaron con risas y batallas ganadas. Ahora… cuando el sol
apareciera en el este, olvidaría todo cuanto fui… lo peor: me olvidaría de
ella. Golpeé mi almohada maldiciendo el momento en que nací guerrera y tuve que
conocer a Haruka de esa manera.
- ¿Por
qué la Reina nos hace esto? - le susurré a la luna - ¿Por qué hemos de
separarnos para vivir una 'vida normal' si todo lo que deseo de una vida es
estar junto a ella?
Apoyé
mi frente sobre el frío cristal que nos separaba a la luna y a mí. Las lágrimas
siguieron fluyendo por mis mejillas. No era justo. En unas horas todo
terminaría. Haruka ni siquiera sería un recuerdo… simplemente sería nada, como
si nunca la hubiese conocido. No podía soportar esa angustia. La gente vive
buscando a su otra mitad, y yo que la había encontrado debía empezar de nuevo,
tan sólo para tener una vida 'norma'. ¡Cómo odiaba el termino 'normal'! ¿Qué
era normal? ¿Sufrir por no alcanzar el amor? ¿Sufrir por estar vacía
continuamente? ¿Sufrir por recordar entre sueños un amor lejano y por tratar de
encontrarlo despierta? ¿Eso era 'normal'? Si es así yo no quiero nada de lo que
me ofrece la Reina con esa clase de vida, prefiero ser una guerrera y sufrir,
tener una vida dirigida solo al bienestar de la reina pero al lado de mi único
amor.
- Todo
lo que quiero es estar con ella… no me importa todo lo que he pasado, sólo
quiero seguir junto a ella y decirle todo lo que la amo… pero…
Ya para
eso no había tiempo. Haruka debía dormir a esas horas. ¿Y si iba a su
habitación y…? No. ¿Qué iba a decir si me descubría escabulléndome en su
cuarto? Suspiré y traté de calmar mis lágrimas. Me recosté en la cama y abracé
mi almohada. Comencé a quedar dormida y en ese momento entre el sueño y estar
despierta escuché el bramar del mar y al viento jugar entre sus olas. Pensé en
Haruka… en esa chica que deseaba volverse el viento y que se volvió esa fresca
brisa que sacude el océano llevando su aroma hasta la playa. Cada que sentí sus
manos sobre mí era como sentir el viento soplar. Haruka, su sonrisa, sus ojos
verdes… sonreí y me quedé dormida soñando con mi amor.
Entre
sueños me pareció escuchar la puerta abriéndose lentamente. La ventana estaba
abierta y podía sentir la brisa nocturna recorrer mi piel. Cómo ansiaba que
fuese Haruka. Soñaba con ella, con los besos, las caricias, los abrazos que
nunca pude tener por miedo. Escuché pasos, estaba segura que eran pasos. La
imagen de Haruka comenzó a desaparecer en mis sueños anunciándome que estaba
despertando. Me aferré a seguirla abrazando en mis ensoñaciones y de pronto
escuché su voz. ¿Seguía soñando?
- Cómo
lamento no haberlo descubierto antes y haber luchado contra todos solo por permanecer
contigo.
Sus
pasos de pronto se detuvieron, mi corazón comenzó a latir con prisa, algo me
decía que mi cielo estaba cerca, que debía despertar… pero no pude, no quería
hacerlo, no quería darme cuenta que sólo era un sueño más. Sobre mi rostro sopló
Morfeo el aliento de mi amor.
- Eres
tan hermosa Michiru.
Comprendí
que no estaba soñando, que Haruka realmente se encontraba a mi lado en mi
habitación, si abría los ojos me encontraría con los de ella. Me invadió una
felicidad enorme, entonces ella sentía lo mismo por mi, al menos eso quise
creer. Deseaba abrir los ojos y abrazarla, iba a hacerlo cuando su voz volvió a
soplar sobre mi cuerpo.
- Ahora
es demasiado tarde Michiru, faltan sólo unas horas para que amanezca y todo
esto terminará, dentro de unas horas, nuestros destinos tomarán caminos
diferentes y mi corazón aprenderá nuevamente a latir por inercia…
Sus
manos quitaron el cabello que cubría mi rostro. Había añorado tanto tiempo sus
caricias sobre mí y ahora que las tenía debía fingir dormir, pues si despertaba
asustaría a Haruka y saldría huyendo de mi habitación. Quería abrazarla,
besarla, tomar su mano pero… debía seguir pretendiendo. Era la última noche que
la tendría conmigo, y por fin estaba sintiendo sus caricias… no quería perder
eso.
- Cómo
quisiera llevarme este instante a mi nueva vida, recordar cada una de tus
sonrisas, cada uno de tus llantos, cada una de tus melodías, lo que daría por
haber escuchado de tus labios un 'Te amo'
Por
Dios, estaba desgarrándome el alma. De mis ojos se escapó una diminuta lágrima
que se secó al instante y no le permitió ver que estaba despierta. Tratando de
no delatarme contuve el llanto y entonces, sus manos. Esas bellas manos que
recorrían el piano que me había acompañado en tantas y tantas canciones, ahora
recorrían mi cuerpo, navegaban a través de los relieves de mi cuerpo como un
barco a la deriva.
- ¿Qué
es lo que despiertas en mi, mi bella Diosa? Daría todo lo que soy por estar
contigo mil eternidades, por poder exteriorizar lo que ocurre en mi interior,
por sentir tu cuerpo al compás del mío, por probar el néctar de tus labios, por
dejar de acariciar tu cuerpo con la mirada para hacerlo con mis manos… lo que
daría por un beso tuyo…
Pude
sentirla sentándose a la orilla de mi cama. De repente sentí su cabeza sobre mi
pecho, mi mano se encontraba sobre mi vientre y ella la desplazó hasta su
propia cintura, me abrazó con ternura y cuidado pues seguro no quería
despertarme. Así, abrí los ojos por unos segundos y pude ver su cabeza contra
mí, su cuerpo cerca del mío. Añoré tanto tiempo ese momento, ¿por qué había
tenido que llegar tan tarde?
- Es
hermoso tu latido, también me gustaría llevarme la melodía de tu corazón,
quisiera llevarme tantas cosas tuyas, si tan siquiera supiera que podré verte
después…
Mi
ángel movió su cabeza un poco y tuve que cerrar mis ojos de nuevo. Creo que me
observaba, que observaba mi rostro. Quizá quería grabarlo en su memoria, yo
quería hacer lo mismo pero eso la habría asustado. La desesperación estaba
llenándome por completo.
-
Quiero saber lo que se siente un beso de amor, lo que se siente un beso tuyo.
¿Iba a
hacerlo? ¿Se atrevería? Mi corazón comenzó a latir con violencia, deseaba
besarla desde hacía mucho tiempo. Si ella lo hacía… si ella me besaba… ¡Oh
Haruka!
- Amor
mío, te quedaste dormida entre lágrimas.
Sentí
su aliento sobre mi rostro, sentí su presencia tan cerca y tan lejos de mí.
Aquello era suficiente, aún sino me besaba podía partir a mi nueva vida con el
corazón engrandecido por la felicidad de saber que ella también me amaba en
aquella vida olvidada como guerrera de la luna llena. Sus labios se posaron
sobre los míos y sus lágrimas comenzaron a mojar mi rostro. No sabía si
responderle o no, no sabía si arruinaría aquél hermoso sueño con una reacción
de ese tipo. ¡Qué mas daba! No podía permitirme ese tipo de dudas, sólo
quedaban unas horas, y quizás, después jamás la volvería a ver. Respondí su
beso. Nuestros labios jugaban al compás que ella había marcado. Sus labios eran
tan dulces, tan maravillosamente dulces. Abandoné su cintura y enterré mi mano
en la cabellera color arena de mi princesa, mientras tanto mi otra mano
recorría su espalda de arriba hacia abajo y así sucesivamente. Sentí que estaba
sorprendida, pero no me importaba ya, sólo quería tenerla junto a mí, sólo
quería besarla hasta que el alba nos separara y nos enviara a nuestras vidas
lejos una de la otra. Se separó de mí unos centímetros, aproveché ese momento
para hacerle saber que estaba despierta, que había respondido a ese beso
conscientemente. Acaricié su mejilla y le dirigí mi sonrisa mas plena, estaba
tan contenta de haberla probado. En la oscuridad pude ver carmín sobre sus
mejillas, y de sus ojos aún seguían cayendo perlas. Todo había valido la pena,
aún el hecho de tener que olvidarla después había valido la pena tan sólo por
poder besarla. Me hundí en sus ojos borrando todo vestigio de mí, borrando el
tiempo que nos habría de separar, simplemente quedamos ella y yo en esa
habitación. Como si el viento se hubiese turbado ante el descubrimiento de que
correspondía al amor de Haruka sopló con fuerza, azotando las ventanas e izando
las cortinas. Haruka se levantó y cerró la ventana con cuidado. La seguí y la
rodeé con mis brazos. La luna se ocultaba tras las montañas, sólo nos quedaban
un par de horas. La hice darse media vuelta, necesitaba ver ese rostro una vez
más, aún necesitaba convencerme de que no era un sueño. Clavó su mirada en el
suelo, se veía tan indefensa… levanté su rostro con un dedo, obligándole a
verme.
- Mírame
por favor
Levantó
su mirada con dificultad, siempre supe que no le gustaba que le mirasen a los
ojos directamente, siempre tenía miedo de que descubriesen lo que estaba
sintiendo. En esta ocasión no era la excepción. ¿A qué le tienes miedo Haruka?
¿Qué era lo que no quería que descubriera si ya lo sabía todo?
-
Haruka, te quiero tanto
Me
abracé a ella con fuerza, esperaba que sus brazos me rodearan también pero…
Haruka, siempre tan fría.
-
Abrázame por favor, necesito sentir tu calor
Sus
manos comenzaron a temblar, mi pobre Haruka, siempre luchando contra sus
sentimientos. Al fin logró que sus manos le respondieran abrazándome, después
apoyó su barbilla sobre mi cabeza. Pude escuchar que su corazón latía
frenéticamente, era tan lindo escucharla. Me separé de ella para poder
observarla, aún lloraba, sequé sus lágrimas con mi mano mientras la felicidad
del universo se reunía en mi corazón.
- Muchas
gracias por haberme dad tanto Haruka, por haberte despedido de mí de esta
manera
- No
hay que dar gracias de nada - su voz sonaba tan fría, como siempre.
- ¿Ni
siquiera en el último momento puedes dejar de ser tan fría?
Siempre
odié que se portara así, eso me detuvo siempre de decirle lo que sentía. Haruka
Tenoh, siempre manteniéndose fría y calmada. Bajó la mirada, evitando la mía. ¿Por
qué? ¡Oww Haruka!
- No
Haruka, mírame cuando te hablo, estoy cansada de que siempre hagas lo mismo,
que por orgullo y temor no te abras conmigo, por Dios Haruka, dentro de una
hora habremos olvidado todo, en unos minutos más olvidaremos todas las batallas
y también olvidaremos a todos nuestros seres queridos. En unos minutos más
olvidaré este sentimiento por ti. ¿No puedes entender mi desesperación? La
desesperación por haber escuchado todo lo que dijiste cuando creías que
permanecía dormida. ¿Tuviste que verme así para poder decir lo que sientes por
mí?
Se
separó de mí y se sentó a la orilla de la cama. Seguro estaba sorprendida de
saber que había estado despierta todo el tiempo. En su mente se formó una idea,
parecía querer decirla.
- Yo…
- ¿Acaso
vas a negarlo Haruka? Mírame cómo me estoy muriendo por dentro por ver que no
eres capaz de exteriorizar tus sentimientos. ¿Quieres escucharlo? Bien, te lo
diré, Te amo… como nunca pensé amar, y me duele ver que no puedes decirme lo
mismo, me duele saber que te perderé para siempre y ni esa es suficiente razón
para que reacciones, sólo espero Haruka, que en tu nueva vida dejes ese orgullo
y que vivas feliz…
Sin
darme cuenta había comenzado a llorar, mis lágrimas empapaban nuevamente mi
rostro. Se me estaba quemando el alma por saber que ni aún después de todo lo
que dijo y de aquél beso simplemente se quedará ahí, sentada sin hacer nada.
Apretó su puño con tal fuerza que creí que su sangre comenzaría a brotar.
- De
nada me serviría una nueva sin ti.
- ¿Qué?
- ¿De
qué me servirá respirar si no respiraré tu aroma? ¿De qué me servirá el sentido
de la vista si no te veré? ¿De sentir si no sentiría tu cuerpo? ¿De que me
serviría amar... si no te amaré a ti? ¿De que me sirve soñar... si eso es lo
que me da esperanzas para seguir y esperar con ansias el momento en que vuelva
a verte, sentirte, y amarte?
Posé mi
mano sobre su hombro, levanté su rostro con el índice y besé sus labios pálidos
y resecos de tristeza. Me hinqué sobre la cama, no separé mis labios de los de
ella, no estaba dispuesta a desperdiciar esa hora que me quedaba con mi amada.
Mis manos rodearon la cabeza de ella apoderándome de sus rubios cabellos. Sus
fuertes brazos me rodearon indecisamente mientras mis labios rebozaban con
fuego sobre los de ella, mi respiración se había vuelto entre cortada, estaba
decidida a todo con tal de sentirla lo más cerca posible. Me separó con cierta
brusquedad, mas bien con miedo.
-
¿Estás segura de lo que estás haciendo?
Me
erguí hacia atrás un poco y la observé. Haruka tontita, por supuesto que estaba
segura de lo que hacía, lo único que quería era amarla hasta que el alba me la
arrebatara. Llevé mis manos atrás de mi cabello y desaté el nudito que sostenía
mi ropa, después bajé por mi espalda hasta llegar al otro nudo. Mi pecho quedó
al descubierto justo frente a sus ojos, sus mejillas se encendieron al verme de
esa manera.
- Haruka
voltea - le dije en el tono mas suave que pude.
Tenía
el aspecto de que en cualquier momento iba a darle un paro cardiaco. El rubor
en sus mejillas era cada vez más notorio, tomé sus manos y las coloqué sobre
mis senos, pude escuchar su respiración cada vez más agitada. Sus ojos
brillaron con felicidad por unos segundos pero después esa felicidad se tornó
en tristeza. Deslicé sus manos de mi cuerpo y tomé su rostro entre las mías. Le
di un beso lleno de amor, profundo. Antes había besado otros labios pero jamás
había besado a nadie en la forma en que besé a Haruka en esa ocasión. Acaricié
su mejilla con dulzura mientras me separaba de ella, su piel se erizó con la
sensación. Sonreí al observar esa reacción que yo conocía bien.
- ¿Qué
le pasa a tu cuerpo Haruka? - le dije sarcásticamente.
- Quizá
sea que no está acostumbrado a sentir tanto amor - dijo encogiéndose en
hombros.
Comencé
a besarla de nuevo, acercando mi cuerpo casi al punto de la fusión. Poco a poco
subí hasta su oreja donde le dejé escuchar mi respiración, no sabía cómo
decirle que me moría de deseos y decidí que mi respiración se lo dijera. Pude
sentir el corazón de Haruka saltando de su pecho, estaba segura de que había
captado mi mensaje. Por fin las palabras llegaron a mi lengua. Era ahora o
nunca, y el nunca llegaría en menos de una hora.
- Quiero
amarte Haruka, quiero sentir por última y única vez tus manos sobre mi cuerpo,
respirar el mismo aire que respiras, escuchar tu corazón, sentir tus besos en
todo mi ser, quiero ser tuya en cuerpo y alma. ¿Me concederás ese último deseo?
¿Me permitirás amarte?
Tenía
tanto miedo de que saliera huyendo en ese instante, tenía tanto miedo de que me
rechazara. Había sido tan repentino todo, que temía que mi reacción tan brusca
y tan desesperada la hubiera asustado. Haruka no dijo nada, permaneció en
silencio. Soltó mi espalda y un nudo se formó en mi garganta al creer que se
iría. Sin embargo, metió sus manos entre mi cuerpo y el de ella, tratando de
desabotonar su camisa. Me separé un poco de ella para permitirle que se librara
de esa prenda. Entendí con mucha felicidad que ella estaba dispuesta a lo mismo
que yo, que también deseaba sentirme. Una vez que terminó con los botones me
encargue de echar su camisa hacia atrás descubriendo su pecho libre de
cualquier tipo de lencería. Se paró e hincó sobre la cama. Nos observamos
durante instantes observando y admirando nuestros cuerpos. Creo que ella
tampoco podía creer que estuviésemos ahí y en esas condiciones. Me abrazó, fue
lo mas maravilloso del mundo poder sentir su piel contra la mía, poder sentir
nuestros cuerpos sin ninguna barrera.
- Abrázame
con fuerza por favor, quiero sentir que nunca te irás, quiero perpetuar por
siempre este momento aunque después…
Tanta
felicidad hizo que me olvidase que todo aquello quedaría en el olvido al llegar
la madrugada. Me abrazó con todas sus fuerzas y pude sentir sus manos en mi
espalda acariciándome provocando en mí la mas deliciosa de las sensaciones, las
caricias del viento son mas profundas que las de cualquier persona. Sus labios
se posaron sobre mi cuello provocando las ansias en mi por tenerla ya sin nada
más que el alma al descubierto. Mis manos recorrieron su espalda, ella se
estremeció al sentir mi caricia provocándole el suspiro mas hondo que he
escuchado en mi vida… Me empujó hacia atrás, recostándome sobre la cama. Se
recostó a mi lado, sus ojos me recorrieron de pies a cabeza, sus manos
comenzaron su recorrido en mis labios, delineándolos, después bajó por mi
cuello hasta llegar a dibujar la silueta de mis senos, mi vientre, mas abajo…
de pronto se detuvo.
- No te
detengas por favor
Me
observó con sorpresa notoria en sus ojos, pero no dijo nada y continuó. Deslizó
sus manos hacia abajo, retirando poco a poco mi ropa. Mi corazón estaba por
escaparse de mi pecho, podía sentirlo retumbando con fuerza. Me observó unos
segundos. Arquee mi espalda, levantando la pelvis para que se deshiciera por
completo de mis ropas. Me incorporé un poco tan sólo para besar sus labios. La
besé con tal entrega, no sólo quería besar sus labios, quería besar su alma y
Haruka respondió de igual manera. Rodé a un lado permaneciendo sobre ella.
También quería sentirla en su totalidad, con cuidado le quité las últimas
prendas. Nuestros cuerpos se unieron en ese paraíso donde habitan el éxtasis y
el deseo. Todos mis miedos se disiparon, también los de ella, lo vi en sus
ojos.
En
aquellos momentos poco me importó la Reina Serenity, poco me importaron las
batallas, en aquellos momentos todo lo que me importaba era Haruka, era hacerla
feliz en esos instantes que nos quedaban juntas, todo lo que me importaba era
entregarme a ella sin miedos ni dudas, simplemente amarla y de esa manera
grabar con hierro su nombre en mi corazón. El sentir su cuerpo unido al mío de
esa manera me hacía pensar que podía en ese mismo instante gritarle al mundo
que yo, Michiru Kaioh, amaba a Haruka Tenoh, la chica más maravillosa de esta
Tierra. Mis manos la recorrieron impregnándose con su aroma. Todo lo que era,
todo lo que sería y todo lo que había sido se lo entregué a Haruka esa noche
que duró un poco más para poder amarla en su totalidad. Que maravilloso poder
sentir al ser que amas de esa manera, sentir que a pesar de los cuerpos, son
las almas quienes se están amando, quienes están haciendo un pacto de amor al
unirse de esa forma. Que maravilloso sentir sus manos en mi cuerpo, sentir sus
labios en los míos entregándome parte de su ser. Sentir sus cabellos empapados
por el sudor, el sudor nacido del esfuerzo, de la pasión que se desbordaba más
allá de nosotras. Mas que nada, sentir su cuerpo al mismo compás que el mío,
sentir que aunque seamos dos cuerpos, nos hemos vuelto una misma alma por el
simple hecho de habernos entregado a la mitad de la noche más dolorosa de
nuestras vidas. Una noche que sin embargo olvidaríamos. El alba vislumbró en el
horizonte, bañando la habitación de dorado, cubriendo nuestros cuerpos de oro.
Mis cabellos jugaron con la madrugada que ya se anunciaba al echar mi cabeza
hacia atrás, con los ojos cerrados, con mi corazón latiendo dentro del pecho de
Haruka, y dentro de mí, su corazón latiendo. Nuestros cuerpos se estremecieron
temblando al llegar a la cumbre de lo que nuestros cuerpos podían soportar en
una demostración de amor. Mi cuerpo cayó, sin fuerzas para continuar, junto al
de ella. La observé aún agitada, estaba llorando. Entonces me percaté que el
sol ya comenzaba a asomarse, unos segundo más y todo habría quedado en el
olvido.
- No
llores mi Rey del Cielo… este momento, estos besos y todas nuestras caricias,
quizá las olvide nuestra mente, pero dentro de nuestros corazones, en un lugar
muy especial, perdurarán por toda la eternidad. Te amo Haruka… mi corazón nunca
te olvidará.
Mis
ojos también empezaron a llorar, mis palabras eran muy duras en esos momentos
aunque mi única intensión era darle esperanza. Mi amada Haruka… tan sólo unos
segundos más y todo se iba a volver nada.
- Mi
corazón late y latirá por ti mi bella diosa marina… Te amo con todo lo que soy,
con todo mi ser, con toda mi alma… ojalá mi elemento acaricie tu cuerpo y
alguna vez tu corazón se estremezca al recordar alguna de mis caricias… Te
amaré por siempre aún cuando no lo sepa.
Nos besamos
mezclando no sólo nuestros sentimientos sino también nuestras lágrimas. Aquél
beso selló para siempre la promesa de dos amantes. Una luz inmensamente
cegadora entró por la ventana iluminando ambos cuerpos y diluyéndolos en ella.
- Te
amo
- Te
amo
@->--
El
nítido sonido de un violín, la suave brisa marina y unos cabellos cuyos colores
hasta el mismo mar envidiaría, eso es lo que esa joven violinista inspiraría a
cualquiera que la mirase tocar el violín de esa manera, con esa entrega, con
esa pasión... de repente, la joven dejó de tocar el violín, una corriente de
aire le había hecho estremecerse al solo contacto con su piel alborotando su
cabellera y su corazón.
- ¿Qué
es esta opresión en mi pecho?
La
joven violinista dejó a un lado su instrumento musical para salir de su
camarote. Su mente fija en una sola idea, la Soledad. Estar tan acompañada pero
sola a la vez, sentir que has perdido tu otra mitad quizá en alguna otra vida,
en algún tiempo, que sensación más vacía y triste mirarte a un espejo y ver solamente
reflejado tu cuerpo pero no poder ver mas allá de la carne, querer ver de
alguna manera dentro de ti, y arrancarte todo aquello que te hace daño,
quitarte esa soledad que tanto daño te hace, quitarte la sensación de que ahí
afuera, hay alguien que te ama, pero que no lo has podido encontrar. Las
lágrimas comenzaron a brotar de sus cristalinos ojos azules al tiempo que
caminaba sin dirección ni rumbo sobre la cubierta del barco. Al final del
trayecto, recargó su cuerpo contra la baranda hundiéndose en la mas profunda
tristeza por sentirse tan sola, por ver que a sus 22 años de edad, no ha
encontrado a nadie para que permanezca a su lado, que le haga sentir que no hay
nada mas allá de esa persona. No pudo evitar caer sobre sus piernas sujetándose
solamente del barandal, mientras de sus labios salían unas palabras que su
corazón se repetía constantemente.
- ¿Por
qué me siento tan sola?
Una
firme mano se posó sobre su hombro sorprendiéndola bastante, seguido, una voz
ronca, casi masculina se escuchó-
- ¿Se
encuentra bien Señorita?
Volteó
al ver al dueño de esa voz que hizo se paralizaran sus sentidos por un
instante, observó a un chico de cabellos rubios y mirada aceitunada que
hicieron se sonrojara, por primera vez en años el corazón de Michiru latió... por
primera vez...
- Yo...
estoy bien
-
¿Puedo ayudarla en algo?
- No,
solo quiero irme a mi camarote...
- Yo la
ayudaré si me lo permite
- Se lo
agradecería mucho
- Deme
su mano por favor, la ayudaré a levantarse
La
joven violinista dio su mano temerosamente a la del joven rubio.
- ¿Cuál
es su nombre?
- Haruka
Tenoh, ¿Y el suyo?
- Mucho
gusto Haruka, yo soy Michiru Kaioh
Dicen
que el destino se nos marca cuando nacemos, y que no podemos hacer nada por
cambiarlo, también dicen que el primer amor jamás se olvida, que siempre lo
recordarás por el resto de tu vida como el mejor de todos. El amor no es algo
que se olvide tan fácilmente, no es algo que deseches cuando te das cuenta que
no hay nada que pueda salvarlo, el amor al final de cuentas, es el sentimiento
más puro y noble que el ser humano ha podido concebir. Esto es una prueba mas,
de que al final, tu marcas el destino que guiará tu vida, eso es algo que
Haruka y Michiru comprenderán algún día en el futuro Tokio de Cristal, cuando
se den cuenta de todas las pruebas por las cueles pasó su amor.
Es sólo el comienzo…
For the First Time
---Kenny Loggins---
Are those your eyes?
Is that your smile?
I've been looking at you forever
But I never saw you before
Are these your hands holding mine?
Now I wonder how I could have been so blind
And for the first time I am looking in
your eyes
And for the first time I'm seeing who you are
I can't believe how much I see
When you're looking back at me
Now I understand what love is... love is
For the first time
Can this be real?
Can this be true?
Am I the person I was this morning
And are you the same you?
It's all so strange
How can this be?
All along this love
Was right in front of me
And for the first time I am looking in
your eyes
And for the first time I'm seeing who you are
I can't believe how much I see
When you're looking back at me
Now I understand what love is... love is
For the first time
Such a long time ago
I had given up on finding this emotion ever again
But you're here with me now
Yes I found you somehow
And I've never been so sure
And for
the first time I am looking in your eyes
And for the first time I'm seeing who you are
I can't believe how much I see
When you're looking back at me
Now I understand what love is... love is
For the first time
Mas que
dedicarte esta historia, más que dedicarte las palabras y los sentimientos que
he revelado aquí (mismos que sólo tu comprenderás), más que todo eso lo que
deseo decirte es que te amo de aquí a que el mundo se termine, que te amo de
aquí a que el cielo se caiga a pedazos y el mar deje de soplar. Y hay una cosa
más que quiero decirte: Siempre voy a amarte, quizá hayamos escrito nuestra
historia en la arena y el mar del Destino ahora lo esta borrando. Sin embargo,
el amor que despertaste en mí quedó grabado con letras de oro y diamante en mi
corazón. Nada lo podrá borrar, ni siquiera el tiempo. Te amaré así le pese a
quien le pese. Quizá hemos de comenzar una nueva vida y es muy probable que me
olvides, pero dentro de ti, cuando escuches las olas estrellándose contra la
arena y las sientas tocando tus pies, te vas a acordar de mis caricias y si, en
cualquier momento deseas volverlas a sentir, sólo date media vuelta y corre
hacia mi. Mis brazos estarán vacíos toda la eternidad porque sólo están hechos
para abrazarte a ti. Mis labios quedarán secos porque ahora sólo saben besar
los tuyos. Y mi corazón, mi corazón no latirá por inercia pues se queda
contigo. ¿No me crees? Tan sólo pon tu mano sobre tu pecho y podrás sentir que
tus latidos son muy fuertes, eso es porque ahora tienes dos corazones latiendo
dentro de ti. Te amo… y te voy a amar hasta que el cielo se separe del mar, y
hasta que la playa se quede sin arena.
Te amo
princesa, te amo tanto... ni siquiera Cronos se atreverá a tocar este amor,
porque aunque lo intente no va a poder borrarlo. Te amo y siempre te voy a
amar…
Sugerencias,
críticas, lo que sea…
usagi2099@hotmail.com
Gracias.