LAS GUERRERAS DE LA LUNA MÁGICA.
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CAPITULO
VI. . Guerreros sin nombre
Nave Guerrera 11:05 PM 3 horas después del impacto...
En las sombras...
“...Oh Dios... ayúdanos...”
“...El esta detrás de nosotras... nos esta siguiendo... va
matarnos...”
...Corren... Las dos son Sailors, Neptune y Uranus, Haruka
y Michiru, ambas fuertes y orgullosas, sin embargo ahora se encuentran
corriendo seguidas por un enemigo, se mueven rápido mientras que la adrenalina
recorre su cuerpo, Zigzaguean, por los innumerables pasillos que se extienden
dentro de la nave, algunos tan estrechos que parecen ahogarlas pero que de
repente se abren para dar paso a enormes cámaras que comienzan a cerrarse una
vez más... Ya no les impresiona... Ya nada dentro de esta nave, ni siquiera el
enorme alarde de tecnología de la que reboza las sorprende, por ahora, ambas
tienen un solo pensamiento en su cabeza... Encontrar a un hombre, una de ellas
ve en él una última esperanza, la otra, el culpable de todo lo que esta
pasando... Como sea, el encontrarlo lo más rápido posible es lo único que les
da fuerzas a ambas chicas para seguir adelante...
De repente, el pie de Michiru se atora con una placa que
sobresale del suelo, sin poder hacer nada, el cuerpo de la chica se precipita
hacia el metal bajo de ella para recibirla con un sonido seco que hace eco
dentro de la nave...
—...Michiru, Levántate, no tenemos tiempo que perder,
debemos encontrar a Ascot...—
Pero Michiru no contesta, trata de levantarse cuando siente
que las fuerzas la abandonan y comienza a llorar ocultando su rostro con las
manos...
—¡¡Michiru, no es hora de llorar, aún tenemos que cumplir
una misión!!— Le reprocha Haruka a su compañera al mismo tiempo que regresa
para jalarla de un brazo, pero Michiru no se levanta, deja que su cuerpo caiga
derrotado al suelo al igual que las lágrimas que bañan el rostro de la chica...
—¡¡Que no lo entiendes Haruka!! ¡¡Tengo miedo, tengo mucho
miedo!! ¡¡Están muertas, todas están muertas, Rei, Mina, Lita, Ami!! ¡¡Y Lucy,
esas tres chicas no tenían por que haber muerto, no era su pelea, pero están
,muertas!! ¡¡Todas están muertas!!— Los sollozos de Michiru inundan la nave
haciendo eco en sus pasillos que los repiten burlones como si se rieran de las
dos Sailors...
...Todas están Muertas...
...Todas están muertas...
...Todas están muertas...
—..¡¡Ya basta Michiru!! ¡¡Deja de llorar o te quedaras
aquí!! ¡No quiero abandonarte, pero lo are si tu me obligas...!— Grita Haruka
tratando de callar los ecos a su alrededor, Michiru voltea a ver el rostro de su
amiga que se yergue frente a ella, y lo odia, por un segundo, Michiru siente
hervir su sangre al mirar a Haruka, tan tranquila, como si no le importara...
Un sentimiento del cuál se arrepiente de inmediato cuando nota el brillo de una
lágrima en los ojos de Haruka...
—Vamonos...— Alcanza a decir Haruka antes de que las
lágrimas cierren su garganta y acto seguido voltea sin esperara que Michiru la
siga
—Haruka yo...— Pero antes de que Michiru alcance a decir
algo una enorme aura llena de poder se deja sentir detrás de ellas, las dos
chicas voltean sabiendo de quién se trata para tomar cada una su postura de
pelea, las dos saben que ya no podrán huir, ya no tiene caso, así que ambas se
miran sin saber que hacer, pero es una palabra de su propio perseguidor la que
les muestra lo que viene...
—¡¡Peleen niñas!! ¡¡Pelean contra Zaarel!!
...
Oooops, parece que se les ha ido algo de la historia,
pero... ¿Por qué no damos un paso atrás en el tiempo para comprender lo que
pasa?
Ciudad de Tokio... 8:05 PM
cinco minutos después de impactarse la nave
—¿Ya?... Esta bien, soy Erika
Luna transmitiendo en vivo desde *Zzzzzttkk* ...este de la ciudad, hace
aproximadamente *Zzzzzttkk* ...minutos una extraña nave *Zzzzzttkk*...
pareciera venir del espacio se precipito a tierra dejando tras de si una estela
de muerte y destrucción, se nos informa que esta cosa, sea lo que sea, se *Zzzzzttkk*
...dividió en cuatro fragmentos antes de chocar, dos de ellos cayeron en el
lado oeste del barrio de Nerima, la colisión provoco la muerte de siete
personas que caminaban por la calle de *Zzzzzttkk*... se reportan además
treinta desaparecidos y la poli *Zzzzzttkk*... aumente a mas de
cincuenta , el tercer fragmento destruyo el edificio STILE que hace unos días fuera escenario de *Zzzzzttkk*
...extraño disturbio que no arrojo victimas, el cuarto y último cayo en las
orillas del puerto de Sangoi, hasta ahora ninguna *Zzzzzttkk* ...
ganización tanto nacional cómo extranjera se hace responsable por la nave
dejándonos la única opción de* Zzzzzttkk* ...sea extraterrestre,
estaremos aquí todo el tiempo que sea *Zzzzzttkk* ...ario hasta que
sepamos exactamente la procedencia de esta nave...—
Templo Hikawa...
Los ojos de doce chicas miran el
comienzo de una larga noche, una noche que se verá iluminada por el fuego de la
ciudad que las vio nacer...
una noche...
que tal vez...
sea la última...
—Ascot...—
El es un hechicero, a lo largo
de todas sus vidas ha visto arder muchas ciudades, y por extraño que parezca,
la belleza de los incendios es algo que lo ha fascinado desde siempre,
peligrosos, fatales, pero con todo, hermosos...
—Ascot— Michiru repite una vez
mas el nombre del hechicero para después tomar su mano —¿Qué hacemos ahora?—
Pregunta confiada en que el muchacho sepa que hacer... Pero no contesta, en vez
de ello voltea el rostro para observar a las chicas... Sailor Scouts, guerreras
mágicas... y sonríe, sonríe al ver los rostros decididos de las doce guerreras
dispuestas a proteger su mundo, un ligero apretón en su mano hace que desvié su
mirada hacia la chica a su lado “Michiru es hermosa... si no fuera que ella y
Haruka...” se dice para sí al mismo tiempo que cierra los ojos y contesta...
—Tenemos que evitar que se
alejen de la nave, cuando comiencen a atacar la ciudad será muy difícil
detenerlos, conozco la forma en que pelean los guerreros, no les gusta esperar,
una vez que hayan estudiado la zona comenzaran a destruir cualquier cosa que se
les ponga enfrente... Hace un momento... la nave se divido en cuatro, cada una
es custodiada por un guerrero, tendremos que separarnos si queremos detenerlos
antes de que destruyan la ciudad, Anais, Lita y Mina irán a la que esta cerca
del mar, tengan mucho cuidado, los guerreros son muy peligrosos, cuiden que no
le pase nada a los guantes que les di...—
Las tres chicas asienten al
mismo tiempo y echan a correr rumbo al puerto de Sangoi donde cayera la primera
nave, a través de las calles, las tres chicas miran el desconcierto y el caos
que comienza a apoderarse de la ciudad que se inunda de los murmullos de
sirenas de ambulancia...
—Ami, Marina, Michiru, ustedes
irán a la que esta en el centro de la ciudad, no creo que...—
Pero antes de que Ascot termine,
Michiru se abraza a su cuello para pedirle...
—Ascot, déjame estar contigo, no
quiero dejarte solo...—
Un gesto de extrañeza se dibuja
en el rostro del muchacho quién no sabe contestar la petición de la chica, pero
antes de que piense en algo, la voz de Haruka contesta por él:
—¡¡Michiru, no entiendes, cada
una de nosotras tiene habilidades únicas, Ascot quiere aprovechar eso, si esos
guerreros son tan fuertes no podemos anteponer nuestros sentimientos!!—
Michiru deja de abrazar a Ascot
al notar el tono molesto de Haruka quién se cruza de brazos y trata de
disimular su coraje ante Ascot que respira aliviado...
—Esta bien... pero prométeme que
te cuidaras Ascot— Ascot asiente con la cabeza sin comprender la petición de
Michiru pero se limita a sonreírle para después mirar como se aleja junto con
las otras dos chicas...
—Lucy, Haruka, Rei, Serena,
ustedes vayan a donde esta la torre donde pelearon hace tres noches, tengan
mucho cuidado...— Lucy y
Rei asiente ante las palabras del muchacho, no así Haruka quién sigue molesta y
Serena que permanece callada...
—¿Pasa algo malo Serena?— Pregunta
Ascot al notar la mirada perdida de la chica
—No, no es nada, es solo que me
distraje— Contesta Serena para después echar a correr rumbo al edificio STILE
seguida por sus amigas quiénes no toman importancia a la actitud de la chica,
el templo comienza a quedar solo dejando a sus puertas la figura de Ascot,
Hotaru y Setsuna que esperan a que el hechicero les diga que hacer...
—¿Y nosotras señor?— Pregunta
amablemente Hotaru
Ascot no puede evitar una
sonrisa al mirar el dulce rostro de la niña que luce confundida por lo que
pasa, sin saber bien por que, el hechicero toma el rostro de la pequeña entre
sus manos para contestarle quedamente...
—Tu y Setsuna vendrán conmigo,
ustedes son un poco mas poderosas que sus amigas, me serán de mucha ayuda si lo
que estoy pensando es correcto...— Un emoción extraña invade a Hotaru al sentir
las manos del hechicero sobre su rostro cuando un leve tosido se escucha detrás
de ellos
—Ejem... ¿No seria mejor que nos
diéramos prisa?— Pregunta Setsuna
Tanto Hotaru como Ascot quedan
inmóviles al recordar la presencia de la última Sailor y rápidamente se separan
al darse cuenta de su apariencia...
—Tienes razón, será mejor que
nos vayamos...— Responde Ascot un tanto apenado, acto seguido, Setsuna y Hotaru
echan a correr rumbo a Nerima cuando la voz del hechicero las detiene...
Extrañadas, tanto Hotaru como
Setsuna regresan al lado de Ascot quién pregunta por que corren, sin dar tiempo
a que respondan, un ligero brillo surge del cuerpo del muchacho creando una
esfera que comienza a rodearlos, a un pensamiento del hechicero, la esfera
comienza a volar con Hotaru y Setsuna dentro de ella, una sonrisa seguida por
un leve risilla surge de los labios de Hotaru que mira el suelo bajo ella
haciéndose cada vez mas pequeño, de reojo, Ascot alcanza a mirar el rostro de
la pequeña radiante de asombro y sorpresa y no puede evitar el sentir un
extraño sentimiento hacia la niña... Por un segundo, un extraño pensamiento se apodera
de su mente, pero antes de que sepa que es, una explosión hace retumbar la
tierra y una enorme luz se desprende de uno de los fragmentos de la nave
guerrera...
—Ya comenzaron...— Dice
quedamente el hechicero cuando otras tres explosiones hacen eco dentro de su
cabeza e iluminan la ciudad de Tokio, una columna de luz surge de cada uno de
los fragmentos de la nave seguidas de un extraño murmullo que lastima los
oídos...
Nerima...
Nerima es un barrio famoso por
sus Dojos, cuna de las artes marciales por tradición, ahora se ve impotente
ante un invasor venido desde las estrellas, ahí, desde el techo de un
restauran, tres chicas miran impresionadas la extraña nave frente a ellas, sin
comprender el poder que comienza a liberarse, se limitan a admirar la hermosa
luz que surge de la nave...
—Es... tan hermoso, no puedo
creer que sea algo maligno...— Musita débilmente Ami al mirar la luz rojiza que
comienza a diluirse en la oscuridad
—¿Qué hacemos ahora?— Pregunta
Marina... y de inmediato recibe su respuesta, lentamente, una de las paredes de
la nave comienza a abrirse como una especie de puerta para dar paso a una
silueta que camina lentamente sobre la plataforma de metal, una luz tras de el
ilumina su cuerpo recubierto por una armadura de color negro con brillos
rojizos en los hombros, su cara tatuada con un extraño símbolo que cruza por el
ojo derecho luce extrañada al mirar las calles y los edificios que lo rodean...
La misma escena se repite en los
diferentes puntos donde cayeran los fragmentos de la nave, la misma imagen de
un extraño que surge de la nave seguido por la luz, la misma confusión y
asombro de parte de las guardianas del mundo,
a excepción de Hotaru y Setsuna, quién junto con Ascot, miran
confundidas como la nave al otro extremo de Nerima deja de brillar para abrir
uno de sus extremos, pero a diferencia de las demás, ninguna figura surge de su
exterior como si invitara a pasar a Ascot...
—¿Qué pasa Ascot?— Pregunta
Setsuna al ver el rostro confundido del hechicero quién no acierta a contestar
—¿Por qué no entramos señor?—
Agrega Hotaru mientras que toma la mano de Ascot y lo jala hacia la nave —Dijo
que tenemos que detenerlos antes de que reconozcan el lugar—
Ascot asiente y comienza a volar
a ras del suelo junto a sus amigas para adentrarse lentamente en la nave que se
cierra tras de sí dejándolos en la oscuridad...
—...Este lugar es...—
Mientras...
Sangoi...
por las mañanas, este lugar esta lleno de
vida, los barcos se mueven y cargan en este muelle provocando un gran bullicio
que se extiende hasta la playa... por la noche, es refugio de recuerdos y
fantasmas que encuentran asilo dentro de su oscuridad...
Y hoy... hoy es, o será testigo
de lo que bien puede ser o que seguramente será...
Una última página de la
historia...
—¿Que hacemos ahora Anais?—
—No lo sé, eso era lo que
siempre le preguntaba a Lucy antes de comenzara a pelear—
—¿Lo atacamos?—
—No, mejor esperemos a que haga
algo, tal vez no sea...—
¿Hostil? No lo sé, antes de que
Anais haga su pregunta un destello que el guerrero libera de sus manos golpea
uno de los enormes buques cargueros haciéndolo volar con una gran explosión que
ahoga las palabras de la chica...
—¡¡Que diablos le pasa a ese
tipo!!— Grita Lita —¡¿Cómo hizo eso?! ¡¡Es demasiado fuerte!!—
Sin notar la presencia de las
chicas, el guerrero comienza a volar sobre el puerto iluminado la noche con
ráfagas de luz que surgen de sus manos...
—¡¡Tenemos que hacer algo antes
que destruya este lugar!!— Se escucha gritar a Anais y acto seguido deja que un
enorme torbellino de color verde salga de sus manos y vaya a rodear al guerrero
que se muestra confundido por el ataque, sin poder recuperarse de la sorpresa,
una serie de esferas de energía golpean su cuerpo obligándolo a caer hacia el
suelo, pero antes de que su cuerpo golpee contra el piso, una ráfaga de aire lo
rodea haciendo que permanezca en el aire, rápidamente, voltea la mirada
buscando a su atacante, pero antes de que lo ubique una cadena de color dorado
se enreda en sus piernas y lo jala hacia abajo haciéndolo caer con un golpe
seco...
—No son tan fuertes...— Alardea
Mina sin dejar de sujetar la cadena que rodea las piernas del guerrero, que
mueve su cabeza sin saber que pasa, lentamente, busca con la mirada el lugar de donde surge la cadena para encontrar la
figura de Mina quién sonríe confiada, por un segundo, el rostro del guerrero
luce asombrado pero poco después una gran sonrisa seguida por una estrepitosa
risa hace eco en el muelle...
—Ja ja ja... Una buena emboscada
para ser mujeres... por un momento pensé que podrían ser hechiceros... pero veo
que no son más que tres chicas que quieren jugar... Ja Ja ja ja... en verdad
pensaron que esto podría detenerme— Pregunta el guerrero señalando la cadena de
Mina, quién luce extrañada por la reacción del guerrero justo cuando este deja
de reír para tomar la cadena con las manos y de un tirón la destrozarla ante la
sorpresa de las tres chicas...
—Quieren jugar eh... bien... me
divertiré un poco antes de comenzar a buscar—
Edificio
STILE...
Algunos minutos y varias
costillas rotas después...
—¡¡Lucy cuida tu... ¡¡Tiembla
Tierra!!... espalda!!—
—¡¡Gracias... ¡¡Flecha
fuego!!... Haruka ¿Dónde esta Rei?—
—¡¡Aquí...¡¡Saeta llameante!!
...cuidando su espalda!!—
—¡¡Maldita sea, no estamos logrando
nada con nuestros ataques, ni siquiera lo golpean!! ¡¿Dónde esta Serena?!—
—No lo sé, pensé que estaba
contigo—
—¡¡Magnifico... ahora perdimos a
nuestra...—
El suelo que estalla a los pies
de Haruka acalla su voz junto con todos los demás ruidos que pudieran
escucharse, a diferencia de Mina y su grupo, este guerrero se percato de
inmediato de la presencia de las chicas, solo que este nunca les dio
oportunidad de golpearlo, en vez de ello, comenzó a volar eliminando blancos a
placer con rayos que recorrían su brazo desde el hombro para surgir fulminantes
por sus guantes hecho de metal, al igual que los demás guerreros, este también
vestía una armadura negra y un extraño tatuaje que cruzaba por su rostro, sin
embargo, tanto Lucy como Haruka sienten que este oponente no es lo que ellas
esperaban... aún cuando las esta haciendo añicos junto con los restos de lo que
fuera el edifico mas lujosos de Tokio, ellas esperaban algo... mas grande...
Una enorme descarga que las
golpea a ambas les recuerda que no se debe subestimar de esa forma a un
oponente, algo que recuerdan al sentir el suelo desmoronarse a sus pies
obligándolas a caer diez pisos abajo...
Barrio
de Nerima... región Sur
“Mami, papi, tengo miedo” “Dios, alguien que me
ayude” “Mi pierna...
duele mucho, por favor... saquéenme de...”
—¡¡Alguien que saque toda esta
gente!!—
El grito desesperado de Michiru
resuena por las callejuelas de uno de los barrios mas nocturnos de la ciudad,
algo desafortunado para todos lo que salieron a divertirse esta noche, algo aún
mas desafortunado para los que ya no regresaran a sus casas mañana y una
situación desesperante para las dos Sailors y la guerrera mágica que tratan de
protegerse, no solo a ellas, sino a todas las personas que ahora están
corriendo ante los ataques del extraño que surgió de la nave...
—¡¡Marina... trata de detener a
ese loco antes de que mate a mas personas!!— Grita Michiru al mismo tiempo que
trata de sacar a una chica que quedo atrapada entre los escombros...
—¡¡Michiru... es una locura, no
puedo encontrar el punto débil de ese tipo, ni siquiera lo marca la
computadora, es como si no existiera!!-
—¡¡Entonces vamos a ver que tan
invisible es para mi Dragón de Agua!!— Contesta Marina al mismo tiempo que
salta al frente de Ami para dejar que una enorme corriente de agua en forma de
Dragón surja de sus manos y vaya a golpear de lleno al guerrero que no se
inmuta por el ataque...
—No... no puede ser... era diez
veces mas poderoso que hace un mes, no es posible que no le haya hecho daño...—
Pero así es, el guerrero se
mantiene en el aire para detenerse a
mirar a Marina quién queda boquiabierta al ver su mirada, una extraña luz rojiza
relampaguea en sus ojos y acta seguido el piso a los pies de la chica se
levanta con una gran explosión ante la sonrisa del guerrero.
—¿Y que hacemos ahora chicas?—
Pregunta Marina a sus compañeras que aun siguen aturdidas por el ataque...
—¿No lo sé, creo que tendremos
que depender de los guantes que nos dio Ascot—
—¿Los usamos?—
—No tenemos opción—
Las tres chicas se levantan ante
la mirada del guerrero que borra la sonrisa de su rostro para dar paso a una
expresión seria e inmutable...
—¿Qué pasa niñas... ya no
quieren jugar?—
Pregunta el guerrero a las
chicas que escuchan sorprendidas como su oponente habla su mismo idioma
—¡No puede ser... habla...—
—Que importa Ami, debemos
concentrarnos como dijo Ascot—
Ami asiente a las palabras de
Michiru pero no deja de pensar en la voz del guerrero frente a ella...
—¿Listas chicas?—
—Cuando quieras...—
Las tres chicas cierran los ojos
y juntan sus manos una sobre la otra para comenzar a recitar una especie de
verso enseñado por Ascot...
—...Elemento que das la vida,
que creas y destruyes a placer, sangre de la naturaleza, fiera de paso
irresistible, otórganos algo de tu poder, alma de la tormenta, dueña del
huracán, llanto celeste de la eterna... nosotras te llamamos... danos tu
fuerza...—
Las palabras callan dejando el
lugar en silencio, el guerrero también guarda silencio extrañado por las
palabras de las chicas pero de inmediato se repone y con su mano derecha dirige
un destello de luz en contra de las tres guardianas quienes no tratan de
evitarlo, sin embargo, el rayo rojizo del guerrero rebota al chocar contra una
especie de esfera que rodea a las chicas quienes permanecen con los ojos
cerrado, de repente, los tres guantes en sus manos comienzan a brillar con un
tono azuloso elevando un remolino de energía que se alza sobre ellas hasta
tocar el cielo ennegrecido por el humo, las nubes comienzan a formar un
torbellino y los rayos empiezan a retumbar entre estas hasta que un gran truene
acalla la noche...
Una enorme luz rodea las tres chicas quienes comienzan a abrir
los ojos para ver sus manos envueltas en un vapor azuloso que rodea sus
cuerpos, una sonrisa en el rostro de Michiru levanta la moral de sus amigas
mientras que voltea a ver a el guerrero que se mantiene suspendido en el aire...
—Bien guerrero... ahora si
tendrás tu pelea...— Musita quedamente Marina al mismo tiempo que vuelve a
lanzar su dragón de agua sobre el guerrero quién no puede creer la enorme
energía que este posee, un grito que se calla por el ataque de Marina trata de
salir de su garganta antes de que el ataque de la chica barra con su cuerpo...
Mientras tanto, en lo que queda
del edificio Stile...
La sonrisa del guerrero que
enfrenta a Haruka, Lucy y Rei se borra la escuchar la tremenda explosión que
surge al sur de ese lugar, una extraña sensación se apodera de él al notar que la presencia de uno de sus
compañeros se pierde de una forma extraña, al igual que el, las tres chicas que
pelean en su contra también escuchan la explosión en el barrio de Nerima que se
ilumina por el destello provocado por esta, Haruka es la primera en darse
cuenta de lo que paso y al igual que sus compañeras mira brillar la piedra
incrustada en su guante...
—Parece que Michiru y las demás
ya comenzaron a pelear con estas cosas...—
—Sugiero que hagamos lo mismo,
este tipo es demasiado para nosotras...—
—Lucy tiene razón Haruka,
tenemos que pelear en serio antes de que cause mas problemas...—
Haruka asiente a regañadientes y
antes de que el guerrero pueda verlas juntan sus manos para comenzar a
pronunciar extraños versos al igual que sus compañeras...
—...Bestia que inundas los
infiernos... alma de la destrucción, luz de la muerte, creadora y destructora
de la vida, danza infernal de la muerte, destello de los volcanes... danos tu fuerza,
nosotras te invocamos ... corona del sol...—
Y comienza, una enorme esfera de
fuego rodea a las chicas que permanecen inmóviles, un rugido que surge de la
tierra revienta las ventanas del edificio alertando los sentido del guerrero
que apenas se da cuenta del enorme remolino de fuego que se alza frente a él,
sin pensarlo, junta sus dos manos para lanzar una esfera en contra de las
chicas pero igual que con el otro guerrero, esta se desvanece sin tocar a las
Sailors y a la guerrera mágica que abren los ojos para mirar a su oponente
tratando de evitar las ráfagas de fuego que comienzan a rodearlo, Haruka es la
primera en soltar al mano de sus amigas y salta fuera del remolino antes de que
este se desvanezca, mira los ojos confundidos
del guerrero y antes de que logre huir, las manos de la chica se
iluminan para formar una esfera dorada que comienza a girar sobre su mano...
—¡¡Sol de Fuego!!— Grita Haruka
al momento que lanza la esfera en contra de su oponente que trata de esquivarla
sin lógralo provocando una gran explosión en el aire cuando esta golpea su
cuerpo, una mirada de satisfacción se advierte en los ojos de Haruka que mira
casi con sorpresa lo efectivo de su nueva técnica... Tanto Rei como Lucy se
acercan lentamente a Haruka que sigue mirando sus manos sin prestar atención al
cuerpo del guerrero que cae pesadamente frente a ellas...
—Este poder es... impresionante,
no pensé que aumentara tanto nuestras habilidades, casi no puedo creerlo...—
—Pues creo que nuestro oponente
opina igual— Contesta Lucy al mirar al guerrero que se levanta jadeante y
retrocede malherido alejándose de las chicas...
Y
en el muelle de Sangoi...
Otra explosión ilumina la noche
y el tercer guerrero que aún se mantiene de pie vuelve a sentir como la energía
de sus amigos comienza a
Apagarse, una rápido ojeada a
una maquina incrustada en el brazo de su armadura le deja ver una enorme
cantidad de energía que se marca en la pequeña pantalla, cierra los ojos y
coloca su mano sobre su cabeza tratando de comunicarse con los demás
guerreros...
“Yúkio...
Yuta... que pasa, que es esa energía que se esta liberando... ¿Por qué su
energía disminuyo de esa forma?”
“¡¡Yirem... ten cuidado, estas chicas son muy poderosas, parece que
Ascot les enseño a utilizar hechizos!!”
“¡¡Hechizos... no puede ser, y
que pasa con Yuta, por que no contesta”
De pronto, la concentración del
guerrero se ve interrumpida por la enorme oleada de energía que surge detrás de
él, abre los ojos para encontrar a las tres chicas que pelean contra él
erguidas una vez mas con un enorme poder brillando en sus manos, Anais es la
primera en atacar y provoca un enorme remolino que se dirige al guerrero que
logra esquivarlo, un extraña sensación se apodera de su cuerpo al notar que las
palabras de Yúkio eran ciertas, “Pues
parece que si aprendieron algunos hechizos” se dice para si mismo antes de que
el ataque combinado de Lita y Mina golpeen su espalda...
—¿Te rindes?—Pregunta Mina al
guerrero que cae a sus pies con un leve quejido...
—Hmmm... pues es cierto... si
saben utilizar la magia...—Murmura Yirem quien trata de levantarse, pero no le
contesta a Mina, en vez de eso, coloca sus manos sobre su frente para
comunicarse una vez mas con sus aliados...
“Bueno... todo esta saliendo
como Zaarel dijo que seria, tenemos que terminar con esto...”
“¿Llamamos a los centinelas?”
“Tenemos que hacerlo, confió en
que Yamena se hará cargo de Ascot como dijo Zaarel”
Y
Adentro de la nave guerrera...
Las manos de Ascot y de las dos
chicas que lo acompañan se iluminan una y otra vez descargando todo su poder en
contra de una de las paredes de la nave que los encierra, una y otra vez sus
intentos se ven frustrados por la fortaleza del extraño material del que esta
hecho la nave, los muros brillan al contener las descargas del hechicero pero
permanecen impasibles para desesperación de este...
—¡¡Maldita sea... debí saber que
esto era una trampa, lo que Zaarel quería era alejarme de Michiru, Lucy y las
demás, son fuertes pero no se si podrán pelear contra Zaarel...!!— Se dice
enfadado Ascot
—Señor... no lograremos nada si
nos estamos lamentando...— Susurra Hotaru casi temiendo la reacción del
hechicero...
—Hotaru tiene razón Ascot,
debemos encontrar la manera de salir de aquí—
Ascot voltea a mirar a sus
amigas y agacha la mirada apenado por su comportamiento...
—Si... si lo siento, es que no
se como fui tan estúpido...—
—Todos cometemos errores verdad
Ascot...— Se escucha una cuarta voz detrás de Ascot y las dos chicas
—¡¿Quién eres?!— Grita Ascot
mientras que Hotaru y Setsuna preparan sus lanzas apuntando hacia donde surgió
la voz
—Vamos
Ascot... temes a un viejo amigo...—
—¿Quién
eres?—
Una
silueta comienza a surgir desde el fondo de la nave apoyado en un bastón, el
eco que este produce al golpear el suelo acompaña al extraño que camina en
dirección a Ascot y las dos chicas...
—Oh,
quieres decir que me has olvidado... me hieres Ascot...—
—...No
puede ser...— Alcanza a decir Ascot antes de que el rostro del hombre que se
acerca hacia el, se ilumine con la tenue luz que sale de las paredes... –Eres
tu...—
Y afuera...
La
pelea en ambos bandos parece equilibrarse, tanto Sailors como guerreras
demuestran a los recién llegados que este planeta tiene unas guardianas dignas
de su nombre, a cada golpe de ellas la ciudad retiembla igualando los impactos
de los guerreros, a varias calles, las personas trata de salir de la ciudad
mientras que algunas comienzan a saquear los comercios aprovechando el caos
reinante en la ciudad, sin embargo, la pelea aún no concluye, de hecho, aunque
ni Sailors ni Guerreras lo saben, la pelea esta por comenzar...
...Sobre
las calles de que rodean lo que queda del edifico STILE, el guerrero llamado
Yúkio prueba por primera vez desde hace mucho tiempo a que sabe la tierra de un
planeta, mientras que levanta su rostro sumido en el pavimento, se da cuenta
que aún los mejores planes tienen sus contratiempos y que casi nunca resultan
como uno desearía que fuera, una lección que pondrá en practica la próxima vez
que enfrente a un grupo de chicas “Indefensas” como esta... “Haruka” creo que
le llaman
—Pues
bien señor guerrero... no se por que Ascot te temía tanto, pero al menos a
mí... no me impresionas—
Lentamente,
el guerrero se alza frente a la chica que es seguida por sus otras dos
compañeras...
—De
hecho mujer... mi nombre es Yúkio... y si tu benefactor, tu maestro nos temía,
es por que somos casi tan impredecibles como ustedes...—
—¿De
que hablas...?—
Como
respuesta, el tatuaje sobre el ojo de Yúkio comienza a extenderse por el resto
de su rostro ante la mirada atónita de Haruka, Rei y Lucy, quienes miran
confundidas al guerrero frente a ellas, la tierra comienza a temblar a los pies
de Yúkio cimbrando la maltrecha ciudad silenciando las sirenas y los gritos
pidiendo ayuda...
Y desde
el sur de Nerima...
La
chica llamada Ami no puede evitar el voltear su mirada al percatarse de el
enorme e incontrolable poder de poder que se desata al norte de la ciudad
—¡¡Dios santo...—
Pero
antes de que alerte a sus amigas, las gafas que cubrían sus ojos y le
proporcionaban información explotan sobre su rostro cegándola por un
instante...
—¿Estas
bien Ami?— Pregunta preocupada Marina al escuchar el quejido de la chica...
—Si...
pero algo esta pasando en el edificio Stile, mucha energía, como si
creciera...—
—¿Qué
quieres decir con... “como si creciera”—
Ami no
responde, una imagen habla por ella cuando Michiru se percata del enorme robot
que se alza al norte de ahí, como una gigantesca sombra, el centinela de Yúkio
se eleva sobre los edificios y cubre la luna, ante la sorpresa de las chicas y
la sonrisa del guerrero que pelea con ellas...
—Niñas,
niñas, niñas... por que no se preocupan por su propia pelea en ver de estar
viendo peleas ajenas?—
Sangoi...
—Magnifico...
eso era lo único que nos faltaba, un guerrero de clase extra grande con
complejo de robot Evangelion...—
—Anais...
no creo que sea momento de estar bromeando acerca de una serie animada...—
—Lo
siento... no puedo evitarlo— Contesta Anais mientras que saca la lengua y se
golpea la cabeza
—¡¡Mina,
Anais, no es el momento de estar bromeando, tenemos un gran problema aquí...—
Replica Lita a sus amigas mientras que esquiva los ataques del guerrero que
vuela frente a ellas...
¿Edificio STILE?
—Y bien
¿Qué hacemos ahora? ¿Rei?—
—...—
—Y tu
Lucy, ¿Tienes alguna idea?—
Lucy se
encoge de hombros ante la pregunta de Haruka quién mira impotente como el
enorme robot en el que se convirtió su oponente se alza sobre ellas, sin darles
tiempo a nada, Yúkio comienza a mover su centinela haciendo añicos lo que
restaba del edificio donde comenzaran su pelea, tanto Rei como Lucy tratan de
atacar al enorme robot pero ambas flechas resultan inútiles ante el paso de
este, de un movimiento, el centinela golpea el suelo a sus pies haciéndolo
temblar agrietando las calles, sin dejar de mirar a las tres chicas, Yúkio
trata de golpear a Haruka que evade ágilmente los golpes del centinela pero no
puede evitar que una de sus manos la alcance a rozar haciéndolo volar hasta
golpear contra un auto... Haruka queda inconsciente por un segundo pero de
inmediato abre los ojos solo para ver las enormes manos del centinela
acercándose a ella, una luz comienza a relampaguear en los brazos de Yúkio pero
antes de que surja de sus manos Lucy salta para quitar el cuerpo de Haruka del
paso de la luz que barre con el auto hasta golpear con un edificio provocando
una gran explosión...
—Gracias
Lucy...—
—No
importa, pero tenemos que hacer algo...— Contesta Lucy para después voltear a
mirar al centinela de Yúkio que trata de atrapar a Rei quien salta ágilmente
sobre los autos...
—Hmmmmm...
casi me gustaría que Ascot estuviera aquí...— Susurra Haruka al ver el poderío
del enorme centinela
—Ve a
buscarlo...— Contesta Lucy al mismo tiempo que pone su mano derecha sobre su
pecho
—¿Qué?—
—Tratare
de detenerlo, mientras ve a buscar a Ascot y a las demás...—
—Pero...—
—Solo
déjamelo a mí...—
Haruka
va a replicar las palabras de Lucy cuando una flama rojiza surge del guante de
esta envolviéndola en un remolino de fuego...
—¡¡Genio
que duermes en mi corazón, yo te invoco... Rayearht!!— Grita Lucy ante la
sorpresa de Haruka que mira alzarse frente a ella otro enorme robot de color
rojo...
—Lu...
Lucy...— Tartamudea Haruka por la sorpresa sin dejar de mirar el genio de la
chica...
—¡¡Que
esperas, ve a buscar a las demás, tratare de detenerlo!!—
—Lucy...
¿Estas ahí adentro?— pregunta temerosa Haruka
—Si,
estaré bien, ahora llama a Rei y vete...— Contesta la chica desde el genio para
después volar hacia el centinela de Yúkio quién no la mira hasta que tiene sus
brazos apretando su cuello...
—¿Qué
dem... ¿Centinela?...—
Rei
también mira con sorpresa el nuevo robot sin entender que es lo que pasa cuando
siente la mano de Haruka tomar la suya...
—¿Haruka?—
—Vamos...
tenemos que buscar a Ascot—
—Pero...
Lucy...—
—Ella
esta dentro del robot rojo... no me preguntes como lo hizo...—
Rei
asiente y junto con Haruka hecha a correr hacia Nerima dejando tras de si la
silueta de dos enormes cuerpos que pelean entre el fuego... a cada golpe de los
enormes peleadores el piso retumba y el cielo tiembla resintiendo los
impactos... de un tirón, el centinela de Yúkio logra librarse de las manos que
lo sujetaran para voltear hacia el genio de Lucy que saca la espada de la nada
haciéndola brillar con la luz de la luna, Yúkio sonríe desde dentro de su
centinela y de su espalda toma una espada de color plateado. Ambos peleadores
se miran desafiantes hasta que Yúkio levanta su espada para atacar a Lucy quién
apenas logra soportar el ataque...
—Dios... es muy fuerte...—
—No te
des por vencida Guerrera Mágica—
—¿Qué...
Rayearht?—
—Aquí
estoy niña, peleando a tu lado—
—Rayearht...
es muy fuerte—
—Confía
en ti misma Guerrera, confía en tu espíritu—
La voz
dentro del genio se acalla dejando escuchar la respiración acelerada de Lucy
que sigue conteniendo el golpe del guerrero, algo en el interior de la chica
parece despertar y de un golpe se quita de encima la espada del guerrero y
consigue rozar su costado, un leve quejido sale de la boca de Yúkio pero antes
de que la chica tenga tiempo de
golpearlo otra vez la espada del guerrero gira en el aire para caer sobre el
brazo de Lucy...
El
tiempo se detiene, el viento deja de
silbar y la luna interrumpe su paso dejando solo el sonido de la mano del genio
cayendo al suelo, un golpe frío se escucha por las calles iluminadas por el
fuego, la calma se vuelve a romper con un leve quejido que cobra fuerza hasta
convertirse en un grito desgarrador que surge del genio de Lucy, el grito de la
chica y el del genio lastiman los oídos para beneplácito del guerrero que mira
sonriente como la chica se encoge de dolor mientras que sujeta el brazo del genio que parece sangrar
...
—Creíste
que podrías vencernos ¿Verdad?— Pregunta burlón Yúkio... –Pero no eres mas que
una humana, yo soy un guerrero, no tengo igual en tu mundo o en cualquier otro,
los guerreros somos los seres mas fuertes del universo...—
Lucy no
contesta, lo único que puede hacer es escuchar rabiosa las palabras del
guerrero que se burla de ella, trata de incorporarse pero el dolor en su brazo
derecho es tan insoportable que la vuelve a derribar ante la mirada de su
oponente...
—Oh...
pero parece que aun quieres pelear, bueno, entonces creo que te cortare el otro
brazo...—
Nerima...
Sangoi.
Tanto
Anais como Marina caen de rodillas al suelo al sentir un grito desgarrar sus
almas... ambas voltean hacia el norte de Nerima sabiendo que lago malo esta
pasando, pero lo único que pueden ver son dos enormes siluetas una encima de la
otra... sin dar explicaciones, tanto Marina como Anais corren en dirección a
Nerima dejando a sus aliadas sumidas en la confusión...
—¡¡Marina...
¿a dónde vas?!!—
—Anais...
¡¡Regresa!!!—
Pero
ninguna de las dos contestan, ni siquiera escuchan los gritos desesperados de
sus amigas que siguen peleando en contra de los guerreros quienes no toman en
cuenta la repentina huida de las dos chicas, a decir verdad ambos guerreros
sabían que eso era exactamente lo que iba a pasar...
“Marina...
¿puedes escucharme?...”
“Anais...
tenemos que ayudar a Lucy... debemos llamar a nuestros genios..”
Las dos
se detienen... colocan sus manos sobre su pecho e invocan a su guardián... a su
genio...
—¡¡Seres!!—
—¡¡Windom!!—
Un
temblor se deja escuchar en la ciudad y el cielo se oscurece al sentir la
presencia de los genios... una enorme luz que centellea entre los edificios y
otras dos sombras surgen del aire para unirse a las dos que ya se encontraban
en la ciudad...
Mientras
tanto, en Nerima, Lucy yace malherida a los pies del guerrero que sujeta su
espada por encima de su cabeza dispuesto a dar el golpe final a su oponente, la
mira... ya no puede defenderse, sus dos brazos fueron cortados... sin embargo
no la mata, en vez de eso espera... ¿Qué?
De
repente, otros dos enormes cuerpos salen de la oscuridad y detienen la espada
del guerrero al mismo tiempo que otro levanta a Lucy y comienza a volar con el
cuerpo del genio en sus brazos...
—A...
Anais...—
—No te
preocupes Lucy... ya estamos aquí...—
Dentro de la nave guerrera
...El rostro de Ascot cambia su gesto de ira y frustración por uno de
extrañeza y felicidad... sus ojos tiemblan al reconocer al hombre detrás de las
sombras mientras que este camina hacia el...
—...En
verdad eres tu?...—
Pero no
necesita que el hombre le responda para darse cuenta de su identidad...
—...¡¡Guruclef!!...
me alegra tanto...—
Sin
decir mas palabras Ascot corre a abrazar al hechicero sin que este se inmute
por el gesto del muchacho, por un momento, los sonidos se ahogan en la
respiración entrecortada de ambos hechiceros que se mantienen erguidos en medio de la enorme sala, pero el abrazo
de Ascot no es correspondido como el quisiera, en vez de eso, Guruclef sujeta
su espalda con su mano de la cual se desprende un destello rojizo que quema la
ropa de Ascot sin que este pueda evitarlo...
—A mi
también me da gusto verte... traidor...—
Un
quejido del muchacho precede a una explosión que lo rodea para dejarlo cubierto
de humo, pero antes de que este se disipe, las dos siluetas se alejan del lugar
para quedar una frente a otra...
—¡¿Qué
es lo que te pasa Guruclef?! ¡¿Por qué me llamas traidor?!— Pregunta Ascot al
mismo tiempo que se coloca frente a sus dos discípulas que continúan a la
defensiva...
—Entonces
era cierto... te escondite en el planeta luz como una rata...— Murmura Guruclef
—¿Qué
pasa señor? ¿Quién es ese hombre?— Pregunta Hotaru al instante que se coloca a
la derecha de Ascot
—Pensé
que era mi amigo...—
De un
movimiento, las manos de Guruclef se encienden y de ellas surge una flecha de
fuego que se mantiene suspendida en el aire hasta que el hechicero cierra su
puño haciéndola volar en dirección a Ascot y las dos Sailors que lo acompañan,
tanto Ascot como Setsuna logran evitar el ataque, no así Hotaru que se desploma
con un ruido seco...
—¡¡Hotaru!!—
Gritan Ascot y Setsuna al ver el cuerpo inconsciente de la niña...
—¡¡Guruclef!! ¡¿Por qué estas haciendo esto?!—
Guruclef
sonríe cruelmente al ver la mirada de enfado en los ojos de Ascot para
responder de manera fría y seca...
—Por
venganza... ¿Por que mas?—
Setsuna
escucha las palabras de Guruclef y no puede contenerse al ver su mirada de
satisfacción, la tenue luz que se cuela en la nave brilla al reflejarse en su
lanza que apunta hacia Guruclef sin que este le preste la mayor atención, sin
embargo, la mano de Ascot baja la lanza de Setsuna quien lo mira extrañada...
—Pero
Ascot...—
Sin
responde, el hechicero se acerca a Guruclef que lo mira desafiante...
—¿Venganza?
¿Por qué?—
—Y te
atreves a preguntarlo... te largaste como un cobarde...—
—Pero
yo...—
—Ya
habías despertado tu poder... pudiste haber vencido a Demoner en un segundo...—
—Pero...
yo no...— Ascot baja la mirada apenado ante las palabras de Guruclef quien sigue
erguido frente al hechicero...
—¡¿Que
Ascot?! ¿¡No querías perder la vida de tu adorada Pamela...?!—
La
mirada de Ascot se levanta del piso para reprochar esta última palabra pero
antes de que lo haga, la voz de Guruclef acalla al suya...
—¡¡Tu
la mataste Ascot... que mas te daba pelear si ya no tenia caso mantener esa
estúpida promesa...!!—
—¡¿Estúpida?!
¡¡Yo la amaba... no sabes como me sentí...—
—¡¡Pero
ella ya estaba muerta!!— Contesta Guruclef sin dejar de mirar los ojos de Ascot
que comienzan a temblar, baja el rostro, y ante la mirada atónita de Setsuna,
Ascot deja que su cuerpo se derrumbe frente a Guruclef quien no muestra cambio
alguno en su actitud...
—Lo
siento... tienes razón... yo pude haber destruido a Demoner...pero huí como un
cobarde... ¡¡Sin embargo no tienes razón para atacar el planeta de estas
chicas, Iré con ustedes, contigo y con Zaarel, pero dejen en paz este
planeta...—
Una
sonrisa se dibuja en el rostro de Guruclef al mismo tiempo que le contesta...
—¿Crees
que una disculpa es suficiente? Crees que mirar como tu rostro se inclina ante
mi servirá de algo... ¡¡Eso no hará que revivan Latis, Calvina, Ráfaga... no solucionara nada!! ¡¡¡
No hará que Presea vuelva a sonreír!!!— Una lagrima brilla en los ojos de
Guruclef al pronunciar este último nombre, algo que no pasa inadvertido para la
mirada de Ascot que se levanta y le pregunta...
—¿Tu...
tu la amabas verdad... tu sabes como me sentí al perder a Pamela... tu
comprendes lo que...—
—¡¡Cállate!!—
Grita Guruclef al mismo tiempo que
libera una enorme cantidad de energía que comienza a rodearlo... —El amor es
para los débiles, el amor no existe, solo existe el odio... el odio es lo único
que tiene sentido, Zaarel me lo enseño, me demostró que lo único verdadero es el
dolor... que lo único eterno es el Dolor!!—
Ascot
retrocede ante las palabras de Zaarel pero de inmediato se repone mientras que
su mirada cambia al escuchar al
hechicero...
—No
puedes hablar en serio... No puedo creerlo, ¿Qué paso con aquel hechicero que
peleo por terminar con una guerra sin sentido, que paso con ese hechicero que
ofreció su vida por preservar otra... ¿Lo recuerdas...? cuando llegamos a
Céfiro, cuando un anciano moribundo te suplico que tomaras su lugar como
guardián de su mundo... perderías mas de la mitad de tu poder, pero en cambio
tendrías el don de otorgar magia, de sostener el equilibrio del Céfiro y de
cuidar de su princesa... ¡¡Tu aceptaste sin titubear!! No te importo lo débil
que pudieras volverte, lo único que deseabas era ayudarlo...!! ¿Qué paso con
ese hombre?—
—El
murió... Tu lo mataste Ascot...—
—Entonces...
vendiste tu alma al diablo solo para vengarte... ¿Cómo pudiste Guruclef...?—
—¡¡Deja
de llamarme Guruclef... mi nombre es Yamena... Y soy un guerrero!!—
—Yamena...
pero tu... perdiste tu nombre, tu honor... no eres mas que un traidor... un
guerrero sin nombre...—
Los dos hombre callan y en silencio elevan
sus auras que inundan de luz el lugar, Setsuna se limita a mirar admirada el
tremendo poderío de ambos hasta que el poder se arremolina y la levanta de
suelo haciéndola chocar con una de las paredes dejándola inconsciente... La
atención de Ascot se desvía por un
instante al escuchar el quejido de la chica, y es en esa fracción de segundo
que Guruclef aprovecha la distracción y deja que una esfera de energía salga de
su mano y golpee a Ascot rodeándolo de fuego...
—¡¿Qué
pasa Ascot... te preocupas por una mujer que no es de nuestra clase... lo ves,
la amistad solo atrae a al dolor!!—
La
esfera estalla dejando en pie la silueta de Ascot que se ilumina por un brillo
azuloso que surge de su cuerpo...
—¿Quieres
pelear? Deja que la mujer y la niña se vayan... no tienen nada que ver en
esto...—
—No
Ascot... ellas morirán contigo... como todas tus amigas... como todo este
maldito mundo...—
Un
gesto casi de tristeza se refleja en los ojos de Ascot quien asiente y señala a
las dos Sailors que yacen inconscientes con su mano derecha, una luz verdosa
surge de esta y rodea a las chicas formando una especie de barrera en forma de
esfera.
—Peleamos
entonces...—
Afuera...
Una
explosión que resuena dentro de la nave hace temblar la ciudad de Tokio, un
poder incontrolable se desata dentro de
esta mientras que fuera de ella los demás guerreros voltean admirados al sentir
el poder de los dos hombres, los dos hechiceros... no obstante que todos los
guerreros ignoran la verdadera identidad de uno de ellos...
“Yirem...
Yúkio... ¿Lo sintieron?”
“Es
impresionante, es un poder enorme, increíble, casi tan grande como el de
Zaarel...”
“Entonces...
ese debe ser el poder de Yamena, todo salió como Zaarel lo dijo, vayamos con
Yúkio...”
Sin
decir (O pensar en otra cosa) los dos
guerreros que peleaban con las Sailors dejan el lugar volando ante la extrañeza
de las chicas que miran a sus contrincantes dirigirse en dirección de la enorme
silueta que se refleja con la luna.
—Lita...
tu crees que ellos... tu crees que ellos estén huyendo?—
—No...
no lo creo, pero de todas formas parece que se van, deberíamos de seguirlo...—
—Pero...—
—Si,
tienes razón, mejor será que busquemos a Ascot y a las demás chicas, no
estábamos preparadas para esto...—
—¿Y
Anais?—
—Ella
fue a ayudar a Lucy, pude sentir su dolor, imagino que tu también, ante todo,
ellas siguen siendo amigas, pero nosotras somos Sailors, debemos de cuidar la
seguridad de este planeta antes que cualquier otra cosa...—
Mina
asiente a las palabras de Lita y junto con ella echa a correr en dirección a un
fulgor de color rojizo que surge del extremo sur del barrio de Nerima, al igual
que ellas, tanto Ami como Michiru corren al sentir el poder liberado de su
amigo, no hace falta otra cosa que la amistad de una y el amor de otra para
saber que Ascot se encuentra dentro de la nave que parece temblar ante cada uno
de los impactos de los hechiceros...
Y en la
nave...
Los
ojos de Haruka y los de Rei contemplan con admiración el enorme tamaño de esta
no obstante que se haya dividido, siente el enorme poder que lucha dentro de
ella y pueden ver el brillo de las paredes cada que uno de los golpes de los
contrincantes golpea el casco...
—¿Entramos?—
—¿Por
donde?— Contesta Rei al notar lo hermético de la nave que se alza frente a
ella.
—Tienes
razón, lo mejor será buscar una puerta, yo iré por aquí, tu ve por el otro
extremo...— Dice Haruka mientras que señala la parte posterior de la nave, Rei
asiente y comienza a rodear la nave al mismo tiempo que busca algún tipo de
entrada, mientras tanto, Haruka hace lo mismo cuando de repente un extremo de
la nave se abre para dar paso a la silueta de un hombre enfundado en una túnica
negra, sin armadura, sin coraza como la de los demás guerreros, rápidamente
Haruka se oculta de la vista de este replegándose contra la nave esperando a
ver lo que hace, como si no la notara, el extraño personaje alza la mirada
buscando algo, mira hacia atrás justo cuando un destello ilumina su rostro,
marcado con el mismo tatuaje de los demás, voltea hacia el sur, y se encuentra
con tres enormes siluetas que combaten a la distancia, no les da importancia,
en vez de ello, voltea hacia el cielo y con un pestañeo hace que su cuerpo
flote en el aire como si no pesara, de un impulso se alza sobre Haruka quien lo
mira alejarse...
—Que
estúpido... ni siquiera me vio...— Se dice para si misma la chica al momento
que salta dentro de la nave antes de que esta se vuelva a cerrar
Y por
encima de ella, el extraño también habla... –Tonta... pero después iré por
ti... ahora serán tus amigas...— Sus mirada se dirige hacia el suelo por debajo
de él justo a tiempo para mirar como las demás Sailors se acercan a la nave
donde pelea Ascot “Ya se han encontrado” piensa al notar que las cuatro chicas, Michiru, Ami, Lita y Mina
se unen en su carrera sin dirigirse la palabra, todas ellas saben que no es el
momento de hablar “Bueno... ahora será mas fácil...”
Cierra
los ojos, y deja que su cuerpo caiga a plomo frente a las chicas quienes
sienten como tiembla el suelo al recibir el cuerpo del extraño quién cae de
rodillas, con las manos apoyadas por debajo de él y con una nube de polvo
rodeándolo, lentamente alza su cuerpo y se yergue frente a las chicas quienes
lo miran sin saber que esperar...
—¿Quién
eres?—pregunta Michiru parándose frente a sus compañeras
—Mi
nombre niña... mi nombre... es Zaarel—
CONTINUA...