LAS GUERRERAS DE LA LUNA MÁGICA.
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CAPITULO
V. Juegos de niños
Arriba...
no tanto como hace unas horas pero lo suficiente como para que la luna se vea
tan cerca que puedes tocarla con tus manos...
Una
nave, el hombre que lleva el mando en ella es Zaarel, el mismo hombre que ahora
espera frente a un cuarto cerrado donde habrá de regresar su emisario...
Un
zumbido seguido de una luz que se vislumbra por debajo de la puerta hace que
los lacayos ahí reunidos se formes a cada uno de los lados de la puerta para
recibir a otro hombre...
Su
nombre es Shouten, el no es un guerrero, tampoco un hechicero, mucho menos un
humano, de hecho todos los presentes, incluso el propio Zaarel ignoran que
demonios es. Pero los que han tenido oportunidad de presenciar aún la mas
mínima muestra de su poder sabe que alguien esta en graves problemas si el
llega a enfadarse... Desafortunadamente para Zaarel ese es justamente la
actitud que tiene cuando cruza la puerta...
—Ha, mi
querido Shouten, como te...—
Zaarel
no termina su pregunta cuando siente que una mano tan poderosa como el acero lo
toma de cuello y lo alza pegándolo contra una pared...
— *
Ghak... * que... es lo.. que pasa?—
Pregunta Jadeante el guerrero
—¿Por
que enviaste a una de tus bestias? Iba en una misión de Paz— Contesta Shouten
mientras que mira al guerrero tratando de zafarse...
—Oye
viejo... no podemos discutir esto como personas *Ghak* civilizadas...—
—¡No,
no podemos, quiero una respuesta ahora!—
—*Ghak*
tuviste exi..to, ellas aceptaron...—
—No—
—Bueno,
entonces *Ghak* que importa el que haya enviado una pequeña bestia a que se
divirtiera—
—Aun no
habían rechazado la oferta ¡¿Cómo sabías que había fracasado con la
negociación?!—
—*Ghak*
bueno, he vivido por siglos, uno sabe esas cosas antes de que *Ghak* pasen,
ahora... puedes soltarme de una vez?—
Shouten
mira los ojos de Zaarel al momento que su rostro se deforma en una mueca de
disgusto mientras que sus manos liberan al guerrero quién cae pesadamente al
suelo...
—Ah...
*Ghak* *Tienes que hacer algo con esa personalidad viejo... es *Ghak*
demasiado... violenta...—
—Sabes
Zaarel, realmente comienzo a dudar de tus intenciones, sabes que te ayudo solo
por que Ascot debe de ser juzgado, cometió muchos crímenes hace tiempo, soy un
vigilante y como tal es mi deber ver que un jurado justo decida su destino...—
—Y...
así se hará mi querido Shouten, un jurado justo e imparcial, pero no podemos
permitir que alguien se interponga en nuestra búsqueda, que importa destruir
pequeños planetas semidespoblados si cientos de galaxias están en juego—
Pregunta burlón Zaarel mientras que trata de jalar aire...
—¿Semidespoblados?
el último planeta que destruiste tenia una civilización pacifica de mas de tres
mil años y tu la arrasaste en una noche—
—Vamos
señor guardián, no fue benévolo de mi parte el otorgarles una muerte sin dolor
en vez de que Ascot los destruyera uno por uno?—
—Si,
supongo... pero solo se te ha concedido el permiso para destruir un mundo mas
en busca de ese hechicero, si fracasas esta vez es mi deber remitirte al
consejo, espero que esta vez no falles...—
—No te
preocupes, Shouten... no lo haré, pero... ¿Por que no te pones cómodo y
descansas, debe de haber sido un viaje largo, te asignare un cuarto para que
descanses, ya solo faltan tres días para que lleguemos a ese planeta... ¿Cómo
se llama? a si...—
Tierra,
una hora después del incidente en el edificio Asana el nuevo grupo de
protectoras hablan sobre lo que han averiguado...
—Bien,
lo que tenemos es esto, ese tal Shouten dijo que Zaarel vendría cuando la luna
sangrara, tanto Anais como yo estamos seguras de que se refería a una eclipse
de luna— Dice Ami mientras que mira a sus amigas sentadas frente a ella
—La
próxima eclipse de luna será dentro de tres días, eso quiere decir que tenemos
tres días antes de su llegada— Continua Anais...
—¿Solo
tres días— Pregunta Serena mientras que mira preocupada a la chica...
—Eso
quiere decir que no tendremos tiempo de desarrollar mas nuestras
habilidades...— Musita calladamente Lucy...
—El
poder que han demostrado hasta ahora es todo el que poseen?— Pregunta Ascot
antes de ponerse de pie...
—Si,
tal vez poseamos un poco mas, pero prácticamente ese es todo nuestro poder—
—Y la
mujer, y la niña, aún no he visto su poder—
—Setsuna
tiene un poder un poco mayor que nosotras, aún no conocemos los limites de
Hotaru, pero su poder debe ser un poco mas que el nuestro...—
—Entonces
no tendrán oportunidad.... Hmmm, no quería hacer esto, pero creo que no tendré
otra opción— Dice Ascot mientras que saca unos extraños guantes de entre sus
ropas...
—Marina.
Lucy, Anais, reconocen estos guantes... sus armas están dentro de ellos, solo
tienen que pensar en ellas...
—Ascot...
como los...—
—Eso no
importa, basta con decirles que además incrementaran su poder mientras que los
traigan puestos—
—¿También
guardan a nuestros genios?— Pregunta Marina mientras que se pone el extraño
guante...
—Si,
pero ignoro si ellos puedan surgir en esta dimensión, de ser así serían mucho
mas poderosos que en Céfiro, por su bien les pido que no traten de llamarlos
hasta que se vuelva necesario...—
—Y los
demás guantes?— Pregunta Lucy señalando los diez guantes restantes en las manos
de Ascot
El
hechicero exhala un suspiro para después repartir los guantes entre las
Sailors...
—Esto
es para ustedes, incrementara su poder mientras que los traigan puestos y sin
que la joya que esta incrustada en ellos sufra daños , deben de aprender a
controlarlos, no será fácil pero valdrá la pena...—
—¿Quieres
decir que bastara con ponernos esos guantes para que nuestro poder sea como el
tuyo?—
—No, no
será como el mío, su poder dependerá de ustedes, de su decisión y su coraje...
quiero que entiendan algo, esta prohibido que un hechicero comparta un poder
tan grande con otro ser que no sea otro hechicero, pero en primera no soy un
verdadero hechicero, y en segunda, las circunstancias creo que valen mis
actos...—
Las
chicas toman sus guantes para mirarlos con curiosidad, todas a excepción de
Haruka observan brillar la extraña piedra que ostenta cada uno...
—¿Que
pasa Haruka, no vas a probar tu guante?— Pregunta Ascot al notar la actitud de
la chica
—¡Claro
que no! ¡Ponerme eso seria como depender de ti, nunca haré eso!— Contesta
Haruka mientras que da la vuelta y sale por la puerta del templo...
—¡Haruka
espera...— Grita el muchacho mientras que trata de correr detrás de ella cuando
una mano se lo impide...
—¡Michiru!—
Exclama el hechicero al ver la figura de la chica prohibiéndole el paso
—Yo
hablare con ella Ascot, creo que se lo que le pasa...— Contesta la chica al
mismo tiempo que sale corriendo detrás de la chica.
Afuera,
Haruka camina molesta por las escaleras del templo cuando escucha una voz
gritar su nombre... de inmediato reconoce la dueña de esa voz, es Michiru...
Por un momento, el deseo de echar a correr se apodera de sus pensamientos, pero
en vez de ello, agacha la cabeza y espera a la chica tras de si...
—Haruka,
¿Por que hiciste eso?— Pregunta Michiru a la chica sin que esta le de una
respuesta... —¿Qué es lo que te pasa Haruka, no entiendo tu actitud?—
—¡Yo
tampoco te entiendo Michiru!— Grita Haruka mientras que alza la mirada... —Por
que confías en él, por que todas confían en él, ni siquiera lo conocemos—
Michiru
retrocede con una mirada incrédula pero de inmediato reacciona para
contestarle... —¿No será que estas celosa de Ascot Haruka?— Pregunta Michiru.
—¡¿Que
si estoy celosa?! ¡Claro que estoy celosa, no puedo creer lo que esta pasando,
que tiene él que tanto te gusta?!—
Sin
poder contenerse Haruka rompe a llorar calladamente ante la mirada de
Michiru...
—Haruka...—
Dice débilmente Michiru a la chica
frente a ella y lentamente deja que sus brazos rodeen a Haruka
—Michiru,
tu eres lo que mas aprecio en esta vida, no quiero perderte, no a ti— contesta
Haruka mientras que llora en los brazos de la chica...
—Haruka,
sabes que lo que nos une es mas que el amor, mas que el cariño, compartimos la
misma alma, somos una, nos necesitamos la una a la otra, desde antes de que nos
dieran estos cuerpo nuestras esencias estaban unidas, desde hace años
compartíamos los mismos pensamientos, tu dolor es mi dolor, tu felicidad es mi
felicidad, pero tienes razón, quiero mucho a Ascot, en verdad lo quiero, no lo
necesito como a ti, pero realmente siento algo por él, pero si para ello necesito
perderte, entonces lo olvidare, no podría vivir sabiendo que te estoy
lastimando...— Michiru agacha el rostro al sentir que las lágrimas la
traicionan también...
Haruka
deja de llorar, alza el rostro y mira brillar los ojo de Michiru...
—En
verdad... en verdad lo amas?— Pregunta mientras que levanta el rostro de
Michiru...
—Yo...
no lo se, nunca había sentido algo así por un hombre, solo por tí—
—Yo...
lo siento, fui muy egoísta, solo pensé en mi, pero tu lo dijiste, tu dolor es
mi dolor, tu felicidad es mi felicidad, si es lo que quieres, si en verdad lo
amas, no puedo hacer nada, no me sentiría bien sabiendo que tu sufres por mi
egoísmo...—
—Haruka..
¿Quieres decir que...—
—Lo
entiendo, somos una, aun cuando ames a otro, eres parte de mi, siempre lo
serás, como yo soy parte tuya, Ascot nunca podrá cambiar eso, me conformo
con saberlo—
—Entonces
usaras el guante...—
—Si,
pero no le digas nada de esto a Ascot—
—Descuida,
no lo haré—
Ambas
chicas regresan al templo seguidas por la mirada de Ascot quién las sigue en su
camino, sonríe, no sabe como lo logro, pero Michiru la trajo de regreso...
"
Esa chica es increíble" piensa Ascot mientras que la mira entrar "El
hombre que haya conquistado su corazón tiene mucha suerte"...
Arriba...
Shouten
ya se ha retirado a su aposentos y es ahora cuando Zaarel convoca a una reunión
de los generales a bordo de su nave...
Son
cinco, los últimos cinco sobrevivientes de un planeta que alcanzo su máximo
esplendor bajo el mando de Ascot, cada uno ha sobrevivido gracias a su fuerza o
su ingenio, pero son mercenarios y se han quedado solos, su mundo fue destruido
por ellos mismos, pero a decir verdad... no les importa, ahora se dedican a
trabajar para quienes les ofrezcan el salario suficiente aun cuando su
verdadera motivación no es otra que el divertirse, son destructores de mundos,
cazadores, asesinos, ellos son los últimos cinco guerreros que aún siguen con
vida, al mando de Zaarel , el más fuerte de ellos, han arrasado con galaxias
enteras, eso fue antes de saber que había seres con poderes mas allá de los
suyos que no estaban conformes con lo que ellos hacían.
Pero si
algo tienen los guerreros es que no son estúpidos...
El
consejo quería una explicación, pues una explicación les fue dada, su cacería
era en contra de un hechicero rebelde, un hechicero que arraso con un mundo y
dos clanes, un hechicero de nombre Ascot que ahora viaja de planeta en planeta
buscando que destruir... Hasta cierto punto esta historia es cierta, por siglos
Zaarel y los demás buscaron a Ascot viendo en él a un traidor, pero desde hace
mucho tiempo Zaarel y los demás perdieron el interés en su búsqueda, todos
menos uno, que ahora duda de su decisión pero que no tiene otra opción que
apegarse a ella...
En fin,
Tal vez una coincidencia pero Ascot apareció justo cuando dejaron de buscarlo,
algo afortunado para el pequeño grupo de guerreros que vieron hecha una verdad
su historia.
Al
consejo le agrado esta explicación, no del todo, pero fue suficiente para
ellos, así que enviaron a un supervisor que regulara sus acciones, ese fue
Shouten, y es hasta este punto que se encuentra la historia...
—Bueno
señores, creo que tenemos suerte, como ya todos saben Ascot se esconde en ese
planeta, como llego ahí y que diablos es lo que busca, No lo se, y no me
importa, y aunque he perdido interés en su búsqueda, ya que lo encontramos creo
que no debemos de desperdiciar esta oportunidad, además, el enviado del consejo
esta sospechando por lo que sugiero que destruyamos a Ascot lo más rápido
posible para dejar satisfecho a nuestro amigo... ¿Preguntas?—
Los
cinco cuerpos que se ocultan entre las sombras se miran entre si esperando que
alguien alce la mano, murmullos y palabras incompletas salen del pequeño grupo
mientras que Zaarel comienza a impacientarse...
—Dije...
¡¿Preguntas?!—
Una
mano se alza para dar paso a una pregunta...
—Zaarel,
quieres decir que vamos a ir a ese planeta, buscaremos a Ascot y lo
destruiremos junto con su planeta—
—Pues...
si, es justo lo que quiero, ¿por que? ¿No lo habías comprendido?—
—Ascot
destruyo a cientos de guerreros el solo, que te hace pensar que podremos
vencerlo?—
—Eso
fue hace Milenios, esos eran sus antepasados, yo lo se por que yo ya estaba
vivo en esos tiempos, y es por eso que se que el poder de los guerreros no
tenia comparación con el poder que ustedes tienen ahora, nuestras armas son
mucho mas poderosas que las de ellos, Ascot es un hechicero, eso quiere decir
que su poder no puede aumentar como nuestra tecnología, cada uno de ustedes
debe ser mas poderoso que Ascot... Pero... parece que alguien tiene otra cosa
que decir, ¿No es así Yamena?—
El es
Yamena, el mas nuevo del grupo de guerreros, el mas misterioso, tal vez Yamena
no sea su verdadero nombre, tal vez ni siquiera sea un guerrero, su pasado es
desconocido para todos excepto para Zaarel, y aunque ninguno a presenciado una
demostración de su poder, saben que por el cuidado con que lo trata Zaarel debe
ser muy, muy peligroso...
Un día
su líder les dijo que había un nuevo integrante, ese era él. Siempre escondido
entre las sombras, no come, no participa en los entrenamientos, y de hecho
ahora que lo piensan... es la primera vez que va hablar...
—Yo
conozco el verdadero poder de Ascot, yo también estaba vivo cuando el destruyo
a los clanes, se lo terrible que puede llegar a ser cuando el se enfada, tal
vez ahora tu y tus hombres sean más fuertes que él, pero no veo la necesidad de
destruir todo ese mundo cuando solo lo buscamos a él, un hombre que ya no tiene
nada que perder es muy peligroso—
—Bonitas
palabras amigo, pero entonces cuidaremos que el muera antes que el resto del
planeta—
—No
entiendes verdad, esperaba que el tiempo te diera sabiduría, pero veo que
sigues igual que...—
—¡Basta!
tu no me conoces, no puedes hablar de mi—
—Alguien
que no acepta su pasado no puede mirar al futuro— Dice Yamena mientras que se
levanta de su asiento y desaparece en una nube de humo dejando tras de sí la
mirada enfadada de los demás guerreros...
—Bien... de todas formas peleara con nosotros, me lo debe, y en
cuanto a ustedes mis guerreros, son jóvenes, pero han escuchado las leyendas de
Ascot, si lo vencemos... será su victoria mas gloriosa...
¡Ah! otra cosa, también se que ese planeta tiene sus guardianes, no
entiendo bien cual es su poder, pero por lo que me dijo Shouten no son nada de
cuidado, nuestro objetivo es Ascot, pero no habrá problema si alguien se nos
interpone, la victoria esta frente a nosotros... brindo por que así sea...—
La nave
sigue moviéndose por entre la oscuridad mientras cinco copas se alzan en el
aire, la luna se aleja y es ahora el brillo del planeta frente a ellos su nueva
meta, el planeta es la tierra, el objetivo es Ascot, y es el futuro lo único
incierto...
Un
día...
ya ha transcurrido un día desde que Anais y
Ami entendieron el mensaje de Shouten, un día en que las Sailors Scouts y las
guerreras mágicas ya han dominado casi a al perfección sus nuevos
poderes, y sin embargo aún tienen tiempo para preocuparse por sus amigas...
"No cabe duda de que estas humanas son increíbles” piensa Ascot mientras
que mira a la niña que descansa frente a él, su nombre es Hotaru, la mas joven
de las guerreras, no ha despertado desde el último ataque de las bestias de
Zaarel, sus amigas la han cuidado sin dejarla sola un instante y es ahora el
turno de Ascot...
—Hmmm,
Se... Setsuna— Musita débilmente la niña mientras que abre lentamente sus
ojos...
—Vaya,
ya despertaste, empezabas a preocuparnos...—
—¿Que?
¿Quien? ¡Ah, es usted señor! ¿que hace aquí? ¿Dónde estamos?—
—En
casa de Michiru—
—¿Donde
están ellas?—
—Están
entrenando, me dijeron que te cuidara— Ascot acerca su mano a la frente de la
niña sin dejar de sonreírle...
—Ya no
tienes fiebre, me alegro, empezabas a preocuparme, ¿Cómo te sientes?—
—Yo...
yo me siento bien señor, de hecho me siento mejor que nunca— Dice Hotaru
mientras que se alza sobre la cama donde descansaba...
—Vaya,
veo que puedes estar en pie—
—¿Donde
están entrenando mis amigas?—
—En el
templo de Rei—
—¿Desde
cuando estas aquí?—
—Desde
hace unas horas, ¿por que lo preguntas?—
—Entonces
debes tener hambre... ¿Quieres algo de comer?—
—Vamos
pequeña, acabas de despertar, estuviste inconsciente durante dos día, no crees
que es muy pronto para pensar en hacer de comer—
—No se
preocupe señor, me siento bien, además yo también tengo hambre, es lo menos que
puedo hacer por quien me cuido...—
Ascot
sonríe mientras que mira a la niña dirigirse hacía la cocina, asombrado, mira
como toma un sartén y hábilmente comienza a cocinar un plato típico...
—Eres
muy buena cocinando...—
—Mamá
Michiru me enseño—
—¿Mamá
Michiru?—
—Si,
ella y papá Haruka me cuidan desde que era un bebe—
—¿Papá
Haruka? Quieres decir que Haruka y Michiru...—
—Ellos
me cuidan desde hace tiempo...—
—Ya
veo... tiene suerte...—
—¿Quien
señor?—
—Haruka...
Ah, en fin—
—Tome
señor, es un poco de Tepanyaki, espero que le guste—
—Esta
delicioso, se parece al denalama que preparaba Pamela... cocinas muy bien
pequeña...— Por un segundo Hotaru guarda silencio mientras que mira comer al
muchacho, pero de inmediato lo rompe con una pregunta...
—La
quería mucho verdad señor?—
—A
quién—
—A esa
chica, a... Pamela—
Ascot
deja de comer para bajar el rostro ante Hotaru.
—Lo
siento, yo no quise—
—No...
esta bien, si, la quería mucho, ella siempre me apoyaba, a veces no estaba muy
conforme, pero nunca me abandono—
—La
extraña—
—Si, a
veces pienso en que hubiera pasado si ella no hubiera...— Las palabras de Ascot
se ahogan en un suspiro ante la mirada llena de compasión de Hotaru quién se
arrepiente de su pregunta
—Lo
entiendo señor, lo siento, no debí de preguntarle eso—
—No te
preocupes pequeña...—
Contesta
Ascot dejando la cara de Hotaru con un gesto de tristeza...
—Sabes,
hay algo que no entiendo— Comenta el hechicero tratando de cambiar el tema
—¿Que
es señor?—
—He
visto pelear a tus amigas, tengo una idea de su poder, pero a ti, no he tenido
oportunidad de ver tu poder, solo he visto como utilizas tu lanza, puedes hacer
algo mas?—
—Si señor,
pero mi poder es tan grande que podría destruir este mundo, es por eso que solo
lo uso cuando es realmente necesario—
—¿Podría
verlo?—
—No, no
lo creo, no quiero destruir este lugar—
Ambos
callan por un momento hasta que Ascot sonríe al tener una idea, lentamente
comienza a mover las manos haciendo que una estrella de fuego se trace en el
aire, un viento frío emerge del extraño portal mientras que Ascot invita a
pasar a la pequeña...
—Vamos,
solo será un momento—
—Pero
señor...— Hotaru titubea por un instante pero de inmediato se decide a seguir
al hechicero, ambos cruzan el portal que se cierra tras de ellos para dar paso
a un extraño lugar, árido, con un cielo rojo y rocas como únicos accidentes del
terreno...
—Donde
estamos señor?— Pregunta la niña mientras que mira curiosa el lugar...
—Esto
pequeña... es Firegal, una dimensión creada por mi para entrenar, también vengo
aquí cuando quiero estar solo, ¿Que te parece?—
—Por
que... por que es tan...—
—¿Tan
feo? Bueno, cuando lo cree era un lugar hermoso, pero cómo ya te dije venia a
entrenar a este lugar, así que poco a poco fue decayendo...—
—Sabe
señor, creo que debería de redecorar este lugar...—
Ascot
sonríe al escuchar las palabras de la niña quien se acerca a las rocas mientras
que dice...
—Por
ejemplo, unas flores en este lugar no le harían daño a nadie, y tal vez un lago
por aquí, si... ya lo estoy viendo—
La risa
de Ascot resuena por el extraño lugar mientras que Hotaru sonríe al
escucharla...
—Sabes
niña, eres la primera persona que me hace reír de esa forma desde que llegue a
este mundo, pero.... tal vez después piense en adornar este lugar, ahora...
quiero que me muestres tu poder
—Esta
bien señor— Contesta Hotaru mientras que se transforma
—Aléjese
señor, no quiero que salga lastimado—
Ascot
obedece a la pequeña y rápidamente vuela hacia atrás de la niña, lentamente
Hotaru deja su lanza en el suelo y acto seguido un vapor púrpura sale de su cuerpo, un remolino de energía
comienza a rodearla mientras que el piso a sus pies comienza a agrietarse,
Ascot no puede evitar el que una sonrisa se escape de sus labios al sentir el
enorme poder de la niña que sigue aumentando al momento que el remolino empieza
a cerrarse para crear una especie de esfera...
Un
grito de Hotaru es lo que precede a una gran explosión que destruye todo lo que
estaba dentro de la esfera ante la mirada de Ascot quién mira fascinado el
poder de la niña mientras que las rocas cercanas vuelan hechas polvo por el
ataque...
Un leve
zumbido comienza disiparse dejando tras de sí la silueta de Hotaru que comienza
a caminar en dirección del hechicero.
—¿Le...
le gusto señor?— Pregunta la pequeña sin poder dejar de tambalearse...
—Es...
impresionante pequeña—
Hotaru
sonríe al escuchar las palabras de Ascot pero de pronto siente que sus piernas
se doblan obligándola a caer al suelo...
—¡Hotaru!—
Grita el muchacho al momento que vuela rumbo a la pequeña que yace inconsciente
a sus pies —¡¿Hotaru estas bien?!— Pregunta Ascot mientras que toma a la niña
en sus brazos.
Lentamente
Hotaru abre los ojos para encontrar el rostro de Ascot frente al suyo, sus
mejillas se tornan de color carmín al sentir el aliento del chico en sus labios
y ver sus ojos que la miran preocupados —Lo siento, no debí de presionarte, aún
estas muy débil, pero no te preocupes regresaremos a casa...—
—Le
gusto señor...— Pregunta débilmente la pequeña
—Ya te
lo dije, tu poder es impresionante— Contesta Ascot y antes de que otra cosa
suceda abre otro portal con una de sus
manos, el fuego que surge de ellas vuelve a crear una estrella de la cual emana
una corriente de aire que invita a pasar a ambas personas...
Ascot
toma a la niña en sus brazos para cruzar una vez mas por el extraño portal
delante del cual las sombras comienzan a tomar forma
—Lo
ves... estamos de vuelta— Dice Ascot al terminar de salir del portal.
Camina
por los pasillos de la casa hasta llegar al cuarto de Hotaru, lentamente,
coloca el cuerpo de la niña en la cama que ocupaba mientras que le sonríe.
—Descansa pequeña, cuando despiertes estarás mejor—
Hotaru
también le sonríe el muchacho mientras que este la arropa con cuidado y toma
asiento a su lado...
—Señor—
—Si
pequeña—
—¿Me
cuidara mientras duermo?—
—Estaré
a tu lado niña, duerme tranquila, yo estaré aquí, te lo prometo—
—Señor...—
—Si—
—Puedo
pedirle un favor...—
—¿Que
es pequeña?—
—Puede
llamarme Hotaru, no me agrada que me llamen niña—
Una
sonrisa en el rostro de Ascot acompaña su respuesta...
—Esta
bien, pero entonces deja de llamarme señor, llámame Ascot—
—Esta
bien señor...— Dice Hotaru mientras que sus ojos comienzan a cerrarse ante la
sonrisa del hechicero quien mira su rostro...
—Duerme
niña... duerme tranquila, yo te cuidare... Hotaru—
Cerca...
No tan
lejos pero si lo suficiente...
El
abuelo de Rei y Nicolás no están, recibieron una extraña invitación para una
fiesta en las afueras de Tokio, aun cuando sea falsa ellos aceptaron, y aun
cuando sea falsa les tomara tres días el ir y regresar de ese lugar, es por eso
que ahora el templo quedo al cuidado de Rei, y es por eso que ahora el Dojo, el
templo, y todo el bosque detrás de el sirve de campo de entrenamiento para
estas guerreras...
La que
se mueve sigilosa por entre los árboles con su espada en mano, Marina le
llaman, sabe que esta no será una pelea fácil, pero que no vera morir a otro
amigo, nunca, no lo permitirá...
Bonitos
pensamientos, pero que son cortados abruptamente por el crujir de una rama
detrás de ella, por instinto mas que por habilidad, Marina toma su espada y
rechaza el ataque... —vaya, una flecha de fuego, quien es, ¿Lucy? ¿Rei?— grita
la chica mientras que busca entre los árboles a la responsable
—Eres
muy buena— Contestan por entre las sombras, al mismo instante que decenas de
esferas de fuego atacan a la chica que las esquiva hábilmente
Tu también
Rei, da como respuesta Marina al darse cuenta de quien es su oponente,
—pero
si no fuera por los guantes que les dio Ascot no serian rivales para mi—
—Tal
vez pero recuerda que ustedes también incrementaron sus poderes— Ambas chicas
se esperan inmóviles un nuevo ataque, ya no hablan, ambas comparten el silencio
mientras que se miran desafiantes, Marina es la primera en atacar, extiende sus
manos de las cuales surge una corriente de agua pero que no da en el blanco...
—Te
mueves rápido hermana—
Rei no
contesta, ella también tiene lo suyo, le llama "Fuego de Marte" y
aunque originalmente no era tan poderoso, ahora es capaz de destruir todo el
bosque si ella así lo desea, pero ese no es el caso en este momento, se
conforma con derribar a Marina mientras que le grita...
— Ya es
suficiente Marina, ya...—
—¡Ríndete
Ami! no puedes contra mi tormenta verde...—
—Nunca—
La que
dio la advertencia es Anais, la otra, la que esta en el suelo es Ami, ambas han
encontrado en la otra una compañía casi placentera, ya sea para estudiar,
trabajar, o en este caso... para pelear.
Ami
reacciona rápido tomando por sorpresa a Anais, sus burbujas de mercurio ciegan
a la chica mientras que la rapsodia acuática la golpea de frente, Anais también
cae junto a su oponente que se aleja de un salto —Vaya, no esperaba eso—
Murmura Anais mientras que comienza a seguir a la chica que escapa por entre
los árboles...
Una
corriente de aire delata a Ami quien ataca una vez mas a Anais, esta responde
con su tormenta verde haciendo que ambos poderes choquen creando una especie de
tornado que se disipa en el aire, las dos chicas sonríen al mirar su poder
mientras que comienzan a adentrarse mas en el bosque...
En el
templo... mas específicamente dentro de Dojo, el brillo de dos espadas se
refleja con el sol, la pelirroja es Lucy, la otra es Haruka, una es la líder de
su equipo, la otra ha demostrado ser demasiado necesaria para el equilibrio de
las Sailors.
Cada
una tan diferente como parecida a la otra, incluso las dos han sido dotadas con
espadas, y el que una no la utilice de una forma tan común como la otra... no
quiere decir que no sepa usarla.
El
sonido de metal contra metal inunda el Dojo, los rostros de ambas chicas lucen
cansados por el esfuerzo, Haruka vuelve a atacar mientras que Lucy la espera
paciente...
Uno a
uno los ataques de Haruka son esquivados por Lucy quien sonríe al pelear, ambas
espadas se contienen una a la otra mientras que las contrincantes se miran a
los ojos...
—Eres
muy buena con tu espada niña—
—Gracias,
pero no solo con la espada ¿sabes?—
Haruka
no comprende el comentario de Lucy hasta que mira brillar su mano de la cual se
desprende una flecha de fuego que golpea a Haruka en el pecho y la manda en
contra del muro del Dojo
Rápidamente
Haruka vuelve a ponerse de pie aun doliéndose del ataque de su contrincante,
solo tiene tiempo de recoger su espada cuando mira a la chica abalanzarse sobre
ella.
—Pues
yo tampoco dependo de mi espada— Grita Haruka mientras que lanza su espada en
contra de Lucy que la evade con facilidad dejando que esta se clave en la
pared...
—¡Ja!
Fallaste— Dice Lucy mientras que mira la espada clavada en el muro.
—¡¡Tiembla
tierra!!— Grita Haruka mientras que Lucy apenas voltea el rostro para recibir
el ataque de la chica que la manda fuera del Dojo rompiendo la pared...
—Yo
tampoco dependo de las armas— Grita Haruka mientras que patea la espada de Lucy
mandándola fuera del Dojo. —Además yo también poseo mas poder del que
aparento...
Fuera...
tres chicas pelean haciendo uso de la magia de la que fueron dotadas, Lita y
Mina, ambas integrantes del primer equipo de Sailors Scouts se mueven rápido
tratando de evitar los embates de la tercera chica, su nombre es Michiru, ella
no es parte de las Sailors desde el comienzo , de hecho hubo un momento en que
trato de apartarlas de su camino, pero eso fue antes, ahora no piensa en eso,
ahora cada músculo de su cuerpo se tensa mientras que ataca a sus amigas, le
llama "Maremoto de Neptuno" un ataque ya de por si poderoso que se
vio aumentado gracias a un hombre, el hombre que hizo sentir a Michiru algo que
nunca pensó sentir por otra persona que no fuera Haruka, pero así fue...
Piensa
en ese hombre, Michiru titubea un segundo al pensar en Ascot, se descuida, algo
que puede ser fatal en una pelea, tiene suerte de que ahora solo sea un
entrenamiento, pero no por eso es menos doloroso recibir dos ataques a la vez,
"hojas de roble" y "cascada de Venus" ataques de niñas
piensa ella mientras que da una vuelta hacia atrás para evitar un nuevo ataque,
otro error, el subestimar el poder de un oponente, en especial cuando ha sido
aumentado y mejorado gracias a la magia, algo que Michiru aprende al sentir
volar su cuerpo mientras que el suelo frente a ella se levanta y explota.
Mina y
Lita se dan la mano al mirar el cuerpo de Michiru tendido en el suelo, un gusto
que no dura mucho, solo hasta que Michiru se vuelve a levantar para atacar a
las dos chicas que saltan para evitar el ataque, no lo logran, aún cuando no
fue de frente, la explosión causada por este las alcanza haciéndolas caer ante
Michiru, indefensas, no pueden hacer otra cosa que el ver como las manos de
Michiru brillan frente a ellas, solo sienten un golpe antes de darse cuenta que
están dentro del templo, la pared frente a ellas esta rota, sin embargo aun
tienen el poder suficiente como para contestar ese ataque, de un salto ambas
mujeres se levantan para encarar a Michiru que las espera en el otro extremo,
ambas chicas salen por el agujero que abrieron por la pared dejando que la luz
del sol se cuele hacia lo que era un cuarto oscuro.
No
voltean, siguen peleando sin detenerse mientras que se alejan cada vez mas del
templo. Desde dentro de él, un par de ojos siguen sus movimientos hasta
perderlas de vista, cuando se sabe sola una vez mas, la chica llamada Serena
sale de entre las sombras y vuelve a sentarse con la cabeza entre las piernas,
sabe que ahora ella debería de entrenar como las demás, no lo hace, esta
demasiado asustada con lo que pasa como para entrenar, se siente sola, aun
cuando sabe que ahora tiene mas amigas que pelearan a su lado, ella se siente
en verdad sola... y piensa, en un hombre, su nombre es Darien, el hombre con el
que habrá de casarse, el hombre con el que habrá de tener una hija, el hombre
que ahora se encuentra estudiando en otro continente y que por la misma razón
no peleara a su lado... si tan sólo estuviera con ella, tal vez compartiría el
entusiasmo de sus amigas, pero no es así, pero si se lo dice a alguien todas se
van a dar cuenta de que esta muy asustada, no puede fallarles ahora, no si el
enemigo es tan poderoso.
Por un
momento la voz dentro de Serena calla mientras que sus pensamientos vuelan
junto con el aire, de pronto, el murmullo de las voces de sus amigas la
interrumpe
"Llego
Ascot" se escucha a lo lejos mientras que la figura del hechicero junto
con la de Hotaru se distinguen sobre los árboles.
El
sonido provocado por sus amigas se disipa mientras que estas comienzan a correr
a recibir al hechicero, al igual que ellas, Serena se levanta y comienza a
caminar, "Ascot, si el supiera" Piensa mientras que corre cómo
autómata.
El
entrenamiento sigue bajo la tutela de Ascot quien las mira tranquilo e
impasible, el segundo día de entrenamiento transcurre de igual manera pero a
diferencia del día anterior donde entrenaron hasta el amanecer, esta vez
concluye al asomarse la primera estrella indicando que ya es de noche, las
trece chicas se reúnen al lado de su nuevo aliado quién las espera sonrientes
al lado de una hoguera...
Al
igual que Ascot, las chicas se sientan alrededor del fuego en espera de lo que
el hechicero diga...
—Bueno...
mañana en la noche, si lo que dicen Ami y Anais es correcto, Zaarel y otros
guerreros llegaran a este planeta, yo... yo se que no aceptaran, pero quiero
insistir una vez más en que me dejen pelear sólo—
Ninguna
contesta, todas miran al muchacho con un gesto de desagrado que es más que
suficiente para que el hechicero comprenda el mensaje...
—Si, lo
sabía, solo quería hacer el intento, bueno, entonces solo me queda desearles
suerte, no habrá entrenamiento el día de mañana , ya no podrán pelear si saben
que sólo les resta un día, el día de mañana, quiero que lo disfruten cómo
quieran, con sus familias, con sus amigos, con la persona que aman, no quiero
que nos volvamos a ver hasta el anochecer, será entonces cuando tendrán que
demostrarme lo que han aprendido....—
Callan,
a decir verdad todas las presentes esperaban un entrenamiento especialmente
difícil el día de mañana, pero esta bien, después de todo es una muy buena
idea, “Casi no han tenido tiempo de divertirse desde que conocieron a
Ascot" piensan mientras que miran cómo el hechicero se desvanece en el
aire, al igual que el, las trece chicas se despiden deseándose una buena noche,
cada una de ellas echa a caminar rumbo a un lugar distinto, "Tal vez vayan
a divertirse" Piensa Serena al dar
la vuelta y alejarse en la oscuridad, hace frío, comienza a correr sin saber
por qué, lo único que desea es llegar a su casa y estar sola. La luz de la luna
la sigue hasta llegar a su hogar, entra, no saluda a su madre ni a su hermano,
no cena, no les extraña, ha estado así desde que Darién se fue, probecilla.
Rendida, Serena se arroja sobre su cama y llora, ya ni siquiera sabe por que,
mira a su alrededor, Luna no esta, esta sola, "Dios, que es lo que me
pasa? Me comporto cómo una niña" Es lo último que piensa Serena antes de
que sus ojos se cierren y aún cuando ella no lo deseaba, se queda dormida, no
piensa, no sueña, y si lo hace no puede recordarlo, simplemente duerme... tranquila,
sin recordar, sin esperar nada. Una noche placentera, una noche que termina
cuando la luz del sol se cuela por la ventana...
—!Serena!
¡Baja a desayunar!—
"¿Y
eso? ¿Es que ya amaneció?"
—Serena
dormilona, ya son las doce del día y tu aún sigues en tu cama—
Su
hermano, generalmente esta escena se repite a diario, ella se para corriendo de
su cama y persigue a su hermano hasta que este se oculta en el baño,
Generalmente, hoy no, hoy para sorpresa de del chiquillo, serena lo abraza y lo
besa en la frente, por que? No lo sabe, pero aún así corre hacía el baño sin
esperar que ella lo siga. Una leve sonrisa se advierte en el rostro de la chica
mientras que baja por las escaleras, abraza a su madre y a su padre sin que
estos la comprendan, se sienta a la mesa y se dispone a desayunar lo Hot Cackes
que le preparo su madre, "Es curioso, me siento muy bien" Piensa la
chica mientras que se lleva un trozo del pan a la boca.
—¿Vas a
salir con tus amigas el día de hoy— Pregunta la madre de Serena
"No,
nos prepararemos para salvar al mundo mamá" Que fácil sería contestar eso
—No...
no lo creó—
—Pero,
¿Por qué? Tu y tus amigas esta de vacaciones y es Sábado, cuando era joven
siempre salía los sábados por la tarde—
—Si,
pero es que...—
Serena
no termina, el chillido de la puerta de su casa al abrirse la interrumpe,
dejando pasar la silueta de una chica...
—Buenos
días señora, esta Se... ¡Ah pero si estas aquí, pensé que habrías salido!—
—Buenos
días Ami, que estas haciendo por aquí?—
—Vine a
ver a Serena, pensé que tal vez podría salir a dar una vuelta conmigo—
—Pero
claro, es sólo que se despertó un poco tarde, pero no hay problema—
—Ami...
¿Qué estas haciendo aquí?— Pregunta Serena mientras que mira a su amiga
—Yo...
sólo venia a verte, pero si ya tenias otros planes...—
—No,
no, es sólo que me sorprendió el verte aquí, pero estaré lista en un momento,
iré a cambiarme—
Pasan
unos minutos antes de que ambas chicas estén listas para irse, Serena se
despide de su madre mientras que sigue a Ami quién ya va a media calle...
—¿Y
bien?—
—¿Qué
quieres decir Serena?—
—¿Qué
estas haciendo aquí? Pensé que pasarías el día con...—
—¿Con
Richard?— Pregunta Ami mientras que alza el rostro para mirar a la nubes
—Si,
con Richard—
—Bueno,
a decir verdad yo también, pero Richard fue a estudiar a Kanazawa, así que
pensé, ¿Por qué no ir con Serena, después de todo Darién tampoco esta en la
ciudad—
—Entonces
ya somos dos chicas solitarias en busca de alguien con quién pasar el día— Dice
Serena mientras que Ami sonríe ante el comentario
—¡Pues
entonces ya somos cinco!— Grita una voz por detrás de Serena y Ami
—Rei,
Mina, Lita, ¿qué están haciendo aquí?— Pregunta Ami al descubrir a sus tres
amigas detrás de ellas
—Nosotras
también venimos a buscar a Serena pero nos dijeron que acaba de salir—
—Si,
también pensamos que la mejor forma de pasar este día es con nuestras amigas—
—Y
además Nicolás no llegara hasta pasado mañana, así que estoy sola otra vez—
—Vaya,
gracias chicas, sólo desearía que Haruka y las demás chicas estuvieran aquí—
—Pues
deseo concedido Serena— Se escucha decir a la voz de Haruka quién aparece al
dar la vuelta a una esquina.
—Haruka,
Michiru, Setsuna, Hotaru, que...—
—Nosotras
también pensamos que sería mejor si pasábamos el día con ustedes—
—Si,
Haruka y yo hemos tenido algunas fricciones últimamente pero creó que aún
podemos divertirnos juntas—
—Si, no
hay una mejor forma de divertirse que con los viejos amigos—
—... ¡O
con los nuevos!—
La voz
es de Lucy quien, junto con Marina y Anais se acercan por el otro extremo de la
calle.
—Claro,
si no les molesta— agrega Marina
—No,
claro que no, nos agradaría el que nos acompañaran— Contesta Michiru mientras
que saluda a las demás chicas.
—¿Ustedes
tampoco tienen novio?— Pregunta Mina mientras que mira a Lucy y las demás
No
contestan, a excepción de Anais, las demás chicas saben que si hubo alguien
especial pero que ahora esta ya es tarde para decírselo.
—Yo lo
siento no quise—
—No, no
hay problema, no tenemos novio—
—Si,
así que si conocen a alguien—
—Si
conociéramos a alguien no estaríamos aquí— Contesta Lita provocando las risas
de sus compañeras...
Así es
comienza el día para estas chicas, un paseo rápido por las tiendas
departamentales del rumbo, un rico desayuno en el restaurante Uchanss, una
visita a la feria local, el inminente coqueteo de chicos ante un grupo de
mujeres tan hermosas, la visita obligada al centro de videojuegos, en resumen
es un día placentero y agradable para las doce chicas...
Ríen,
cómo si no fuera a ocurrir nada, junto a sus risas una mirada las sigue atentas
desde el aire
"
Se divierten, esta bien" Piensa Ascot mientras que se aleja del lugar sin
que nadie lo vea. El no se divierte, no ríe, tampoco pasea, solo echa a volar
rumbo al sol ... y piensa.
Mira a su
alrededor, de entre sus ropas saca una extraña medalla, cómo una cruz, es lo
último que le queda de su vida pasada, antes de Céfiro, cuando ella aún vivía,
ella se la dio, recuerda su rostro mientras que una sonrisa inunda su rostro,
una sonrisa que se ve opacada por un pensamiento, Ascot se detiene y permanece
inmóvil. Sabe que esta cometiendo un error, pero ya es muy tarde para
remediarlo, junta sus manos, y hace lo único que pude hacer... Ruega, ruega por
el perdón de un dios en el cual ya no cree.
Arriba...
—...
¿Cuánto falta?—
—Tres
horas, tal vez menos—
—Bien,
¿Dónde esta Shouten?—
—Aún
esta dormido señor, ¿Quiere que lo despertemos?—
—No,
déjenlo así, ¿Ya pudieron encontrar a Ascot?—
—Sabemos
que esta en esa isla señor, no tenemos su localización exacta—
—Muy
bien, entonces vamos ahí—
—Pero
señor, no cree que Shouten podría molestarse si aterrizamos en un lugar
habitado—
—Si...
es una lastima verdad, pero ahora esta dormido, y por tu bien espero que no
despierte hasta después de que hallamos aterrizado, ¿Esta bien?—
—Si
señor—
Abajo...
—Miren,
ya esta obscureciendo—
—Si,
tienes razón, será mejor ir al templo—
—Chicas...—
—Qué es
lo que pasa Serena—
—Yo...
yo quería decirles que... me divertí cómo nunca, y... si esta es nuestra última
pelea juntas, yo... solo quería decirles que conocerlas a todas ustedes es lo
mejor que me ha pasado—
Sonríen,
tanto Sailors cómo Guerreras, todas saben que el sentimiento es mutuo, no hace
falta decirlo por que sus miradas lo dicen a gritos, no hablan, sólo corren
rumbo al templo de Rei con un pensamiento en la mente, si esta es la última
pelea, no se les ocurre una mejor forma de enfrentarla que junto con sus
amigas.
Cuando
llegan ahí Ascot ya las esta esperando, inmóvil, viendo hacia el cielo ,
esperando que comience, sus discípulas lo rodean mientras que alzan la mirada,
la luna llena es hermosa piensan mientras que miran el gran círculo blanco,
entonces comienza, una sombra rojiza opaca el brillo de la luna empezándola a
cubrir, poco a poco el cielo se tiñe de rojo mientras que las personas miran
asombradas lo que pasa, también las guerreras de la Luna Mágica la miran con
curiosidad, no asi Ascot, quién fija su atención en otro punto, una estrella,
una estrella que va cobrando forma y aumentando su tamaño mientras que parece
acercarse a la tierra, así es, en cosa de segundos lo que parecía una estrella
se convierte en una nave que se envuelve de fuego al cruzar la atmósfera, en
ese instante las personas que corren en busca de refugio saben que eso no es
común en una eclipse, no saben que es, pero por la forma en que se acerca al
ciudad no parece ser algo bueno, un brillo ilumina la noche cuando la extraña
nave parece chocar contra la tierra.
Sin
inmutarse siquiera, Ascot se levanta e indica a sus alumnas que lo siga, así lo
hacen, sin hablar, sin decir nada, solo lo siguen, tal vez a enfrentar su
muerte, tal vez no, ni siquiera lo piensa, tan solo...
...lo
siguen
CONTINUA...