- ¡¿Y a tí que te pasa?! -contestó molesta Rei- El es un
amigo que se quedará a dormir acá hasta que consiga otro lugar.
- Me llamo Hikaru, mucho gusto -saludó con una venia, tal y como
siempre lo había visto.
- Oh, disculpa. Mi nombre es...
- Nícolas -respondió sin pensar Hikaru.
- ¿y como lo supiste? -preguntó Nícolas. Hikaru se dió cuenta
que había metido la pata, y no supo como responder, pero
entonces...
- Vamos, Hikaru, te mostraré donde dormirás y hablaremos con el
abuelo -una apresurada Rei, sin quererlo, lo salvó.
- Ok -exclamó aliviado, aunque asombrado, Hikaru. Y salieron
raudos hacia el templo dejando tras suyo una estela de humo.
Mientras, en alguna parte del universo...
- ¡Su majestad! ¡Hemos conseguido detectar el lugar donde se
encuentra el cristal de plata!
- ¡Por fin! ¿Y en que lugar se encuentra?
- En la galaxia 37, región 69, cuadrante 215, sistema planetario
101, en el tercer planeta del sistema.
- Excelente. General, movilize a todas sus tropas. Nos embarcamos
hacia allá.
- A la orden, su majestad!
- Al fin el Cristal Sagrado de Plata será mío!!
Y en el templo Hikawa...
- Oye, Hikaru, disculpa por haberte sacado de esa manera de donde
Nícolas.
- ¿Y por qué lo hiciste, Rei? -contestó Hikaru haciéndose el
tonto.
- Es que no quería que supiera que estábamos hablando de él
con las chicas en el Crown's, porque fue por eso que sabías su
nombre, ¿cierto?
- Este... ¡Claro! Así lo supe -ahora el alivio es total.
- Lo suponía. Perdoname, ¿si? -ahora Rei era la tierna.
- Claro, si no hay problema.
- ¡Gracias! Bueno, eso quería decirte. Buenas noches, Hikaru.
- Buenas noches.
Rei cerró la "puerta" y Hikaru empezó a reflexionar:
"Ok. Primero me convierto en un Anime, luego me doy cuenta
que vivo en uno, y mas encima que es el de las Sailor Scouts.
Ahora voy a dormir en el templo Hikawa gracias a Rei... ¿Quién
diría que Sailor Mars me haría un favor a mi?... Mmm... Rei
está acostada por aquí cerca... esta oportunidad no se me va a
dar todos los días", y cauteloso se levantó. En realidad
sólo quería mirar a Rei durmiendo, porque eso NUNCA lo va a
poder ver otra vez. Abrió la puerta cuidadosamente y sin ruido,
así como sin ruido empezó a caminar en puntillas cual ladrón
entra a robar, buscando la pieza de Rei. Pero cuando llegó se
encontró con la sorpresa de que Nícolas estaba custodiando la
pieza (mejor dicho mirando a Rei). Hikaru se sorprendió (y no
era para menos). Trató de devolverse, pero Nícolas lo
descubrió...
- ¿Qué haces aquí? -le preguntó desafiante.
- Ermm... venía por un vaso de agua.
- ¡Por acá no está el baño!
- Es que no sabía... ¿y qué haces TÚ aquí? -respondió
Hikaru, saliendo del paso.
- Este... yo... -la cara de Nícolas estaba roja como tomate. Y
Hikaru se dió cuenta.
- ¿Acaso espiabas a Rei? -atacó Hikaru
- ... -ahora la cara de Nícolas brillaba al rojo vivo. Casi
iluminaba el pasillo del templo.
- Ajá! ¡Con que espiabas a Rei, pillo! -se burlaba Hikaru.
- Por favor, no se lo cuentes a nadie -dijo Nícolas.
- Mmm... no sé...
- Por favor... -Nícolas se había arrodillado delante de Hikaru-
...por favor no le digas a nadie.
- No te preocupes, no le diré a nadie.
- ¡Gracias! ¡Te lo debo!
- Ya te dije, no te preocupes. Pero ahora ve a acostarte.
- Si, si, tienes razón. Y gracias de nuevo.
- Ok -y Nícolas se fué. Hikaru sonrió, y se iba a acostar,
pero se arrepintió. No había ido por un vaso de agua, claro
está. Entonces avanzó silencioso, y vió dentro de la pieza
donde dormía Rei. Los detalles se los reservamos a Hikaru porque
se lo merece.
Al día siguiente despertó como a eso de las 11 de la mañana.
Rei ya se había ido al colegio (era Lunes) y Nícolas hacía los
deberes del templo. Al abuelo no lo vió, pero no le preocupó,
total en la tele tampoco lo veía. Entonces le asaltó la duda:
¿estará viviendo en los capítulos de Sailor Moon? Si fuera
así sabría lo que iría a pasar. Pero por otro lado, el no
debería estar ahí. Su cabeza de nuevo se llenaba de
interrogaciones, así que decidió vivir esta nueva vida no mas.
Después tendría el tiempo y la información como para resolver
el enigma. Lo que Hikaru no sabía es que realmente no iba a
tener el tiempo para resolverlo porque, en el espacio, cerca de
la Tierra, una gran nave se posaba en el lado oscuro de la Luna.
- Su majestad, hemos llegado. El planeta donde se encuentra el
Cristal de Plata es ese que se vé allá -dijo el general Aldorf,
señalando a la pantalla.
- Mmm... es un pequeño planeta... manda al equipo Nebular a
buscarlo.
- En seguida su majestad -dijo Aldorf, y se retiró.
El emperador Urok era gobernante del vasto imperio Nebula, que
abarcaba casi todo Andrómeda. Había sido así por cientos de
generaciones, desde que el Rey Kragon, del planeta Felunia,
decidió ir en conquista de los demás planetas que componían
esa galaxia. Su labor concluyó cien generaciones mas tarde, y
desde ese entonces había reinado la paz, ya que los demás
monarcas dedicaron su mandato a mantener la paz y tranquilidad de
todo el imperio. Pero Urok era diferente. Había heredado ese
afán de conquista de su antecesor Kragon, pero mucho más
fuerte, hasta el punto de la maldad, cosa nunca antes vista en
los monarcas de Nebula. Es así que decidió extender su imperio
por todo el universo, pero sabía que eso no le iba a ser posible
ya que, debido a la paz que había reinado durante tanto tiempo,
las armas ya no existían en todo el imperio. Hasta que se
enteró del poder del Cristal de Plata, y entonces vió un camino
hacia su meta: la conquista del universo. Sólo contaba con un
grupo de 10 hombres, que secretamente había entrenado con todas
las técnicas que habían en los viejos libros de aquella
gloriosa época del rey Kragon. Una vez que alcanzaron un gran
nivel, los designó como guardaespaldas (aunque realmente eran
sus soldados personales), y los llamó el grupo
"Nebular".
Hikaru estaba paseando por la ciudad cuando descubrió los
"Game Center":
- Vaya -se dijo- podría jugar el "Sailor V"... ¡por
pura curiosidad!.
Y entró. Como era de esperarse, estaba Andrew atendiendo.
- Hola, Andrew -saludó Hikaru despreocupádamente.
- Disculpa, ¿te conozco? -preguntó Andrew, confundido.
- Ermm... -Hikaru se dió cuenta de su error- este... es que las
chicas me hablaron de ti. Tu sabes, Serena... Mina...
- ¡Ah! Entiendo. Con que conoces a esas chicas ¿eh? Bueno, ¿en
que te puedo ayudar?
- Quisiera jugar el juego de Sailor V
- Ok, está ahí mismo. -y Hikaru fué a jugar. Pero cuando se
sentó en la maquina se dió cuenta de que no tenía una moneda.
Entonces miró a Andrew, miró la caja cobradora, y una ampolleta
iluminó su cabeza...
- Andrew...
- ¿Dime?
- ¿No necesitarás, por esas casualidades, un ayudante para este
local?
- Mmmm... ahora que lo pienso... si, a veces. ¿Por qué?
- Pues porque... ¡A llegado tu solución!
- ¿ah, si? Pues.. ¿donde?
- (!¬_¬) Pues... ¡aquí! Si quieres yo seré tu nuevo
ayudante...
- ¿Ah, si? Pues, gracias.
- ... por un pago módico.
- Ah, bueno. -pensando- Está bien, quedas contratado.
- Yahoo!!!
- A todo esto, ¿como te llamas?
- Hikaru, mucho gusto.
En eso se escucha el ruido de
vidrios rotos y gritos de la gente. Era uno de los integrantes
del equipo Nebular que atacaba la ciudad. Hikaru salió a la
calle seguido de Andrew, y en el momento en que salió se topó
cara a cara con aquel villano. Habrán sido menos de dos
segundos, pero para Hikaru fueron horas de pánico al ver aquel
rostro, un rostro lleno de odio, pero al mismo tiempo con algo de
dolor que no pudo comprender. Luego de ese lapsus el tipo no le
dió importancia a Hikaru, y siguió destruyendo la ciudad en
busca del Cristal de Plata. Hikaru se sentía impotente al ver
que no podía hacer nada en contra del maligno, pero en ese
instante...
- ¡Detente monstruo! -y una voz pareció detener el tiempo.
- ¿Como te atreves a destruir esta ciudad que es tan bella? No
te perdonaremos.
- ¡Soy una Sailor Scout, que lucha por el amor y la justicia!
-unos cuantos movimientos- ¡Soy Sailor Moon! ¡Sailor Moon te
castigará en el nombre de la Luna!.
"¡Qué increíble que esté viviendo esto" pensó
Hikaru. Pero el Nebular no pensó eso. Se abalanzó sobre las
chicas en actitud kamikase, pero fue esquivado por poco. Las
chicas contraatacaron:
- ¡Ataque de hojas de roble de Júpiter! -Lita lanzó su ataque
eléctrico. Miles de hojas eléctricas atacaron al Nebular, pero
este era muy rápido, y pudo esquivarlos. Un nuevo ataque no se
hizo esperar por parte de las Sailors:
- ¡Cadena de amor de Venus! -el grito de Mina fué acompañado
por una veloz cadena dorada que cruzó el lugar hacia el nuevo
enemigo. Pero el Nebular advirtió la presencia de tal cadenazo
(Hikaru se dió cuenta de la ineficacia de los gritos de las
chicas), dió un salto y en la misma cadena empezó a correr
velozmente en contra de la rubia. Sin que Mina pudiera hacer
algo, el Nebular saltó desde la cadena, y de picada golpeó
certeramente a la rubia, dejándola mal herida he inconsciente.
Hikaru, que hasta el momento observaba inmóvil la situación, no
resistió y corrió hacia el campo de batalla. Las chicas,
después de lo de Mina, atacaron con todo al Nebular.
"¡Fuego Sagrado de Marte!", "¡Rapsodia acuática
de Mercurio!", entre otros, se escuchó. Hikaru fué donde
Mina, que yacía inconsciente en el suelo. La tomó en sus
brazos, luego le gritó a Sailor Moon:
- Me la llevaré al templo. Ustedes encarguense del enemigo. -y
se fué corriendo con Mina en brazos. Serena lo vió irse por un
momento, pero no había tiempo. El enemigo atacaba, y con mas
fuerza.
- Tengo una idea -dijo Amy-. Cuando yo lo diga, Rei y Lita lo
atacarán. Luego Sailor Moon se encargará de él. ¿Ok?
- Está bien -respondieron todas.
En eso el enemigo venía dispuesto a finalizar la lucha,
cuando...
- Burbujas de Mercurio, ¡Estallen! -y una densa neblina cubrió
el lugar. El Nebular se detuvo, ya que no podía ver donde
estaba. "¡Ahora!" gritó Amy, y Rei y Lita lo atacaron
con todo su poder. El golpe fué directo, e inmovilizó al
enemigo por unos instantes. "¡Es tu turno, Sailor
Moon!" dijo nuevamente Amy. "¡Espiral lunar del
corazón! ¡Ataca!". Entonces un espiral hecho de mariposas
y flores (o algo así) rodeo al Nebular, y luego lo destruyó. El
enemigo desapareció junto con la neblina, y las chicas cayeron
sentadas, rendidas por la batalla.
- Este si que nos ha costado -dijo Serena, tendida de espaldas.
- Pero ¿por qué estaba atacando la ciudad? -acotó Amy.
- Vaya uno a saber. Lo bueno es que ya lo derrotamos -dijo Lita,
mostrando sus biceps.
- Hey, chicas, ¿donde está Mina? -preguntó Rei.
- El chico que duerme contigo se la llevó... -dijo Serena, y Rei
estalló roja.
- ¡¡EL NO DUERME CONMIGO, SERENA TONTA!! Está alojado en el
templo, si, ¡¡Pero en otra pieza!!
- Bueno, bueno. ¿Como se llama?
- Hikaru
- Eso, Hikaru. Dijo que se la llevaba al templo.
- Pues vamos -y partieron al templo, luego de destransformarse.
Hikaru seguía corriendo con
Mina, transformada en Sailor Venus, en sus brazos. Había dejado
a las otras Sailors peleando con un enemigo bastante difícil, y
le preocupaba un poco. Pero más le preocupaba la salud de Mina,
tenía que llegar lo más rápido posible al templo para... ¿y
qué se supone que iba a hacer al llegar allá? No había pensado
en eso, pero algo se le ocurriría. Después de un rato llegó al
templo, subió como pudo las largas escalinatas, se metió sin
permiso al templo, llevó a Mina a la pieza de Rei, y ahí la
dejó. Tomó una toalla húmeda y la untó sobre los rasmillones
del brazo y pierna derecha, que fué el lado donde cayó. Con el
ardor Mina se quejó, y por lo mismo despertó apenas.
- ¿q..que... qué paso? -preguntó sin fuerzas.
- Aquel enemigo te golpeó, y quedaste inconsciente.
- ¿Donde estoy?
- Estamos en el templo Hikawa, en la pieza de Rei
- ¿Tú me trajiste aquí?
- Si -en ese momento Mina se sonrojó, y sin notarlo Hikaru
también.
- Gracias -dijo Mina.
- No te preocupes... -y hubo un largo silencio, donde sólo
habían dos miradas cruzandose. A Hikaru le latía el corazón
cada vez más fuerte. En el mundo real, siempre había sido Mina
a la que encontraba mas linda, pero ahora la notó mas que nunca.
El silencio fué interrumpido por Nícolas que golpeó la puerta:
- ¿Hay alguien ahí? -preguntó. ¡Rayos! No podía verlos ahí,
por lo menos no a Sailor Venus. Y si le decía que se
destransformara descubriría su secreto ¿o no?
- ¿Alo? -no había tiempo. Tenía que hacerlo.
- Mina, no te pueden ver como Sailor Venus. Destransformate.
-Mina miró a Hikaru con asombro, abriendo los ojos a más no
poder, pero no dijo nada, porque no pudo decir nada.
- ¿Qué esperas? Apurate, sino te descubren.
- ¿Quién está ahí? Salgan o echo la puerta.
Hikaru miró la puerta, y luego a Mina, y con el rostro le dijo
que se apurara.
- ¿Y tu como...?
- No hay tiempo. Sólo hazlo. -cortó Hikaru las palabras de
Mina. Esta, sin entender qué pasaba, se destransformó. Los
componentes de su traje se convirtieron en decenas de cintas
naranjas que rodeaban su cuerpo, y luego todo se convirtió en la
ropa habitual de la rubia. Hikaru, aliviado, habrió la puerta.
- ¿Y qué haces tú aquí? -preguntó insolente Nícolas.
- Rápido. Mina está herida. ¿Podrías ir a buscar a un
médico? ¡Rápido!.
- Que ¿qué?... Si, si, claro. Voy de inmediato. -y partió
corriendo.
Hikaru lo vió correr. Pensó si había hecho bien, y también
pensó que debía dejar la ciudad, cuando...
- Hikaru... -el nombrado se dió vuelta. Era Mina quién lo
llamaba. Se acercó y ella le dijo:
- ¿por qué sabías mi identidad?
- Yo... aunque te lo dijera, no me entenderías.
- ¿sabes la identidad de las demas scouts?
- No te lo puedo negar. Si, las conozco también.
- Que bueno... -dijo Mina sonrojada- así.. no habrá secretos
entre nosotros.
- Ermmm... -Hikaru estaba rojo como tomate.
- ¿tu tienes novia? -volvió a preguntar Mina.
- ...no... -respondió Hikaru, muy rojo. En verdad no tenía ni
en el mundo real.
- Mmmm... entonces... ¿te gustaría... tu sabes... ser...? -Mina
estaba muy sonrojada, y no podía completar la frase, sin
embargo...
- ...s..si... si me gustaría -respondió Hikaru. Sin más
palabras que decir, se acercó lentamente a la rubia, esta cerró
sus ojos, él también, y en silencio y muy lentamente, se
besaron.
***Fin
del Capítulo 1***
Comentario: ¡Bueno! Este es el primer capítulo de una serie que espero sea para largo. He de decir que la serie no se basa en Sailor Moon, sino que transcurre en varios animes, así que realmente quiero que dure. Me encantaría recibir sus comentarios, y para eso pueden escribirme al email de abajo. Y eso sería. ¡Nos veremos pronto! (eso espero).