Nuevo
Adiós.
Y allí estaba él. La primera reacción de Serena fue de asombro ¿qué hacía él allí? ¿Habrá venido para buscarla? ¿Qué querrá? Ella permaneció observándole por unos cuantos segundos, entonces se llenó de ira. ¿Cómo se atrevía? Su brazo se levantó y encajó su mano perfectamente en la mejilla de él.
Y así, sin más, ella dio media vuelta y se fue. Él se quedó
allí, tocó su mejilla. La podía sentir algo caliente, no tardaría en ponerse
colorada. Pero lo que más le dolía era que ella se había ido, sin dejarle
hablar.
-Seiya- Serena le tomó dulcemente por el brazo- ¿nos vamos?
-Mina lo vio- dice él mirándole- ¿tú también?
-Sí- baja la mirada con tristeza- pero por favor, no quiero
estar más aquí.
-Claro, nos vamos ahora mismo. Pero sonríe, no me gusta
verte triste- le suplica.
Serena alza la mirada y le regala a su esposo su mejor
sonrisa.
A pesar de quedarse paralizado unos minutos, Darien
reaccionó y se fue detrás de Serena; para encontrarla abrazada a Seiya.
Obviamente, no era lo que él esperaba encontrar.
-¿Por qué mejor no te vas?- sale Mina detrás suyo- No creo
que ella quiera hablar contigo o saber de ti.
-¿Qué hace él allí con ella?- pregunta mirando a la pareja,
que se retira de la sala.
-¿No habrás sido tan ingenuo como para pensar que ella te
esperaría? ¡Por favor!
-Ellos son...
-...marido y mujer- le aclara Mina-... y tienen una hija de
cinco años.
-¿Cinco años?- pregunta él.
Mina se lleva las manos a la boca. Darien no sabe de la existencia
de Rini en este tiempo.
-¿No será Rini?- pregunta él.
-¡Claro que no!- dice Mina cubriendo sus nervios con enojo-
¡Es hija de Seiya y Serena! ¡Fruto de su relación y del amor que ambos se
tienen!
-Dudo que él la ame como la amo yo- corrige Darien.
-Pero es más fiel de lo que tú fuiste- le dice Mina.
Después de recoger a Rini, ambos se dirigieron a casa. No
intercambiaron muchas palabras durante el trayecto. Seiya comprendía que su
esposa no quisiera hablar. Después de todo, nadie se esperaba que Darien
regresara así, tan de repente. Ellos algunas veces se habían plantado la
posibilidad de que él volviera, pero Serena siempre le contestaba con una
sonrisa: “jamás vendrá a buscarme. ¿Qué caso tendría? No te preocupes por eso”.
¡Pero se había equivocado! Había venido por ella... tal vez
en lo más profundo de su ser, ella siempre había tenido ese presentimiento. De
que él la buscaría. ¿Por qué? Pensaba que al tenerlo frente a frente todas esas
dudas quedarían disipadas, pero al contrario, todo estaba más confuso.
-Serena...- dice Seiya abrazándola esa noche- sabes que te
amo... y pase lo que pase... decidas lo que decides, lo que siento por ti jamás
cambiará...
Ella le miró a los ojos. ¿Qué quería decir con eso? Tal vez
Seiya presentía algo que ella ignoraba, o pretendía ignorar.
-¿Lo sabes?- pregunta él de nuevo.
-Sí...- dice cerrando los ojos mientras toma su mano-... lo
sé...
-Te amo...- le murmura al oído.
-Sí Seiya... yo también...- sonríe ella levemente.
al día siguiente, Serena había llevado a Rini a que jugara
al parque. Necesitaba relajarse un poco. Se sentó en una de las bancas del
parque, mientras observaba de lejos a su hija.
-Mi hija...- murmura ella mirando a la pequeña, quien
jugaba con una pelota-...la Pequeña Dama, la princesa de Tokio de Cristal...
Dios... ¡Cuánto se afectó el futuro!
Antes sentía que no había problema, porque sabía lo que ocurriría en el Futuro,
en mi futuro. Pero ahora, cada nuevo día en que me levanto, siempre estoy con la
interrogante de qué sucederá. Ya nada está escrito ahora.
Era algo que no podía evitar. El rumbo de su vida había
cambiado drásticamente. Ese futuro en Tokio de Cristal jamás existiría. ¿O sí?
¿Acaso este regreso de Darien les estaba dando la oportunidad de crear ese
futuro nuevamente?
-Conocer esa respuesta sería muy interesante- piensa- pero
al hacerlo traicionaría lo más precioso que tengo.
Ella observó el anillo que llevaba en el dedo anular
izquierdo. Significaba una unión, en cuerpo y alma. No la unión que forjaría
Tokio de Cristal, era una unión diferente.
En esos minutos que Serena reflexionaba, a Rini se le
escapó su juguete de las manos y éste rodó por el suelo. La niña corrió a
buscarlo, ya que había sido un regalo de su padre y le tenía un cariño muy
especial.
-Toma, pequeña- dice un hombre devolviéndole el juguete.
-Gracias, señor- le sonríe ella y alza la mirada. Era un
hombre muy apuesto, sin embargo, la pequeña pudo notar que él la miraba de una
forma muy especial. De una manera muy fija, como si la reconociera de algún
lado.
-Dime, pequeña- él se arrodilla a su lado- ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Serena, pero todos me conocen como Rini- sonríe
ella.
-Es que... te pareces... eres...- da un suspiro a acaricia
a la niña en la cabeza-... eres muy hermosa, Rini.
-Gracias- ella se sonroja un poco.
-Y dime, ¿dónde
está tu mamá?- pregunta él.
Rini señala a Serena, quien aún está sumida en sus
pensamientos y no nota la conversación de su hija con el hombre.
-Es muy hermosa, tienes una madre en verdad hermosa- dice
él.
-Gracias... ya me tengo que ir. ¡¡Nos vemos, señor!!- dice
ella corriendo y alzando la mano en señal de despedida.
-Adiós, hija mía- suspira Darien observando a Rini reunirse
con su madre.
Las miró con nostalgia. ¿Por qué Serena se lo ocultó?
Acepta que se equivocó, y que Serena tenía todo el derecho de irse de su lado.
La había seguido hoy al parque, tenía pensado irse a Japón sin decirle nada,
porque Serena tenía derecho a seguir con su vida, porque ya no le pertenecía a
él. Pero la existencia de Rini cambiaba todo. Rini era suya, suya y de Serena.
Era un lazo que los unía irremediablemente. Ahora no se iría, por lo menos no
de esa forma.
-¡¡Estoy muy cansada!!- dice Rini tirándose en el sillón.
-Pero si es mediodía- sonríe Serena- debe ser por ese
almuerzo tamaño familiar que te tragaste...
-¡Pero tenía mucha hambre, mamá!- protesta la pequeña.
-Está bien, no te voy a criticar, ve a tu cuarto a
recostarte un ratito ¿de acuerdo?- sonríe ella. La niña le obedece al instante.
-Bien- dice Serena acercándose a la contestadora- vamos a
ver quién nos ha dejado mensajes durante nuestra ausencia.
La máquina le indica que tiene dos mensajes.
Primer Mensaje: Hola Serena, soy Mina. Te llamaba para avisarte que hoy iba a recoger los exámenes médicos mensuales. Si no te molesta, recogeré los tuyos ¿te parece? ¡Espero que no haya problema! ¡¡Nos vemos mañana, Mina!!.
-Cierto- suspira Serena- me hice esos exámenes hace una semana y se me había olvidado por completo, je,je.
Segundo Mensaje: Serena, soy Darien. En principio tenía planeado irme de USA sin decirle nada a nadie, pero te seguí ayer al parque y te ví, la ví. Estabas con Rini. Eso me hizo recordar que tenemos un destino... juntos. Mi avión parte esta tarde a las 6:00 p.m. por si te interesa. Recuerda que algo nos atará para siempre... Darien.
Serena dio un profundo suspiro y se dispuso a borrar el
mensaje, pero algo en las últimas palabras la hizo dudar. Había algo en esas
palabras que era cierto. Observó el reloj, marcaba las 4:00 p.m. tenía dos
horas... ¿para qué? No sabía exactamente. Agarró un papel le dejó un recado a
Rini en la puerta: “Rini, te dejo a cargo de la vecina. Seiya llegará pronto,
tuve que salir por un motivo urgente. Te quiere, tu mamá”. Luego tomó su bolso
y salió del apartamento.
-Sí, ¿en qué puedo ayudarla?- preguntó la enfermera.
-Vengo a recoger los resultados de mis exámenes que me hice
la semana pasada- sonríe la chica rubia.
-Seguro, ¿su nombre, por favor?
-Mina Aino- sonríe ella- y también me entrega por favor los
resultados de la Sra. Serena Tsukino.
-Enseguida- la enfermera apareció en pocos minutos con los
dos exámenes.
-Gracias- sonríe Mina tomándolos.
Al salir de allí y entrar a su coche, no pudo dominar la
curiosidad de abrir sus resultados. Tomó la carpeta y lo abrió.
-Bien... bien... bien...- sonríe leyendo los papeles-
¡¡Salí perfecta!! ¡Ya me lo esperaba!
Entonces dirigió su mirada hacia la otra carpeta. Tenía en
grandes letras el nombre de su amiga. Dejó sus papeles a un lado y tomó los
resultados de Serena.
-No sé...- duda- ¿y si se molesta?- baja la carpeta y se
queda en el asiento del copiloto, sobre los resultados de ella. Se dispone a
poner en marcha su auto, pero luego se detiene y toma los resultados de Serena.
-¡¡No se molestará!!- sonríe- además, de todas formas me
voy a enterar, si soy su confidente.
Leyó el contenido de los papeles, Serena también gozaba de
muy buena salud. Pero entonces notó que, aparte de los demás papeles, había uno
extra. Mina lo tomó en sus manos y leyó su contenido. Abrió los ojos de par en
par y lanzó un grito de alegría.
-¡¡NO puede ser!!- sonríe- ¡¡Se lo tengo que contar ya!!
¡¡Qué emoción!!
El teléfono suena en la casa de Serena. Suena varias veces,
Mina empieza a desesperarse. Hasta que finalmente, Seiya toma el teléfono.
-¡Seiya!- Mina se oye completamente emocionada- ¡¡Ocurrió
algo muy feliz!! Pero después te cuento, necesito hablar con Serena...
-Ella no está- dice él con un hilo de voz, Mina lo nota.
-Pero ¿Qué te pasa? ¿Qué ocurre?- pregunta preocupada.
-Ella... Serena... encontré un mensaje de Darien en la
contestadora, diciéndole prácticamente que la estaba esperando en el
aeropuerto...
-¡¡¿Qué cosa?!!- se enojó Mina- pero Serena no es tan tonta
como para ir ¿o sí?
-...- el silencio por parte de Seiya hizo que Mina se
desesperara aún más.
-¡¡Oh Dios!! ¡¡No me digas que se fue al aeropuerto!!- se
exalta.
-Creo que se va a ir...- murmura él tristemente.
-¡¡No, eso sí que no!!- dice Mina firmemente- ¡¡Ella no se
puede ir!! ¡¡Ahora menos que nunca!! ¿Cuándo sale el avión de ese infeliz?
-Creo que a las seis de la tarde...
Ella observó el reloj. Eran las 5:20 p.m. aún tenía
suficiente tiempo como para llegar.
-Bien, escucha, yo ya estoy partiendo para allá. Tú debes
alcanzarme... ¿me entiendes?
-Mina, ya no tiene caso, ella ya decidió con quien
estar...- suspira Seiya.
-¡¡Te estoy diciendo que NO se puede!!- le grita Mina
sumamente enojada- ¡¡No hagas preguntas!! ¡¡Sólo dirígete al aeropuerto!! ¡¡Y
es AHORA!!
Mina le colgó la llamada. Seiya se quedó sentado por unos
segundos. Por alguna extraña razón, sentía le necesidad de obedecer a Mina.
-Rini- llamó a la pequeña- alístate que nos vamos al
aeropuerto...
Mina se bajó de su auto corriendo. Lo único que llevaba
bien apretado en su mano era el papel por el que se había emocionado hacía un
rato. Entró al aeropuerto bruscamente, tropezándose con varias personas, pero
estaba tan apresurada que no se daba tiempo ni para disculparse.
-Tengo que llegar- se repetía-.... no se puede ir...
Serena, aún no te vallas.
Finalmente, divisó a su amiga a lo lejos. Corrió hacia ella
y la jaló del brazo.
-¿Qué pretendes?- pregunta Mina enojada- ¿acaso piensas
escaparte con Darien así no más?
Serena se queda callada y mira a su amiga con sentimientos
mezclados en su mente.
-¿Acaso amas a Darien?- le pregunta- ¡¡¿Lo amas después de
lo que te hizo??!! ¡¡¡¿Realmente merece que lo ames??!!!
-No sé...- ella cierra los ojos-... no sé Mina... Seiya ha
sido tan dulce y me ha dado todo... hasta ha sido un padre para Rini. Pero
Darien... Mina, es que todo lo que vivimos... no sé... estoy confundida. ¡¡Creo
que necesito una señal para saber con quién debo quedarme!!
-Aquí está tu señal- dice Mina poniéndole el papelito en
las manos.
Serena lo abrió. Al principio en su rostro se dejó
vislumbrar un asombro tremendo, pero luego una leve sonrisa se fue asomando en
sus labios.
Había llegado al aeropuerto. Eran casi las seis. ¿habría
llegado a tiempo? No lo creía así. Y también
estaba Rini, en caso tal de que Serena se hubiera ido ¿Qué le diría a
ella? Rini aún era una niña pequeña.
-Papá- suspira Rini mirando a todos lados- dijiste que aquí
estarían mamá y Tía Mina. ¿Dónde están ellas? Quiero ir a cenar con ustedes dos
hoy, antes lo hacíamos con mucha frecuencia, hoy que tienes el día libre ¿por
qué no vamos a cenar los tres?
Seiya sentía que le partía el corazón al escuchar esto.
Serena no venía. Cerró los ojos y se arrodilló junto a su hija.
-Rini... creo que no vamos a poder porque... porque
Serena...
-¿Y por qué no?- se escucha una voz a sus espaldas- creo
que sería perfecto salir a cenar. Tenemos mucho que festejar.
Él se volteó para encontrar a una sonriente Serena. Ella se
acercó a él y le dio un beso en los labios.
-Pero... pensé que... tú...
-...jamás lo haría- le asegura ella-....y lo lamento. Me di
cuenta de que tú eres mi destino... ahora lo eres... ya el pasado no importa ni
tampoco un futuro que nunca existirá. Le dije a Darien que la Serena que lo
había amado con toda la intensidad, estaba muerta desde hacía cinco años. Que
ya el destino que teníamos juntos se había roto, que era el momento de darnos
un nuevo adiós y dejar de vernos para siempre.
-¿Cómo lo tomó él?- pregunta Seiya sin dejar de abrazarla.
-Pues finalmente muy bien. También aceptó dejar a Rini
tranquila... no se acercará a ella tampoco...- le susurra al oído- y... ¿adivina
qué?
-¿Qué?- sonríe él.
-Te amo- murmura en su oído.
-Y yo a ti... gracias- dice.
-Soy yo quien debe agradecerte- dice separándose un poco de
él- pero ahora si que vamos a cenar, porque a los dos les tengo una gran
sorpresa.
-¿Cuál es, mamá?- dice Rini acercándose a su madre.
-Bueno, creo que nuestra familia crecerá... dentro de unos
nueve meses seremos cuatro- sonríe ella.
Seiya la alza por los aires, ella da un grito por tan
inesperado gesto.
-¡Ahora te amo más!- le dice él.
-Basta o me harás enfadar- dice ella burlonamente.
-Un bebé...- sonríe Rini-... espero que sea niña...
~ Fin ~
Notas de
Autora:
Bien...
después de tres meses llenos de mails diciendo: “¿Y el Fic de Sailor Moon?
¿Cuándo lo terminas? ¿Por qué te demoras tanto?” y cosas por el estilo... aquí
está el tan esperado último capítulo de “Nuevo Adiós”.
Realmente
ya tenía un gran compromiso con este fanfic... la mayoría de los sm-fanáticos
me querían matar porque el terrible retraso. Bien, una sincera disculpa; pero
es mejor tarde que nunca, de modo que aquí está.
¿Les
gustó? Lamento a los amantes de la pareja Serena & Darien, pero es que
tenía que romper con lo tradicional. Y para los que les gusta Serena &
Seiya... imagino que habrán tenido lo que esperaban. Por que, por increíble que
parezca.. la mayoría de los mails que recibía, clamaban que ellos dos quedaran
juntos. Y si lo vemos bien, no era justo que Serena dejara a Seiya, después de
cinco años a su lado ¿o sí?
Por
cierto, nada de correo preguntándome “¿Y lo vas a continuar?” porque allí sí
que les doy un rotundo NO y creo que no escribiré más fanfics de Sailor
Moon, por lo menos dentro de realmente mucho tiempo.
Comentarios
y críticas, dirigirse a rei01@tokyo-3.com