EL
DIARIO DE HITOMI
Cap. 1 Aun te siento en mi...
"Ya han pasado 2 años y medio desde que regrese
de Gaia. En estos años me he sentido un poco sola... a pesar de que siempre
tengo a Yukari a mi lado, siempre me anima... pero aun así... me siento sola.
Al sentirme sola me refiero a que me falta
algo.......... ese algo es Van. ¡Oh! Van, daría todo por volverte a ver, a
abrazar... a... poder llegar a besarte, a sentir tu aroma... te extraño... TE
EXTRAÑO... quisiera estar junto a ti... aunque no se porque extrañamente tengo
un presentimiento de que así será... de que te podré abrazar, mm, no se... solo
siento que te volveré a ver después de tanto tiempo ya..."
- Hitomi, linda baja ya.
Hitomi cierra su diario y voltea y ve por la
escalera quien la llamaba. "Ah, mama." Dice en su mente. Luego guarda
rápidamente su diario en su velador, en ese instante una pluma blanca apareció
encima de su diario, Hitomi asombrada la miro y con la voz en un hilo sollozo:
- Ah, Van... ¿qué significa esto?
Asombrada, melancólica, a punto de llorar intento
tomar la pluma, pero extrañamente al tocarla con los dedos se desvaneció.
Hitomi quedo extrañada por lo sucedido. Recordaba que la primera vez que vio
una pluma igual a esa fue... fue cuando había logrado volver a la tierra,
gracias a su dije, ahí... ahí en cada momento veía plumas blancas. Un llamado
de su madre la saco de sus pensamientos, así que rápidamente saco su diario, lo
guardo en su bolso y bajo las escaleras para ir a la preparatoria. Era hoy su primer
día de preparatoria y esperaba ansiosa poder ver a Yukari. Empezó a caminar
lentamente pensando en esa pluma... esa pluma... "¿Será acaso de
Van?" , "¿Y...y si es de el?" , "¿Será acaso que lo volveré
a ver? , "NO, no... ¿cómo puedo ser tan ingenua?" , "Oh Van, te
amo, aun te sigo amando..." Hitomi siguió pensando en Van, en Gaia y en
volverlo a ver. Mientras caminaba camino a la preparatoria cambio su rumbo y se
dirigió a un pasaje que había visto hace mucho tiempo, recordaba que en primavera
los cerezos ya estaban en flor en este pasaje antes que ningún otro en su calle
y que en especial estos eran hermosos. Vio una banca y se dirigió a ella, se
sentó y observo los cerezos, puso sus manos en su cabeza y se acomodo para
poder ver mejor los hermosos pétalos que caían sobre su rostro; al final
termino recostandose en la banca y como si quisiera dormir, cerro sus ojos...
volvió a pensar, penso en la pluma que había visto, en esa sensación que tenia
hacía ya mucho de que volvería a ver a Van, sus pensamientos duraron hasta que
se dio cuenta de la hora que era.
- ¡¡¡Ah!!!! Que tonta, rayos ahora tendré que
correr.
Hitomi se puso de pie y se amarro el bolso de forma
de que no se le cayera. Ya arreglada se agacho, puso la punta de sus dedos en
el suelo, se inclino y después de 5 segundos, Hitomi se había ido ya.
Mientras corría se percato que a verse dejado crecer
un poco el cabello le molestaba al correr. En cuestión de segundos Hitomi había
llegado a la escuela, donde en una esquina vio a una chica que miraba hacia los
lados, poniendo una mano en su frente para poder ver un poco mejor.
- Yukari... ¡YUKARI!
- ¿Hitomi? ¡¡HITOMI!! ¡¡Apúrate!!
Yukari corrió hacía ella y dando un salto para poder
alcanzar antes a su amiga cayo en los brazos de Hitomi que la abrazo de
felicidad ya que había pasado mucho tiempo desde que se veían, solo charlaban
por teléfono, y como Yukari había salido de viaje y volvió después de las
vacaciones se extrañaban mucho...
- Debemos darnos prisa.
- ¿Ah?
Yukari tomo la mano de Hitomi y caminando
rápidamente la llevo a el salón donde era su primera clase. Hitomi al estar a
punto de entrar soltó la mano de Yukari y rogó porque no hubiese llegado el
profesor antes. Gracias a dios así fue.
- Que cansada estoy, ¡uf!
- Hitomi, ¿cómo has estado?
- Muy bien Yukari ¿y tu?
- Bien... te eche de menos Hitomi.
Le dijo alzándose a los brazos de Hitomi, que le
respondió con una dulce sonrisa.
- Y dime Hitomi, ¿encontraste novio?
- ¿Novio?
Pregunto Hitomi sonrojándose, al tiempo que movía su
cabeza en un "no"
- No Yukari, y no quiero uno...
Decía Hitomi envolviéndose en sus pensamientos.
Pensando en aquel que nunca olvidaría... en aquel que únicamente "él"
podía hacerla feliz.
- ¿Hitomi?...¡HITOMI!
Grito Yukari poniendo las dos manos sobre la mesa de
Hitomi.
Hitomi salió de sus pensamientos y solo dijo:
- Yukari... cambiemos tema, ¿sí?
- ...esta bien...
Murmuro Yukari al escuchar a Hitomi tan deprimida.
Al pasar la primera hora de clase Hitomi y Yukari
salieron al receso y de paso vieron los talleres que había en el gran diario
mural de un pasillo en la escuela.
- Y...¿Entraras a atletismo como en la secundaria
Hitomi?
Le pregunto Yukari mirando el gran cartel que había
con diversos talleres, en el que tambien estaba atletismo.
- Lo haría pero ya no tengo el deseo de hacerlo como
antes Yukari, no lo deseo hacer y... Mi cabello, me molesta al correr.
- Bueno... lastima por le equipo. Ah, tu cabello
luce muy bien Hitomi, te vez linda.
Hitomi le sonrío a Yukari mientras seguían
observando el gran cartel puesto.
-"¡¡Oh!! Miren, ahí esta, es él!!"
Gritaban unas chicas que no se encontraban muy lejos
de Yukari y Hitomi, Yukari las miro preguntándose de quien hablarían y Hitomi
se asombro por lo escandalosas que eran.
- Hitomi, creo saber de quien hablan, vamos a ver,
¿ya?
Hitomi no pudo responderle "sí" o
"no", ya que Yukari la había tomado de un brazo y se dispuso a
correr. La pelirroja la llevo corriendo hasta el gimnasio donde en una de las
salas que había estaba la razón por la cual las chicas gritaban escandalosamente.
- Ay Yukari, ¿qué pasa?
- Eso.
Dijo apuntando a un chico que estaba en el salón de
esgrima junto con otros practicando la espada. Hitomi se puso la mano en la
cintura y mirando a Yukari dijo:
- ¡¿Que es la maravilla que hay aquí?!
Yukari la miro asombrada y le dijo que se callara,
que no interrumpiera a los chicos que practicaban. Hitomi se molesto y se cruzo
de brazos mientras se apoyaba en una de las esquinas del salón. Miraba a Yukari
junto a las otras chicas que estaban ahí, mirando a uno de los chicos del
salón.
"Pero a quien rayos miran, los dos chicos
tienen tapado el rostro, ¿cual es la maravilla?"
Se preguntaba mientras miraba a los chicos que
peleaban ahí. Uno de ellos le llamo la atención, este era muy hábil, evadía
todos los golpes de la espada del otro, era veloz... sus movimientos se
parecían a...a...
- ¡¡¡Ah!!! Lo logro!!
- ¡¡Es tan ágil!!
- ¡Y guapo!
Gritaron unas chicas junto con otras (cosa que
asusto a la pobre de Hitomi) mirando al chico que había quedado de pie ya que
el otro estaba en el suelo. Yukari comenzó a saltar de gusto con otras
muchachas que miraban y gritaban al chico.
- Mira, ven a ver Hitomi.
Le dijo Yukari. Hitomi simplemente la siguió. Se
acerco al grupo de chicas y observo al chico vencedor por el cual gritaban y
vio como gentilmente el chico ayudaba a levantarse al otro que estaba en el
suelo.
- Eres demasiado bueno, Kei.
- No lo creo, eres tú el débil Aino.
- Ya te dije que me llames Yokoshima, ah, eres un
tonto.
- ¿Ves Hitomi? Él es Kei Sakuma.
- ¿Y por él ellas gritan?
- Claro, me han dicho que es guapisimo. Además es el
mejor con la espada.
- ¿Yukari no me digas que te gusta?
Le pregunto Hitomi asombrada de que Yukari llegara a
decirle que sí.
- ¿Cómo se te ocurre? Soy la novia de Amano, solo es
que me gusta enterarme de lo que sucede en la preparatoria.
- Aja, te creo.
- No molestes Hitomi.
Yukari se había ruborizado y Hitomi se reía de que
Yukari se pusiera así.
- Mira, se va a quitar el casco, ¿no quieres verlo
Hitomi?
Hitomi lo penso... le llamaba la atención este
chico, y tal vez sus dudas se aclararían si lo viera.
- Sí.
- Bien, ¡MIRA!
El muchacho se quito el casco y dejo ver su rostro.
Su cabello era negro, con la luz casi parecía azul, sus ojos eran marrones su
piel era blanca, era bastante alto. Las muchachas del lugar comenzaron a hacer
ruido de gusto, todas estaban enamoradas del. Yukari lo vio y dijo "
Cielos, si que es guapo ¿no Hitomi?" Hitomi no fue capaz de decir palabra
alguna, sus verdes y hermosos ojos estaban centrados en el muchacho.
- ¡VAN!
Grito Hitomi con lagrimas en los ojos, su parecido
al de Van era increíble.
- ¿Hitomi? ¿Quién es Van?
- Oh, Van...
Hitomi se seco las lagrimas de sus ojos y movió su
cabeza de lado a lado pensando "No es posible, no, no es posible".
- Olvídalo Yukari, olvídalo...
- Hitomi...
"Eres una tonta, es ese chico por el cual
sufres, lo sé"
Pensaba desde sus adentros Yukari mientras miraba a
la chica de cabello castaño claro mirar a Kei fijamente.
- Permiso.
- Hey, espérame Kei.
Kei y Yokoshima se retiran del salón, pasando al
lado de Yukari y Hitomi. Kei se detuvo frente a Hitomi, la miro a la cara, ante
el asombro de Hitomi y todas las chicas del lugar. Después de mirarla de pies a
cabeza se ruborizo y acercándose le pregunta:
- ¿Cómo te llamas?
- Me, me llamo Hitomi Kanzaki.
Le respondió Hitomi sonrojada.
- Hitomi... Soy Kei, Kei Sakuma.
Hitomi miro los hermosos ojos marrones del chico que
tenia enfrente, se parecía tanto a su querido Van Slanzar Fanel. Pero no era
él. Mientras Hitomi lo miraba pero a su vez pensaba en Van, Kei se adentraba en
los verdosos ojos de ella, y en su bello rostro.
- Siento interrumpir Kei, pero debemos irnos.
- Si, bien, nos veremos, ¿no Hitomi?
- Bueno Kei, nos veremos.
Kei le sonrío y se fue junto con Yokoshima. Hitomi
no creía aun lo que había sucedido, al mirarlo intensamente a los ojos, sintió
que Van la miraba, pero no quería engañarse a sí misma. Aun seguía a espaldas
de Kei mientras el se alejaba, Hitomi se dio vuelta y lo vio, era increíble que
hasta de espaldas se pareciera a Van.
- ¡Hitomi eres una coqueta! Tan solo es el primer
día de clases y tu ya conquistando chicos.
- Yukari sabes que no es verdad, yo no... bueno, me
lo han dicho pero yo no me doy cuenta.
- ¿Pero no estas contenta? Él es el chico más guapo
de la escuela y te hablo, te pregunto tu nombre. Tal vez le gustes.
- No, no lo sé...
Hitomi volvió a mirar a aquel chico... pensando que
era lo que él quería...
Nota de autora: ¡Hola! Espero que les haya gustado este primer
capitulo de mi fic de Escaflowne que he hecho. Si tienen dudas de este capitulo
no duden en escribirme, los aclarare con mucho gusto. Ah, y para que no se
enreden, les diré que las oraciones grandes en las que Hitomi habla es lo que
escribe en su diario.
Reclamos, felicitaciones, bombazos, lo que sea
escríbanme a anto.gonza(arroba)entelchile.net
¡HASTA LUEGO!
Cap. 2 Extrañas amistades...
" Sus ojos marrones me recuerdan mucho a los de
Van, su cabello... rayos, podría decir que es el, pero no... Van me haces tanta
falta, ¿por que no estas aquí conmigo? ¿Por que Kei se parece tanto a ti?
¿Cuál es la razón de que haya visto de nuevo una
pluma como la tuya? Quiero verte, ahora mas que nunca..."
- ¿Hitomi que es eso?
Yukari miro a su amiga escribir en un cuaderno, la
vio muy concentrada y rápidamente se lo arrebato de las manos ante los ojos de
la chica.
- ¡Yukari! Devuélveme inmediatamente eso.
- Ay, tan solo quiero verlo.
- ¡NO!
- ¿Pero porque no?
- Porque... porque...
La chica de cabello castaño había empezado a
sonrojarse, le daba pena decir que era su diario, ya que Yukari sabia a la
perfección que ella nunca había necesitado realmente de uno... pero ahora sí...
- Es mi diario...
- Tu... ¿diario?
- Sí...
- Hitomi... ¿no lo recuerdas?
Hitomi evadió la mirada penetrante que le estaba
dando Yukari, la joven de ojos cafés se sentía traicionada... ya que en los
últimos dos años, las dos se habían prometido que una a la otra serian su
diario, que todo lo guardarían entre ambas... Hitomi no fue capaz de mirar a
Yukari... ni Yukari fue capaz de mirar a Hitomi. El silencio que sé había
formado, ese silencio que parecía eterno ni que las voces de los demás podrían
entrar fue roto por un grito de Yukari:
- ¡¿Por que?! ¿Por que rayos nunca puedes confiar en
mi? ¿Qué te sucede? ¿Qué te paso hace dos años? Tu NO eras así, no, no lo eras,
y ahora... maldita sea porque estoy llorando...
La chica de ojos verdes no quería gritarle a su
amiga enfrente de todos como lo estaba haciendo Yukari. Así que armándose de
valor le dijo:
- ¡No quiero hablar contigo Yukari, tu no
entenderías mi situación!
Le dijo Hitomi con los ojos llenos de lagrimas que
empezaron a correr por sus mejillas mientras le quitaba el diario de entre sus
manos a Yukari y salía corriendo sin rumbo fijo del salón.
- ¡Hitomi regresa!
Gritaba la delgada chica de ojos cafés cuando
observaba como se iba Hitomi corriendo.
"Eres una tonta Yukari, una tonta, no entiendes
como me siento y ¡jamas lo entenderás!"
Pensaba llena de rabia Hitomi, que lo único que
hacia era correr por los pasillos de la preparatoria con la cabeza agachada, no
quería mirar a nadie.
Empezó a correr con mas fuerzas tratando de
desahogarse del dolor que invadía su corazón ya que lo que menos quería ella en
el mundo es pelearse con su amiga, su mejor amiga...
- ¡Ay!
- ¡Auch! ¿Estas bien? Pero si eres...
- Lo siento no fue mi intención, no mire a donde
iba... pero sí tú eres... Kei, ¡Kei Sakuma!
Hitomi había chocado con Kei, el chico más guapo de
la preparatoria, que había conocido hacia ya pocos minutos...
La esbelta chica se puso de pie ya que iba con tanto
vuelo que se había topado con Kei, y sé cayo sobre él. El muchacho la miraba
con una hermosa sonrisa en los labios, sonrisa que hizo sonrojar a Hitomi y
evadir la mirada de sus ojos marrones.
- Hitomi, ¿qué te sucedió?
Le pregunto Kei preocupado pues aunque Hitomi haya
intentado quitarse las lagrimas de sus ojos, estas ya se habían secado quedando
marcadas en él.
- No nada, no te preocupes Kei...
- Pero si estuviste llorando, ¿qué sucedió?
- Nada, ya te dije que no te preocupes...
- Hitomi- le dijo mientras que ponía su mano en la
barbilla de ella, haciéndola levantar la vista hacia él- puedes confiar en mi,
¿sabes? Una pena compartida es menos dolorosa.
- Kei... yo...
Le respondió Hitomi mirando sus ojos, esos ojos...
algo le decían, podía verlo no sabia que era...
- Oh, Kei...
- No, no digas nada- le susurro y puso un dedo en
los rosados labios de Hitomi, ella por su parte solo se sonrojo aun mas y trato
de obsequiarle una de sus bellas sonrisas- toma mi mano, ven aquí.
- Kei, gracias.
Kei le sonrío y la tomo de la mano; caminaron así
por un buen rato hasta llegar a la parte de atrás del gimnasio. Hitomi había
aceptado su mano cosa que la hacia sentirse muy bien ya que su mano era muy
cálida, la reconfortaba bastante. Al llegar ahí Kei le mostró los frondosos
arboles que habían. Hitomi quedo maravillada por los grandes arboles de suaves
hojas verdes que estaban atrás del gimnasio.
- ¿Te gusta?
Le pregunto sonrojado mirando a la delgada chica que
tenia frente a sus ojos.
- Es hermoso, me encanta Kei.
Respondió Hitomi dando vueltas alrededor de un
árbol.
- Mira, ven conmigo Hitomi.
- ¿Ah? ¿Hay mas?
- Es una sorpresa.
Hitomi quedo metida pensando a que se refería el
apuesto chico. Cosa que la hizo darse cuenta al rato que Kei de nuevo la había
tomado de la mano. Hitomi se sonrojo y le pregunto a Kei que era lo que le
quería mostrar ahora a lo que Kei solamente le guiño el ojo.
La joven de ojos verdes había vuelto a sonrojarse y
penso que todo lo que sucedía era un extraño sueño del cual algún día
despertaría y que vería al lado suyo a su amado Van.
- Permiso Hitomi.
- ¿Permiso? De que
Le pregunto en el momento que Kei la tomaba en
brazos para ayudarla a pasar sobre una baranda que les obstruía el paso.
Kei salto la baranda con Hitomi en brazos y llegando
a tocar el suelo la bajo con mucho cuidado. La chica de ojos verdes estaba
sonrojada al igual que lo estaba Kei. Los dos se pusieron de pie y se miraron
frente a frente, el apuesto chico se había acercado aun más a Hitomi de manera
intimidante, haciendo que la esbelta chica se sintiera un tanto incomoda de su
presencia tan cerca de ella. Kei comenzó a mirarla muy tiernamente, de la misma
manera en la que su querido Slanzar la miraba. Para Hitomi esto era demasiado
extraño, esa mirada era idéntica a la mirada de Van.
Eso no era posible, " Esto no puede estar
pasando, no, no puede estar pasando en realidad" "Oh Van, este chico
es idéntico a ti amor mío, no entiendo, no entiendo..."
" ¿Por que serás tan hermosa Hitomi? No
comprendo esto, siento, siento algo por ti... me gustas mucho... pero tu... tú
eres diferente a las demás chicas... eres especial... no entiendo lo que me sucede...
Ojos místicos..."
- ¿Sabías que tenias unos ojos místicos Hitomi?
- Pues eso significa mi nombre Kei...
- Son hermosos me gustan mucho
Esta frase hizo que las mejillas de Hitomi se
volvieran a ruborizar, Kei la estaba halagando y nadie había hecho eso con
ella, exceptuando a Allen Shezard. Muy pocas veces el rey de Fanelia le había
hablado así...
- Kei...
- Hitomi...
El chico de ojos marrones se fue acercando a Hitomi
lentamente, muy lentamente para alcanzar los rosados labios de la chica de cabello
castaño. La chica de los ojos místicos estaba impresionada; sabia a la
perfección lo que intentaba Kei, el problema era si ella aceptase el beso que
intentaba darle el atractivo chico.
Hitomi no estaba segura, pensaba que besarlo seria
como besar a Van... pero el NO era Van, eso era totalmente imposible.
Pero el calor del momento, y el hecho de que
estuviera tan cerca el uno del otro hacia dudar a Hitomi de lo que debía hacer.
" No, tu no eres Van, tu no eres el Van que yo
conozco... pero te pareces tanto a el. Y yo, yo no... puedo..."
La chica de cabello hasta los hombros dudaba, y
mientras seguía dudando mas se acercaban los labios de Kei a los de ella. En un
momento de desesperación Hitomi cierra sus ojos pero al hacerlo recuerda a Van,
y la promesa que le hizo... "NUNCA TE OLVIDARE VAN, NUNCA" y la hace
recapacitar y darse cuenta de que ella amaba, y aun seguía amando a Van Fanel,
aun lo sentía en ella, en su corazón y no podía engañarse a si misma, tenia la
verdad ante sus ojos...
- No, por favor Kei, no puedo, no puedo...
Le dijo la chica de ojos místicos al muchacho de
cabellos negros que la miraba desconcertado ya que no esperaba un NO por
respuesta, pero la respetaba, respetaba sus decisiones y si ella no quería no
la iba a obligar.
- Perdóname. Lo siento mucho ojos místicos...
- Kei... yo... no puedo... no puedo hacer ese tipo
de cosas.
- Te entiendo Hitomi, yo... he sido un tonto...
perdóname, no se como pude hacer algo así...
El muchacho bajo la cabeza, se sentía avergonzado de
lo que había intentado hacer. Hitomi que noto lo apenado que se encontraba Kei,
lo mira y extrañamente con su mirada logra levantar la del.
- Kei, mírame a los ojos.
- Hitomi yo...
A Kei le costo poder mirarla a los ojos, pero la
chica de ojos místicos lo toma de la barbilla haciéndolo mirar sus ojos verdes,
Kei se sonrojo por completo por la acción de Kanzaki.
El chico de tez blanca la mira tiernamente,
haciéndola ruborizarla a ella. Hitomi se acerco a su mejilla y con sus rosados
labios besó la ya sonrojada mejilla de Kei. Mientras ella lo besaba una
agradable brisa cálida los rodeaba, y hacia mover los hermosos pétalos de
cerezos que los rodeaban. El suave beso duro varios segundos, Hitomi se sentía
muy bien al probar con sus labios la suave piel de Kei. Mientras que el chico
de ojos marrones estaba en la gloria al sentir tal sensación que lo hacia
sentirse muy bien. Nunca ninguna chica lo había besado en la mejilla, Hitomi
era la primera.
" Vaya, supongo que tu mejilla ha de ser como
la de mi Slanzar..."
Pensaba la esbelta chica.
Después de esos segundos de felicidad para Kei
(tanto como para Hitomi), la chica de ojos verdes desprende sus labios de la
suave mejilla de Sakuma. Lentamente los va sacando con los ojos cerrados, al
igual que los tenia Kei. Ya al a verse alejado del buen mozo chico abrió sus
ojos y lo miro con una dulce sonrisa en sus labios. Kei por su parte le
devolvió la misma sonrisa a Hitomi.
También ambos se sonrojaron con un tenue color rosa.
- Gracias... Hitomi...
- Kei... yo...
- Hitomi no digas nada, ¿bien? tampoco te
arrepientas, no lo hagas, lo que acabas de hacer te lo agradeceré siempre...
nunca lo olvidare...
- ¿Que? ¿Que has dicho? ¿Nunca lo olvidaras?...
- Nunca... y tampoco se lo diré a alguien Hitomi
- Oh... Kei...
- Te dije que no dijeras nada... oh, no nos dimos
cuenta, mira, este es el lugar que quería mostrarte.
Hitomi se vio rodeada de hermosos arboles de
cerezos, miro el hermoso espectáculo maravillada de lo que sus místicos ojos
veían.
- Es hermoso Kei, gracias, muchas gracias...
Le agradeció Hitomi con una bella sonrisa de sus
labios.
- Denada Hitomi... y me... ¿podrías decir ahora que
era lo que te pasaba?
" Es verdad lo había olvidado"
Penso para sí misma Hitomi. La chica de cabello
castaño claro se sentó en el césped que había en todo el lugar. Arreglo su
falda y se sentó. Kei la miro y entendió lo que Hitomi quería hacer.
- Y bien, - dijo mientras se sentaba al lado de
ella- cuéntame.
- Ahhh, bien, lo que sucede es que...
Hitomi le contó el problema que había tenido con la
chica pelirroja.
Kei entendió por que Hitomi había llorado y le dijo:
- Hitomi, yo creo que si tu le hiciste una promesa a
esa chica llamada Yukari, deberías cumplirla, pero sí hay ciertas cosas que a
veces uno no puede contar y recurre a los diarios de vida; eso se debe
respetar.
- Kei... es verdad... - dijo Hitomi tomando su
diario que lo había dejado en el césped, lo miro y le respondió a Kei- en este
diario tengo cosas que no le puedo decir a Yukari, cosas que... que son
demasiado importantes para mi...
- Tal vez deberías hablar con ella, si es tu amiga
de verdad, te entenderá Hitomi.
- Gracias Kei, me has ayudado a sentirme mejor.
- Gracias a ti Hitomi, cualquier problema que tengas
no dudes en decírmelo, siempre estaré contigo
Hitomi le sonrío a Kei y miro su diario, en ese
momento un pequeño y rosado pétalo había caído en él. "Ha de ser un lindo
recuerdo..."
Y pensando esto lo tomo y guardo en el diario de
tapas color rosa.
- Bien, creo que debemos irnos.
- Así es, vamos.
Los dos chicos se sonrieron mutuamente y nuevamente
saltaron la baranda, esta vez Hitomi la salto dando un gran salto, que,
inocentemente levanto su falda, haciendo que Kei "inconscientemente"
mirara sus largas piernas, junto con su trasero. A parte de sonrojarse el pobre
chico de la "feliz y gran " impresión sangro su nariz.
- Kei, Kei, ¡salta ya!... ¿Kei? ¿Estas bien?
- Si ya voy...
Y dicho esto el chico salto, obviamente ya había
dejada de sangrar su nariz para cuando toco tierra.
- ¿Qué te pasaba que no saltabas Kei?
- Eh... este... ¡nada!
Claro, como le iba a decir que sin querer había
visto sus piernas y su trasero justo en el momento que ella había saltado.
- Hitomi, ¿te puedo pedir un favor?
- ¿Un favor? Claro
- No vuelvas a saltar así, por lo menos no frente a
mí. ¿Bien?
-¿Saltar así? Mm, esta bien.
- Gracias...
La sonora campana de vuelta a clases había sonado,
Kei y Hitomi se miraron y se despidieron, prometiéndose que se verían mañana.
- Que te vaya bien con la chica pelirroja.
- Gracias, así será.
Hitomi comenzó a buscar a Yukari por los pasillos de
la escuela para poder arreglar su problema. Mientras más la buscaba menos la
encontraba. Cuando llego a la sala en la cual le tocaba su clase no estaba la
pelirroja así que solo espero al final de clases.
"Oh, Yukari, perdóname, lo siento mucho"
La chica de ojos verdes escuchó el sonido de la
campana de la preparatoria, tomo sus cosas, salió de la sala y con la vista en
alto
Salió a buscar nuevamente a Yukari.
- Hola, disculpa, ¿has visto a Yukari?
- No, no la he visto Hitomi.
- Oh, bueno, gracias Rei.
- Rayos donde estas... Hola, ¿han visto a Yukari?
- No, nosotras no Hitomi.
- Yo la vi Kanzaki, estaba charlando con Hikaru.
- ¿Hikaru? Bien, gracias.
Hitomi salió a buscar a Hikaru Takada, la chica de
cabello rubio con los ojos más expresivos que había visto.
- Hikaru, hola, soy Kanzaki, Hitomi.
- Hitomi, hola, ¿sabes? Yukari me dejo una carta
para que te la diera amiga.
- ¿Yukari? ¿Y donde esta ella?
- Se fue, por como la vi estaba muy sentida contigo
Hitomi.
- Si... rayos, no podré alcanzarla...
- Toma, léela, tal vez te quiera decir algo bueno.
Ten fe.
- Hikaru... gracias.
- No te preocupes, nos vemos.
- Sí
"Por lo visto solo me queda irme... rayos si
que han pasado cosas últimamente... mejor abriré la carta"
"Querida Hitomi:
Disculpa por mis actitudes infantiles, mis tontos
berrinches, lo siento mucho. Tal vez te presiono demasiado al pedirte lo de los
diarios, ¡es que yo solo quiero que seamos las mejores amigas del mundo! Y sin
confianza nuestra amistad no puede funcionar.
Por el momento no puedo verte, no quiero, así que
mañana nos veremos. Espero me entiendas y me disculpes.
Sinceramente:
Yukari..."
- Oh, Yukari, te entiendo. Mañana esto se aclarara.
Penso en voz alta la chica de cabellos castaños.
"Es increíble todo lo que ha pasado últimamente
en mi vida, la pluma, Kei... todo... oh, Van, nada tendría sentido alguno en mi
vida, si nunca te hubiera conocido... amor mío...
Yo solo te amo a ti... si, yo no puedo sentir nada
por Kei... no..."
Cap. 3 Sentimientos Encontrados
Un joven alto, de cabellos oscuros, de rostro triste
y mirada perdida, bagaba solo por un bosque. Lo hacia frecuentemente, lo hacia
desde hace 2 años... hace esos dos años la mujer de su vida, su alma gemela lo
había dejado ahí, en ese bosque... solo... él sabia que ella debía irse, lo
sabia, su corazón no se lo permitía, pero no podía prohibirla a ella de su
mundo, de su verdadero mundo... a ella aun la recuerda bien... su rostro serio,
sus sonrisas especiales, sus suaves y cariñosos abrazos... cuando lo abrazaba
lo hacia de una manera especial, dejaba en el su olor, su esencia.
Él disfrutaba mucho de esos abrazos ya que entre
ellos era la mejor forma de expresarse lo que sentían el uno por el otro.
"Debí haberla besado, aunque sea una sola
vez... así ambos tendríamos otro recuerdo... ya que es lo único que nos queda a
ambos es el rostro del otro y nuestros abrazos... oh Hitomi... mi
Hitomi..."
Pensaba el joven rey de Fanelia mientras se detenía
para sacar de su cuello el pendiente que la chica de ojos místicos le había
regalado el día en que partió hacia la Luna Fantasma. Lo miro y en su boca se
dibujo una bella sonrisa al recordarla. Gracias a ese dije pudo conocer a la mujer
que nunca olvidaría...
- Amo Van, así que aquí estabas... Merle ya lo
sabia...
Un ser con cuerpo de mujer, orejas y cola de gato,
de cabellos largos y rosados se acercaba al joven de ojos marrones.
- Merle... ¿me estabas buscando?
Pregunto Van tratando de sonreír a su querida y
juguetona amiga. Ella mirándolo a los ojos le dijo:
- Amo... conmigo no finjas... te conozco desde
pequeño, sé que estas triste... lo haz estado desde que Hitomi se fue.
- Así es... ¿a ti no te puedo ocultar nada?
Dijo sonriendo de verdad. Merle que noto esta
sonrisa de corazón, sé lanzo a los brazos de Van botándolo al suelo y quedar
abrazados los dos.
- Amo... no estés triste... a Hitomi no le gustaría
verte así...
Dijo la chica gato acurrucándose en el fuerte pecho
de su amo, mientras Van le hacia cariño en la cabeza, pasando su mano por los
rosados cabellos de Merle.
- Tienes toda la razón Merle, a Hitomi no le
gustaría verme así... pero es que la extraño demasiado... ella es mi razón de
vivir... me ha costado mucho estar sin ella estos dos años... deseo estar con
ella, deseo que sea mía... que este para siempre conmigo...
Van bajo la cabeza y una lagrima corrió por su
mejilla. Merle lo noto, se acerco a él y puso sus labios en aquella lagrima, y
la tomo. Comenzó a lamer el rostro de su querido amo, tratando de darle
consuelo, ya que era lo único que podía hacer. Su amo la miro y le agradeció
con una de sus dulces sonrisas. La gata sonrío feliz y lo abrazo con fuerza.
- Amo... ¿sabes? Yo creo que Hitomi es tuya, y todo
lo que tu deseas es lo que ella desea. Ella te ama, lo sé, tanto como tú a
ella, pero el destino a veces puede estar marcado, al igual que tú lo puedes
tener en tus manos, y cambiarlo con amor y fe... recuérdalo Van...
Al decir aquellas palabras que llegaron al corazón
de Van, lo hicieron tomar ánimos, y no estar tan triste ya que eso le hacia
mal. Merle se había parado y se había ido ya al palacio, dejando a Van solo
para poder pensar.
- Merle tiene razón, gracias a ella he recuperado
los ánimos que necesitaba para seguir sin al amor de mi vida...
Van se puso de pie y se dirigió al castillo, hoy
tendría invitados y debía presentarse antes que ellos llegaran.
"Sabía que el amo Van se pondría más feliz, oh,
si tan solo Hitomi estuviera aquí Van se sentiría mejor, al igual que tu
Hitomi..."
Merle se detuvo y bajo su cabeza, el cabello que
tenia en su frente cubrió sus ojos, estaba triste por su amo, se sentía mal por
no poder hacer nada... se sentía frustrada y de la pena comenzó a llorar y sus
lagrimas cayeron al suelo...
- Linda Merle... ¿qué te ocurre?
La gata abrió sus ojos y vio en el suelo las
puntillas de un par de zapatos color cenizo, y sobre ellos un largo y blanco
vestido. Elevó aun más su vista y vio a una dulce mujer de mirada tierna, de
cabello cenizo y ojos azules. La mujer le tomo las manos y la hizo mirar al
frente, la hizo mirarla a ella.
- Señorita Selena... ya llego y tan luego...
- Así es, mi hermano quiso venirse antes. Pero dime,
¿qué te sucede?
- Señorita, no se preocupe, no es nada importante.
- Merle, ¿somos amigas?
- Así es...
- Entonces cuéntame, me estas preocupando.
- Es que el amo Van ha estado muy triste desde que
la chica de la que te hable
- ¿Hitomi?
- así es, desde que ella se fue el amo Van ha estado
muy triste, no es el mismo, ella le hace mucha falta. Y me da pena no poderle
ayudar...
- Así que es eso... pues no creo que al rey Van le
gustaría verte, no lo conozco tanto como tu, pero te quiere mucho, tu ya lo
ayudas animándolo y con tu forma de ser, y él es una muy buena persona, es
inteligente, comprensivo, caballero, serio, gallardo, atractivo, varonil...
- Señorita Selena, a Ud. ... ¿le gusta el amo Van?
Selena se sonrojo de pies a cabeza, lo que decía
Merle era verdad, Selena se había enamorado de Van en secreto, no podía decirle
la verdad a Merle.
- Pues... este... yo... ¿no, como se te ocurre?
- Bien... - dijo mirándola graciosamente de reojo-
ya que el amo Van le pertenece a una sola persona...
- Lo sé, Merle... lo sé.
Respondió tristemente, ella sabia sobre la historia
de Van y la chica de la luna fantasma, nada podía hacer ella.
- Bueno- dijo Merle animosa tomándole una mano a la
chica de cenizo- volvamos al castillo, el amo esta ahí, y el señor Allen a de
estar ahí también.
- Esta bien linda Merle.
Selena y la gata se fueron tomadas de las manos
hacia el castillo, mientras recogían flores de diversos colores.
Al llegar al castillo Merle le mostró su habitación
a Selena, y la dejo ahí sola, con el ramo que habían hecho juntas, mientras se
preparaban para cenar.
La dulce mujer de mirada serena abrió el gran
guardarropa que había en su habitación, viendo toda la elegante ropa que había
dejado Van a su disposición. Recordó el triste rostro que solía llevar el rey,
eso la ponía muy triste, ver deprimido alguien tan bueno era triste para
Selena.
Ella se preocupaba por él porque sabia que lo amaba,
la chica de ojos azules se había enamorado desinteresadamente de Slanzar, su
rostro tan tierno, sus sensuales sonrisas, la hacían estremecerse de pies a
cabeza. Felizmente para ella Van le había tomado un gran cariño, que la hacia
muy feliz.
Mientras pensaba tomo un bello vestido de seda color
rosado muy claro, sin mangas, que venia con unos largos guantes del mismo color
y un pañuelo negro en el cuello, los zapatos eran blancos y el corsé negro.
Decidió probárselo así que cerro las ventanas de la habitación, al quedar todo
cerrado, se desabrocho los botones del vestido que traía puesto, lo hizo
lentamente, al desabrochárselo lo puso en sus hombros y el vestido callo al
suelo, pasando por su espalda, su cintura, caderas y por sus largas piernas
llegando al suelo.
Quedo solo en la camiseta transparente que usaba
como ropa interior y con sus pantaletas. Se acerco al tocador y se sentó en el
banco que había en él, se miro en el gran espejo redondo y se maquillo, pinto
en un tono rosa sus labios, sus párpados en el mismo tono pero más oscuro.
Cepillo el cabello corto que tenia, aunque hubieran pasado dos años su cabello
seguía igual, pero a ella no le preocupaba tanto.
Se levanto del asiento y se dirigió a la cama, donde
estaba su vestido y los accesorios. Al colocarse el vestido noto que era sin
botones, penso que tal vez estaban en el corsé, se lo puso y noto que era muy
ajustado, mas que los otros y que le quedaba muy bien, hacia relucir su bella
figura. Luego tomo los guantes y los coloco, en sus manos, subiendo por los
brazos y llegar hasta un poco mas arriba de los codos. Después puso sus pies en
los delicados zapatos blancos y le quedaron muy bien. Solo faltaba el corsé
negro y el pañuelo en el cuello del vestido. Observo el pañuelo en sus manos y
le pareció muy bonito, lo coloco alrededor del cuello del vestido, sonrío al
darse cuenta que le quedo muy lindo. Los colores combinaban muy bien juntos. Al
rato se dio cuenta que el vestido (como era sin botones)dejaba ver toda su
espalda, así que tomo el corsé, lo puso alrededor de su vientre lo ajusto pero
no podía abrochárselo, además este era con cintas negras, no con botones.
No sabia que hacer, si salía así la iban a creer
loca, si llamaba alguien podía llegar cualquiera y verla así y no quería que
eso pasara... comenzó a darse vueltas por toda la pieza con las manos en la
espalda, afirmando el corsé.
De repente sintió como unas manos tocaban las suyas
y empezaban a entrelazar las cintas del corsé, sintió que estas manos eran de
hombre, creyó que era su hermano y suspiro de alivio, pero estas manos no eran
las de Allen... Selena se dio vuelta y vio un rostro conocido, cabellos negros,
ojos marrones, y esa sensual e inocente sonrisa... ¡ERA VAN!
- ¡Rey Van!- dijo sonrojada- usted, usted... ¿qué
hace aquí?
- Pues pasaba por este pasillo y su puerta estaba
abierta, vi a alguien moverse mucho, creí que estaban robando así que entre, no
te diste cuenta, y te vi, me di cuenta de lo que te pasaba y decidí ayudarte...
- Ah eso paso, de todos modos me asusto, creí que
era mi hermano.
- ¿Solo a él lo dejas entrar?
- Sí, a Allen y a Merle.
- Bueno pues yo creo yo también, ¿no?
Van le sonrío con esa sonrisa que volvía loca a
Selena, era tan sensual e inocente a la vez.
- Bueno, date vuelta Selena.
- ¿Para que?
Pregunto esta impresionada.
- Para que te abroche el corsé, ¿o no?
- Claro- contesto sonrojándose- gracias.
- Denada.
El joven monarca comenzó a entrelazar las cintas del
corsé, y observo la espalda de Selena, al estar pasando sus manos por esas
cintas rozaba la suave piel de la sumisa chica. Esto empezó a pasar muy seguido
mientras la abrochaba, haciendo que a Selena le dieran escalofríos. Y para él,
esta situación paso a volverse un tanto incomoda al igual que placentera.
Siguió entrelazando las cintas del corsé, al tiempo que siguió dándole
escalofríos a la chica de ojos azules. Para calmar la "excitante"
situación, Van se puso a conversar con Selena.
- Mm, te gusta... ah... ¿te gusta el palacio Selena?
Pregunto un tanto "exaltado" el rey.
- Me... me... ¡Ah!- en ese momento la mano de Van
había tocado con la palma la espalda de Selena, haciéndola estremecerse y darle
otro escalofrío- gusta mucho...
El corsé terminaba en el trasero de Selena, al darse
cuenta Van de ello se sonrojo, así que se detuvo y le pregunto a Selena sí
acaso quería que lo abrochara todo, ella le contesto que si... solo que no
sabia hasta donde terminaba. Van tragando saliva y tratando de no sonrojarse
bajo sus manos hasta el final del corsé y lo abrocho ahí. Al hacerlo de los
rosados labios de Selena salió un largo y relajado suspiro... al tiempo que de
los labios del rey sucedía lo mismo. El joven de ojos marrones puso sus manos
en la pequeña cintura de la chica de cabello cenizo, ajustando el corsé.
- Que- quedo ah... bien, ¿no?
- Sí... sí ah... muchas gracias rey Van...
- De- de nada, y si quieres llámame solo Van, ¿bien?
- Bien. Van, llámame Selena...
- A ver- dijo un poco más calmado- date una vuelta.
Selena tomo con las manos dos puntas del vestido y
se dio una vuelta. Van la observo y se sonrojo... Selena era muy bonita, y se
parecía mucho a Hitomi, solo el color de los ojos y del cabello era distinto,
pero la apariencia madura que tenia Hitomi se reflejaba en ella, sus sonrisas
similares, el rostro serio de Selena tan parecido al de Hitomi... por eso Van
era tan dulce con Selena, le recordaba a su amada, y le tenia mucho cariño...
Pregunto la dulce muchacha, sacándolo de sus ideas.
- Si, solo pensaba Selena, ¿sabes?
- No, ¿qué?
- Eres muy bonita...
- Van- dijo esta suavemente mientras se sonrojaba-
gracias...
- Denada- respondió, y al igual que a Selena se
ruborizo.
La chica de ojos azules empezó a mirar a Van, le
parecía tan bello, lo quería mucho y en su mente pensaba... " Si esa mujer
de la luna fantasma no hubiera conocido a Van, tal vez... tal vez podría haber
logrado una oportunidad con él"
Van por su parte se sintió incomodo, pero imito a
Selena, ella era muy linda...
" Se parece tanto a mi querida ojos místicos...
siento como si en realidad fuera ella, se parece mucho... ambas son tan
hermosas, esos ojos, me miran de la misma forma en la que me miraba Hitomi...
creo... creo que me gusta... ¿QUÉ? soy un idiota, es imposible, yo amo a
Hitomi..."
- Van...
- Sí, ¿Selena?
- Tengo que hacer algo- dijo sonrojada y bajando la
cabeza- y solo lo puedo hacer con su permiso...
"¿Pero que hago? el ama a otra mujer y le estoy
pidiendo si lo puedo besar en la mejilla..."
- Selena, ¿qué es lo que deseas?
Le pregunto Van tiernamente, haciéndola
estremecerse, lo amaba, si, en realidad se había enamorado del.
- Yo deseo... yo quiero... - la chica bajo la cabeza
y se sonrojo- que si acaso me puedes besar en la mejilla... por favor...
- Se- Selena... yo...
- Si tu respuesta es no... lo entenderé Van... no te
preocupes...
Van quedo asombrado... Selena Shezard le pedía un
beso en la mejilla... Nunca había besado a nadie... solo su madre lo besaba en
la mejilla... no había besado a nadie, y había esperado besar a Hitomi... pero
eso ya era imposible, ella no estaba y.. y ahora tenia enfrente a Selena...
- Van... entiendo...
- Selena... - se acerco a Selena, quedaron muy cerca
ambos, sus miradas se unían, y Van se acerca a ella, lentamente hasta llegar a
su mejilla derecha- no digas nada...
Después de decir esto Selena le tomo una mano y
cerro sus ojos, dejando a Van besarla en la mejilla. El rey Fanel disfruto el
tierno beso que le estaba dando a Selena, su piel era muy suave, y por parte de
Selena, que se sentía en las nubes... estaba feliz, o más que eso... Van, el
rey de Fanelia, su amor imposible, la estaba besando, esto era algo con lo que
siempre había soñado... y ese día, se estaba volviendo una realidad el sueño de
su corazón. El beso debe
Haber durado un largo tiempo, Van no la dejaba de
besar y Selena aun no soltaba su mano. Selena, después, no quiso que ese beso
fuera tan solo de una persona, así que, muy despacio fue acercando sus labios a
la mejilla de Van que estaba muy cerca de su cara, al alcanzarla la beso con un
cariño, que, llego al corazón de Van. Él, que se dio cuenta, abrió sus ojos y
la miro, se veía muy linda. Ya al ser el beso doble, se tomaron de las dos
manos y más duro el momento, que tanto como Selena y Van, nunca olvidarían...
Después del largo beso mutuo, Van se alejo
lentamente de Selena, é...0000000008l abrió sus ojos y observo como Selena
seguía con sus ojos cerrados. Ella, delicadamente levanta sus párpados y con
sus hermosos ojos azules mira al joven de ojos marrones.
- Gracias... Van... muchas gracias...
- Gracias a ti Selena... gracias a ti...
Van sonrío a Selena, y se salió de la habitación.
Selena, feliz se tiro a la cama y miro el techo, feliz de lo que había pasado
en esa habitación...
Esa noche habían pasado demasiadas cosas para unos
corazones que estaba descubriendo sentimientos que nunca habían tenido...
Eso era algo que tarde o temprano traerían problemas
a una o más personas.
El rey de Fanelia no pudo dormir bien... sentía lago
extraño en su corazón y esa noche mas que nunca deseaba poder tener a Hitomi a
su lado para no dudar de un amor que iba a existir para siempre...
Nota de autora: Hola!! espero que les haya gustado tanto
como a mí este tercer capitulo de mi historia...
Quería antes de nada disculparme a aquellos que
piensan que Hitomi y Van no pueden traicionarse el uno al otro o etc.
Lo que pasa es que a veces uno tiene que pasar por
cosas para darte cuentas cuanto amas a una persona.
Bien, reclamos, felicitaciones, ideas, bombazos, lo
que se les ocurra a:
antonia.hibiki@entelchile.net
Cap.4 La Fe De Un Corazón...
"Van... ¿Sabes? Ya estamos aquí en primavera, y
en serio que esta lindo todo, han pasado 7 meses... siete largos meses más que
he de haber pasado sin tenerte aquí a mi lado... oh, Van me han sucedido tantas
cosas últimamente que no sé que sucede... Kei... él es idéntico en el sentido
de la palabra a ti, su aroma, su presencia me recuerda a la tuya. El siempre
esta aquí, conmigo, es un gran amigo que yo... yo de repente... mas bien me
confundo... no logro entender este sentimiento que tengo para/con Kei... él...
"
Hitomi mira hacia su baraja del Tarot, se la queda
viendo y una carta cae. Ella se acerca a la baraja y recoge la carta caída...
"Destino"
- ¿Destino?... ¿qué significara esto?
- Hitomi... la señorita Takada vino a buscarte- le
grito su madre desde el primer piso. Hitomi ordeno la baraja y dejo encima la
carta "Destino"... Llego a la entrada de su casa, tratando de olvidar
su inquietud por aquella carta... si veía las demás sabría que se trata, pero
hacia ya años que no lo hacia...
- ¡Buenas tardes Hitomi!
- Hola Hikaru...
Le saludo la chica de ojos verdes a su compañera de
cabellos rubios y ojos color zafiro. Hikaru le ofreció su mano y ella la tomó,
para dirigirse al parque. En el camino Hikaru noto a su amiga demasiado
seria... mas que de costumbre. Al llegar al parque ambas se sentaron en una
banca... charlando pero sin mucho animo por parte de la chica de cabellos
castaños.
De pronto una bandada de palomas blancas llegaron a
los pies de Hitomi. Esta que estaba pensando como de costumbre... las vio
llegar... al instante sus ojos se humedecieron por las lágrimas que quisieron
salir de sus ojos. Las contuvo pero más tarde que temprano pues Hikaru se dio
cuenta, y con pañuelo color celeste limpió los ojos de ella. La chica de ojos
zafiro la miro directamente a sus verdes esmeralda que tenía por ojos. Hitomi
sintió una calidez en su corazón y no despego sus ojos de los de Hikaru. Su
amiga con los ojos tristes y el rostro serio pero comprensivo le dijo:
- Gaia... el Rey de Fanelia... ESCAFLOWNE...
- ¿Qué?
Hitomi la miro con ojos de asombro, miedo y
preocupación.
- Hikaru... tu... ¿tu como lo sabes? ¡Ah! Te lo he
dicho sin querer hacerlo...
- No, Hitomi... me lo ha dicho tu corazón. Tu
corazón ha sufrido mucho, me he dado cuenta ya, y eso... es muy triste Hitomi
amiga, el joven Van, el rey de Fanelia te tiene hecho pedazos el corazón.
- Hikaru... ¿cómo? No entiendo... ¿cómo lo haz
sabido? ¡DIME!
- Bueno- contesto Hikaru un tanto apenada- tengo un
extraño don... él haberte mirado intensamente a los ojos, he podido leer tu
mente, y sentir todo lo que has pasado hace 2 años en Gaia.
- Yo... - dijo Hitomi volviendo a entristecer- tú
eres la primera persona que sabe de esto... y es demasiado... doloroso...
extraño tanto a Van, lo extraño mucho... no sé que hacer... quiero verlo con
todo mi corazón... yo... lo amo...
- Hitomi...
Hikaru abrazo a Hitomi, la contuvo en sus brazos,
consolándola, Hitomi estaba demasiado herida, estaba... sola...
- Hitomi, ya no estarás más sola, yo voy a estar
aquí, a tu lado siempre.
- Oh, Hikaru... gracias... pero no te preocupes
estoy harta de que todos me miren con cara de preocupación y de pena, no quiero
dar lástima, ¡ya no quiero dar más lastima!
- Hitomi nadie siente lastima de ti, tan solo es que
todos te quieren y les preocupas, no es lastima.
- Hikaru... - sollozó Hitomi - es que... yo amo a
Van, pero Kei... se parece tanto a él que no sé que siento hacia Kei. Creo
sentirme segura de mi amor hacia Van pero es la sonrisa de Kei, aquellos ojos
no puedo evitar sentir algo por él... y eso esta mal...
- Amiga, sentir emociones por personas no son cosas
malas, tan solo son sentimientos que no queremos afrontar pero que tarde o
temprano vuelven a estar frente a uno y... Lo que sientes por Kei es el mismo
sentimiento que por Van- Hikaru al pronunciar el nombre del rey de Fanelia hizo
que Hitomi levantara los ojos hacia ella con un brillo de esperanza- tan solo
que de otra forma, no sé bien como explicarlo pero diferente, pues tu corazón
le pertenece a un solo hombre, y en tu alma sabes quien es. No debes dejarte
llevar por simples emociones, ni tan solo pensar solo con tu corazón, ya que no
siempre te llevan por el camino correcto... créeme.
- Gracias...
- Por nada... pero dime ¿Kei qué sentimientos te
causa?
- Pues... me causa...
- el mismo sentimiento que Van expresado en otra
forma
Para el asombro de Hitomi, Hikaru había hablado al
mismo instante que ella, repitiendo las mismas palabras que la otra. Y en
verdad era eso. Era el mismo calor de pensar en él que pensar en Kei. Ambos
eran aparentemente exactamente iguales, pero algo especial los diferenciaba...
Se miraron por un largo rato; Hikaru tomo con su
mano las de Hitomi y mirándola como una madre, Hitomi asombrada y agradecida a
la vez, mirando a su amiga con los ojos más lindos que nunca, como si el llanto
de dolor de hace unos momentos los hubiera bañado en cristal pues sus ojos,
para no estar llorando brillaban de una manera excepcional.
- ¿Te sientes mejor?
- Mucho...
- Bien, ahora, pase lo que pase guiate por tu
destino...
- ¿Hikaru? ¿Adónde vas?
- A caminar, me hace falta.
La chica de cabellos rubios se aleja a paso lento y
tranquilo de Hitomi, que sonriendo agradeció en silencio a su buena amiga.
Al mirar como se iba la muchacha de ojos azules una
pluma blanca como la nieve apareció, moviéndose juguetonamente atrás de Hikaru,
haciendo que la chica de ojos místicos abriera la boca de asombro. Volvió a
sonreír, sin saber él porque, tan solo por sentir que esta vez, el destino
haría algo a su favor.
Decidió caminar, ya que también le hacia de cierto
modo... falta.
Penso, penso en su querido Slanzar, en volverlo a
ver y comprobar una vez más que si lo que sentía por él era verdadero... aunque
lo fuese, ella no podía asegurarlo teniendo a su lado a Kei. Al caminar se
detuvo, observo el cielo, se veía precioso, tenía un bello color celeste, aun
más bello que otras veces, y se preguntaba como estaría el tiempo en Gaia. Se
quedo por un buen rato así, con la cabeza en alto hacia el cielo, y de la nada
una blanca pluma caía del cielo en dirección hacia ella. Hitomi, asombrada
abrió los ojos de par en par, y en el instante que la pluma iba a caer sobre su
rostro, al instante en que había tocado su nariz, una liviana brisa la corrió
de su lado. Creyendo que eso era porque iba a desaparecer no lo tomo en cuenta
pero al bajar y ladear su cabeza noto que la pluma seguía en movimiento,
"Sigue tu destino" Las palabras de Hikaru la hicieron sentir en vez
de pensar y corrió tras la pluma. Atravesó él parque por el cual había entrado,
corrió, siempre frente a la pluma que no desaparecía, corrió con una amplia
sonrisa en sus labios, se sentía feliz de lo que estaba pasando... y un solo
nombre con un solo pensamiento tenía en su cabeza:" Van".
Deseaba con todo fervor atrapar aquella traviesa
pluma que creía era de su ryugin. Siguió corriendo, sintiendo como sus piernas
ya se doblarían del cansancio, debe haber llevado unos 20 minutos corriendo sin
parar, teniendo la mirada fija en la pluma que seguía balanceándose frente a
ella. Corrió, hasta llegar al bosque junto al templo donde había sido
transportada por primera vez a Gaia. Al llegar allí pudo percibir el dulce aroma
de los cerezos que ahora adornaban los arboles del templo, entro por el templo
y al salir se vio rodeada de los bellos y pequeños pétalos, dónde pudo divisar
sin mucho esfuerzo aquella pluma que la había llevado hasta allí. Sin pensar
nada volvió a perseguir la pluma, pero ahora, a cada paso que daba, cada
recuerdo de Gaia volvía a su mente, recordó el momento en que conoció a Van, el
momento en que se beso con Allen y Van los vio, recordó cuando Van la fue a
buscar a La Luna Fantasma, y su partida,.... los pétalos la rodeaban, y la
pluma se cruzo frente a sus ojos nublando su vista y haciéndola ver una esbelta
silueta de un hombre... de... Van...
- ¡¡VAN!!
Grito emocionada al ver a Van, frente a sus ojos. Se
lanzó a los brazos de aquel hombre que era Van, para sus ojos él era Van,
estaba segura de eso. El hombre la abrazó y Hitomi comenzó a llorar de
felicidad y asombro. Se separo de él para ver quién era, para su tristeza,
asombro y decepción el hombre a quién creía Van era... Kei.
Hitomi ahogo un grito al ver como tanto Kei y ella
eran subidos hacia el cielo, igual a aquellas veces en las que ella volvía a
Gaia, a la tierra, o cuando su dije la transportaba. Hitomi tembló, entendió lo
que esto significaba... iba a volver a Gaia... volvería con su querido Van. La
chica sintió los pétalos salirse de sus flores por el fuerte viento que corría
por la luz que los transportaba... Kei se encontraba asombrado por lo que
sucedía y por la sonrisa de felicidad que Hitomi mantenía en sus labios.
Sin darse cuenta ambos, una tercera persona se unió
a ellos, una muchacha de cabellos rubios flotaba bajo ellos.
La chica alza el rostro al cielo y con una gran
felicidad en su corazón, vio como la pluma que había perseguido brillaba en su
mano...
Sin darse más cuenta de nada cerro sus ojos,
apretando contra su pecho la blanca pluma...
Nota de Autora: Hola!
100000 disculpas a todos los chic@s que están leyendo este fic de
Escaflowne, pero debo decir que me demoré tanto porque no se me ocurría nada, y
hacia meses que no escribía. Bueno, este cap. me salió muy cortito, pero
posiblemente el 5 sea más largo. A mi me gusto, si se fijan no hice ningún
momento de Hitomi y Kei... creo que el que ha leído el 2 cap. Y 3 debe
odiarme... sobre todo si son fans de H&V(Hitomi y Van). Ya que hay muchas
personas que me han felicitado y otras que bueno... me han reclamado... n_uU...
Pero el 5 cap. será alucinante, lo juro!! yo, Antonia Hibiki les doy mi
palabra... y también tengo uno buenos planes para otras parejas que formaré =P
Bien gracias a ti,
lector que estas frente a la pantalla, te doy las gracias por molestarte en
leer un invento mío y esperar cada próximo capítulo.
Felicitaciones,
reclamos, amenazas de muerte (estoy preparada para todo n_n U)
antonia.hibiki@entelchile.net