El Diario de Hikari
Por: Raquel C.
Capítulo 2: “De
compras”
Querido Diario:
Recién ayer estuve averiguando lo que pasó... ¡¡y
aún no puedo creerlo!! ¡¡Mi hermano BESANDO a Jun, hermana de Daisuke!!
Cuando Mimi me lo contó casi me caigo
de la impresión. No puedo imaginarme la escena O_o, ahora comprendo a la pobre
Sora. ¡¡Que no perdone al infeliz de mi hermano!! Desde que me enteré no le
dirijo la palabra, aunque él ni lo nota ya que aún me tiene la “ley del hielo”
desde el “Yamato’s incident”
(je, je he decidido llamarlo así =P ¿qué tal?)
También supe que Takeru regresó de la ciudad...
¡¡Desconsiderado!! Ni siquiera me avisó, por eso tampoco le doy el habla, a ver
cómo se las arregla para que lo perdone, porque no va a ser fácil, me voy a
hacer la dura. ¡¡Es que se lo merece!!
Pero en otras, yo sigo pensando que Yamato quiere
a Sora como algo más que una simple amiga, sólo que no sé cómo averiguarlo.
Aunque esto es masoquismo, porque si me entero que es cierto me moriría. Miyako
me ha repetido miles de veces que este
sentimiento que siento por Yamato no es más que un capricho mío. He
tratado de convencerme a mí misma de que es sólo un capricho, pero no puedo. Me
gustaría contarle esto a alguien más... alguien que conozca de estas cosas, o
alguien que conozca a Yamato y me pueda a decir sin más si tengo alguna
oportunidad con él. Mi hermano era la única salida, pero con lo que ha pasado,
no puedo hablar con él.
En fin... ya tengo algo de sueño... te veo mañana,
Besos,
Hikari.
Hikari cierra el libro y lo coloca encima de la mesa. Bosteza levemente y apaga la lámpara.
-¡Qué sueño!- murmura- y eso que mañana debo
levantarme temprano, porque le prometí a Miyako que la acompañaría al centro...
y a ella le encanta ir tempranísimo...
en ese momento el teléfono de su cuarto suena y
ella lo toma.
-¿Sí?- contesta.
-¿Hikari?- es la inconfundible voz de Takeru
Takaishi- soy yo, por favor. ¡¡Lo siento!! ¡¡Es la enésima vez que te lo pido!!
¡¡Debes de entender que...
Hikari cierra el teléfono, sin terminar de
escuchar a su “amigo”. Aunque cerró el aparato con enojo y rapidez, en sus
labios se dibuja una leve sonrisa.
-Tonto...- murmura antes de dormirse- tendrás que
pedir perdón algunas veces más...
Hikari da un profundo suspiro. Esa mañana no había
ni terminado su desayuno cuando Miyako ya estaba en la puerta de su casa, con
la energía digna de un atleta olímpico. La chica quiso irse rápidamente.
Tomaron el tren para ir al centro comercial y al llegar hasta allí, Miyako no
dejó descansar a Hikari, ya que corría de un almacén a otro. Eso no habría sido
tanto problema, el verdadero caos era que en cada tienda Miyako compraba como
mínimo 3 artículos y la pobre Hikari al final terminaba cargando todo.
-¿Seguro que todo esto es “realmente” necesario?-
pregunta Hikari balanceándose con todas las cajas y paquetes de todos los
tamaños y formas.
-¡¡Claro!! Es que mi cumpleaños se acerca y mi
padre me dio un pequeño “adelanto”- sonríe ella emocionada.
-Ya veo- suspira- no quiero ni imaginarme cual
será el regalo completo...
-¡¡Helados!!- sonríe Miyako señalando una
heladería- ¿no quieres uno? De paso y descansamos de estos paquetes.
¿Descansamos? Eso a Hikari le sonaba comparsa.
En la heladería Hikari dejó todas las cajas
acomodadas en una silla y dio un profundo suspiro de alivio cuando tenía frente
así su helado de fresa con chocolate.
-¡¡Está delicioso!!- comenta Miyako mientras se
deleita su helado de frambuesa- ¡y nos dará más energías!
Hikari siente como una gotita se coloca en su
nuca. ¿Para qué más energías?
Al salir de la heladería, Hikari siente la
necesidad de tirar todos esos paquetes. Afortunadamente, Miyako había tomado
más y de este modo su carga era menos, pero aún así era difícil de transportar.
Mientras trataba de que no se cayeran las cajas,
Hikari iba pensando en Yamato. Le era casi imposible alejarlo de sus
pensamientos. Ahora cualquier cosa le recordaba. Era entonces cuando se
preguntaba, ¿realmente era un capricho? Tenía que poner en claro sus
sentimientos...
¡¡¡PLAM!!!
-¡¡Auch!!- se escucha un quejido de dolor por
parte de Hikari. Había chocado con alguien, y ese alguien ahora estaba debajo
de todos los paquetes, cuando lo notó se llevó las manos a la cabeza- ¡¡Dios
mío!!
-¡¡Hikari!!- Miyako se acercó a su amiga- ¿estás
bien?
-Sí, pero quien me preocupa es la persona con
quien tropecé, porque debe estar debajo de todo esto.- dice ella mirando el
bulto preocupada.
-Ji, ji- sonríe Miyako nerviosa- creo que exageré
un “poquito” las compras...
-¿Un poquito?- pensó Hikari atónita.
Ambas chicas vieron cómo los paquetes empezaron a
moverse. Hikari empezó a quitar las cajas con rapidez, para ayudar a la
persona.
-Todo esto por estar pensando en él- murmura
mientras mueve las cajas- ¡¡Y eso que es sólo un “capricho!!”
-¿De modo que estás enamorada, Hikari-chan?- se
escuchó la voz de Yamato Ishida, debajo de las cajas.
-¿Yamato?- Hikari sintió que se helaba cuando vio
emerger a Yamato de la “montaña” (literalmente) de cajas.
-¿Estás enamorada?- siguió preguntando él.
-¿Estás bien, Yama-kun? ¿No te lastimaste?-
pregunta Miyako con voz preocupada. Aunque en el fondo lo hace para ayudar a su
amiga en la distracción del chico.
-Sí, gracias- le sonríe a Miyako- caminaba cuando
de repente sentía que se me venía encima todo esto...
-Lo siento- baja la mirada Hikari, sonrojada por
la vergüenza.
-No hay problema- sonríe él, pero luego mira las
cajas desparramadas por el suelo- ¿no creen que necesiten ayuda con esto?
A Miyako y Hikari les apareció una gotita de sudor
en sus nucas.
-Hikari no se encuentra Takeru, llama más tarde- le
dice Taichi al chico.
-Gracias- dice él
con desgano mientras cierra el teléfono.
Takeru contempla el teléfono. ¿Por qué Hikari está
tan disgustada? Entiende que se enoje porque no le avisó que regresaría, pero
tanta intransigencia es demasiada.
Hikari le gusta. Lo que siente por ella no es algo
muy profundo por ahora, pero espera que se fortalezca con el tiempo.
Escucha cómo tocan a la puerta. Deja que toquen
por varios minutos, porque no se siente con ánimos de abrir.
-¿Hay alguien allí?- escucha una voz femenina
detrás de la puerta- ¡¡necesito hablar con Yamato!!
Finalmente Takeru se decide abrir la puerta,
esperando encontrarse con alguna admiradora, pero en su lugar está Mimi.
-¿Mimi?- se sorprende- pasa. Mi hermano no está y
la verdad no sé si regrese pronto.
-Vaya- suspira desilusionada- yo que quería hablar
algo de suma importancia con él.
-Le digo que viniste y él te llamará.
-Gracias. Pero, te demoraste mucho en abrir- dice
ella- ¿por qué?
-Por nada- suspira él, recordando a Hikari.
-Hikari, ¿cierto?- sonríe ella con malicia- ¡¡Ay,
Takeru!! Parece que la suerte con las mujeres no la heredaste como tu
hermano...
el chico baja la mirada sonrojado.
-Hablé con Hikari ayer- dice sacando de su bolsa
sus lentes para sol- y me contó lo que hiciste. ¡Hay que ver que te pasaste!
-¡Pero no es para que se ponga en esas niñadas!-
reclama Takeru enojado.
-Pues tal vez- dice ella sonriendo.
-¡¿Tal vez?!- pregunta enojándose más.
-Sí, tal vez- se coloca los lentes sonriendo.- o
tal vez lo que necesites es conseguirte una chica mayor que tú- le da un beso
en la mejilla- le das el mensaje a tu hermano. ¡¡Nos vemos!!
La puerta se cierra, dejando a Takeru tocando la
mejilla besada y pensando en las últimas palabras de la chica.
-Tal vez lo que necesites es conseguirte una chica
mayor que tú....-
-Aquí estás- sonríe Yamato, frente a la puerta de la casa de Hikari- sana y salva en tu hogar. Aún no puedo creer que la mayoría de esos paquetes fueran de Miyako. Tú sólo tienes dos...
-Es que era ella quien quería salir de compras-
sonríe ella levemente.
después del tropiezo, Yamato les había acompañado
el resto de la tarde. La habían pasado divertido, además de que él ya no tocó
el tema del supuesto “enamorado” de Hikari. Esto le tranquilizó, ya que no
sabría qué excusa ponerle.
-Por cierto- Yamato saca del bolsillo de su
pantalón una pequeña cajita- toma...
-¿Es para mí?- Hikari sentía el corazón a mil por
hora. Tomó la cajita y la abrió. Era un pequeño gatito blanco, que tenía un
cartelito rojo con letras blancas que decía
“eres especial”- ¡¡Está hermoso!! ¡¡Gracias!!
-Es que sé que te encantan los gatos- sonríe él- y
en cuanto lo ví en la tienda supe que te encantaría. Es por haber sido tan
indiscreto...
-¿Qué?- Hikari no entendía muy bien, pero no le
importaba, ese regalo significaba muchísimo para ella.
-Sí. Por estar preguntándote algo tan privado como
es la persona que te gusta- dice bajando la mirada- lamento el haberte
incomodado de esa manera.
-No, no te preocupes...
-Aunque sabes algo, esa persona tiene que sentirse
feliz por poseer un amor tan sincero como el tuyo. Sólo espero que sea
merecedor de él, porque es muy afortunado en verdad- dice mirándola fijamente.
-¿En serio crees eso?- pregunta ella entusiasmada.
-Sí... pero por favor, ¡¡Que no sea Takeru!!- dice
con enojo burlón- ¡¡No soportaría emparentarme con Taichi!!
Ambos ríen ante este comentario. Luego se quedan
mirando por unos segundos. Hikari siente el impulso de decírselo. ¿Qué mejor
momento? Por alguna extraña razón, ya no siente temor al rechazo.
-Yamato... ¿sabes?. Tú... tú... me...
-¿Qué escándalo es ese?- la puerta se abre y sale
Taichi. Se queda helado al observar a Yamato y a Hikari afuera- ¿Qué hacen allí
los dos?
-Estaba regresando a tu hermana a casa- sonríe
Yamato- pero nos quedamos platicando un momento. Exímame de mi pecado, Taichi-
-Muy gracioso. No te echo de aquí porque quiero
hablarte de algo importante. Sobre Sora...- comenta Taichi.
-¿Sobre Sora o sobre la hermana de Daisuke?-
sonríe él burlonamente.
-No, sobre Sora- entonces Taichi nota que su
hermana sigue allí y que no tiene intenciones de irse- ¿Y tú? ¡¡Para adentro de
la casa ahora!! ¡¡Este ya es tema fuera de tu incumbencia!!
-Taichi...- suplica ella-... si de todas formas me
enteraré...
-¡¡Adentro!!- le ordenó empujándola detrás de la
puerta- y mejor ve a llamar a tu noviecito Takeru, que llamó como veinte veces
hoy en la tarde...
-¡¡Noviecito los mil demonios!!- dice enojada-
¡¡Qué fastidio con él!!
Ella cierra la puerta de un portazo.
-Están enojados ¿cierto?- dice Taichi volteándose
hacia Yamato- para mí que son peleas conyugales..
-¿Sabes, Taichi?- dice Yamato mirando hacia la
puerta que segundos antes desapareció Hikari- creo que ella ya está enamorada y
no hay nada que se pueda hacer...
-¡¡¿Qué?!!- exclama Taichi sorprendido.
Hikari llega a su cuarto tarareando una canción. ¡¡Está muy feliz!! Coloca en pequeño adornito encima de su pupitre y saca un cuaderno. Está adornado con cualquier cantidad de figuras y fotos. Lo abre y la hoja que corresponde escribe la fecha de hoy y desprende la tapa de la caja en que venía el regalo. La pega con cinta adhesiva en el cuaderno y escribe debajo.
“Primer regalo. Por algo se empieza. ¡¡Lo amo!!”
CONTINUARÁ...
Notas:
Bien ¿qué les ha parecido? Estoy empezando a
hacerme fanática de la pareja Yamato-Hikari. ¿Qué puedo hacer? esa escenita va
para Umi n_n quien dice que le encanta el Yamakari.
¿Y la escena con Takeru y Mimi? Pues no sé...
aunque tal vez parezca de relleno nunca se sabe, hasta tal vez y la termino
utilizando.
Bueno, síganme en el tercer capítulo, que
espero esté mejor que este.
Ya saben que para mi contacto está kaori_chan_01@yahoo.com y demás.
MUAX!!!!
2001 Raquel
Cervantes J