Ya todos la
olvidaron
Ya todos la olvidaron. Ahora si se ha
ido...
Miré como la lluvia golpeaba la ventana de mi
cuarto. De esa manera llovía aquel día. Todo fue tan repentino, nunca me lo
habría imaginado. Recuerdo que estaba en un ensayo con mi banda cuando llegó
Takeru corriendo. Al ver su rostro supe que algo andaba mal. ¡Dios! Esa misma
tarde había hablado con ella.
pero sobre las rosas de la tumba reciente,
florecía el recuerdo
mas allá del olvido
Recuerdo su funeral. Aún llovía. A mi
alrededor estaban todos sus familiares, sus amigos. No he podido borrar la cara
de Taichi de mi memoria. Se veía destrozado. Lloraba, aunque trataba de
ocultarlo. Todos lloraban. Pero yo no.
Yo era el hosco, el ausente
Mucho a pasado
desde eso. Pareciera que todos lo han superado, han continuado con sus vidas. Yo
no. Siento como si eso fuera un insulto hacia ella, hacia su recuerdo.
Que le importa a la noche que se apague una estrella,
si el mar
sigue cantando cuando pierde una ola.
Ya están secos los ojos que lloraron
por ella.
Ella no era cualquier chica. No era como las
otras. Nadie sabe lo que sentí, siento y sentiré por ella. Nunca se lo dije...
eso es lo único de lo que me arrepiento.
Ya se ha quedado sola
Quise confesárselo, pero
cuando tuve el valor, ella me dijo alegremente: "¿Sabes, Yamato? Taichi y yo
estamos saliendo". Por un segundo mi corazón se detuvo. Ahí acabaron mis
esperanzas, mis ilusiones. Ahí acabó mi vida.
Ahora sigue sola su viaje hacia el espanto,
por las noches
profundas, bajo el cielo inclemente
Ella no se merecía eso.
Era tan bella, tan joven. Tenía toda una vida por delante. Recuerdo haber visto
luego al sujeto que conducía el auto. No le pasó nada. Mientras que ella... ya
no esta.
Ya nadie me reprocha que no lloré aquel llanto,
que fui el
hosco, el ausente
Insensible. Así me llamó Hikari al no ver
lágrimas en mis ojos. Si ella supiera cuanto siento su ausencia... si ella
supiera que mis lágrimas están en mi alma. Entonces, ella guardaría
silencio.
Ya nadie le disputa su silencio y su sombra,
Sobre todo su
sombra, bajo la luz del día
Caminé hasta el cementerio y,
por fin, tuve el valor de ir hasta su tumba. Fui lentamente, deseando que todo
fuera un sueño. Hasta que llegué... y supe que esto nunca lo sería. Alrededor
había cientos de rosas, mientras que, a metros bajo tierra, dormía ella. Leí la
inscripción de la lápida:
"Mimi Tachikawa
1989 - 2005
Amada hija y
amiga"
Recordé su dulce sonrisa, su pureza, su única personalidad...
y, al fin, lloré por mi amor, por mi amada. Lloré por ella.
Ya todos la olvidaron, señor... Nadie la nombra.
¡Yo la recuerdo
todavía!...
NoTiTa:
¡Que triste! Este es el mimato
más triste que he escrito. Como se habrán dado cuenta, esta historia la narra
Yamato, quien estaba enamorado de Mimi, pero ella estaba de novia con Taichi (el
Michi también me gusta) Para aclararlo, Mimi murió atropellada :(. El poema que
sale en letra cursiva se llama "Ya todos la olvidaron" (al igual que el título
del fic) y es de José Ángel Buesa. comentarios, sugerencias, tomatazos, a: angel_finn@hotmail.com