estrella
BREVE
INTRODUCCION
Sakura por
fin había logrado cambiar todas las cartas Clow a cartas Sakura, ya todos la
nombraban maestra de las cartas, pero ¿sera capaz de esa enorme
responsabilidad?. Todo parece haber vuelto a la normalidad, Sakura podría
volver a tener su antigua vida, o al menos eso pensaban todos. Shaoran había
vuelto a China pero prometió regresar pronto, y Tomoyo, pues Tomoyo encontró el
amor por fin, Eriol y ella eran pareja (^.^), asi que Eriol habia pospuesto su
partida una semana mas, además Nakuru le había insistido tanto, que no le pudo
decir que no,
YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY
-¡Sakura mi
postre!- lloraba Kero volando alrededor de Sakura, una escena ya típica en la
casa Kinomoto.
-Ya voy Kero, ya voy, aun ni termino de entrar y
tu ya reclamas tu postre, toma- dijo dándole un delicioso pudín.
-¡Viva, viva! Gracias Sakurita- Kero volaba por
toda la habitación de gusto mientras abría el pudín. Pero apenas había probado
el pudín cuando pudo sentir algo que lo hizo estremecerse.
-¿Qué te pasa Kero?- Sakura noto que Kero dejo de comer.
-No, nada, este pudín esta rico- dijo Kero
sonriendo y volviendo a comer.
-Bueno, buenas noches, Sakura no pudo evitar
bostezar, -hasta mañana Kero- y se dio la vuelta para dormir.
-Yo apagare la luz- y Kero voló hacia el apagador, despues volvió hacia la ventana, -
que fue esa extraña presencia que sentí, ya hace casi 2 semanas que se siente
aunque es muy débil, pero ha ido creciendo; no pertenece a nadie conocido, y no
puede ser del mocoso ya que él volvió a Hong Kong- dijo Kero en voz baja para
evitar que Sakura lo escuchara.
-¿Um? ¿Dijiste algo Kero?- pregunto Sakura frotándose un ojo. Kero se estremeció y una gotita se coloco en su cabeza.
“Esta niña tiene súper oído” penso Kero, -¿yo?,
pues si dije: mira que bonita esta la luna.
-Kero, ya duérmete, ¡y ya no me despiertes!- dijo
Sakura
-Esta bien, esta bien- dijo Kero abriendo “su
cuarto” y metiendosé a el.
A la
mañana siguiente, Sakura ya iba a abrir la puerta pero Kero la detuvo, -Sakura,
¿podrías decirle a Tsukisiro que venga hoy?-
-¿a Yukito?- pregunto extrañada Sakura.
-Si, quiero hablar con Yue-
-Esta bien, yo le digo- dijo Sakura mientras
cerraba la puerta
-Adiós Kero-
-Adiós Sakura que tengas un buen día en la
escuela-
Sakura corrió bajando las escaleras -¡buenos
días!- saludo Sakura sonriendo, como siempre Touya la recibió con su clásico
saludo,
-Buenos
días monstruo, hoy hiciste mucho ruido- digo mientras se tapaba el oido.
-¡Hermano, te he dicho que yo no soy ningun mounstro!- dijo mientras su puño derecho se levantaba en señal de amenaza.
-Buenos días pequeña Sakura- sonrio su papá que
lleva el desayuno.
-Buenos días papá- rápidamente
se le paso el enfado, sabía que su hermano no lo hacia para enojarla, era su
forma de mostrarle su afecto, pero aun así, le molestaba que le digiera
mounstro.
-Buenos días mamita- Sakura saludo a su mamá.
-Bien, ya me voy- Touya se levanto de la mesa y
camino hacia el recibidor.
-¿Qué ya te vas? ¡espérame!- Sakura engullo en 5 minutos su almuerzo mientras se
daba golpecitos en el pecho.
-Ya termine, ya me voy papá- dijo Sakura corriendo
y poniéndose sus patines-
-No pudo haberse adelantado tanto- dijo Sakura
saliendo de la casa y corriendo para alcanzar a Touya.
Al llegar a la esquina donde habitualmente se
encontraban con Yukito no lo vio a él ni a su hermano.
-Que raro, ¿Se habrán adelantado?- dijo Sakura
algo preocupada, al seguir patinando se encontró con su hermano, pero Yukito no
lo acompañaba, -hermano ¿Yukito tiene servicio o practica hoy?- pregunto
Sakura.
-No- dijo en tono cortante Touya, no sabia porque
pero le daba un mal presentimiento la ausencia de Yukito.
-Aquí te quedas monstruo- dijo Touya, habían llegado a su escuela.
-¡hermano!- dijo
Sakura mientras una vena le saltaba.
Sakura vio como se alejaba Touya, -ni modo le
tendré que decir a Kero que hoy no vi a Yukito.
YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY
Touya llego a la escuela pero
sin animo alguno, Nakuru se le prendió de un brazo, pero él ni siquiera
protesto, Nakuru noto esto de inmediato.
-¿Touya que pasa?-
-Nada Akisuki- dijo Touya desanimado y notando que
lo tenia abrazado- ¡y ya te he dicho que no me abrazases!.
-Touya, dijo mas entusiasmada Nakuru.
Al terminar las tercera clase llego Yukito, se
veía muy cansado, apenas se sentó Touya comenzó a interrogarlo- Yuki, ¿por qué
llegaste tan tarde? – Es que me quede dormido Touya- contesto Yukito con un
gran bostezó.
Touya inmediatamente se preocupo, se suponía que
le había dado su magia precisamente para que no se sintiera débil- ¿Yuki.
Necesitas mas magia?- dijo Touya muy preocupado, si así era el ya no se la
podría brindar de nuevo.
-no Touya, en realidad no se porque tengo tanto
sueño- dijo Yukito sonriendo.
-Yuki- Touya se sentó, realmente le preocupaba
Yuki, era lo mas preciado para el
-No pasa nada, él esta bien- Nakuru apareció
detrás de Touya. –pero creo que Yue ha estado vagando por ahí en las noches-
dijo mientras se ponía a la altura de los ojos de Yukito.
-¿Yue?- dijeron al unísono los dos. -¿Pero el que
pude estar haciendo en las noches?-
Touya fue el primero en preguntar.
Nakuru simplemente se encogió de hombros – eso
solamente lo sabe el mismo Yue-
Touya se quedo pensativo, “solo la sabe el mismo
Yue” se repitió, a Yue solo lo había visto una vez, pero no le dirigió la
palabra, y para saber la razón de sus paseos nocturnos le tendría que
preguntar, o seguir, a Touya se le dibujo una sonrisa, claro lo seguiría en la
noche para saber a donde era que iba, ya estaba decidido eso era lo que haría,
y lo haría esa misma noche.
YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY
Touya había decidido quedarse a dormir en la casa
de Yukito, en la noche Yukito quedo
profundamente dormido a penas al meterse a la cama, Touya decidió
esperar a que surgiera Yue, y no tuvo que esperar mucho, unas hermosas alas
salieron de la espalda de Yukito y cuando se abrieron apareció Yue, salió
rápidamente por la puerta volando, y Touya se
levanto de la cama sigilosamente, aunque recordó que no tenía que
hacerlo, pues solo el quedaba en la casa, los abuelos de Yukito estaban de
viaje; se apresuro a seguir a Yue, la noche era fría y una hermosa luna llena
se distinguía en el cielo, pronto se acercaría el invierno, así caminando siguió a Yue, volaba deprisa lo cual hizo
enfardar a Touya, ¿a donde tendrá que ir con tanta prisa? cuando por fin este se detuvo, lo hizo
frente a un hospital y entro por una de sus ventanas.
Yue entro a la habitación, en la cama estaba una
chica de por lo menos 16 años, era de
tez blanca y pelo rubio, este lo llevaba corto a la altura del mentón, Yue se
acerco a ella y toco su frente, noto
que estaba ardiendo en fiebre, aunque eso ya no era raro, la chica abrió los ojos, unos ojos violetas
hermosos, eso pensaba Yue.
-¿Yue?- pregunto con voz débil pero a la vez muy dulce.
-Si soy yo -
-me alegro, pensé que ya no vendrías- sonrio la
chica, y se sentó.
-tu sabes que siempre vendré mientras te
encuentres en este lugar-
-lo sé, porque tu eres mi ángel- dijo aun con una
sonrisa
Yue sonrio, no sabia porque, pero desde hacia dos
semanas visitaba a esa chica, era raro la forma en que la conoció, en verdad el
primero en conocerla fue Yukito, el lo recordaba, pues recordaba todo lo que
Yukito hacia.
Esa tarde Yukito había ido a comprar pan, cuando justo en ese momento la vio, se
veía muy pálida, y se recargaba en un árbol, parecía tener fiebre, Yukito
corrió a prestarle ayuda, cuando llego a ella, le pregunto si se encontraba bien,
justo entonces la chica sonrio y mientras le decía gracias se desmayo cayendo
en sus brazos.
“justo en ese momento sentí ese impulso de volver
a mi forma natural” penso Yue “pero deje que Yukito la llevara el mismo al
hospital, Yukito regreso a su casa y yo espere a que se hiciera de noche y
regrese aquí, la encontré llorando”
-¿estas bien?- pregunto Yue acercándose hacia ella.
-¿qué?- dijo ella volteando hacia Yue.
Yue se esperaba un grito de ella, pero solamente
se le quedo mirando fijamente.
-¿Tú eres un ángel?- pregunto sorprendida con
una voz muy débil.
Yue se impresiono por su voz, era muy dulce, y ella era muy hermosa.
-bien, se podría decir que soy un ángel, si, se
podría decir- dijo Yue
-¿y como te llamas?- pregunto la chica.
-Yue.
-Yue, eso significa luna en chino, ¿cierto?-
sonrio
-si- dijo devolviéndole la sonrisa.
-¿Y cual es tu nombre?
-Ariadne, me llamo Ariadne
Y así platicando habían pasado 2 semanas, todas las noches la había
visitado, y se quedaba a hacerle compañía.
-¿vendrás mañana Yue?-
pregunto triste Ariadne.
-¿Quieres que vuelva?- pregunto él.
-Contigo nunca me siento sola, en realidad toda la
tarde estoy en este hospital sola, nadie me visita. Y encogiéndose de rodillas
dijo- ni siquiera mis padres-
-Entonces volveré, volveré cada noche que estés
aquí, porque yo soy tu ángel- y salió volando por la ventana.
-¿ya han venido tus padres Ariadne?- pregunto Yue
-no, una enfermera me dijo que llamaron para
preguntar si era cierto que estaba aquí, cuando les confirmaron solo llamaron
al mayordomo para que se encargara de cualquiera de mis gastos.
-vendrán- dijo Yue tratándole de dar ánimos.
-no lo creo, nunca se han preocupado por mí. Nunca
lo han hecho, seria un verdadero milagro que lo hicieran-
-Ariadne, ¿ya saben los doctores que te ocurre?-
Ariadne negó con la cabeza – no le han encontrado
explicación a mis desmayos y mis fuertes fiebres, creen que se trata de anemia
como ya antes te lo había comentado, aunque yo lo dudo mucho, porque estos
síntomas los he sentido desde pequeña.
-veras que encontraran la explicación Ariadne-
dijo Yue acariciando su cabeza.
-Gracias Yue siempre me das ánimos-
Yue miro el reloj de pared. Ya eran las 4:55 a.m.,
-ya es tarde Ariadne, me iré para dejarte dormir-
-Yue, ¿los
Ángeles duermen?- dijo mientras se volvía acomodar para dormir.
-Si- dijo sonriendo
Aunque Ariadne,
tenia la misma edad que Touya y Yukito, se comportaba de manera tan
inocente como su propia Ama Sakura, Yue se estaba preocupando algo estaba
naciendo en su corazón por Ariadne, y lo que más le preocupaba es que no solo
en su corazón si no también en el de Yukito, porque de alguna manera el corazón
de ambos se estaba volviendo uno solo y compartían todo lo que sentían en
ellos. En cuanto Ariadne se durmió, él salió por la ventana, sin imaginarse
siquiera que lo habían seguido.