Destino y Esperanza.

Por: Marissa Cervantes.

 

Capítulo 4: “Un poco de Magia”

 

Casi cinco horas, casi cinco horas rebuscando entre los viejos escritos del Mago Clow tratando de encontrar alguna otra información acerca de las cartas “Destino” y “Esperanza”; especialmente de la primera, que era la más peligrosa. Pero esa tarea habían dejado agotados a Yue y a Shaoran, quienes descansaban un rato. A pesar de haberse esforzado en la búsqueda no habían encontrado nada aparte de lo ya mencionado por Yue.

-Debemos continuar- dice Yue poniéndose de pie- hay que seguir buscando…

-Ya se ve que no encontraremos nada- dice Shaoran con cara de cansancio extremo- regresemos…

-Vete tú si lo prefieres- dice Yue sin levantar la voz y dirigirle la mirada- yo seguiré. Sakura corre peligro, la carta destino no descansará hasta encontrarla y cuando lo haga no dudará en cumplir la misión que se le ha encomendado…

-Sólo una pregunta antes de irme. Si “Destino” es quien le hará ver a Sakura su misión, ¿por qué “Esperanza” fue creada?

-La verdad no tengo una buena respuesta a eso- suspira Yue.

Shaoran esta a punto de retirarse cuando la voz del guardián le detiene.

-¿Qué tipo de Magia utiliza Pai? ¿De qué familia de hechiceros proviene?

-Utiliza muchos tipos de magia. En cuanto a su familia, pues murió, más bien fue asesinada; cuando ella era apenas una niña pequeña. Por ello mi madre la acogió en nuestra casa y vivió con nosotros desde entonces. ¿Por qué la pregunta?

-Creo que tampoco tengo una respuesta a eso- dice.

El hechicero queda extrañado, pero no pregunta más y se retira. Dejando a Yue más confundido que nunca. Siente que conoce a Pai desde hace años, siente que ella le es familiar y, por otra razón desconocida, siente que debe protegerla a toda costa. De lo único que está seguro, es de eso, que debe protegerla y cuidarla del peligro que se avecina.

Justo entonces, se cae unos cuantos libros de un escaparate, Yue suspira y, al coger uno, un papel sale de entre sus páginas. Yue lo toma y observa que tiene la marca de Clow. Lo abre cuidadosamente y se asombra al leer su contenido.

 

Suspira otra vez. Un extraño sentimiento se aloja en su pecho y no puede definirlo muy bien. Sentía ganas de llorar, sonreír y gritar al mismo tiempo, pero no podía hacer nada.

-…más que vivir…- murmuró terminando sus pensamientos.

Observó como un par de niños jugaban alegremente con una pelota. Sonrió amargamente dando un hondo y triste suspiro.

-¿A qué debe que tu rostro se ensombrezca?- se escucha una voz varonil a sus espaldas. Levanta la mirada y se encuentra con un par de hermosos ojos azules. Ella examina el rostro del joven y le reconoce, esboza una sonrisa tímida.

-Hola, Eriol…

-¿Qué haces tan sola, Pai? Pensé que estarías con Shaoran- dice atrayendo una silla a la mesa de Pai y sentándose frente a ella.

-He… estado pensando en todo lo que ha ocurrido en estos últimos días…- dice.

-Han sido unos días un poco extraños para todos- sonríe el joven.

-Tienes razón… pero ahora no quiero hablar de eso…- suspira.

-¡Estoy de acuerdo contigo!- dice tomando a Pai de la mano y levantándola- ¡¡vámonos!! ¡Te voy a enseñar un lugar muy especial!!

Pai siguió al chico en silencio, contemplando cada detalle de su rostro.  Eriol era muy apuesto y se veía que tenía una gran confianza en sí mismo, y podía sentir de él una poderosa presencia mágica; debía ser un hechicero muy poderoso. Esa aura mágica le recordaba a la de su padre.

Eriol paró repentinamente y volteó hacia ella sonriéndole. Pai alzó la mirada y se encontró con la impotente vista de la Torre de Tokio.

-¿Subimos?- pregunta Eriol quien obtiene una sonrisa como respuesta.

Ambos se encuentran en la cima de la torre, desde donde se puede ver claramente todo Tokio. Pai no deja de sonreír ante la hermosa vista.

-Te ves mejor así… cuando sonríes…- dice mirando a la chica.

-Gracias- sonríe otra vez- gracias por esto… se ve hermoso…

La mirada de los dos jóvenes se cruza. Eriol se perdió tratando de encontrar límite a la profundidad de los ojos de Pai, era realmente una chica muy hermosa, envidiaba a Shaoran por tener una esposa como ella.

-Bueno- dice desviando un poco la mirada- ¡cuéntame de ti!

-¿De mí?- pregunta Pai mirando de nuevo la ciudad- no hay mucho que decir en realidad…

-Vamos- le sonríe- ¡cuéntame!

-Cuando era una niña asesinaron a gran parte de mi familia. La verdad nunca descubrieron al asesino, así siguieron matando a toda la familia, por lo que sólo quedamos mi padre, mi hermano, mi hermana y yo. Ellos dos son a los que más recuerdo. Mi hermana era mi melliza, como teníamos la misma edad nos llevábamos de las mil maravillas… éramos muchísimo más que hermanas.  Mi hermano mayor siempre nos protegía a ambas, nos decía que debíamos cuidarnos de todo, que no confiáramos en nadie… creo que en el fondo él temía que quién asesinó al resto de la familia ahora fuera contra nosotras… aunque a veces era un poco frío, en el fondo era una persona muy dulce. Papá era diferente… él siempre confiaba en las personas… siempre procuraba ayudar a los demás… era un poderoso hechicero y con su magia ayudaba a los demás… me enseñó todo lo que sé… era y es mi ídolo…

-Yo… yo no quise…- Eriol trató de disculparse, sabiendo que esos recuerdos serían dolorosos para Pai.

-No te disculpes- le sonríe- la verdad es que eso lo superé desde hace tiempo, pero ahora es tu turno. Cuéntame de tu vida…- apoya su cabeza sobre ambas manos y espera sonriente la historia de su acompañante.

-Como debes saber, soy la reencarnación del Mago Clow. Cuando era un niño vine desde Inglaterra y me instalé con Ruby Moon y Spinel Sun, mis guardianes, en la antigua casa de Clow. Desde allí logré que Sakura transformara todas las cartas Clow en cartas de Sakura. Luego regresé a Inglaterra y reinicié mi vida normal… hasta ahora…

-Veo que ambos tenemos historias interesantes- dice la chica- ¿sabes? Sé que esto no viene al caso… pero tu presencia mágica me recuerda mucho a la de mi padre…

-Me dijo Shaoran que era un poderoso hechicero…

-Así es… pero no tanto como Clow…

-No hagas elevar mi ego, Pai- se burla Eriol.

-Tengo entendido que le hiciste pasar muchas dificultades a Sakura- sonríe ella.

-Bueno… así fue- se avergüenza un poco el chico- pero al final y eran por una buena causa… ¿no?

-Shaoran me contó que Sakura jamás sospechó de ti, en cambio él nunca te tuvo mucha confianza ¿no es así?

-Sí… creo que él me tenía… muchos…- Eriol omitió la palabra “celos” no hacerle pasar otro mal rato a Pai- mucha… desconfianza… él es así… aunque imagino que tú lo debes de conocer más que nadie…

-Algo así… - sonríe ella.

 

-¡¡¡Aquí está, ahora no podrás poner excusas!!- exclamaba el pequeño Kero, que tenía en el cuello la llave mágica de Sakura.

-Ya sé, Kero- decía Sakura mientras observaba la llave fijamente.

-Imagino que recuerdas el conjuro mágico- dice Kero depositando la llave en las manos de su ama.

Sakura trataba de ocultarlo, pero tenía miedo. Miedo de que al utilizar la magia de nuevo todo volviera a ser como antes, cuando todos corrían peligro, ella sabía que todos los que la rodeaban ahora corrían un gran peligro.

-¿Qué haré?- piensa Sakura mientras contempla la llave- pero si no lo hago los demás tendrán más problemas. No puedo dejar a Eriol y a Shaoran con todo el trabajo, no puedo arriesgar a Yue y a Kero tampoco, la carta “Destino” me busca a mí, por lo tanto seré yo quien combatiré contra ella…-

Sakura cerró sus ojos y se concentró, dejando que las palabras fluyeran por sí solas.

-“Llave que guardas el poder de mi estrella, muestra tu verdadera forma ante Sakura; quien aceptó esta misión contigo… ¡¡¡Libérate!!!”- la llave fue tomando su forma original y la insignia de la estrella apareció a los pies de Sakura. Ella tomó el báculo y en ese momento el libro se abrió y las cartas salieron, formando un círculo alrededor de ella.

-Perdónenme…- les sonríe- las he descuidado muchísimo, pero eso no volverá a pasar. Ahora se acerca alguien a quien debemos enfrentar juntas!

Kero, Touya y Tomoyo contemplaron la escena sonriendo satisfechos. Sakura la Maestra de cartas, había regresado.

 

Aunque estaba lejos de ella, Yue sintió la presencia de su ama y sonrió. Lo mismo pasó con Eriol y Pai, quienes notaron eso enseguida.

Desde cerca de allí, sentada en la rama de un árbol, una figura femenina observaba la casa de los Kinomoto. Tenía una extraña apariencia, porque tenía una apariencia semitransparente, como si fuera una especie de reflejo. Pero, fuera lo que fuera, había sentido perfectamente la presencia de la Maestra de cartas, quien había abierto su magia de nuevo, después de mucho tiempo y sonrió satisfecha.

-Justo lo que esperaba…- dijo esbozando de nuevo una sonrisa- ahora sí que empezaré a divertirme…

Shaoran, quien se encontraba en su cuarto (Nota: Sakura estaba en la casa de Touya) notó la presencia de Sakura y sonrió también. Entonces observa una cajita que tiene entre sus manos, y da un profundo suspiro. Abre la cajita y lentamente se revela su contenido: es un hermoso anillo, bañado en oro, con una pequeña piedra rosada de forma circular en el centro. Toma el delicado objeto entre sus manos y trata de imaginarse a sí mismo en la puerta de la Iglesia, esperando a su novia. Por más que trató, no pudo encajar la cara de Pai con la mujer vestida de blanco. Habría sido fácil imaginarse a Mei Ling, incluso a Sakura, pero a Pai no. Tenía que hablar con ella muy seriamente.

A los pocos minutos después de que tomara esa decisión, Sakura entró sonriendo a su habitación.

-¡Ya lo hice!!- saltó a su alrededor contenta.

-Ahora tendrás que estar alerta, esa era la señal que “Destino” esperaba- dice tratando de disimular su alegría.

-Sí- le sonríe- pero ahora con mis cartas todo será más fácil!

Shaoran sonrió ante el optimismo de Sakura, ella nunca cambiaría. Ambos se miraron fijamente, viendo todos los cambios ocurridos en ellos durante esos diez largos años en que estuvieron separados.

Esa “romántica” escena era contemplada desde la calle por Pai y Eriol, ya que Shaoran y Sakura estaban en la ventana (que estaba abierta de par en par) y podían verse claramente desde la calle, en donde se encontraban ellos dos. Pai contempló la escena atónita, entonces descubrió que realmente sí tenía miedo de perder a Shaoran.

-Pai… ¿Estás bien?- le pregunta Eriol.

-Sí- trató de disimular- ¿Por qué no habría de estarlo?

En ese momento Eriol pudo sentir claramente la presencia de una carta y Pai también.

-¿Esa presencia es la de una carta?- pregunta la chica.

-Sí…- dice mirando a su alrededor- cuidado…

-De acuerdo…

-¿Sentiste eso?- le pregunta Shaoran a Sakura, quien asiente. Shaoran se asoma por la ventana y cuál es su sorpresa al contemplar a Pai junto con Eriol.

-Pai…- murmura extrañado de que la chica esté con Eriol.

Una ráfaga plateada se aproxima a la casa de los Kinomoto, pasa por al lado de Eriol y Pai y se detiene en seco por unos minutos y entonces emprende su marcha hacia los dos muchachos.

-¡¡Pai!!- Shaoran salta desde la ventana para ir en auxilio de la chica.

-¡¡Dios Mío!!- exclama Sakura mientras contempla la escena petrificada.

-¡¡Cuidado!!- Eriol y Pai saltan al mismo tiempo y esquivan el ataque justo a tiempo. Ambos jóvenes permanecen aferrados el uno al otro. La energía se dirige de nuevo a ellos a una velocidad impresionante.

-¡¡Nos dará alcance si permanecemos juntos!!- dice Pai empujando a Eriol para separarse de él y la energía cruza entre ambos jóvenes.

Eriol corre intentando distraer a la energía, pero ésta parece interesarse más en Pai.

-¡¡Pai corre!!- la chica hace caso del consejo de Shaoran y corre. Sin embargo se da cuenta de que esa energía está siendo controlada por alguien, y debe descubrir por quién para acabar con esto.

-¿Dónde podrá estar la persona que lo controla? ¡Si no la encuentro rápido estaré en problemas!- piensa mientras sigue corriendo. Entonces tropieza y cae- ¡¡mi tobillo!!- dice tomándose el tobillo izquierdo. La energía se acerca peligrosamente a Pai quien trata de cubrirse, pero es rescatada por el Guardián Yue, quien la toma en brazos justo a tiempo.

-Yue…- Pai se asombra al reconocer a su salvador.

-¿Estás bien?- la chica asiente- me alegro… ¡¡Sakura!! ¡¡Utiliza tu magia!!

-Lo haré…- en el fondo, Sakura tenía miedo. La energía se aproximaba a ella y no le dio otra opción que utilizar una carta- “¡¡Salto!!”

En vez de utilizar alguna de las cartas de ataque, Sakura continuó usando el Salto y evitando a la energía. Esta actitud desconcierta a todos.

-¡¡Por Dios, Sakura utiliza una carta y acaba con ella!!- dice Shaoran.

-No puede- murmura Yue, a quien sólo Pai logra oír- hace mucho que practica la magia con las cartas… no sabe cuál usar… y creo que en el fondo…

-…tiene miedo de usar la magia- termina Pai la frase, aún en los brazos de Yue.

-Pai… creo que debo ayudarla…- dice, tratando de decirle que se baje.

-No es necesario- dice Pai aferrándose cada vez más a los brazos del Guardián- llévame hasta allá y yo terminaré con esa energía…

Yue iba a protestar, diciendo que era su deber defender a Sakura, pero la mirada de Pai le decía que ella no cambiaría de manera de pensar. De modo que no le quedó otro remedio que hacerle caso. La tomó por la cintura mientras Pai murmuraba un hechizo, llegaron a toda velocidad y se detuvieron justo arriba de la energía, cuando Pai terminó de recitar aquellas extrañas palabras, el cielo se tornó de un color extraño y una luz dorada emanó de las manos de Pai. Esa luz se dirigió directamente hacia la energía, dándole de lleno, y destruyéndola por completo.

-Impresionante- Eriol fue el primero en hablar. 

-Gracias- sonríe Pai una vez en tierra y dirigiéndose hacia Sakura- ¿estás bien?

-Sí, muchísimas gracias. En verdad utilizas muy bien tus poderes mágicos…- dice ella un poco avergonzada.

-Tú también los podrás utilizar así, no te sientas mal. Hacía mucho tiempo que no practicabas; pronto verás que te harás toda una experta.

-Eso espero…

-Pai…- Shaoran se acercó a ella- eso realmente  me dejó impresionado… eres una gran hechicera…

-No por nada soy tu esposa- dice guiñándole el ojo en señal de complicidad y sonriendo.

 

“Estaré un poco ocupada, así que no me llames, yo lo haré. No te preocupes, terminaremos el proyecto a tiempo” Kogane recordaba las palabras de Sakura la última vez que la llamó por teléfono. Su amiga había sonado un poco preocupada, y no había ido hoy a la universidad, al igual que Tomoyo. Eso le preocupaba ¿qué podía estar pasando? Desde la secundaria, ella, Sakura y Tomoyo eran las mejores amigas y nada las había separado. Sin embargo, ahora sentía que ellas le estaban ocultando algo, se sentía rechazada. ¿Qué había hecho ella mal? ¿Estarían ellas disgustadas con ella? Y si así fuera ¿Por qué? Todas esas preguntas rondaban en su cabeza sin respuesta alguna. Acababa de salir del baño, había tomado una ducha tibia para relajarse, pero eso tampoco le había quitado la sensación de intranquilidad que tenía. Justo en ese momento, el timbre de su casa sonó.

-¿Qué me estarán ocultando?- piensa mientras abre la puerta.

Cuando abre la puerta y observa quién es, su rostro queda totalmente sorprendido. Quien la observa es un muchacho de unos 20 años, alto, de tez blanca, buen mozo, de cabellos cafés y ojos verdes. Cuando Kogane le reconoce su mirada cambia totalmente a una llena de rencor.

-¿Se puede saber cómo se te ocurre venir aquí??- le pregunta.

-Vine a hablar las cosas…- dice pausadamente.

-¡¡Pues no hay nada de qué hablar!!- dice tratando de cerrar la puerta, pero el joven se lo impide.

-¡¡Es en serio!! ¡¡Necesito que me ayudes!! ¡¡Por favor, Kogane!!- su voz sonaba triste y desolada y sus ojos se veían vidriosos- Kogane… por favor… yo necesito hablar con ella…

-Yo dudo que ella quiera hablar contigo- le responde, aún sin dejarle entrar.

-Por eso vine a verte a ti primero, para que me ayudes.

-Yo no te pienso ayudar en nada- Kogane mira al chico con recelo. Ante sus ojos se encuentra un chico que hizo muy infeliz a una de sus mejores amigas, pero ahora él realmente se veía arrepentido y, dentro de su corazón Kogane quería que lo estuviera, para que así su amiga volviera a ser tan feliz como lo era antes.

-Bueno- le indicó que pasara- te escucharé…

-Gracias.

 

Aeropuerto internacional de Tokio. Como era natural en ese lugar, todo el mundo caminaba de un lado para otro, buscando su vuelo, o para encontrarse con algún familiar.

-“Se aproxima a la pista de aterrizaje el vuelo 125697874, proveniente de Inglaterra. Los pasajeros descenderán en los próximos minutos, si usted espera a alguna persona de este vuelo, favor esperar en la sala de espera. Repetimos, se aproxima a la pista…”- se escuchaba desde el altavoz del aeropuerto.

Tal y como fue anunciado, a los pocos minutos los pasajeros del vuelo 125697874 descendieron de su avión. Todos corrieron a reencontrarse con sus familiares, algunos niños corrieron a los brazos de sus padres, unas chicas abrazaban a sus novios, las señoras recibían a sus esposos; pero de todos esos pasajeros, había una chica a quien nadie había ido a recibir. A ella nadie la esperaba, para ella no había ninguna sonrisa amable, ningún rostro conocido.

Terminó de recoger y ordenar todo su equipaje y llamó a un taxi. Era una chica de unos 20 años, de cabellos rojizos y ojos claros, entre gris y café, de tez blanca y facciones delicadas. Lleva puesto una camisa blanca que dejaba al descubierto sus hombros, con una chaqueta gris y una falda negra que le llega a los tobillos. Tiene en su cuello un hermoso collar de oro, que tiene un dije con el símbolo E&S. Agarra con su mano derecha el dije y da un profundo suspiro.

-¿Adónde quiere que la lleve señorita?- le preguntó el conductor del taxi una vez que ella estuvo dentro.

-Al hotel más cercano, por favor. 

-Enseguida.

La chica tomó de nuevo el dije y lo apretó con fuerza. En su rostro se podía vislumbrar el descontento y la tristeza.

-Sé que me pediste que te esperara, pero lo siento. Estoy cansada de este juego. ¿Cómo pudiste venirte a Japón justo cuando faltaban unas semanas para nuestra boda? Sé que también me prometiste que regresarías una semana antes de la boda, que yo me encargara de todo… pero estoy harta… hemos retrasado la boda por mucho tiempo y ya me cansé. He venido hasta Japón por ti… pronto nos volveremos a ver… y nos casaremos… no habrá más excusas…

 

-Gracias- dice Pai tomando el té que le ofrecía Touya.

-Gracias tú, por ayudar a mi hermana- dice sentándose en el sofá de la sala.

-No fue nada… lo hubiera hecho cualquiera- sonríe humildemente.

-El hechizo que hiciste no lo hace cualquiera- Eriol se une a la conversación- en realidad sabes muchísimo sobre magia, tienes que tener un gran conocimiento para realizar ese conjuro.

-Pero si lo aprendí desde pequeña- sonríe nerviosamente- sólo que lo perfeccioné después…

-Gracias- entra Sakura- en verdad te debo la vida.

-Ya te dije que no hay ningún problema…

-¿Creen que quien nos atacó es la carta Destino?- pregunta Shaoran cambiando bruscamente la conversación.

-De eso no hay ninguna duda- dice Yue. Sentado junto a Touya, para estar más cómodo, el guardián decidió guardar sus alas.

-Pero ella no se presentó directamente- dice Pai- ¿Por qué?

-Por cierto- dice Yue- después de que te fuiste, encontré esto…- dice sacando un manuscrito antiguo, que tiene la insignia del brujo Clow.

-¡¡Es de Clow!!- exclama Sakura.

-Leeré lo que está escrito aquí: “Has sido creada para mostrarle a mi sucesor su destino, una responsabilidad que jamás podrá olvidar. Por el poder de a quien concierne, yo exijo que despiertes ahora. Muéstrate en tu verdadera forma, Destino”.

-¿Qué significa eso?- pregunta Tomoyo confundida.

-Es un conjuro para liberar a la carta Destino- dice Pai tomando el papel entre sus manos- lo que significa que era por eso que no nos atacaba ella directamente.

-Es decir que era ella quien nos atacaba, pero no estaba conciente de ello- concluye Eriol.

-Así es- dice Pai.

-Pero el mago Clow era el único que podía despertarla- dice Sakura- por lo tanto no podremos enfrentarla nunca…

-Te equivocas- dice Pai leyendo de nuevo el papel- aquí dice: “por el poder de a quien concierne”. Eso quiere decir que cualquiera que lea este conjuro y tenga aunque sea el mínimo poder mágico, podrá liberar a Destino…

-¿Es la primera vez que lees esto?- le pregunta Shaoran a Yue en tono preocupado.

-Así es, preferí leerlo cuando estuviéramos todos juntos- dice el guardián.

Todos los reunidos en la sala se miran con preocupación. 

-Eso quiere decir que…

-… la carta Destino ha sido liberada…- Sakura termina la frase iniciada por Eriol.

 

-¡¡Kogane!! ¡¡Kogane!!- el chico trata de hacer reaccionar a Kogane, pero se da cuenta de que todo es inútil. Coloca cuidadosamente a Kogane en el sillón.

Entonces se queda pensativo. Él estaba hablando tranquilamente con Kogane, cuando de pronto la chica llevó las manos a la cabeza y expulsó un grito de dolor, luego, a los pocos segundos, se encontraba en el suelo.

-¿Qué le habrá pasado?- se pregunta mientras la observa- no entiendo por qué se habrá desmayado así.

El chico no lo sabía, pero el desmayo de Kogane había tenido su razón de ser. Una razón de la que nadie se imagina, una razón que Kogane ignora;  pero que influirá muchísimo en varias vidas… muy pronto.

 

CONTINUARÁ…

 

Notas: Okis… otro capítulo aquí… ¿qué les puedo decir? ^^ Estoy más que contenta con esta historia. Como ven las cosas se están complicando cada vez más. Ahora resulta que la carta destino está despertando y ya puede hacerle más daño a nuestros amigos. ¿Qué tal les pareció la conversación de Pai y Eriol? Ya se va conociendo un poco más de nuestra querida amiga.

¿Quién era ese chico que estaba con Kogane? En el siguiente Capítulo lo verán… jej, je, ni se imaginan quién es. Por cierto, no le puse nombre porque aún pienso en uno ^^U

¿Quién es la chica de aeropuerto? Jej… ni se imaginan quién podrá ser ¿cierto?… Aunque algunos a leer bien esa parte se pueden dar una idea de con quién tiene que ver. ¡Anden! ¡Lean de nuevo ese párrafo y se darán una idea!

¿Qué le pasó a Kogane? Ja, ja, a que tampoco les pasa por la mente.

¡¡Este capítulo va para Gaby-chan… una chica que en pocos días se ha convertido en una buena y especial amiguita!!. ¡¡Saludos desde aquí, chica!!

 

Avances: Pai y Shaoran tienen una charla muy amena con respecto a su matrimonio. Sakura se reencuentra con alguien a quien no quería ver. Kogane cuestiona a Tomoyo, tratando de averiguar qué le ocultan sus amigas. Eriol también recibe una visita, de alguien a quien él no esperaba(¡Pobre de mi niño ^^!) Y con más visitas, Touya también recibe una, aunque esta será un poco feliz. Y, finalmente, la carta Destino revela su identidad.

 

Como ven el próximo capítulo tendrá muchas visitas y encuentros inesperados. Algunos realmente desagradables y otros un poco… bueno, sólo léanlo.

Comentarios (me han llegado muchos, ¡¡Gracias!!) a maral15@yupimail.com

Otra vez notas largas… ¿qué quieren que haga? =P ustedes sólo excúsenme.