Secuela de un Amor
Por: Marissa Cervantes
Abre los ojos... y sonríe, porque se da cuenta que
nada ha resultado ser un sueño. Tiene su cabeza sobre su pecho... y él la está
rodeando con sus brazos, como si no quisiera dejarla pero ni en los sueños. Aún
no puede creerlo, su vida ha dado un giro impresionante, ha dejado de ser algo
a lo que no le encontraba sentido alguno, para ser algo que aprecia, que añora
y que ahora quiere conservar con mucho tiempo más. Alza su mirada un poco y lo
contempla, él también sonríe entre sueños, ambos han encontrado lo máximo en
sus vidas. Ahora más que nunca está decidida a luchar contra todo, ahora tiene
algo por qué mantenerse con vida... mientras por su cabeza rondan estos
pensamientos, se pone en pie y se dirige hasta la ventana. Es una mañana
radiante, el sol está empezando a establecerse y la vida comienza a surgir de
nuevo. ¿Cómo era posible que no notara tanta belleza antes?. Todo eso se lo
debe a Tao. Si tuviera que recordar un momento de grata felicidad como éste, se
tendría que remontar a años atrás, cuando era una niña y su padre la llevaba a
observar el atardecer. Era ese otro momento en que era feliz, antes de que todo
lo demás sucediera. Entonces abre la ventana, un viento frío entra en la
habitación, ella se sorprende; no es natural que haya tanto frío una mañana
como esta. En ese momento un presentimiento llega a su mente y corre con Tao,
se inclina hasta él y coloca su mano sobre su pecho. Su corazón late con
normalidad, ella da un suspiro de alegría.
-Todo está bien- sonríe ella besándolo en la
frente- todo está bien...
-Sí... todo está bien, pero ¿por cuánto tiempo
más?- una voz proveniente de atrás hizo que ella volteara y se pusiera
enseguida a la defensiva.
-¿Qué demonios hace fastidiando tan temprano?-
-Vaya, estamos decididos esta mañana- dice con
leve ironía.
-No estoy para tonteras. ¿Qué es lo que quiere?
-Tengo un trabajito para ti... te lo doy a ti
porque es algo muy sutil, algo que seguramente Tao no podría conseguir...
-Escuche, sea lo que sea, por muy sutil por muy
tonto que sea.... no lo voy a hacer. ya me convirtió en asesina, no pienso
seguir en este tonto juego, ya no voy a ser su juguete.
-Oh, me decepcionas Lin, porque ¿qué sería lo peor
que podría pasar?- dice en tono burlón.
-Que me maten- dice ella enseguida, pero en sus
ojos no hay miedo al pronunciar estas palabras- no importa, de todas formas ya
ustedes me han matado por dentro. Ya no me importa, pueden matarme si
quieren...
-Cierto, pero sería una lástima dejar a Tao solo
en estas condiciones- el rostro de Lin se tornó diferente al escuchar nombrar a
Tao- ¿han dormido bien? Por lo que veo, sí, porque estaba sonriendo entre
sueños hace un momento...
-¿Desde hace cuándo nos está observando?- se
exalta Lin.
-Lo suficiente para darme cuenta que su relación
se ha intensificado, me alegro sinceramente...
-Ahórrese sus hipocresías- le cortó Lin.
-No, en realidad me alegro, ¿sabes por qué? Porque
ahora tengo algo que te ata aquí a la tierra. Ahora tienes una razón para darte
fuerzas, para negarte a obedecer. Tal vez sea cierto que aún no te importe
morir, pero no sé si puedas soportar, otra vez, la pérdida de un ser querido...
-¡¡No se atreva!!- dice ella con rabia.
-¡Silencio, preciosa Lin! Aquí, debes saber, que
quien pone las condiciones soy yo. De modo que si no quieres pasar de nuevo por
el mismo dolor desgarrador que se siente perder a un ser querido, debes de
hacer un último trabajo para mí. si lo haces bien, pues te daré lo que tanto
ansías: libertad, para ti y Tao. ¿Qué me dices?
Lin bajó la mirada. ¿Qué debía hacer? mira a Tao,
se ve tan ajeno a todo. Tan feliz... ella también lo estaba, sabe que lo ama.
Antes sus seres queridos habían muerto y ella no había hecho nada por evitarlo,
esta vez era diferente, ella podía hacer algo para impedir su muerte y, más
aún, podía liberarlos a ambos. Todo estaba en sus manos... entonces pensó ¿Qué
podría ser peor? Ya había matado a una persona, sus manos ya estaban manchadas
de sangre, no podía haber algo peor que eso ¿o sí? En todo caso, sería lo
último que haría. Dio un profundo suspiro y abrió los ojos.
-¿Qué es lo que quiere que haga?- dice decidida.
-Sabía que tomarías la decisión correcta. Como te
digo es algo muy sutil, se trata de la hija de Yang, Lai Ming. La pobre ha
quedado huérfana y creo que necesita un amiga. ¡Qué mejor amiga que tú, querida
Lin! Necesito que tú llegues a la niña, que te ganes su confianza ¿me
entiendes?
-Sí, pero ¿qué ganaría con eso?- pregunta ella
confundida.
-No hagas preguntas, sólo hazlo- entonces la voz y
la presencia desaparecieron, haciendo que Tao despertara enseguida.
-Buenos días- le sonríe él dándole un beso en los
labios.
-Oh, Tao- ella le abraza- tenía tanto miedo de que
no abrieras los ojos...
-¿Por qué?- pregunta él rodeándola con sus brazos.
-Estuvo aquí... y me ha dado lo que será mi última
misión...
Londres, Inglaterra.
Mientras su prometido descansa gracias a unas
pastillas que ella le dio. Tomoyo está rebuscando en la biblioteca. ¿Qué busca?
Pues ni ella misma lo sabe, pero piensa que tal vez allí esté algo que le diga
quién es ese niño que aparece una y otra vez en las pesadillas de Eriol. Está
plenamente convencida que allí tiene que haber algo, por lo menos una señal;
después de todo, cuando Eriol se mudó a Inglaterra se llevó absolutamente todo
lo que era de Clow y lo había acomodado en esa biblioteca. Ella estaba
dispuesta a encontrar algo ya que ayer había pasado por uno de los peores
sustos de su vida, estando en el parque. Jamás había visto a Eriol así, su rostro
reflejaba... terror. Pero ella estaba decidida a ayudarle, no iba a dejarlo
solo en estos momentos.
Pero ya llevaba horas allí y no había dado con
nada revelador. Entonces se llevó la mano derecha el cuello, tocó su medallón,
Eriol se lo había regalado meses antes, para su aniversario. Se lo quitó y lo
abrió, parecía como si el medallón estuviera lleno de agua y que allí flotara
una especie de flecha. Eriol le había dicho que tenía ciertas cualidades
mágicas y que no era necesario tener poderes para utilizarlo, por eso se lo
obsequió.
-Bien, veamos si esto en verdad funciona con
alguien que tenga nulo de aptitudes mágicas- suspira Tomoyo extendiendo el
medallón en sus manos y cerrando sus ojos- por favor... dime dónde está algo
relacionado con todo lo que ocurre...
No sabe si es por sus nervios o porque de verdad
el medallón está trabajando, pero mientras mantiene sus ojos cerrados, una
extraña y cálida sensación inunda todo su ser y siente cómo el medallón se va
tornando caliente, pero no abre los ojos hasta que siente que ha cesado todo.
Abre uno tímidamente y al notar todo en orden, abre el otro.
-Vaya- suspira desilusionada- creo que por lo
visto no funcionó. Tal vez Eriol sólo quería hacerme sentir bien cuando dijo
que no importaba que no tuviera poder mágico- pero entonces se calla, ya que
nota que la flecha ha cambiado de posición. ¿Acaso lo que imagina puede se
cierto? La flechita apunta hacia el librero que está arrinconado en la esquina
derecha de la biblioteca- bueno... pues veamos si mi teoría es cierta...
Cuando se acerca al librero, nota que la flecha
entonces señala a un libro en específico. La carátula era marrón con símbolos
en una tinta dorada, ella notó que uno de los símbolos de la portada se parecía
ligeramente al anterior libro Clow. Bien, por lo visto ya había hallado algo
interesante. Colocó el libro en la mesita y se dispuso a inspeccionarlo. La
primera página también tenía el mismo símbolo de la portada, pero por lo menos
tenía un título en caracteres chinos. Por lo menos algo de eso entendía, ya que
Mei Ling le había enseñado algo durante su estadía en Hong Kong, meses atrás.
Por lo visto allí decía “Creación” o algo parecido. ¿Creación? ¡Eso cada vez se
tornaba más extraño! ^^U. De todas formas siguió leyendo, de todas maneras el
alfabeto no se diferenciaba mucho al japonés, algunos caracteres diferían, pero
podría entender algunas cosas, las generales. Por lo que entendió en las dos
primeras páginas, al parecer eso era un libro de instrucciones y pasos para
crear algo; bueno, por lo menos ahora sabía que el nombre sí era “Creación”
^^U.
Iba a continuar su lectura cuando el timbre la
interrumpió. Cerró el libro y corrió con éste bajo el brazo, fuera lo que
fuera, presentía que era algo muy importante. Al abrir la puerta, se da con la
sorpresa de que es Nakuru, quien le sonríe apenas verla.
-Pasa- dice Tomoyo dejándola entrar- Eriol te
llamó ¿no?
-Sí- sonríe ella abriendo su bolso- y también Spi
viene conmigo.
-¡Hasta que al fin!- dice el pequeño guardián
saliendo de la bolsa de su acompañante- ¡Estaba cansado de estar metido allí!
¡Fueron casi cinco horas!
-¿Cinco horas?- se extraña Tomoyo- pero si
nuestras casa no queda ni a quince minutos de distancia...
-Es que...- Nakuru se sonroja y ríe nerviosamente.
-...se le ocurrió la genial idea de hacer una
“corta” parada en el centro comercial...- suspira Spi sentándose sobre la mesa-
eso fue lo que nos demoró, porque todos los vestidos de todas las tiendas les
parecían “perfectos”. Se los hubiera llevado todos y allí acaba el problema,
pero como sólo tenías presupuesto para uno, te tomó esas cinco horas
decidirte!!
-¡Ya basta!- suspira la otra enojada- no hay duda
de que a falta de padre y madre, tú has
hecho muy bien su reemplazo.
-¡¿Qué?!- Spinel comienza a enojarse.
-Ya, tranquilos- Tomoyo se aparece con una bandeja
de té- me alegra que hayan venido. Pero el problema es que Eriol ahora mismo
está descansando... imagino que ya les ha contado lo que ocurrió ayer.
-Sí, estamos aquí por si necesita nuestra
protección, lo que presumo- dice Nakuru tomando su taza de té- él sabe que no
tiene ni que decírnoslo, es nuestro deber protegerlo de cualquier amenaza.
-He allí el asunto- suspira Tomoyo tristemente-
que no sabemos qué clase de amenaza es esta. Si al menos supiéramos a qué nos
enfrentamos, o Nakuru, estoy tan angustiada. De hecho, me puse a registrar la
biblioteca para ver si encontraba algo y me topé con este libro...- ella lo
extendió hasta Nakuru, pero Spi fue quien realmente lo registró.
-Mmm... déjame ver eso- le pide el guardián.
Tomoyo se lo da enseguida- voy a ver de qué trata esto...
-Te dejaremos solo un momento- Nakuru y Tomoyo se
retiran hasta la cocina. Allí la chica de cabellos negros se sienta y cierra
los ojos. Nakuru sólo la observa, Tomoyo se ve afectada en verdad. Entonces, de
la nada, empieza a llorar, lo que sorprende a Nakuru.
-Dios, debes pensar que estoy loca...- dice ella
entre sollozos.
-No, adelante- Nakuru coloca su mano sobre su
hombre como señal de apoyo- ¿Qué es exactamente lo que ocurre Tomoyo?
-¡Es Eriol!- suspira tratando de detener su
llanto, en vano- es que yo jamás lo había visto así, tan asustado... tenías que
ver su rostro para entender lo que digo Nakuru. Fue la primera vez que lo he
visto... vulnerable. Y lo peor es que yo no he podido nada por ayudarlo...
entonces pensé que tal vez por eso no se casaba conmigo, porque yo no iba a
serle de utilidad...
-¡No!- se enoja Nakuru- ¡Nunca más vuelvas
siquiera a pensarlo! Él te ama ¿me entiendes? Nunca debes dudarlo...
-Pero...
-¡En el amor no hay peros ni excusas!- Nakuru la
mira fijamente a los ojos seriamente, para luego sonreírle- entiendo que
sientas que no puedes ayudar, pero. ¿te has puesto a pensar qué hubiera pasado
si tú no hubieras estado ayer con él? ¿Si él no hubiera podido desahogarse
contigo? Tú eres más importante para él de lo que crees. Él te necesita a su
lado Tomoyo, con tu sola presencia ya lo ayudas... por eso no quiero que
vuelvas a pensar de ese modo ¿de acuerdo?
-Sí- ella se seca las lágrimas- muchas gracias,
Nakuru.
-¡No, si después te paso mis honorarios!- sonríe
ella. Ambas estallan a carcajadas por este comentario. Cuando terminan de
reírse, Nakuru la vuelve a mirar fijamente- así tienes que estar, sino no
serías un bueno apoyo para Eriol.
-Gracias de nuevo...- le sonríe Tomoyo- siempre
supe que en ti podría encontrar a una amiga cercana, cuando Sakura me hiciera
falta.
-Bueno, pues ahora tengo que probar que mi teoría
era buena y que tú también puedes ser mi amiga- suspira Nakuru- porque tengo
que comunicarte algo... y espero que me ayudes a decírselo a Eriol.
-¿De qué se trata?- pregunta Tomoyo extrañada por
la actitud de Nakuru.
-No sé por dónde empezar... bueno, últimamente me
he sentido un poco, extraña, distinta. Es como si alguien me llamara, como si
una parte de mí estuviera, no sé, ¿despertando? Una sensación así. De allí no
te puedo decir más nada, porque ni yo misma sabría explicarme. El punto es,
Tomoyo, que tengo que hacer un viaje... ahora.
-¿Un viaje? ¿A dónde?- pregunta Tomoyo, no se
esperaba esta confesión.
-No puedo decirte. Y sé que puede sonar egoísta
que me vaya yo en un momento como este para resolver una situación personal,
pero es que es verdad importante. Incluso creo que ayudará en todo esto que
está ocurriendo.
-¿Me estás queriendo decir que tu problema
personal se relaciona con estos sucesos que han estado ocurriendo?- duda
Tomoyo.
-Si lo quieres ver así... pero es que no puedo
explicarte más nada. Sólo te pido que, por favor, confíes en mí... y quiero que
me ayudes a hablarlo con Eriol sin que se moleste...- le dice ella en tono
suplicante.
-La verdad es que, tú lo conoces, puede que no le
agrade la idea, pero no va a interferir en tu vida. Pero yo hablaré con él,
descuida- sonríe entrelazando sus manos- pero quiero que te cuides mucho ¿de
acuerdo?
-¡¡Lo tengo!! ¡¡Vengan rápido!!- el grito de
Spinel hizo que ambas corrieran hasta donde estaba.
-¿Y?- Tomoyo está desesperada- ¿Qué es el libro?
-Son las instrucciones que supongo usó el mago
Clow para crear las cartas y a los guardianes- dice Spi con mucha seguridad.
Hong Kong, residencia Li.
Sakura da un suspiro mientras contempla el libro
que contiene las cartas. Hacía poco se encontraba en una situación similar:
volver a usar las cartas para una batalla. Aunque ahora era distinto, ella las
había guardado hacías apenas unos meses y ya había recuperado la habilidad para
usarlas. Da otro suspiro y extiende su mano, que tiene la llave, y empieza a
recitar el conjuro.
-Llave que guardas los poderes de mi estrella,
muestra tu verdadera forma ante se Sakura, quien aceptó esta misión contigo...
¡¡Libérate!!-
El báculo mágico apareció al instante y ella lo
tomó. Luego tomó con su otra mano el libro de las cartas.
-Por favor- murmura ella- por favor, ayúdenme a mí
y a Shaoran en esta batalla que se avecina irremediablemente. Pero, sobre todo,
protejan a mi bebé, es lo más importante para mí.
Al terminar de decir estas palabras, extendió el
báculo hasta el libro y éste enseguida se abrió. Las cartas salieron de allí de
inmediato, formando un círculo alrededor de Sakura y a sus pies aparece el
símbolo del sello. Sakura empieza a repasar las cartas, que están en el orden
en que fueron selladas. La última es la carta Tierra, no hay otra después de
ella.
-Un momento...- Sakura vuelve a verlas todas. Y
entonces confirma que no se ha equivocado. Hay dos cartas que faltan. ¿Acaso no
entraron en el libro? ¿Por qué?
-¡Kero!- el guardián en el acto aparece. Estaba tomando una siesta en su cajón, que Sakura le había acomodado como en los tiempos de la primaria. Kero tenía la mirada perdida, seguramente estaba profundamente dormido.
-¿Qué? ¿Qué ocurre? Ojalá y sea algo importante-
suspira el guardián acercándose a Sakura.
-Creo que lo es. Es que tengo una duda. Después de
ser selladas... Destino y Esperanza quedaron en el libro ya actuarán como las
demás cartas Sakura ¿no es así?-
-Claro, ellas eran cartas especiales pero ya al
momento de ser selladas serán como las otras- le confirma Kero- pero ¿a qué
viene esa pregunta???
-Kero...- Sakura cierra los ojos y aprieta el
báculo contra sí- Destino y Esperanza no están en el libro...
Kero abre los ojos de par en par y dirige su
mirada al libro.
-¡¡¿¿QUÉÉÉ?!!- exclama el pequeño guardián.
En el Concilio.
-Shaoran- Xiao entra sin tocar al cuarto- tienes
visita.
-¿Visita? ¿de quién?- pregunta él sin desprender
la vista de unos documentos que estaba leyendo.
-Ni te lo imaginas. Es más, si te lo dijera, capaz
que ni me crees- sonríe su amigo apoyado en la puerta.
-Xiao, no estoy para bromas ni adivinanzas, de
modo que por favor anuncia a quien me quiere ver- suspira Shaoran.
-Oh, vamos que le quitas la poca diversión al
asunto- suspira Xiao- allá afuera está Tao Feng ansioso por verte y hablar
contigo...
-¿Qué?- Shaoran está visiblemente sorprendido, se
pone de pie enseguida- Xiao ¿me estás hablando en serio?
-¡Te dije que no ibas a creerme!- le reclama él-
sí, es Tao Feng... y por lo visto, ya sabes por dónde viene el asunto, ¿no?
-Voy enseguida a atenderlo- dice Shaoran, pero
antes de irse se voltea a su amigo- y por favor, sigues investigando el caso
Yang. Sé que ya es suficiente con tener a su hija en tu casa, pero...
-Tranquilo, que en todo caso no tengo que
quejarme, fui yo quien me ofrecí a cuidar a Lai Ming. Y respecto a la
investigación, iba yo a pedirte que me dejaras manejarla, je, je.
-Bueno, sé que está en buenas manos, nos veremos
luego- dice ya cerrando la puerta.
Shaoran toma aire y camina hasta el hombre que
tiene a pocos metros de sí. Tao Feng, a pesar de su edad, aún se conserva y
muchas mujeres lo consideran muy apuesto y han tratado muchas de conquistarlo,
ya que a pesar de su suerte con las mujeres, sólo se casó una vez; pero
lamentablemente su esposa murió, y ya no se volvió a casar más. Él lidera su
clan con firmeza y es duro con todos, hasta con su propio hijo, de quien
también se espera mucho. Feng es muy conservador, y al principio se opuso a que
Shaoran llevara el liderazgo del Concilio, por creerlo muy joven e inexperto
pero, finalmente dio su voto y, gracias a él, hoy Shaoran era el Jefe del Concilio.
-Un placer tenerlo aquí- dice Shaoran estrechando
su mano.
-El placer es mío, aunque lástima que mi visita no
es de asuntos sociales- suspira él tristemente.
-Yo más lo lamento- dice Shaoran- si gusta podemos
pasar a...
-No, no es necesario- él se niega- a decir verdad
mi visita también va a ser breve. He venido a aclarar ciertos puntos...
-Lo escucho...
-Es ya más que obvia la situación de crisis que
vivimos. La muerte de Yang fue el detonante para que todos estuviéramos
alertas. Ya que al parecer no eres sólo tú su objetivo, ahora todos los líderes
de los Clanes poderosos están preocupados. Y por lo que puedo intuir, quien
está detrás de todo esto no sólo buscando al Jefe, sino al Concilio entero. De
modo que quiero que sepas y tengas muy claro que vengo en representación mía y
la de los demás Clanes influyentes: Li, tienes todo nuestro apoyo
incondicional... para lo que sea. Si tú, tu esposa o alguno más de tu familia
necesitan ayuda...
-Gracias- sonríe Shaoran levemente- es bueno saber
que cuento con ustedes. Aunque nunca dudé de su apoyo.
-Bueno, pues no te quito más tu tiempo- se despide
Feng- estamos en contacto...
-Feng, espera un momento- Shaoran lo detiene- es
que, verás... tengo una duda y a lo mejor tú me lo puedes aclarar. ¿No conoces
de la existencia de un Clan Chien?
Feng frunce en ceño, y se queda quieto un segundo,
como tratando de recordar algo.
-No, que yo recuerde no hay ningún Clan Chien...
¿Por qué la pregunta?
-Nada en especial- Shaoran calla el verdadero
motivo- es que me lo han nombrado y no supe responder si existía o no.
-Pues no que yo sepa, pero de todas formas si
quieres puedo averiguar- se ofrece Feng.
-Se lo agradecería- Shaoran arquea un poco sus
labios.
-Entonces hasta pronto- Feng estrecha sus manos
nuevamente y luego se va de allí con pasos rápidos, Shaoran piensa que de
verdad es un hombre muy ocupado. Pero a pesar de todo, sacó tiempo y fue allí
personalmente a darle su apoyo; se sentía algo más tranquilo ahora.
Él entra en su despacho de nuevo, y se sorprende
al no encontrar a Xiao. Por lo visto se tomó demasiado en serio eso de llevar
la investigación de la muerte de Yang. Ahora sólo tenía que terminar de revisar
unos cuantos documentos y podría irse a casa. Tenía unas ganas inmensas de ver
a Sakura y de estrecharla contra sí.
Londres, Inglaterra.
Tomoyo contempla el libro que tiene en su mano. Aún no puede creer que allí dentro esté encerrado el secreto para crear las cartas Clow y a los guardianes. Da un profundo suspiro y ve su otra mano, en donde está una carta. Al final, Nakuru no tuvo el valor de hablar con Eriol y decidió darle un carta explicándole todas la razones que antes le había dado a ella. Tomoyo no entendía muy bien las razones de Nakuru, pero trataría de interceder por ella, porque al escuchar a Nakuru, le dio la ligera impresión que Nakuru se iba en busca de alguien, a encontrarse con alguien importante para ella. Toma aire y abre la puerta, Eriol está sentado en la cama, ella no le dejó pararse. Le dijo muy claramente que no se parara de la cama a menos que fuera necesario, porque necesitaba descansar. Ella le sonríe y él también al verla entrar.
-Hola- Tomoyo pone el libro en la mesita de noche.
No le dirá acerca de él todavía, ya que no sabría cómo decírselo. Ahora lo
primordial es la carta de Nakuru.
-Hola. Me pareció que tocaban la puerta hace como
una hora ¿quién era?- pregunta.
-Eran Nakuru y Spinel- suspira ella- querían
visitarte pero yo pensé que estabas aún dormido. De otro modo les habría dicho
que pasaran a verte- se excusa ella un poco apenada.
-Está bien- Eriol la toma de la mano, entonces
nota la carta que ella tiene- ¿de quién es?
-Es de Nakuru, para ti. Pensaba decírtelo en
persona, pero al final tuvo que irse, por eso te dejó esto- ella le extiende la
carta y él la toma.
Eriol contempla el sobre por unos segundos. Se
pregunta qué es eso que le tiene que decir Nakuru, y se sorprende mucho que
ella utilice el medio escrito, ya que a ella siempre le gusta hablar la cosas
en persona. Finalmente, abre el sobre y lee el contenido.
Querido
Eriol:
Sé que te debes estar preguntando la razón de esta carta. Y
antes que nada, quiero disculparme por no haber tenido el valor de decirte esto
en persona. Y también quiero que ante todo, trates de comprenderme, sé que no
es muy lógico esto que te voy a decir, pero sólo quiero que tengas presente que
es muy importante para mí, Eriol.
Eriol, he tomado la decisión de irme de Inglaterra. ¿A
dónde? No puedo decirte exactamente a dónde, porque no estoy muy segura. ¿Por
qué? Oh, si tan sólo pudiera explicarte, pero ni yo misma comprendo. Sólo
quiero que sepas que voy a estar bien, y que tal vez cuando llegue a mi destino
te escriba de nuevo, para estés más tranquilo.
No quiero que pienses que soy una cobarde, y que estoy
huyendo de la situación que se avecina, porque no puedes estar más equivocado.
No quiero que te enojes conmigo, porque yo te quiero muchísimo y jamás trataría
de huir de mi misión, que es protegerte. Además, si todo sale como creo que
será, tal vez y hasta este viaje tan misterioso que realizo, nos ayude a
todos a enfrentar mejor esta situación.
Pero no me pides que te explique más nada, porque aunque me duela ocultártelo,
no puede decírtelo.
Ahora sí me despido y pidiéndote que por favor te cuides
mucho, lamento que si en el tiempo en que me ausente llegaran a atacarte,
lamento no poder estar allí para protegerte. Pero sé que puedes contar con Spi,
no tenía que hacerlo prometer que lo cuidaría. Pero te advierto que no trates
de sacarle información, él sabe tanto o menos que tú. ¡Aunque no te negaré que
me costó un montón calmarlo cuando le dije lo mismo que te digo a ti ahora!
Tomoyo también lo sabía, pero no te enojes que se acaba de enterar, necesitaba
que alguien me escuchara y quién mejor que ella ¿no? Y sé que tampoco tengo que
pedirte esto, pero por favor cuídala mucho, ella te quiere muchísimo. Busca
siempre apoyo en ella, por favor no olvides lo mucho que ambos se necesitan
mutuamente.
De nuevo pidiéndote perdón me despide,
Con cariño,
Nakuru.
-¿Y bien?-
Tomoyo se sienta a su lado.
-¡¿Pero qué le ocurre a
Nakuru?!!- exclama Eriol- entiendo que se haya ido, yo respeto su decisión pero
me molesta que no haya tenido la confianza para decírmelo.
-Estaba desesperada-
dice Tomoyo tomando su mano- pero la veía muy decidida.
-¿Pero por qué no puede
decirme nada?- insiste Eriol- ¡Es absurdo!
-¿Te digo la verdad? Yo
pienso que se fue a buscar a alguien- le comenta Tomoyo sonriendo levemente-
sabes a lo que me refiero...
-¿Insinúas que está
enamorada?
-Sólo he dicho que me
pareció que iba en busca de alguien, un alguien muy especial para ella- sonríe
Tomoyo ante la extraña mirada que le dirige su prometido, como si fuera
imposible que Nakuru estuviera enamorada, y que no se lo hubiera comentado.
-Pero...
-Tranquilo, Eriol- ella
le besa en los labios- que hay sucesos que realmente no tienen explicación...
Hong Kong, casa de Xiao
y Tsi.
Continúa sentada en la sala, con la mirada un poco perdida, pero no tanto como ayer en la tarde. Tsi la mira disimuladamente mientras lee un libro, siente una pena inmensa por Lai Ming. Es una muchacha en verdad bonita, sus ojos de un color negro intenso, al igual que sus largos cabellos. Su piel es blanca y sus facciones muy finas. Sin embargo, su belleza se opacaba por la gran tristeza que reflejaba su rostro, en las mejillas aún se notaba el rastro que dejaron las lágrimas. Tsi tenía unas ganas inmensas de conversar con ella, de poder decirle algo, pero nada le salía. Entonces siguió con su lectura, pero a los pocos minutos, sintió como una mirada se posaba sobre ella y sonrió al notar que se trataba de Lai Ming.
-¿Ocurre algo?- le sonríe Tsi.
Ella niega con la cabeza. Tsi celebra su pequeño triunfo, ya que por lo menos la chica ha entablado uno tipo de comunicación con ella. Entonces notó que Lai Ming se había fijado en el título del libro. Estaba leyendo un libro sobre los primeros meses de embarazo.
-Oh, es que voy a tener un bebé- sonríe ella, Lai Ming arquea sus labios un poco- por eso estoy leyendo este libro... quiero estar muy bien preparada ¿sabes? La magia a veces no es suficiente para ayudar a un parto sin complicaciones- sonríe de nuevo, al notar que Lai Ming le está prestando mucho interés.
-A veces la magia no sirve de mucho- suspira ella, Tsi la mira fijamente- como mi padre, no le sirvió ser el jefe de uno de los Clanes más poderosos a la hora de salvarse de la muerte.
-Bueno, Lai Ming... ¿sabes?- Tsi se pone en pie y camina hasta ella, sentándose a su lado- yo soy una de las que cree en el destino. Y el destino es algo que jamás se puede cambiar, poseas magia o no...
-¿Acaso entones era el destino de mi padre morir?- Lai Ming la mira fijamente.
-Todo tiene una razón en esta vida, Lai Ming- Tsi la toma de la mano- tal vez tu padre murió, porque a ti el destino te deparaba una misión especial ¿no crees?
-¿Sí?- Lai Ming mira a Tsi fijamente- ¿Cree que pueda ser eso?
-¿Por qué no?- Tsi le acaricia los largos cabellos a la chica.
Lai Ming no dice nada, sólo la abraza fuertemente y Tsi sonríe.
-Quiero que sepas que mientras permanezcas aquí, puedes contar conmigo y con Tao para lo que sea ¿entendido?- le sonríe ella. Lai Ming también lo hace, pero en ese momento el teléfono suena y Tsi va a atender. Se trata de Kaho, quien le pregunta por Touya.
-Oh, cierto- se excusa ella- lo había olvidado por completo... pero ahora mismo no puedo ir... no puedo dejar a Lai Ming sola... sí es la hija de Yang, se está quedando en nuestra casa y no puedo dejarla sola en la casa... ¿Touya no puede esperarse hasta mañana?... sí entiendo, pero dile que es para mañana y no hay más que discutir... bueno, adiós Kaho...- ella cierra el teléfono.
-¿Quién era?- pregunta Lai Ming.
-Un amiga a quien tengo que resolverle un pequeño problema. Pero como no puedo dejarte sola se van a tener que esperar hasta mañana- sonríe Tsi, aunque ya se imagina el berrinche que armará Touya en la casa de los Li.
-Seguro, pero yo puedo cuidarme sola.- suspira ella- ¿sabe? Mi papá también me sobreprotegía muchísimo... y por eso me molestaba con él...
-Es natural- sonríe Tsi- a una hija tan bella hay que cuidarla mucho. Pero de verdad no podemos dejarte sola, más porque no sabemos si quien... se fue contra tu padre... te quiera atacar a ti, es por eso que no podemos dejarte sola. Por eso creo que debemos contratar a alguien... Xiao ya puso un anuncio esta mañana.
-¡Ay!- suspira Lai Ming- con tal de que no sea una viejecita, porque de ser así sería todo lo contrario. Quien tendría que cuidarla sería yo...
-¡Está bien, trataremos de que sea alguien joven!- sonríe Tsi quien corre a atender la puerta extrañándose un poco, ya que no esperaba a nadie y menos a esta hora de la tarde.
Tsi abre la puerta y se sorprende al notar que se trata de una joven mujer que le está sonriendo. Es una bella mujer, aunque lo más notorio son sus penetrantes y hermosos ojos azules. Sin embargo, con todo lo que está ocurriendo, Tsi sabe que no puede confiarse ni juzgar a nadie por las apariencias.
-Disculpe... ¿Quién es usted?- pregunta Tsi.
-Lo siento, he debido presentarme. He venido por el anuncio en el que se solicita a alguien para que cuide a una chica ¿es aquí verdad?
-¡Oh, sí, claro!- Tsi le sonríe y la invita a pasar- me alegro que hayan venido tan rápido. Casualmente estábamos hablando de ellos...
-En el anuncio no se listaban los requisitos requeridos.- dice la joven- ¿Qué se necesita?
-En realidad no mucho. Con que entable amistad con la chica es más que suficiente. Ella necesita cariño, acaba de perder a su padre y tanto yo como mi esposo no tenemos ahora mucho tiempo para dedicarle...
-Entiendo- ambas entran a la sala en donde se encuentra Lai Ming, la joven enseguida le sonríe.
-Es ella- Tsi la señala- Lai Ming, ella viene por el puesto del que te platiqué, ella es...
-Lin...- suspira ella mirando a Lai Ming- soy Lin, mucho gusto, Lai Ming... un muy bonito nombre, significa “aurora” ¿cierto?- la chica asiente y Lin sonríe- entonces quiere decir que posees un gran brillo interior ¿sabes?
-¿Brillo interior?- se extraña Lai Ming.
-Sí, si quieres puedo hablarte algo de eso- Lin se sienta y empieza a relatarle a Lai Ming, quien la escucha atenta. Tsi sonríe al notar la extraña pero especial química que ya se formó entre ambas. Tal vez era el destino... entonces siente unas manos en su cintura y se asusta un poco, pero voltea y nota que es un sonriente Xiao, quien no la deja hablar y le da un gran y apasionado beso en los labios. Lin y Lai Ming los observan, la última sonríe con disimulo y Lin da un profundo suspiro, mientras se pregunta una y otra vez: “¿En qué me he metido?”
-Ella es Lin, vino por el anuncio que pusiste- dice Tsi, aún en los brazos de su esposo.
-Mucho gusto- sonríe Xiao- por lo que puedo ver hay algo de chispa entre ustedes dos...
-No exagere- sonríe Lin- lo único que hecho es sentarme a conversar un rato con ella.
-La verdad no tenemos mucho tiempo para estar seleccionando muchachas y demás, y si usted y Lai Ming se llevan bien, no veo por qué no pueda quedarse con el trabajo- insiste Xiao.
-¿En serio?- dice ella sin mucho entusiasmo- oh, se lo agradezco.
-Venga mañana a primera hora y hablaremos mejor de todo esto- sonríe Tsi.
-Aquí estaré- dice ella tomando su bolso y dirigiéndose hasta la puerta- se lo prometo, y gracias de nuevo.
-Me parece una buena persona- sonríe Lai Ming.
-Bueno, lo importante ahora es que traigo noticias...- Xiao y Tsi se sientan en el sofá, frente a Lai Ming-... es sobre la investigación que hago sobre la muerte de tu padre, no sé si quieras escuchar...
-No, está bien, al contrario, yo más que nadie quiero saber quién lo mató- dice ella decidida- y por qué...
-Pues es que la muerte de tu padre parece tener alguna conexión con los sucesos ocurridos en el Concilio, sin embargo, él estaba enterado sobre algo de ese asunto, ya que me lo mencionó en una entrevista que tuvimos. El problema es que no sé por qué lo mataron... si él estaba relacionado ¿Por qué lo mataron? ¿Por qué? No puedo explicarme...- suspira Xiao.
-Xiao piensa que Yang estaba relacionado con las personas que quieren matar a Shaoran... cuando no es así- piensa Tsi- ¿Cómo decirle lo que sé sin que no se moleste conmigo? Debe hacerlo, eso ayudaría mucho en su investigación...
-¿Insinúa usted que mi padre tenía algo que ver con quienes quieren destruir a Li?- Lai Ming se enoja- ¡Es absurdo! ¡Él no haría algo así!
-Pero, piénsalo bien, no quiero manchar la memoria de tu padre pero ¿Por qué otra razón lo matarían?- le plantea Xiao.
-¿No has pensando en otra probabilidad?- dice Tsi, porque ella tiene que hacer algo, sabe que Yang es inocente- porque, podría ser que él no estaba involucrado, sin embargo de un forma u otra se enteró y por eso lo mataron; para que no dijera nada ¿no puede ser?- sugiera ella.
-¿De dónde sacas eso?- pregunta Xiao.
-Puede ser otra probabilidad- dice Lai Ming- ¿Por qué no?
-Tienen razón...- dice él-... hay que analizar todas las opciones. Pero, lamentablemente, aunque alguna de esas teorías fuera cierta, no contamos con ninguna pista que nos lleve al asesino.
-Sí, sí la hay- Lai Ming se pone en pie- ¡Claro que la hay! ¿Tiene alguna foto del asesinato?
-Creo que sí, pero no creo que quieras verla, Lai Ming, son horribles...- dice Xiao.
-Es que analicemos: a mi padre no lo pudieron matar con cualquier hechizo. Tuvo que ser alguien en verdad muy poderoso, alguien que supiera realizar algún conjuro especial. De modo que si le llevan la foto a alguien que sepa de eso, tal vez pueda decirnos qué clan puede hacer ese hechizo ¿no?- sonríe ella levemente.
Xiao se le queda mirando por unos largos minutos y Lai Ming la mira como esperando su aprobación. Finalmente, Xiao se pone en pie y coloca sus manos sobre los hombros de la chica, quien se sorprende por la actitud de él. Seguramente espera que le diga que es absurdo lo que dice, pero en cambio, ve cómo Xiao sonríe.
-¡Eres una chica en verdad muy inteligente, Lai Ming! ¡No sé cómo no pensé en eso antes!- le dice- ya se podrán imaginar lo ofuscado que estoy con toda esta situación...
-Me sorprende tu cambio de actitud, Lai Ming, hace no menos de un par de horas seguías llorando y ahora te vemos decidida a averiguar quién mató a tu padre- dice Tsi sonriendo por el cambio de la chica.
-Es que lo que usted me dijo sobre el destino, más lo que dijo Lin sobre el brillo interior, me hicieron comprender que el destino espera aún que yo brille muchísimo, y que mi fuerza aún no está terminada. Por eso debo saber quién mató a mi padre...- suspira ella decidida ante la mirada aprobatoria de Xiao y Tsi.
Mientras, afuera de la casa se encuentran Tao y Lin. Desde que ella salió de la casa, ninguno de los dos había hablado; sólo se habían quedado observando en silencio. Lin siente que Tao no está muy de acuerdo con lo que está haciendo.
-No hemos hablado de esto- rompe ella el silencio- creo que deberíamos hablarlo...
-...- él permanece en silencio.
-Siento que estás enojado... ¿Qué hice mal?- pregunta ella desesperada.
-No, en realidad no eres tú- él dice al fin- no eres ni tú ni yo...
-¿Entonces? Has estado así todo el día y creo que tengo derecho a saber por qué- pregunta ella acercándose a él.
-Esto... esta misión que te han encomendado. ¿Acercarte a la hija de Yang? No sé. Es que se ve tan simple e inocente... no sé qué trama mi padre con esto, pero seguro nada bueno- dice él mirando la casa de Xiao.
-Eso no importa- Lin toma su mano- ya que nosotros nos habremos ido. Además, él sólo destruye a los que le estorban en sus planes. ¿Qué estorbo o molestia puede representar para él una niñita de quince años?
-Es eso lo que me pregunto- suspira él- y lo que me temo es que quedemos enredados en esta última situación y que nos sea más difícil que nunca liberarnos...- dice abrazando a Lin, sin dejar de mirar la casa. Tiene el presentimiento de que sus problemas apenas empiezan.
Residencia Li.
Shaoran entra en su casa y ve cómo se levanta Kaho, pero al notar que es él da un suspiro de decepción. Él entiende que ha de estar esperando a Tsi, de quien espera llegue rápido o de lo contrario Touya va a explotar en serio. No sabe cómo su cuñado ha resistido tanto tiempo tirado en esa cama contra su voluntad. Entra a su cuarto mientras pasan por su mente esos pensamientos y encuentra a su mujer sentada frente al espejo. Nota enseguida que Sakura está preocupada y alterada por algo. Se acerca y apoya sus manos en los hombros de su esposa mientras le da un beso en la frente.
-Hola...- le saluda.
-Hola, Shaoran- le sonríe ella levemente- ¿Cómo te ha ido?
-Muy bien, pero a ti se te ve desde lejos se ve que algo te preocupa ¿qué pasa?- él se inclina ante ella.
-Sí, tienes razón. Es que con lo que ha pasado hoy, no es para menos estar un poco alterada...
-Pues ¿qué es lo que ocurre?- Shaoran acaricia la mejilla de Sakura, como tratándole de traspasarle algo de tranquilidad.
-¿Recuerdas que antes de salir esta mañana, yo te comenté que planeaba sacar las cartas por si se necesitaban?- pregunta ella y continúa al ver que Shaoran asiente- pues lo hice... y todo estaba muy bien, hasta que noté que Destino y Esperanza no se encontraban- la cara de asombro de Shaoran no se hizo esperar- y lo peor de todo es que cuando llamé a Kero y se lo conté, él me reveló que, mientras tú y yo estábamos en Inglaterra, él vio cómo el libro liberó una extraña energía. No pudo decírmelo porque no sabía cómo yo reaccionaría y además dijo que las “circunstancias” se lo impidieron- suspira ella recordando que para Kero las “circunstancias” tenían un nombre (Shaoran Li).
-Oh...- Shaoran no sabe qué decir.
-Lo mismo dije yo... quedé totalmente pasmada... ¿Qué crees que esté sucediendo?- ella se refugia en su pecho- ¿Crees que todo eso tenga que ver con la situación que hay en el Concilio?
-No lo sé- él la rodea con sus brazos y la besa en la frente- pero recuerda que pase lo que pase vamos a estar juntos en esto ¿no? Además no te alteres mucho, no quiero que esto afecte al bebé ¿de acuerdo?
-Está bien- sonríe ella. Las narices de ambos se rozan- te amo tanto...
-Yo también- ambos se funden en un profundo beso.
Kyoto, Japón.
¡Aún no podía
creer que estuviera aquí, en Kyoto! Llevaba allí apenas unas horas pero no
había podido presentarse con él porque primero tuvo que soportar los regaños de
su hermana, que no estaba muy de acuerdo con todo esto. Sin embargo, su hermana
no podía criticarla, ya que ella también se puso en contacto con su “persona
especial”. “Pero nos vamos a arrepentir de esto...” le había dicho su hermana.
Porque, realmente ella no estaba allí por una misión en específico, ahora mismo
no le importaba proteger a alguien, ni cuidar a nadie. Sólo quería encontrarse
con él de nuevo. Ahora mismo eso era lo más importante. Lo demás vendría
después de mirarlo a los ojos, de decirle lo mucho que había extrañado estos meses
en que estuvieron separados. Tenía unas ganas tremendas de abrazarlo, de
rodearlo con sus brazos, de besarlo...
Detuvo su paso. Había llegado a su destino.... “Hospital Regional de Kyoto” sabía que él trabajaba allí ahora. Se quedó contemplando el edificio por unos minutos. Aún no sabía cómo actuar frente a él. ¿Qué le diría? ¿Cómo sería la reacción de él? ¿Sería buena o mala? Esperaba que él también tuviera el mismo deseo de besarla, de abrazarla... .Un momento... ¡Cómo dudaba de eso! Ella sabía conocía perfectamente los sentimientos de ambos, eran un libro abierto. Pero no podía evitar sentir temor... temor a lo desconocido. Tenía que pensar un poco en el futuro... ¿Qué venía después de el reencuentro? Seguramente no serán unas vacaciones. Desde que decidió venir a Kyoto no ha tomado tiempo para detenerse y preguntarse... ¿Qué viene después? ¿Ahora contra quien tengo que enfrentarme? ¿Cómo saldré de esta situación? ¿Y él? ¿Cómo saldrá él de esa situación? Mientras pensaba en estas preguntas y en sus posibles y aterradoras respuestas, se llevó la mano al bolsillo de su cartera y tocó el dije, que representaba su amor, y lo apretó fuertemente, como para darse algo de valor.
“Bien, ya estás aquí, ahora sólo debes dar unos pasos más y estarás con él” piensa para darse ánimos. Empieza a caminar y, finalmente, cruza la puerta principal del hospital. De nuevo se detiene. Observa a las enfermeras y los doctores ir de un lado a otro, haciendo su trabajo. Busca desesperadamente con la mirada el rostro amado, pero no lo encuentra. Baja la mirada un poco decepcionada, pensaba que lo encontraría rápidamente. ¿Estaría él de turno? Espera que sí, porque no le gustaría andar indagando por todo Kyoto para conocer su paradero; se vería como un acto demasiado desesperado. Entonces pensó en su hermana y la envidió profundamente. Ella no tenía que estar buscando a su ser amado, ya que ellos sí se habían puesto de acuerdo para encontrarse, por eso ahora mismo su hermana no estaba pasando por la misma angustia que ella, de eso estaba muy segura. “Maldición, ya estás aquí. ¡No puedes echarte para atrás!” se dice a sí misma para darse más fortaleza. Alza la mirada y ve la recepción del hospital. Tal vez allí deba preguntar por él, y si no se encuentra, también puede interrogar por su hogar. Se encamina hasta allá con la frente en alto y la mirada decidida. Son unos pocos metros la distancia a recorrer, pero a ella le parecen kilómetros, millas. Cada paso es una victoria ganada, pero no la guerra. Finalmente, llega y se coloca frente a la enfermera que la recibe con una sonrisa cálida.
-Buenas tardes, señorita- la saluda cortésmente- ¿Podría decirme en qué puedo ayudarla? ¿Algún familiar o conocido suyo se encuentra internado en ese hospital?
Ella da un profundo suspiro y mira a la enfermera fijamente a los ojos.
-No, no nadie conocido mío está en este hospital- la enfermera frunce el seño ante tal respuesta, pero ella continúa- en realidad yo... vengo a buscar a un médico que, según me dijeron, trabaja aquí...
-Oh, ya veo. Si me da su nombre lo localizo enseguida- le sonríe de nuevo ella- y si no está de turno puede decirle en dónde reside.
-Busco al Dr. Tsugishiro... Yukito Tsugishiro...- finalmente dice ella.
-Veamos- ella teclea en su computadora y a los pocos segundos sonríe- ¡Bueno, parece que está usted de muy buena suerte! Porque ahora mismo el Dr. Tsugishiro se encuentra cumpliendo su turno. Está ocupando el consultorio 07 ... le avisaré enseguida... ¿A quién tengo que anunciar?
A pesar de la buena noticia, no puede decir más nada, sólo una leve sonrisa se escapa de sus labios. Pero no puede describir los miles de sentimientos que se apoderan de su ser y su corazón. ¡Ya le han dicho que está aquí! El momento que tanto había ansiado hacía ya muchos meses, por fin se había realizado. ¡Y no sabía cómo actuar!
-¡Señorita!- la llamada de la enfermera la devolvió a la realidad.
-Lo siento- se disculpa ella muy apenada por su distracción- ¿Qué me decía?
-Le pregunta a quién tengo que anunciar- suspira la enfermera sonriendo- ¿Me da su nombre?
Ella de nuevo mete la mano en su cartera y aprieta fuertemente el dije. Pero esta vez siente la necesidad de sacarlo, lo observa por unos segundos. Una Y & D entrelazadas. Se lleva el dije a su pecho y da un profundo suspiro.
-Li...- dice finalmente-... Pai Li.
>>>CONTINUARÁ...
Notas
de Autora: ¡Bien! Bien! ¡Hasta que al fin el tan esperado cap5. les confieso
que para este capítulo no me salía nada pero nada... hasta que finalmente una
cartita de apoyo de Maricris me hizo sentarme y pensar... mis pensamientos
volaron hacia una sola persona... (se omite el nombre para evitar problemas =P
jeje) y entonces la historia surgió por sí misma...
La
última parte no se la esperaban ¿o sí? ¡Es que ya es hora de que mi parejita de
oro aparezca! ¡Arriba Esperanza y Yue!! Y ya también es un hecho que Kogane-
Destino va a encontrarse con Nakuru – Ruby Moon. ¿Habrá Yuri en esta historia?
JA! Pues ¡No les digo! Aunque la verdad todo depende de cómo se vaya
desarrollando. Espero que esa parte me haya quedado bien, ya que no estaba muy
inspirada.
Ah!
Parece que todavía muy pocos saben de la existencia de Inspiration. Su
dirección es http://galeon.com/inspiration y en esa
página web podrán encontrar todos los caps de “Destino y Esperanza” además de
los que conforme vaya escribiendo de “Secuela de un Amor” de modo que si
quieren leer el cap siguiente antes que nadie, siempre estén pendientes de esta
página n_n. Bueno, no les molesto más y vamos con:
>>Avances
del Capítulo 6: “Ataque Frontal”
Mientras
Lai Ming hace amistad con Lin, ésta se va enterando de muchas cosas que serían
de utilidad para su “amo” (si lo quieren ver así) y nuevamente entrará en
dilema. ¿Qué debe hacer? Mientras, el misterioso niño hace acto de presencia en
casa de Eriol, y Tomoyo se enfrenta a él en un intento desesperado por salvar a
su prometido. Tsi ha curado a Touya (¡Hasta que al fin!) y éste finalmente
decide formalizar las cosas con Kaho, quien no puede ser más feliz. Xiao sigue
investigando más la muerte de Yang, basándose en la teoría de Tsi, y también
con la sugerencia de Lai Ming, lleva una foto del asesinato de Yang a un
experto, quien nuevamente menciona al misterioso Clan Chien. Al parecer se
cansaron de jugar y, finalmente, la persona que anda tras Shaoran, decide lanzarle
un ataque frente a frente, utilizando lo mejor que tiene: Tao.
Comentarios, sugerencias
(para el sexo del bebé de Sakura!) críticas y demás por favor a rei01@tokyo-3.com o a meiko@sakuracards.com