Secuela
de un Amor.
Por: Marissa Cervantes.
Sintió como una presencia entra en la casa y se coloca cerca suyo, se sentía observado y alzó la mirada dándose cuenta que no había nadie. Dio un profundo suspiro de preocupación, no era la primera vez que pasaba. Hacía ya varias semanas que sentía la misma presencia extraña. No lograba encontrar una razón lógica para eso. Las primeras veces no les había dado importancia, pero ya estaba empezando a preocuparse.
-Shaoran...- la dulce voz de su esposa le devolvió a la realidad. Ella llegó por detrás y le rodeó con sus brazos.
-Dime...
-¿Qué crees?- le besa en el cuello- te amo...
-Yo también, Sakura, yo también- sonríe él. Sus labios se encuentran y funden en un tierno beso.
Un leve suspiro de Mei Ling, quien los observaba desde lejos, se dejó escuchar. La chica estaba emocionada y muy feliz, ya que ella y su prometido Ken habían fijado fecha para la boda. Acordaron que en tres meses se llevaría a cabo la ceremonia. Ya serían la tercera pareja que se unía, ya que Tomoyo y Eriol habían fijado una fecha indefinida. Ella, Sakura y Tsi se sorprendieron por esta reacción, ya que imaginaron que quienes más rápido se casarían serían ellos dos, debido a los antiguos problemas que tenían. Trataron de interrogar a Tomoyo, pero ella no les dio más detalles. Por lo pronto la feliz pareja estaba pasando una temporada en Inglaterra.
El timbre de la puerta hizo aterrizar a Mei Ling, quien se apresuró a abrir, tratando de que ni Shaoran ni Sakura se dejaran perturbar por aquella interrupción. Quien llamaban eran Tsi y Xiao, a quienes ella recibió con una sonrisa.
-¡Pasen! No esperábamos su visita- sonríe Mei Ling invitándoles con un gesto a pasar.
-Hola Xiao, Tsi- les saludó Sakura.
-Hola Sakura- sonríe Xiao- me alegra encontrarte tan rebosante de alegría. He venido a hablar con Shaoran. Es de algo muy privado...
-Podemos hablarlo en la Biblioteca si así lo prefieres- dice él parándose y dirigiendo al recién llegado. Ellos desaparecieron, dejando a las tres mujeres solas en la sala. Enseguida Sakura volteó y acarició levemente el vientre de Tsi.
-¿Y cómo sigue nuestra lindura?- sonríe ella.
-Creciendo día con día- sonríe Tsi radiante. Ella llevaba ya unos tres meses de embarazo. Cuando se lo comunicó a Sakura, unos días después de la boba de ésta, entre ella y Mei se encargaron de irse a celebrar por el nuevo estado de su amiga. Las tres contaban con gran ilusión los meses que faltaban para que el bebé naciera. Xiao decía en tono burlón que su hijo tenía “tres madres en vez de una” ya que Sakura y Mei vivían en carne propia el embarazo de Tsi.
-¿Y cuándo podrán saber el sexo del bebé?- pregunta Mei Ling sentándose al lado de Tsi.
-Creo que un mes más, aunque Xiao no desea saberlo, quiere que sea sorpresa. Pero yo no necesito hacerme ninguna prueba, sé que este bebé que llevo en mi vientre es un varón- dice ella segura- le pondré Xian. Pero mantengámoslo en secreto, voy a respetar la decisión de Xiao de no querer enterarse...
-Te entendemos, y vamos a guardar el secreto- sonríe Sakura- pero, a propósito de Xiao, ¿qué crees que haya venido a hablar con Shaoran?
-Sí, porque se le escuchó en una actitud muy extraña- anota Mei Ling.
-La verdad no lo sé- miente Tsi. Ella sabe perfectamente lo que ocurre, hace no más de un par de días ha empezado a sentirse incómoda, a sentir una presencia poderosa que envuelve a Shaoran Li y a su familia. Ella lo supo mucho antes que Xiao y los demás miembros del Concilio, ya que su poder para percibir espíritus y presencias extrañas se había acrecentado con los años. Cuando su esposo se lo comentó ella le contó todas las sensaciones que había estado experimentando y él le hizo prometer que no diría nada a Sakura, que en todo caso debía ser Shaoran el que informara a su esposa de la situación. “Además no sabemos a lo que nos enfrentamos” fueron las palabras de Xiao.
-Ahora que me pongo a pensar, Shaoran también ha estado como inquieto en estos días- suspiró Sakura en tono preocupado.
-Mi primo es así a veces, tú debes saberlo más que nadie- la tranquiliza Mei Ling.
-Es que... hace algunos días quiero comunicarle algo, pero con su extraña actitud no he podido hallar el momento adecuado- dice ella tristemente.
-¿Qué quieres decirle? ¿Es algo tan importante?- se extraña Mei Ling.
Ella mira a sus amigas y se sonroja levemente, bajando la mirada.
-Oh... sí que lo es...
Shaoran se dejó caer en la silla con aire derrotado. Le habían confirmado lo que tanto temía aceptar: alguien había pronunciado algún tipo de conjuro en su contra. A eso se debía la extraña presencia que había estado sintiendo con cada vez más fuerza sobre su casa y familia.
-Ya estamos investigando a fondo- le trata de tranquilizar Xiao, al ver a su amigo en ese estado de preocupación- esperamos tener pronto a los culpables.
-Ese no es el problema- dice él poniéndose de pie- el problema es que mientras no encuentren al culpable, sigue alguien allá afuera que quiere hacerle daño a mi familia. Tengo que protegerlos, sobre todo a Sakura...- Shaoran se acercó hasta uno de los tantos estantes de la biblioteca y sacó un libro. Se veía lleno de polvo, pero estaba en buen estado. Sopló y quitó un poco del polvo con sus manos y se dejó ver el color rosa de la portada y “Sakura” escrito en la carátula.
-¿Qué vas a hacer?- pregunta Xiao acercándose a contemplar el libro.
-Proteger lo que más quiero en la vida- le responde sin dejar de mirar al libro. Xiao lo mira con detenimiento y sonríe levemente.
-Ya había escuchado que Sakura era la nueva Maestra de Cartas- sonríe él.
Shaoran pronunció un pequeño conjuro y abrió el libro, del cual emanó una luz rosa, que poco a poco fue tomando un color dorado, del cual surgió la figura del guardián de las Cartas Sakura, Kerberos. El pequeño guardián abrió los ojos y, sin pronunciar palabra, miró e inspeccionó todo a su alrededor, tratando de analizar en donde se encontraba. Cuando su mirada llegó hasta Shaoran emitió un pequeño grito y, volando, se acercó a él en tono amenazante.
-¡¡Pero si eres tú!!- grita él señalándolo- ¡¡¿Cómo te atreviste a despertarme?!!
-Lamento decir que necesito de tu ayuda, Kerberos- le dice él tranquilamente, pero en tono de orden, que no agrada para nada al guardián.
-¿Y quién te crees tú? ¿Acaso piensas que te voy a brindar mi ayuda?- dice enojado.
-Tiene que ver con Sakura- le corta Shaoran.
Cuando escuchó esto, el pequeño le miró con algo de recelo, pero finalmente voló hasta el escritorio y se colocó allí mirando a Shaoran en forma impaciente.
-¿Y bien?- le dice- ¿qué es lo que está pasando?
-Nuevos problemas- le anuncia el joven.
Varios minutos después.
-De modo que hay que proteger a Sakura, eso es obvio- concluye Kero- de eso me encargo yo, despreocúpate, ahora encárgate tú de encontrar a los culpables. ¿No saben qué tipo de hechizo es?
-Dije que estamos investigando- suspira Shaoran- apenas estamos iniciando...
-Más vale que avancen rápido- les dice Kero- porque si no saben qué hechizo es, puede estar matándolos ahora mismo y ustedes ni en cuenta! ¡La magia oriental es demasiado poderosa y efectiva! Si no la contrarrestan a tiempo, pueden haber graves consecuencias....
Shaoran y Xiao intercambian miradas de preocupación, una vez más.
-Pero ese es ya su asunto- suspira Kero volando hacia la puerta- yo tengo que ir a ver a mi ama...
-Y una cosa más, Kerberos: ni una sola palabra de esto a Sakura- dice Shaoran- esto sí es una orden...
Kero lo miró detenidamente por unos segundos.
-No quiero preocuparla, por eso no le diré nada... no creas que lo hago por obedecerte- fueron sus palabras.
Tokio, Japón.
-Deberías salir más a menudo, en fin, no voy a discutir eso contigo, porque es punto perdido- suspira Kaho Mizuki mientras observa a Touya sentado en el sofá de la sala de su pequeño apartamento, que había comprado hacía unos cinco meses, desde que su hermana tomó la determinación de quedarse en Hong Kong. Desde entonces Touya se había aislado aún más de todos. Era dueño de una pequeña biblioteca ahora y podía decirse que era feliz, quienes lo conocían podían asegurarlo, menos Kaho y Yukito, los únicos que realmente conocían el dolor que cargaba él al estar alejado de su hermana. Ambos le habían dicho muchas veces que podía irse a vivir con ella a Hong Kong, ni Shaoran ni su familia podían enojarse por eso, pero Touya les había dicho rotundamente que no.
-Deja de mirarme así- dice Touya cortando los pensamientos de ella- sé perfectamente lo que estás pensando. “Si quisiera, Touya podría irse a vivir a Hong Kong con su hermana, pero no me hace caso”. Kaho, no quiero discutir eso otra vez.
-Pero siempre estás solo... aunque te comportes bien con los que te rodean, no puedes decir que tienes amigos... Touya, no quiero que te conviertas en un ser solitario...
-Kaho, tú me conoces mejor que nadie. Sabes que yo soy así... hasta Yukito lo ha entendido, antes de irse a vivir a Kyoto me dijo que no iba a interferir más en mi vida, pero que no le gustaba mi manera de aislarme. No entiendo por qué tú no puedes simplemente aceptar como soy...
-Puede que Yukito por fin haya aceptado completamente tu aislamiento, pero yo no lo haré ni hoy ni nunca. ¿Y sabes por qué?- ella le mira a los ojos- sí... creo que tú sabes muy bien por qué...
-Kaho, yo...
-No digas nada- suspira ella desalentada- pero mañana a primera hora parto a Hong Kong, me preguntaba si quisieras venir conmigo.
-No... no creo que...
-Lo imaginé, pero creo que con esto voy a convencerte- ella se pone en pie y le mira suplicante- no sé si habrás tenido últimamente algún presentimiento con respecto a Sakura o Shaoran. En todo caso, yo sí... estoy empezado a sentir que algo malo les irá a pasar... algo malo les anda rondando desde hace un tiempo. Por eso voy, para ver en qué puedo ayudar.
-¿Sakura en peligro?- se alarma Touya enseguida- siendo así, claro que voy contigo...
-Te llamaré luego para darte el número de vuelo y a qué hora sale- dice ella sonriendo levemente.
-¿Ya tenías un boleto para mí?- piensa él extrañado, mientras la ve alejarse- oh, Kaho... cuánto se nota que me conoces... lamento no poder corresponderte.
-Ay, Touya- piensa ella cerrando la puerta del apartamento- te amo tanto... por eso jamás me rendiré.
-Aún no puedo creer que hayas vuelto- sonríe Sakura al ver a Kero revolotear por su habitación.
-Ni yo tampoco, después de todo el berrinche que armaste... y de todas tus pataletas y amenazas, creíamos que demorarías años en salir del libro- suspira Mei Ling sin apartar su vista del pequeño guardián.
-Bueno, el punto es que ya regresé y no pienso dejarte en garras de “ex-mocoso” ¿me oíste?
-¡Vaya! Ahora resulta que vas a defenderla de su propio esposo!- dice Mei Ling sarcásticamente.
-¡Exactamente!- chilla Kero.
-Yo no lo creo- dice Sakura mirando fijamente a su amigo- no creo que hayas vuelto por eso. Me vas a decir ahora mismo qué está pasando, Kero- el tono autoritario que ella usa preocupa algo al guardián.
-No está pasando nada- dice él evadiéndola.
-¡Kero!- se enoja Sakura.
-Está bien, está bien. Te voy a decir, pero no te enteraste por mí ¿de acuerdo? Tu mocoso me despertó porque quiere que te proteja, dice que algo extraño les está rodeando y que puede hacerle daño a su familia. Y como quiere protegerte, pues me despertó...
-Te lo dije, Mei Ling- se alarma Sakura- ¡¡Shaoran está en peligro!!
-¡¡Calma, Sakura!!- Mei Ling la hace sentarse- no es conveniente que te alteres ahora, en tu estado...
-¿Su estado?- pregunta Kero confundido- ¿Qué estado?
Mei Ling y Sakura intercambian miradas.
Shaoran da un suspiro, observando la foto que tiene en la biblioteca, en ella aparecen Sakura y él en el día de su boda. Ambos están sonrientes... una leve lágrima corre por su mejilla y toma la foto en sus manos. No va a permitir que le hagan daño a su esposa... han pasado por tanto para poder ser felices y ahora no va a dejar que nadie la toque.
-Sobre mi cadáver- murmura.
El sonido del teléfono le hace estancarse a la realidad y toma la llamada desde allí.
-Residencia Li.
-¿Shaoran?- la voz se escucha distante, pero él la reconoce enseguida.
-¿Eriol? ¿Qué haces llamando ahora?- suspira él.
-Bueno, Tomoyo está a mi lado, muy preocupada, de modo que no me voy a andar con rodeos. Imagino que para estas alturas ya habrás sentido que una energía extraña te rodea. Llevo meses investigando sobre ello y creo que tengo información que te pueda interesar...
Una nueva esperanza iluminó el corazón de Shaoran.
-¿En serio? ¡Sería de una gran ayuda! ¿Puedes decírmelo ahora? Si tienes tiempo...
-Podría, pero creo que es mejor decírtelo en persona, tengo boletos para salir mañana a primera hora a Hong Kong...
-No- Shaoran negó rotundamente- Eriol, creo que sería mejor que yo me fuera a Inglaterra con Sakura, quiero que pase lo que pase, ella se quede allá contigo... no voy a ponerla en peligro. Sé que contigo estará segura....
-Bien, entonces Tomoyo y yo los estamos esperando- les asegura él.
Eriol cierra el teléfono y mira a Tomoyo, quien le sonríe complaciente.
-¿Vendrá Sakura?- sonríe ella.
-Así es, Shaoran piensa que estará segura con nosotros- le comunica él.
-Sí, nosotros los cuidaremos- sonríe ella.
-¿Cuidaremos? Pues Shaoran no me ha dado a entender que él se quede aquí- dice Eriol.
-Yo no me refiero a Shaoran- suspira Tomoyo felizmente.
-¿No? ¿Entonces por qué usas plural?- dice Eriol confundido.
-Oh, Eriol, Sakura-chan está embarazada...
Hong Kong, Residencia Li.
-¡¡¡¿EMBARAZADA?!!!!- fue el chillido de Kero ante la confesión que le había hecho su dueña.
-¡Kerberos!- se molesta Mei Ling- ¿podrías al menos sorprenderte más bajito?
-¡¡¡¡NOOOOOOO!!!!!- chilla el “muñequito”- ¡¡NO puede ser!!
-Sé que no te lo esperabas Kero, pero por lo menos haz algo de silencio, Shaoran aún no lo sabe- suspira Sakura sentándose en la cama- y ahora no sé si sea prudente decírselo...
-Llevas diciendo eso toda la tarde- la mira Mei Ling- y aún no entiendo muy bien tus razones para querer mantenérselo oculto a Shaoran...
Lo que menos imaginan ellas dos es que Shaoran está detrás de la puerta, se preocupó cuando escuchó gritos provenientes de su habitación y fue a inspeccionar, pero se dio cuenta de que se trataba de Kero.
-...él tiene derecho a saber que estás embarazada....- continúa Mei Ling.
El corazón de Shaoran se para en seco. Sakura ¿embarazada? No puede describir los tantos sentimientos que invaden su corazón, un hijo... un niño, de él y de Sakura. Sin embargo, pudo notar que Sakura no estaba muy entusiasmada por querer decírselo. ¿Por qué?
-Entiende Mei Ling, yo no me esperaba que estuviéramos al borde de una nueva amenaza o lo que sea que nos está rondando...
Ahora Shaoran sabía que no debía confiar jamás en Kerberos, ya que al parecer lo primero que soltó fue el problema que se avecinaba.
-.... Shaoran está preocupado, preocupado por mí y por su familia, imagino cómo debe estar el pobre, hecho un manojo de nervios. Porque te puedo asegurar que en lo único que piensa es en cómo poder protegernos. Entonces no me parece justo que llegue yo diciendo “¡Shaoran, estoy embarazada!!” porque aunque se ponga feliz en un principio, luego pensará “ahora debo proteger no sólo a Sakura, sino también a mi hijo que viene en camino” ¿lo ven? Sería sólo una preocupación más para él... y no quiero dársela, no se la merece...
En ese momento la puerta se abre y Shaoran se deja ver. Las caras de asombro de todos, incluso la de Kero, no dejan esperarse. Él no quita los ojos de su esposa, quien también le mira fijamente. Mei Ling enseguida entiende que debe retirarse, y como se da cuenta que Kero no se retirará por voluntad propia, lo toma por la cola y lo arrastra hasta afuera de la habitación. Los dos estuvieron en silencio durante unos minutos, sólo observándose y tratando de encontrar razones y excusas en los ojos del otro.
-Supongo que escuchaste todo- suspira Sakura rompiendo el silencio. Shaoran asiente sin pronunciar palabra- no tienes mucho que reprocharme, tú también me estabas ocultando la situación...
-No iba a preocuparte...- dice él. Sakura sonríe irónicamente.
-Esa fue mi excusa, tú dame otra más original- dice ella.
-¡¿Qué quieres que te diga?! Esa es la verdad....- suspira él sentándose en una silla, un tanto alejada de Sakura. El silencio otra vez ronda el lugar... un silencio incómodo para ambos, por lo que Shaoran lo rompe.
-De modo que... un bebé...- suspira.
-Sí...- Sakura observa su vientre por unos segundos.
-Tal vez no me haya enterado de la mejor forma- sonríe él levemente- pero te aseguro que soy muy feliz... y la felicidad jamás, escúchame bien, jamás se irá...
Quizás estas palabras fueron el detonante para que las lágrimas de Sakura fluyeran, porque ella empezó a llorar de golpe, lo cual sorprendió a Shaoran.
-...no llegó en el mejor momento...- solloza ella.
Shaoran se pone en pie y camina hacia ella, le da un abrazo y le planta un dulce beso en los labios.
-No lo digas como si fuera un error- le toca el vientre tiernamente- porque esto no puede ser un error ¿entiendes? Yo estoy muy feliz, ¿por qué tú no puedes también?
-Shaoran- Sakura rodea su cuello con sus manos- ¿Por qué nos pasa esto? Yo ya creía que había alcanzado completamente la felicidad ya y ahora... ¿Qué voy a hacer?
-No tengo idea, Sakura, pero de una cosa sí lo estoy- él la mira a los ojos- te amo y no voy a dejar que nadie te toque, ¿oíste? Sobre mi cadáver...
-¡No!- se sobresalta ella abrazándolo- ¡Eso es lo que no quiero, Shaoran! No quiero que te arriesgues por mí...
-Lo haré con mucho gusto, Sakura- la besa él- pensaba dejarte en Inglaterra con Tomoyo y Eriol...
-Eso no- ella lo aleja un poco y le mira decidida- si ya estoy al tanto de la situación entonces espero que escuches mi punto de vista: Shaoran, no sé a qué nos enfrentemos, pero vamos a salir de esta juntos...- ella le toma la mano con fuerza- no voy a dejarte solo... vamos a acabar con esta nueva amenaza los dos juntos...
Shaoran la mira fijamente, siente su mano firmemente entrelazada a la suya, sabe que Sakura está decidida, no va a cambiar su opinión. Ella va a dar hasta lo último... y eso hace que la admire, pero no puede alejar su preocupación... le mira suplicante, tratando de que con esa mirada que expresa más de lo que puede decir, ella entienda y desista de sus intenciones. Pero se pronto nota que es por el gusto, Sakura peleará a su lado hasta el final. Finalmente sonríe levemente y besa a su esposa tiernamente en la frente.
-Está bien... estaremos en esto juntos... los tres- dice tocando el vientre de Sakura, quien sonríe tomando su mano.
-Sí, los tres vamos a estar juntos...- ella se acerca y ambos se funden en un beso profundo y apasionado.
En algún lugar en las afueras de Hong Kong.
La noche ya cubre todos los callejones, el silencio es abrumador. Las sombras son tantas que cualquiera podría perderse en ellas, y parecen cobrar vida y abalanzarse encima de cualquiera. No se ven muchas personas por los alrededores, tal vez por el temor a que en la oscuridad puedan hacerles algún daño y prefieren quedarse en sus casas. Es por eso que la figura resalta, ya que es el único objeto en movimiento por aquellas estrechas y oscuras calles. Además, la capa roja con que está cubierta tampoco la hace pasar muy desapercibida. Camina con seguridad, como si estuviera segura de que nada va a ocurrirle. Se detiene un momento y observa la luna: grande y luminosa, reina en el firmamento con las pocas estrellas que llegan a vislumbrarse en aquella triste noche.
Entonces otra figura más cobra vida de entre las sombras y toma a la primera, empujándola hasta uno de los tantos callejones estrechos.
-Aquí la tienen- la segunda figura, que tiene una profunda y ronca voz masculina, hace arrodillar a la primera ante un grupo de personas que están cubiertas con largas capas negras. Le quita la capa roja a la primera persona, entonces se descubre que es una hermosa mujer, de cabellos largos y oscuros, pero lo que más resalta de sus facciones son sus ojos, de un color azul intenso. Su rostro produce una mueca de terror al ver frente así al grupo de hombres de capas negros.
-¿Para qué me quieren?- masculla ella entre nervios- ya hice lo que me pidieron ¿no? ¡Me dijeron que me dejarían ir!
Uno de los hombres se acercó a ella, quien puso una cara de horror puro. Trato de huir, pero el hombre que la trajo aún la tenía retenida con sus fuertes brazos. El hombre le hace una seña al que la tiene retenida y él asiente.
-Mis amos quieren que sepas que ellos te prometieron dejarte tranquila cuando terminaras “bien” tu trabajo. Y por lo visto ellos no están satisfechos con lo que hiciste...
-¿Cómo que no están satisfechos?- protesta ella tajantemente- ¡¡Hice el hechizo, obligada por cierto, tal y como me lo ordenaron!! ¡¡Nada salió mal!!
-De hecho sí...- suspira uno de los hombres vestidos de negro-... sí hubo un pequeño error. Pero sabes, que por pequeño que sea, puede ser terminante para que nos inculpen en esto. ¿Sabes qué fue? El hechizo desaparecería el medallón, pero no así el puñal ¿dónde está entonces? ¿Creíste que nos podrías engañar? ¡No seas ingenua!
La mujer palideció al escuchar estas palabras y aún más al observar que uno de los hombres hacía en sus manos una esfera de energía, cerró los ojos fuertemente y esperó el impacto de la energía, que fue como si se le estuvieran quemando las entrañas. Un gemido de dolor no se hizo esperar por su parte.
-Sin embargo- comentó otro hombre- no vamos a matarte, sería algo tonto de nuestra parte. Aún puedes servirnos de mucha ayuda... aunque hayas cometido el error de perder el puñal...
-El que el puñal haya desaparecido no es gran cosa- ella trató de defenderse- porque no hay razón para que los relacionen con esto... ¿o sí?
-Sí, lo sabemos- dicen en tono burlón- por ahora no sabemos en qué nos puede ser útil, si se nos ocurre algo le diremos, Lin...
-Ya no quiero colaborar en esto- murmura ella- están prácticamente jugando con la vida de personas inocentes...
-El calificativo inocentes no les queda muy bien, Lin, y en todo caso, usted no es quién para opinar sobre ese tema... usted está saldando una cuenta pendiente con nosotros, de modo que debe acatar nuestras órdenes... ¿entendido?
-Sí, créame que mejor no lo he podido entender- dice ella de una forma un tanto impotente.
-Bien, entonces puede retirarse, cuando necesitemos de sus servicios de nuevo, tenga por seguro que nos pondremos en contacto con usted- le dice uno hombre extendiendo su brazo y, pronunciando un conjuro, hace que la mujer llamada Lin quede a varios metros lejos del grupo.
La mujer, tras unos cuantos minutos de lucha, logra ponerse en pie y sale corriendo de allí, lo más rápido que pudo conseguir con sus múltiples heridas, tanto físicas como en su orgullo. El grupo la observa marcharse.
-¿Qué piensan de ella?- pregunta uno, no bien la chica se hubo “marchado”.
-Es más que evidente la antipatía que siente por nosotros, pero no tiene el valor ni poder suficientes para traicionarnos...- concluye otro de ellos- sin embargo, nunca está de más mantenerla bajo cierta vigilancia, sólo para “recordarle” que está bajo nuestro poder.... Tao...- llama al joven que minutos antes tenía apresada a Lin- sigue todos y cada uno de sus movimientos...
-Así lo haré...- dice haciendo una pequeña reverencia y desapareciendo entre las sombras, partiendo en la misma dirección que tomara Lin segundos antes.
-¿Señor?- llama uno de los hombres al que le ordenó a Tao salir tras Lin, quien permanece pensativo.
-Ya llegará la hora de mi venganza.... todos van a pagar....
Residencia Li.
Mei Ling examinaba la expresión de Ken detalladamente. Ella había resuelto contarle a su novio todo, ponerle al tanto de la situación, ya que le parecía lo más justo. Quería saber cuál sería la reacción de él, ya que sería el primer problema que Ken tendría que enfrentar. Ya ellos habían platico con anterioridad la posibilidad de que algo así surgiera, pero no habían imagino que vivirían la situación tan pronto. Finalmente ella se cansó de esperar y le preguntó directamente.
-¿Y?- suspira con ansias- ¿Qué es lo que piensas?
Él no dijo nada, simplemente la tomó de la mano y la llevó hasta el patio frontal, en donde pensaba hablarían con más calma y detenimiento. Sin embargo, tardaron unos minutos, que parecían a Mei horas, hasta que Ken se decidiera a hablar.
-Mei... no voy a mentirte, quedé algo asombrado, no me esperaba esto... tan pronto...
-Puedes decir que no lo esperabas nunca- suspira ella tristemente y él se asombró, pero ella siguió- yo comprendo que no te acoples a este estilo de vida, nunca has tenido poderes mágicos y tal vez esto sea muy nuevo para ti y...
-Tú tampoco posees magia...
-A diferencia tuya he vivido siempre en este entorno- suspira ella- y sé cómo afrontar este tipo de situaciones. Hace unos meses, antes de iniciar nuestra relación, te lo dije y ahora te lo vuelvo a repetir: si no puedes cargar con los posibles problemas que envuelvan a mi familia y al Concilio, jamás te reprocharé que tomes tus maletas y te marches de nuevo a Tokio en donde se encuentra tu vida normal...
Mei Ling tal vez hubiera podido agregar algo más, pero los labios de Ken se lo impidieron, ya que buscaron los suyos con desesperación y dulzura al mismo tiempo.
-Ken...- murmura ella-... espero que esto no haya sido una manera de hacerme callar...
-No, entiendo todas tus inquietudes pero quiero que sepas que cuando acepté tener algo formal contigo, imaginé que no llevaríamos una vida normal, ya que a pesar de no tener poderes mágicos, lo que ocurriera en tu familia te afectaría directamente. No me importa lo que tenga que afrontar, siempre y cuando sea contigo- le sonríe- ahora sólo vamos a apoyar a Sakura y Shaoran... pero te prometo que apoyaré en lo que esté a mi alcance...
Ella seca las leves lágrimas que aparecieron en sus ojos. Mira hacia su prometido y le sonríe, dándole un beso en reemplazo de “gracias”.
-¡Lamento haber dudado!- sonríe ella con sus ánimos de nuevo- ¡¡Ahora sí estoy bien!! ¡Vamos a caminar un rato! ¿Te parece?- Ken asiente y ambos caminan por los alrededores tomados de la mano.
-Pero ¿Qué es lo que está pasando exactamente?- pregunta Ken a Mei Ling.
-No estamos seguros, pero Shaoran piensa que se debe tratar de algún hechizo antiguo que se ha esparcido sobre nuestra familia...
-¿Y aún no saben quién fue el que colocó el hechizo?- dice Ken.
-No... Xiao y muchos otros del Concilio están ayudando a investigar, pero no han dado con nada muy revelador, pero yo me sigo preguntando ¿Quién? ¿Quién está detrás de todo esto? Es fácil descifrar que le quieren hacer daño a Shaoran por su posición en el Concilio, pero no han pensando en quién lo hace. Todo esto me tiene muy preocupada ¿sabes? Porque podríamos tener a un enemigo frente a nosotros y no darnos cuenta... tengo tanto temor...
-Tranquila- él la toma dulcemente por la cintura- que yo estoy contigo, quiero que estés segura de eso...
-Lo sé... lo sé...- ella le besa- pero no deja de ser una situación alarmante. Especialmente para Sakura, que está esperando un bebé.
-¿Esperando un bebé?- se asombra- ¿Cómo es eso?.
-tenía el secreto bien guardado- sonríe Mei Ling- yo me acabo de enterar, al igual que Shaoran. Aunque por lo que creo, la única que estaba al tanto era Tomoyo...
-Pues eso sí que es una sorpresa, aunque si lo miramos desde otra perspectiva, complica aún más las cosas- suspira Ken.
-¡Ni lo menciones!- se enoja ella- ¡Eso es lo que tiene a Sakura más preocupada! ¡No se te ocurra volver a comentarlo! Ese es asunto que tienen que solucionar Shaoran y Sakura....
En ese momento, Mei Ling tropieza y cae. Ken se ríe levemente, pero el rostro enojado de su novia hace que retenga la sonrisa de inmediato ^^U y le extienda la mano para ayudarla a levantarse. Ella toma la mano de su prometido y se apoya con su otra mano en el suelo, dándose cuenta que está poniendo su mano sobre un objeto de metal. Enseguida se voltea y Ken, extrañado, la observa detenidamente. Mei Ling toma el objeto y lo pone a la luz de la luna. entonces comprende que se trata de un puñal.
-¿Un puñal?- se extraña Ken- ¿Cómo llegó esto aquí?
-No lo sé... es muy extraño... ¿Qué se puede tratar?- ella limpia un poco de tierra que está en el puñal y puede ver un extraño símbolo. Aunque en todos estos años no ha estado muy relacionada con la magia, ella conoce muy bien esa inscripción: el Símbolo del Concilio de Hechiceros de Oriente. Sin embargo, lo más extraño es que en la forma en que está colocado en el puñal, está al revés, y normalmente es de color dorado, pero este es de un tono oscuro.
-¿Y?- pregunta Ken-¿lo reconoces?- él observa cómo el rostro de Mei Ling va tornándose pálido y entonces ella toma su mano, que se aferra fuertemente a la suya.
-¡Vamos a llevarle esto a Shaoran!!- dice poniéndose en pie y rápidamente corriendo hasta la casa, llevando a rastras a un consternado y confundido Ken.
CONTINUARÁ...
Notas de Autora:
¡¡Holis!! ¿Cómo han estado? Espero que
muy bien. ¿Les ha gustado el capítulo dos? Espero que sí, como ven las intrigas
y misterios van creciendo cada vez más. Pero paciencia, que las cosas se irán
desarrollando con calma. Aprovecho para dar saludos a Anto-chan!! Que recién me
di cuenta tomó la frase “nunca pierdas la esperanza” de D&E para su fic “Un
beso bajo la lluvia”, que por cierto está muy cute! ¡A leerlo!
¿Ven que Sakura-chan va a tener un
bebé? ¡Qué kawaii! ¿no les parece? Por cierto, aún no sé qué sexo ponerle al
bebé: de modo que si quieren ir mandando mail diciendo qué sexo y nombre les
gustaría, se les agradecería, para ir dando ideas, porque de verdad soy muy
poco original =P para eso.
Avances del Siguiente capítulo: “Bajo
el Cielo de Londres”
Sakura y Shaoran viajan a Londres para
encontrarse con Tomoyo y Eriol, llevando consigo el puñal que encontró Mei
Ling. Cuando llegan Kaho y Touya a Hong Kong, se llevan una gran decepción al
darse cuenta que Sakura se ha ido (con
pataleta de Touya incluida) Al ver el
símbolo en el puñal, Eriol parece no reconocerlo, pero algunas visiones le
invaden, y empieza preguntarse realmente qué relación tiene con el símbolo en
el puñal. Xiao empieza a darse cuenta que muchos en el Concilio no aceptan a
Shaoran como se creía. Y en medio de todos los problemas, nadie nota que el
libro Sakura empieza a brillar de nuevo.
Ya saben que comentarios, sugerencias
y demás hacerlas llegar a rei01@tokyo-3.com