Capítulo 11: Promesas
Alcione
había muerto... muerto, nuevamente...
La
oscuridad desapareció. La gente de Zéfiro recobró el color, recobró el habla,
pero no estaban donde los elegidos, Clef y Mikomi. Ellos aparecieron en otro
lugar diferente. donde había un lago enorme.
Era la
tarde, casi el atardecer.
-¿todo
acabó?- preguntó Mimí.
-supongo
que sí. - dijo Köshirou.
-Me
alegro. - dijo suspirandose y tirándose al piso.
Köshirou
sonrió.
Iori
miraba a Mikomi. ¿Y Umi? ¿que pasaría con ella? Iori amaba a Umi, era... su
hermana... no podía dejar que algo malo le pasara.
Pero,
eso ya estaba fuera de sus manos. Mikomi no se había separado, entonces, ¿ellas
morirían? había demasiadas dudas entre los elegidos.
-lo
voy a intentar. - dijo Mikomi. Todos la miraron, preguntandose que intentaría.
- voy a intentar separarme.
Iori
se acercó a ella.
-no lo
hagas. - dijo. - es posible... que mueran en el intento... yo... no me
perdonaría el no poder hacer nada por ayudar a Umi. - dijo bajando la vista. Una
lágrima resbaló por su mejilla, y Mikomi lo notó.
-Iori...
- lo llamó la guerrera, pero no era Mikomi, sino Umi, quien lo llamaba. El
pequeño alzó la vista, pero apun era Mikomi, pero... su mirada había cambiado. SE
agachó para estar de la estatura de Iori - no estés triste. - dijo. - si algo
llega a pasarme, no será tu culpa, no quiero tampoco que estés triste, te
prometo, que haré lo posible por que resultemos todas vivas. Además, si yo
llego a morir... no te sientas mal, yo siempre te voy a querer mucho, eres como
mi hermano pequeño, Iori, y no quiero que mi hermanito llore. - dijo,
limpiándole la lágrima con la mano.
-es
una promesa?- preguntó el niño.
-si,
es una promesa. - contestó la guerrera.
Iori
la abrazó, muy fuerte. Entonces, se separaron y ella se levanto, llevó de la
mano a Iori hacia donde estaban los elegidos. Después miró a Clef, y él asintió
con la cabeza.
De
inmediato, una luz blanca rodeó a Mikomi, y un viento ligero alzó su
cabello.
La luz
terminó. Curu Clef cayó de rodillas al
suelo. Las tres guerreras llacían, tiradas en el suelo.
Pero,
de la nada, rayos de luz se comenzaron a unir, una chica, de cabello rubio, de
ojos azules, miraba a todos.
-¡¡¡princesa
Esmeralda!!!- gritó Clef.
Ella
sonrió. - Hola Clef. - dijo.
Traía
una bebé en brazos. La bebé dormía, tenía el cabello negro, muy negro, se
parecía a... ¿sería?
-Elegidos.
- los llamó, los chicos la miraron. - quiero agradecerles por todo lo que han
hecho. Ustedes ayudaron mucho a mis niñas elegidas. - dijo, agachándose junto a
las tres, que estaban inmóbiles. Habían muerto.
-No
hicimos nada. - dijo Iori con rabia. - no pudimos hacer nada!
-eso
no es cierto. - dijo Esmeralda con una sonrisa en los labios. - pequeño Iori,
si tu no hubieras alentado a Umi cuando Ceres desapareció, ella no hubiera
podido luchar, tu la ayudaste.
-Pero
solo fué Iori. - dijo Yamato, sitiendose frustrado.
-no. -
contestó Esmeralda. - ella se sentían apoyadas por ustedes en todo momento.Clef
Clef
se encontraba triste. Las Guerrreras Mágicas habían muerto. Umi había muerto. Se
acercó, y la abrazó, la abrazó con todas sus fuerzas.
El
hechizeero se encontraba junto a la princesa, que lo miraa con ternura.
-
Clef, esta niña. - dijo mostrándole a la bebé. - Es la reencarnación de
Alcione. Cuida d
ella,
te necesita. - dijo, dándosela. Clef soltó a Umi y tomó a la bebé. - de ti
dependerá si ella se vuelve o no una
buena hechizera, que siempre luche por el bien, y no por el mal. Ella olvidará
todos los recuerdos de Alcione. Es una nueva alcione, cuídala.
-Lo
haré. - dijo Clef. - lo prometo.
Esmeralda
miró a los elegidos, estaban desconsolados, no hacían ningún gesto, pero les
dolía haber perdido a sus amigas. Sora abrazó a Taichi, y comenzó a llorar en
silencio.
Ningun
otro elegido derramó una sola lágrima, nsiquiera Mimí.
Y
Clef, Esmeralda lo sabía, Clef estaba destrozado por dentro.
-Niñas...
- murmuró mirando a las guerreras y acariciando el cabello de Hikaru. - un
momento. - dijo sonriendo. - umi, le prometió a iori que viviría, ¿no es así?-
dijo mirandolo. Elpequeño cabeceó.- entonces, aún hay una esperanza, pero
necesito la ayuda de la luz. - dijo mirando a Hikari, que se acercó a ella. Esmeralda
colocó su mano en la frente de Hikari, y extrajo tres pequeñas bolitas de luz. Colocó
una en la frente de cada guerreras mágica.
La
primera en abrir los ojos fué Hikaru, que sonrió . Después siguió Umi, que
abrazó a Iori fuertemente. Sora había dejado de llorar. Fuu, fué la última.
-mis
niñas del otro mundo. - dijo Esmeralda. - quiero que sepan, que yo soy muy
feliz, con Zagato, en el cielo... - dicho esto desapareció.
Todos
regresaron victoriosos al palacio. Donde fueron muy bien recibidos.
Clef
sostenía una conversación con las guerreras, en otra habitación, lejos de los
elegidos.
-entonces...
¿tendrán que olvidarnos? - preguntó tristemente Fuu.
-así
es. - dontestó Clef. - si los elegidos saben algo de Zéfiro, en la Tierra,
puede ser peligroso, no solo para Zéfiro, sino para ellos mismos.
-entinedo.
- dijo hikaru bajando la vista.
-.. -
Umi no dijo absolutamente nada.
-Se...
qeu extrañarás a Iori. - dijo Clef. - pero debes er fuerte, Umi, por él, porque
es tu pequeño hermano Iori. - dijo dedicándole una sonrisa.
-Gracias,
Clef. - murmuró.
Todos
regresarían a la Tierra al día siguiente.
Umi
fué con Yamato.
-Yama...
- dijo.
-si?-
contestó él.
-siempre
cuida de Takerú, y no te olvides de ser amable con Jun, debes darle una
oportunidad. - dijo sonriendole.
-yo? a
Jun? - dijo frunciendo el ceño.
-si...
ella... es una buena chica, te aseguro que si tratas de conocerla, te va a
gustar.
-pero
ella, ella está ahora con Shin- dijo poniendo el pretexto.
-no
ahora. - contestó Umi- bueno, por lo menos, trata de conocerla.
-bueno.
-Yama...
-eu?
-Eres
un gran amigo, nunca descuides esa cualidad. - terminó de decir ella.
-lo
dices, como si jamás nos volviéramos a ver...
Ella
se dió la media vuelta, dedicandole una sonrisa hermosa.
-pasa
algo, Fuu?- dijo Joe, al ver a su amiga.
-Joe,
por favor, siempre dedicate con todo a lo que hagas, nunca dejes de esforzarte.
- le dijo
joe no
entendió lo que Fuu trataba de decirle. ella solo sonrió.
-
descuida, fuu. - dijo. - nunca dejaré de dedicarme.
-que
hay Hikaru? - preguntó Taichi al ver a la guerrera del fuego acercárcele.
-Tai...
promete que le dirás la verdad a Sora-san.
-ehh???
pero como me pides eso.
-solo
promételo. - dijo ella
-bueno,
Hikaru. Lo prometo.
-¿en
serio?
-si.
Todas
fueron despidiéndose extrañamente de lso elegidos. Hasta que Umi llegó con
Iori.
-iori,
te quiero mucho.
el
pequeño le sonrió a su "hermana"
-y yo
a ti Umi
-por
favor, nunca se te olvide que la gente que te quiere es lo más importante, no
peles con Miyako, y procura portarte bien, obedecer a tu mamá y...
-Umi,
¿porque me dices todo esto?- preguntó perplejo el pequeño.
Ella
sonrió levemente.
-no
puedo decírtelo, solo prométeme que será siempre un buen chico. - dijo ella.
-lo
prometo.
LLegó
la hora. Clef apuntó con su báculo a todos, envolviendo en una burbuja a los
elegidos, y en otra a las guerreras. Ellas cerraron los ojos. Los elegidos
también
Abrieron
los ojos. los elegidos estaban en la torre de Tokyo, después de clase.
Las
guerreras, aparte de ellos, desviaban disimuladamente la mirada, para verlos.
-Que
vista!!!- dijo Miyako.
-cierto,
es hermosa. - agregó Mimí.
-De
esta torre puedes ver toda la ciudad - dijo Ken
-nahh...
- dijo Köshirou. - eso es una exageración, Tokyo es demasiado grande.
-¿En
serio? - preguntó Daisuke.
-Ay
Daisuke!. - dijo Takerú fastidiado. - es obvio, Tokyo es demasiado grande como
para poder verla toda al mismo tiempo.
-Solo
en un avión. - dijo Hikari.
- Es
probable. - agregó Joe.
Taichi
y Sora se habían alejado un poco del grupo, y Yamato e iori permanecían juntos.
Yamato
notó que Iori miraba a tres chicas, una rubia, una pelirroja y una de cabello
azul.
-¿ocurre
algo, Iori?- le preguntó.
El
señaló a Umi que miraba hacía el cielo por la amplia ventana.
-no me
digas que ya piensas en chicas, eres muy pequeño para eso Iori... - dijo Yamato
-no es
eso. - contestó. - esa chica, la del pelo azul, se me hace conocida.
-¿de
donde? - djio Yamato extrañado.
-no lo
sé.
Yamato
encogió los hombros y se dió la vuelta para participar en la discución acerca
de la vista de todo Tokyo.
Umi
miró a Iori. Los dos se sonrieron y se miraron.
Umi se
volteó. Iori hizo lo mismo, pero, en el
fondo, Iori sabía que había algo... que se le hacía conocido en ella.
NOTAS
DE LA AUTORA:
¿que
tal?
ya
solo me falta un capítulo y termino el fic. 27 de abril de 2001, 06:58 pm.
Quise
ponerle algo de drama, pero me encantó eso de Iori es kawaii, me encanta ese
niñito. -^_^- es de lo más dulce.
Bueno,
pues eso es todo, lean el epílogo.
ah si!
comentarios porfa a
umiishida@digimaniaca.zzn.com o a snoopy_hobbes@hotmail.com
Dedico
este fic a Yuki Agunon y a acmr
Umi