LAS GUERRERAS DE LA LUNA MÁGICA.
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CAPITULO
IV. Memorias de un guerrero.
24/7/99
Querido diario...
Que hay de nuevo, adivinaste, soy yo, Serena, se que te he
descuidado un poco últimamente, así que aquí estoy para ponerte al día, perdona
por no haberte dicho nada todo este tiempo, pero es que han pasado cosas muy
interesantes...
Bueno, lo que pasa es esto, hace una semana yo y las chicas
conocimos a un muchacho muy guapo llamado Ascot, el es un guerrero cómo
nosotras, pero que perdió a la mujer que amaba, así que tuvo que huir de su
planeta, pero eso no es todo, el llego a un planeta llamado Céfiro, y ahí las
cosas no marcharon bien para él y lo peor es que todos sus amigos murieron
durante una batalla contra alguien llamado Demoner, no se bien cómo fue, pero
de una u otra forma el termino en nuestro planeta, y desde entonces nos ha
estado ayudando mucho en contra de un nuevo enemigo que amenaza la tierra, pero
esto no acabo ahí, por que gracias a él, conocimos a tres chicas que también
son guerreras, cómo nosotras, ellas son Lucy, Marina y Anais, las tres son muy
buenas, aunque Marina estaba muy molesta con Ascot por lo que paso con sus
amigos, pero afortunadamente todo se resolvió para bien, estoy segura de que
serian buenas Sailors, bueno, pero el poder de estas chicas solo esta presente
cuando algún tipo de Hechicero les da la magia para que puedan usarla, así que
la que se llama Lucy sugirió que Ascot les diera Hmmm... "Magia" para que nos ayudaran, yo creo que fue una buena idea, este
enemigo es muy poderoso, así que necesitamos toda la ayuda que nos puedan dar,
cómo siempre, Haruka esta molesta por esta decisión, pero creo que a ella
también le agradan esas chicas, mas bien creo que esta molesta por que parece
que Michiru se fijo en Ascot, en fin...
—¡Serena!,
ya vamonos, Ascot y las demás chicas ya están esperándonos en casa de Rei—
—¡¡Ya
voy Mina, solo un momento!!—
Bueno, ya me voy, pero te prometo que la próxima vez que pase algo
interesante, tu serás el primero que se entere...
Con amor. SERENA
—¿En
que piensas?— Pregunta Mina a Serena mientras que echan a correr rumbo a casa
de Rei
—No es
nada, estaba pensando en lo que ha estado pasando— contesta Serena mientras que
le sonría a su amiga
—¿Lo
que ha estado pasando?—
—Si, ya
sabes, me parece muy extraño aún para nosotras lo que esta pasando, el poder de
Ascot, no tiene comparación a los nuestros, ni siquiera con los de Haruka, o
los de Hotaru, y aun no sabemos cómo sea el poder de esas tres chicas, si es
cómo el de Ascot, creo que las Sailors Scouts se quedaran sin trabajo, ¿No
crees?— Pregunta Serena
—Vamos,
no seas tan pesimista, nuestro trabajo es ser las guardianas del planeta donde
nos toco vivir, ahora y hasta que nuestros corazones dejen de latir, ese era
nuestro destino, no es por que nosotras lo hayamos elegido, tarde o temprano
debía de pasar— Replica Mina sin dejar de correr.
—Si,
tal vez, ¡¡Pero no lo tomes tan apecho, sólo estaba bromeando!!— Contesta
alegremente Serena mientras que acelera el paso dejando a su amiga detrás de
ella.
"
O tal vez este sea el final"
—¡Serena!
Serena ¿a dónde vas? Ya llegamos a casa de Rei—
—¿Qué,
en verdad,? Lo siento Mina, estoy muy distraída el día de hoy—
—Si, ya
me di cuenta, bueno, de todas formas aún tenemos que subir las escaleras, es
mejor darnos prisa—
—Si,
tienes razón—
Un
escalón, diez, cien...
"No
recordaba que las escaleras del templo fueran tan altas, bueno, de todas
maneras ya llegamos"
—Vaya,
pensamos que no iban a venir—
—Lo
siento Rei, nos detuvimos en casa de Serena, pero ya estamos aquí, ¿Dónde están
Ascot y las tres chicas?—
—Están
dentro del templo, junto con las demás, solo las estaban esperando—
Las
tres chicas entran presurosas dentro del templo que cierra sus puertas tras de
ellas, adentro, yacen Lucy y sus amigas arrodilladas en espera de un regalo
mientras que Ascot se mantiene de pie concentrando energía en sus manos...
—¿Listas?—
Pregunta Ascot al momento que abre los ojos
—Si—
—Pues
entonces, ya es hora de que comencemos con esto—
—¡¡No,
espera!!—
—¿Qué
es lo que pasa Serena?—
—Lucy,
Marina, Anais, esta es nuestra pelea, no tienen por que implicarse si no
quieren, ¿Están seguras de que quieren hacer esto?—
Lucy
alza el rostro mientras que sus ojos miran a Serena, lentamente mueve los
labios al momento que contesta...
—Serena,
hemos peleado antes por otros planetas, hemos defendido personas que no
conocemos, este es nuestro planeta, aquí habitan las personas que amamos, con
mas razón queremos protegerlo, y si nos dan una oportunidad de hacerlo, no
podemos desperdiciarla, estoy segura de que entiendes eso—
—Yo...
si, lo entiendo—
—Bueno,
entonces creo que puedo seguir con mi trabajo— Replica Ascot al mismo tiempo
que cierra los ojos
Lentamente
Ascot toca las cabezas de las tres guerreras y de sus labios comienzan a surgir
recita versos olvidados en el tiempo, un aura de color plateado surge de sus
manos mientras que las tres chicas cierran los ojos en espera de esa sensación
ya conocida por todas...
"Lucy,
Anais, Marina, ¿Pueden sentirlo? ¿Pueden percibir ese poder?"
"Si,
es igual que con Guruclef"
"Si,
así es, ustedes ya poseen el conocimiento, yo les daré la magia, solo dejen que
su espíritu salga a flote, dejen que el poder de las Guerreras Mágicas fluya
por sus venas, no lo retenga, dejen que salga"
—Que
esta pasando?— Pregunta Ami mientras que mira asombrada lo que pasa
—No lo
se, pareciera que están hablando—
—Es...
impresionante—
—Así
que tu también sientes ese poder ¿No es así Haruka?—
—No
puedo creer que esas niñas encierren tanto poder dentro de ellas—
—Michiru,
Haruka, Setsuna, ¿Pueden decirme de que están hablando?—
—Pon
atención serena, frente a ti se esta concentrando una cantidad de energía capaz
de destruir todo este lugar de un golpe—
Serena
y las demás dejan de hablar para admirar lo que sucede, de un momento a otro,
el fuego plateado se torna rojizo mientras que el aire comienza amoverse mas
rápidamente, las manos de Ascot se tensan mientras que su rostro impasivo y
tranquilo cambia a un gesto casi de dolor...
—¡Diosa!
¡No!—
—¡¿Qué
es lo que pasa!? ¿Esta bien que Ascot haga eso!—
—No lo
se—
"Qué
es lo que pasa Ascot"
"Sabía
que olvidaba algo, ¿Cómo pude ser tan tonto?"
"Qué,
que olvidaste?"
"No,
no es nada, no habrán los ojos, no dejen de concentrarse"
Las
manos del hechicero comienzan a sangrar mientras que un destello anaranjado se
levanta por encima de él, un grito seguido por una explosión se deja escuchar
en el templo haciendo que los cuervos que rondan en el techo huyan volando, el
humo se disipa rápidamente dejando al descubierto la imagen de Ascot quien yace
inconsciente en el suelo...
—¡¿Qué
esta pasando?!— Grita Serena mientras que corre a auxiliar a Ascot
—Lucy,
¿Esta bien que pase esto?— Pregunta Ami a la chica que se levanta por encima
del humo.
—No,
nunca paso con Guruclef, algo debió de salir mal—
—Pero...—
Pero Ami no puede acabar de hacer su pregunta, un destello dorado surge detrás
de ella lanzándola hacia el otro extremo de la habitación..
—¡¿Que
diablos esta pasando?!— Grita Haruka mientras que observa la extraña luz que
surgió detrás de Ami
Lentamente,
el extraño brillo comienza a desvanecerse dejando al descubierto una silueta,
delgada, vestida de negro, que se mantiene inmóvil delante de las chicas,
voltea el rostro mientras que mira Ascot quien lentamente comienza a levantarse
al momento que trata de decir algo...
—No...
no ahora— Musita el muchacho mientras que ve al nuevo personaje delante de él
—¿Quién
eres?— Pregunta Serena mientras que ayuda a Ascot a levantarse
—Ascot, Ascot, Ascot...— Dice lentamente
el extraño personaje mientras que avanza directamente hacia el hechicero...
—Tu
eres...—
—No, no
trates de recordarme, no conoces mi rostro, no me conoces— Dice tranquilamente
el hombre mientras que se para frente al muchacho...
—Pero...—
—¿Cómo
sé tu nombre? Oh... yo se muchas cosa, pero lo que importa ahora es lo que se
de ti, tu eres Ascot, magno hechicero de Benea, asesino de ambos clanes...—
—¿Qué
es lo que quieres?—
—¿Yo?...
A decir verdad no quiero nada de ti, yo solo soy un emisario—
—Un...—
—Si, un
emisario, fui enviado por alguien que supongo conoces—
—¿Quién?—
—Su
nombre es Zaarel...—
—¿Zaa...—
—Vamos,
no me digas que no sabes quién es el... bien, entonces yo te lo diré, Zaarel
es...—
—¡¡Cállate!!—
—Vamos
tipo, ¿?Que pasa? ¿O es que no quieres que tus amigas humanas sepan la verdad?—
—No se
de que me hablas—
—Bien...
pues entonces diré lo que vengo a decir y me iré, ¿estas de acuerdo?— Pregunta
burlón el extraño personaje mientras que mira desafiante a Ascot...
—Bueno,
supongo que eso es un si— Voltea, mira a las trece chicas frente a él y
habla...
—¡¡Sailors
Scouts, ustedes son las guardianas de este mundo, mi nombre es Shouten, y he
sido enviado para negociar con ustedes, frente a mi esta Ascot, el es un
hechicero, un traidor, un guerrero de nombre Zaarel me ha enviado para pedirles
algo...—
Las
trece chicas se miran confundidas entre si, todas se muestran confundidas ante
lo que pasa, pero son las lideres de ambos grupos las que hablan...
—¿Qué
es lo que quiere?— Preguntan Lucy y Serena al mismo tiempo
—Quiere...
¡¡A Ascot!!— Dice Shouten mientras que señala al hechicero
—¿A
Ascot? ¿De que estas hablando?— Pregunta Michiru antes de colocarse frente al
muchacho
—Ascot
es un traidor, un asesino, por siglos Zaarel lo ha buscado, a arrasado planetas
enteros en su búsqueda, ya es hora de que esto termine, Zaarel lo quiere para
juzgarlo, para condenarlo por lo que ha hecho, ¡¡Si ustedes se oponen, no
tendrá otra opción mas que venir por él, su mundo será arrasado a sangre y
fuego hasta que el venga con nosotros, ya han comprobado el poder de sus
bestias, por su bien, por el de los suyos, les recomiendo que nos lo entreguen
pacíficamente!!—
Silencio,
trece voces se acallan por las palabras de un hombre, Serena mira a sus amigas
cómo si les preguntara que hacer, Lucy voltea sin saber que contestar, y es una
voz burlona y fuerte la que interrumpe el silencio...
—¡Ja!
¿Crees que te lo vamos a entregar así cómo así?— Grita Haruka mientras que se
para frente al desconocido —¡Ascot
es nuestro amigo! No permitiremos que le hagan daño—
Serena
y las demás chicas miran sorprendidas a Haruka, Shouten también se sorprende al
oír las palabras de Haruka, pero de inmediato retoma su actitud y
tranquilamente contesta a la chica...
—Bien,
pues que así sea entonces, la invitación fue dada, fueron ustedes las que
rechazaron la oferta, hubiera preferido que fuera más fácil, pero ahora tendrán
que pelear por su amigo, la luna esta llena, cuando muera, cuando la sangre la
tiña por encima de sus cabezas, Zaarel y sus hombres habrán de llegar... no
digan que no se los advertí—
Al
terminar de hablar, la imagen de Shouten comienza a desvanecerse tan
misteriosamente cómo había aparecido, dejando tras de si los rostros
confundidos de las chicas
—¿Qué
fue lo que paso— Pregunta Rei mientras que se acerca a Ascot
—Ascot
tu... conocías a ese tipo?—
—Yo...
no nunca lo había visto—
—Y a
ese otro guerrero que menciono? ¿Zaa...—
—Zaarel,
no nunca... nunca había oído hablar de él—
—¡¡Dios,
tus manos!!— Grita sorprendida Serena después de ver las manos sangrantes del
hechicero
—No, no
es nada, no te preocupes, estarán bien en unos minutos— Contesta Ascot mientras
que sus heridas empiezan a cerrar —Lo ves, ya se están curando solas, lo que
tenemos que hacer ahora es hablar un poco—
—¿Hablar?
¿sobre que?—
—Ese
hombre... si lo que dijo es cierto, no tienen por que pelear, me esta buscando
a mi, no a ustedes, no las arriesgare ni a ustedes ni a su planeta—
—No, si
lo que dijo es verdad, las bestias de ese tipo nos comenzaron a atacar desde
antes que tu llegaras, esta pelea ya era nuestra—
—Las
bestias que nos han atacado tienen el sello del clan de guerreros, y no son mas
que esclavos, no habrá comparación con el poder de los que los hayan creado,
será muy peligroso enfrentarlos, hace siglos que no enfrento a un guerrero,
pero su poder es impresionante, no es que quiera ser pesimista, pero su poder y
el de los guerreros no tiene comparación—
—Oye,
oye, oye, aún no has visto el verdadero poder que tenemos, quien te crees para
decir eso— Replica Haruka mientras que frunce el ceño al mirar la chico
—Y no
te olvides de nosotras Ascot— Dice Lucy mientras que se acerca al hechicero
—Es
decir, si funciono creo que nuestro poder debe ser capaz de enfrentar a alguien
con un poder mas débil que el tuyo—
—Este
es nuestro mundo Ascot, nosotras somos las guardianas de este planeta—
—Cierto,
nosotras también protegeremos este planeta, no somos sus guardianas pero no
podemos desperdiciar el poder que nos fue dado—
Ascot
no contesta, Voltea, alza la mirada mientras que observa el punto por donde
desapareció Shouten, piensa, titubea por un instante pero de inmediato
responde...
—No,
tal vez ustedes han vencido a sus enemigos antes, pero este es un guerrero,
ellos tienen habilidades únicas, tienen poderes únicos, no quiero que nadie
salga herida... Tal vez la necesite...
pero no quiero su ayuda...—
No dice
mas, sus pies se elevan y el hechicero comienza a alejarse dejando tras de si
las miradas confundidas de sus amigas mientras que un susurro se pierde en el
aire...
—Pues
lo siento Ascot, pero la quieras o no, la vas a tener—
Lejos,
por encima del cielo, mas allá de las nubes, el hombre llamado Zaarel espera el
regreso de un emisario, camina en círculo sin dejar de ver la enorme pantalla
frente a él, cierra los ojos y habla...
—¿Ya
regreso?—
—Aún no
señor— Contesta el hombre detrás de él
—Manden
otra bestia—
—Pero...
señor, ¿ No deberíamos esperar a que regrese, después de todo...—
Abre
los ojos, lentamente voltea para mirar a su lacayo, este tiembla, sabe que
acaba de firmar su sentencia de muerte, y así es, un segundo, es todo lo que
Zaarel necesita para levantar sus manos y que el hombre detrás de él caiga
muerto, un brillo malicioso se advierte en los ojos del guerrero mientras que
voltea a mirar a otro de sus lacayos...
—Manden
otra bestia... ¿O es que tu también cuestionaras mis actos?—
—No...
no señor, de inmediato—
Abajo...
Es un
hechicero, su nombre es Ascot, y una vez mas siente esa extraña sensación de
soledad que lo ha embargado desde hace ya varios siglos, voltea a mirar su
nuevo mundo, ¿Cómo arriesgar un lugar así? Cómo arriesgar a aquellas que le han
tendido sus manos...
Preguntas
que no encuentras respuestas en la mente del muchacho, no ahora, se detiene,
esta cansado, cansado de huir, cansado de todo, así que desciende, un paraje,
cómo un bosque, solitario, con el susurro de las cigarras cómo único
acompañante, descansa, se deja caer sobre el mullido pasto mientras que sus
ojos comienzan a cerrarse, el murmullo de las aves acompañan sus pensamientos,
cierra los ojos... y duerme.
Sueña,
en otro lugar, otro tiempo, otro Ascot, aquel que fue conocido cómo un
hechicero, un asesino, pero dentro de su sueño, otra persona, Pamela, la mujer
amada, por la cual dejo todo y abandono su hogar... Pamela.
—Ascot,
Ascot, ¿Qué estas haciendo en este lugar— Se escucha decir una voz dentro de la
mente del muchacho, es hasta entonces cuando se percata del lugar donde esta,
el mundo es un mundo en guerra, y ha estado dentro de esta biblioteca por
horas, aprendiendo, nuevos hechizos, adquiriendo poder...
—¿He?...
A eres tu Pam. ¿Que haces aquí?—
—Es lo
mismo que yo te estoy preguntando Ascot, hace horas que te busco—
—Lo
siento, encontré estos libros, miran son hechizos que usaron... ¡Que. Que te
pasa?—
—¿Por
qué?... Realmente es necesario esto, sabes cuanto odio el que pelees, me da
miedo que la venganza se apodere de ti, yo... yo no lo soportaría— Calla,
oculta su rostro tras de sus manos mientras que comienza a llorar en silencio,
Ascot se acerca, la abraza mientras que juega con sus cabellos...
—No te
preocupes... eso nunca pasara, Tal vez si yo estuviera solo, si no te tuviera a
mi lado, lo que dices se volvería realidad, tal vez seria un hechicero cómo los
demás, guiado por el odio de una guerra que me arrebato a mi familia, tal vez
ni siquiera estaría vivo en este momento, pero te tengo a ti, tengo el deber de
cuidarte, nosotros dos somos los últimos del clan de Atram, nuca estaremos
solos mientras que nos tengamos el uno al otro— Pamela deja de llorar, mira los
ojos de Ascot mientras que un sentimiento cálido se apodera de ella...
—Tienes
razón, siempre es bueno saber que alguien cuida tus espaldas, no es bueno estar
solo, yo tampoco hubiera sobrevivido si tu no estuvieras conmigo, el saber que
alguien necesita que lo cuides es un sentimiento hermoso ¿No crees?—
—Si,
así es—
Ambos
chicos permanecen abrazados mientras que la tenue luz de una vela termina por
desvanecerse, el sueño termina ahí aun cuando Ascot no despierta, continua
durmiendo pero esta vez con una sonrisa en su rostro, una extraña sensación que
hace tiempo no experimentaba invade su mente, no sabe por que, pero en estos
momentos, Ascot realmente se siente tranquilo, por primera vez en años, se
siente... bien.
Templo
Hikawa...
Tarde,
el sol se oculta otra vez mientras que dos chicas, ambas lideres de su
respectivo equipo piensan en lo que habrá de pasar...
La
chica rubia es Serena, junto a sus amigas a peleado muchas batallas, junto a
sus amigas ha salvado a este mundo muchas veces, sin embargo, nunca pensó
sentirse tan inútil, tan sola, como en este momento...
La
otra, la pelirroja, es Lucy, una chica ordinaria, hasta que un grito de suplica
despertó su poder, un poder dormido, un poder olvidado, ella también ha peleado
sus batallas, pero no por este mundo, por otro, por Céfiro. Ahí conoció
personas que pelearon a su lado hasta el final, también conoció a un niño, un
niño inocente llamado Ascot, un niño que creció y se volvió un hombre en un
instante, un niño con un secreto, un niño que las volvió a dotar de poder,
un... no, no un niño, tampoco un hombre, un hechicero... Un hechicero con un
poder mas allá de su imaginación y aun así parece temer lo que vendrá...
—¡¡Yo
digo que defendamos nuestro planeta, con Ascot o sin el, ya lo hemos salvado
antes sin ayuda de nadie, lo volveremos a hacer!!— Interrumpe abruptamente
Haruka mientras que golpea la mesa
—No lo
hagas parecer tan fácil Haruka, hasta Ascot tiene miedo por el poder de nuestro
enemigo—
—Ascot,
¡¿Que les pasa?! No teníamos a Ascot cuando protegimos nuestro planeta del
silencio, tampoco cuando apareció Nefherenia, mucho menos cuando peleamos
contra Galaxia! ¡¿Por que habríamos de necesitarlo?! Nos ha ayudado, pero
podemos arreglárnoslas sin él—
Haruka
calla esperando una respuesta, no puede evitar el decepcionarse cuando mira los
rostros cabizbajos de sus amigas que guardan silencio sin atreverse a
contestar.
—¡Tienes
razón!— Grita Lucy mientras que alza la mirada para ver el rostro de Haruka
—¡..Lucy..!—
exclaman sorprendidas Marina y Anais mientras que Lucy se pone de pie —No, es
cierto, nosotras peleamos por Céfiro, pero este es nuestro hogar, tal vez se
haya arrepentido, pero Ascot nos volvió a dotar de magia, no creo que tengamos
cosas mejores que hacer con ella que utilizarla para proteger nuestro mundo—
Haruka
mira sonriente como la chica se pone de pie seguida de sus dos amigas, al igual
que ellas, una a una las demás Sailors se ponen de pie hasta que solo es Serena
la que queda sentada...
—Y bien
serena, ¿estas con nosotras?— Pregunta Haruka mientras que extiende su mano
hacia la chica.
No
contesta, tiene miedo, tiene mucho miedo, pero al mirar los ojos de sus amigas,
los rostros de Lucy, marina y Anais que lucen decididos a pelear en una batalla
que no les corresponde, solo le queda una opción, toma la mano de Haruka, que,
al igual que las demás chicas, le sonríe mientras que le ayuda a levantarse.
—Sabía
que no nos abandonarías—
—...Nunca—
Por un
instante una tranquilidad extraña y placentera se apodera de las trece chicas
ahí presentes, solo por un instante hasta que una voz ya conocida por Serena y
las demás chicas interrumpe gritando...
—¡¡Chicas,
vengan rápido, apareció otra bestia, esta vez en el mercado Asana!!— La voz es
de Luna, una gata que de una u otra forma fue la que comenzó todo esto, Haruka
es la primera en salir mientras que las demás Sailors la siguen dejando tras de
si a las tres guerreras mágicas que miran curiosas a Luna...
—Bien,
¿que esperan, es que ustedes no van a ayudarnos?— Pregunta Luna al notar que
las tres chicas permanecen inmóviles...
—Si...
lo siento, es que...—
—¡¿Que?!
¿Nunca habían visto un gato que hablara o que?—
—A
decir verdad no—
—Pues
ya lo hicieron, ahora vayan a ayudar a Serena y a las demás chicas—
Lucy,
marina y Anais obedecen las ordenes de Luna, "Se siente extraño que una
gata te diga lo que tienes que hacer" Piensan las tres mientras que corren
detrás de sus amigas "Debe ser como Nicona", tal vez después piensen
en ello, mientras tanto siguen corriendo detrás de las demás chicas, saben que
esta vez enfrentaran una de esas bestias sin Ascot, sin embargo hay algo que
las emociona, tal vez sea el sentir el poder tratando de surgir de sus manos,
tal vez se estén volviendo locas, pero al igual que Marina y Anais, Lucy esta
impaciente por probar su poder una vez mas...
Parque
Asana...
Hace
media hora las personas compraban en sus tiendas, las parejas paseaban por sus
campos y los niños compraban globos...
Hace
veinte minutos una extraña criatura surgió de una especie de portal.
Hace
quince las personas fueron evacuadas del lugar dejando el problema en manos de
la policía...
Hace
diez minutos la policía evacuo el lugar esperando que alguien se haga cargo de
la bestia.
Hace
cinco minutos esas personas llegaron...
Esto es
ahora, y si las cosas siguen como hasta este momento, hará falta algo mas que
un grupo de chicas con poderes para detener ala criatura...
Igual
que las anteriores, este nuevo enemigo parece carecer de conciencia, sin
embargo sus embates son rápidos y suficientemente poderosos para
derrumbar paredes de un golpe. Tanto Setsuna como Hotaru ya se ha percatado de
ello, y es por eso que ahora permanecen tiradas e inconscientes a los pies de
la bestia.
—¡Flecha
Fuego!— Grita Lucy haciendo uso de su ataque favorito, un olor pestilente se
desprende de la bestia cuando el ataque de la chica golpeas su costado, al
igual que ella, El dragón de Agua y la Tormenta verde de las demás guerreras golpean
a la bestia haciéndola retroceder lo suficiente para que Haruka y Lita alejen a
sus amigas del alcance del monstruo.
—¡Demonios!
nuestros ataques no serán suficientes— Murmura Lucy mientras que se aleja de la
bestia
—Si tan
solo tuviéramos nuestras armas—
—Alguna
sugerencia Anais— pregunta Lucy mientras que mira acercarse a la bestia
—Bueno...
creo que se debilita cada que golpeamos su frente, tal vez ese símbolo sea la
fuente de su poder—
—Es
cierto— Agrega Ami mientras que saca una pequeña maquina de su bolsillo...
—Que es
eso?— pregunta curiosa Anais mientras que se acerca a Mirar mas de cerca la
curiosa máquina...
—Es una
minicomputadora, con un poco de tiempo podremos saber cuál es le punto débil de
esa bestia—
—¿Quieres
decir que tienes una computadora en esa cajita?—
—Si,
así es—
—Te
importaría mostrármela cuando esto termine—
—No,
claro que...—
Pero
Ami no termina de hablar cuando siente un tirón que la aparta del camino de la
bestia...
—Chicas...
después tendrán tiempo de hablar, no se distraigan en este momento...—
—Lo
siento Rei, pero necesito mas tiempo para encontrar el punto débil de esa
bestia—
—Tiempo
eh...—
—Bueno
chicas, ya la oyeron, si lo que necesita es tiempo eso es lo que le vamos a
dar—
No
hacen falta mas palabras para que las demás chicas lancen su ataque, como una
sola persona las siete mujeres que aun se encuentran de pie atacan a la bestia
causándole el mayor daño posible, Serena lanza su ataque directo al rostro del
monstruo que queda cegado por un momento, Rei, Haruka y Lucy las tres con el
poder del fuego logran que la bestia caiga de rodillas mientras que Marina y
Michiru se encargan de que siga así hasta que Mina y Lita logran
aprisionarlo...
—¡¡Anais,
Ami, ya encontraron su punto débil, no podré contenerlo por mas tiempo!!— Grita
Mina mientras que trata de resistir lo mas posibles los esfuerzos por liberarse
de la bestia que gruñe furiosa...
—Un
momento ya casi...—
—No
encuentro la fuente de su poder, prácticamente ese ser esta hecho de energía
pura, no puedo ubicarla—
—Entonces
busca el punto donde no haya energía, eso es lo que debe hacer que permanezca
estable—
—Tienes
razón, entonces debe ser... ¡¡Su frente, destruyan el símbolo que tiene en la
frente!!—
Las
palabras de Ami se acallan por el gruñido de la bestia que termina por
liberarse mandando a volar a Mina y a Lita...
—¡¡Estas
segura!!— grita Haruka mientras que mira erguirse a la bestia —...Esta bien,
solo agáchate un poco—
Como si
comprendiera, la enorme bestia arremete contra Haruka tomándola por sorpresa
hasta que un destello rojizo atraviesa el hombro de la bestia que gime de
dolor...
—Marina
Ahora— Grita Lucy al mismo tiempo que su amiga arroja un remolino de agua en
contra de la bestia que cae a los pies de Haruka...
—No
pierdas tiempo Haruka— grita Marina mientras que espera delante de ella...
No lo
hace, Haruka toma su espada y con ella atraviesa el símbolo que la bestia
ostenta en la frente haciendo que esta lance un grito de ira mas que de dolor
mientras que sus enormes ojos pierden su color rojizo para tornarse blancos...
La
extraña criatura comienza a desvanecerse a los pies de Haruka quien retira su
espada de su frente y voltea a sonreírles a su amigas...
—Bueno...
no fue tan difícil verdad— Pregunta a las demás chicas que se le acercan
lentamente...
—Hacemos
un buen equipo...—
—Vaya,
nunca hubiera pensado que el punto débil de la bestia era donde no se
concentraba su energía, eres muy lista Anais—
—Tu
también Ami, es sorprendente lo rápido que trabajas con esa m quina...
¿Quién te la dio?—
—Luna...—
—La
gata? Vaya, debes de saber mucho de matemáticas para poder controlarla—
—Si, es
mi materia favorita—
—En
verdad, también la mía... creo que nos parecemos mucho no crees—
—Ya lo
creo, es difícil encontrar a alguien que comprenda las matemáticas...—
Las dos
chicas conversan sonrientes mientras que sus amigas las miran...
—Vaya,
parece que Anais encontró alguien con quien conversar— Dice Lucy sin dejar de
observar a su amiga...
—Si,
también Ami— Comenta Rei mientras que se acerca la chica—Por cierto, sus poderes
son sorprendentes, no pensé que fueran tan poderosas—
—Ustedes
también son muy fuertes...—
—Lo
ven, vencimos a esa bestia sin la ayuda de Ascot, podremos enfrentar lo que
venga— Dice Haruka con una sonrisa en el rostro... —Ambos grupos son suficientemente
poderosos como para vencer otra Sailor Galaxia— Continua la chica mientras que
estrecha la mano de Lucy
—Tienes
razón, hacemos un equipo grandioso— Responde Lucy al mismo tiempo que voltea a
mirar a sus amigas...
—Es
cierto...— Se escucha decir a una voz detrás de ellas
—¡Ascot!—
Exclaman sorprendidas las chicas al darse cuenta de que fue Ascot quien
hablo... —Hacen un equipo sumamente poderoso- Continua el muchacho mientras que
entra volando por una ventana...
—¿Desde
cuando estas aquí¡?— Pregunta Serena a Ascot quién se acerca hacia ella —El
suficiente para ver su pelea— Contesta el muchacho para acercarse a examina lo
que aun queda de la bestia.
—¿Que
haces aquí¡?!— Pregunta Haruka sin dejar de mirar con enojo al hechicero quien
se levanta sin dar la vuelta —Pensé
que ibas a abandonarnos! ¡¿O es que vienes a prohibirnos el pelear otra vez?! Si
es así te advierto que...—
—No, no
vengo a prohibirles nada, yo... yo vengo a pedirles un favor...—
—¿Un
favor?—
El
muchacho voltea y se arrodilla frente a Haruka al momento que dice...
—Tienen
razón, este es su mundo, tiene todo el derecho de pelear por el, yo soy el que
sale sobrando... pero si ustedes me lo permiten, yo... yo quiero pelear a su
lado, déjenme ayudarlas—
Todas
las chicas miran el gesto de humildad del hechicero sin saber que contestar
hasta que Serena se acerca lentamente al muchacho y apoya su mano en su
hombro...
—Levántate
Ascot, será un honor el que peles con nosotras... ¿No crees Haruka?—
la
chica titubea por un instante al mirar al muchacho que sigue de rodillas...
—Si...
Si, supongo que un poco de ayuda nos caerá bien— Dice la Haruka para después
voltear la mirada hacia arriba...
—Pues
entonces... Bienvenido seas otra vez Ascot—
Ascot
se levanta sonriente y acto seguido las demás chicas corren a abrazarle.
Palabras
de aliento y felicitaciones rodean al muchacho quien piensa en lo que acaba de
hacer...
—Que
fue lo que paso Ascot? ¿Por que cambiaste de opinión?— Pregunta Michiru al
muchacho...
—Yo...
alguien me recordó que siempre es bueno que alguien cuide tus espaldas— "
La misma persona que no pude salvar" se dice a si mismo el chico "
Diosa, esta bien que haga esto? y si ellas mueren"...
Un beso
de Michiru hace que el muchacho calle las preguntas que revolotean en su mente
dejando en vez de ella solo una respuesta... no, no una repuesta, una suplica,
un ruego...
"Diosa...
protégelas..."
Continua...