LAS GUERRERAS DE LA LUNA MÁGICA.

 

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CAPITULO IV. Memorias de un guerrero.

24/7/99     

Querido diario...

Que hay de nuevo, adivinaste, soy yo, Serena, se que te he descuidado un poco últimamente, así que aquí estoy para ponerte al día, perdona por no haberte dicho nada todo este tiempo, pero es que han pasado cosas muy interesantes...

Bueno, lo que pasa es esto, hace una semana yo y las chicas conocimos a un muchacho muy guapo llamado Ascot, el es un guerrero cómo nosotras, pero que perdió a la mujer que amaba, así que tuvo que huir de su planeta, pero eso no es todo, el llego a un planeta llamado Céfiro, y ahí las cosas no marcharon bien para él y lo peor es que todos sus amigos murieron durante una batalla contra alguien llamado Demoner, no se bien cómo fue, pero de una u otra forma el termino en nuestro planeta, y desde entonces nos ha estado ayudando mucho en contra de un nuevo enemigo que amenaza la tierra, pero esto no acabo ahí, por que gracias a él, conocimos a tres chicas que también son guerreras, cómo nosotras, ellas son Lucy, Marina y Anais, las tres son muy buenas, aunque Marina estaba muy molesta con Ascot por lo que paso con sus amigos, pero afortunadamente todo se resolvió para bien, estoy segura de que serian buenas Sailors, bueno, pero el poder de estas chicas solo esta presente cuando algún tipo de Hechicero les da la magia para que puedan usarla, así que la que se llama Lucy sugirió que Ascot les diera Hmmm... "Magia" para que nos ayudaran, yo creo que fue una buena idea, este enemigo es muy poderoso, así que necesitamos toda la ayuda que nos puedan dar, cómo siempre, Haruka esta molesta por esta decisión, pero creo que a ella también le agradan esas chicas, mas bien creo que esta molesta por que parece que Michiru se fijo en Ascot, en fin...

—¡Serena!, ya vamonos, Ascot y las demás chicas ya están esperándonos en casa de Rei—

—¡¡Ya voy Mina, solo un momento!!—

Bueno, ya me voy, pero te prometo que la próxima vez que pase algo interesante, tu serás el primero que se entere...

Con amor. SERENA

 

—¿En que piensas?— Pregunta Mina a Serena mientras que echan a correr rumbo a casa de Rei

—No es nada, estaba pensando en lo que ha estado pasando— contesta Serena mientras que le sonría a su amiga

—¿Lo que ha estado pasando?—

—Si, ya sabes, me parece muy extraño aún para nosotras lo que esta pasando, el poder de Ascot, no tiene comparación a los nuestros, ni siquiera con los de Haruka, o los de Hotaru, y aun no sabemos cómo sea el poder de esas tres chicas, si es cómo el de Ascot, creo que las Sailors Scouts se quedaran sin trabajo, ¿No crees?— Pregunta Serena

—Vamos, no seas tan pesimista, nuestro trabajo es ser las guardianas del planeta donde nos toco vivir, ahora y hasta que nuestros corazones dejen de latir, ese era nuestro destino, no es por que nosotras lo hayamos elegido, tarde o temprano debía de pasar— Replica Mina sin dejar de correr.

—Si, tal vez, ¡¡Pero no lo tomes tan apecho, sólo estaba bromeando!!— Contesta alegremente Serena mientras que acelera el paso dejando a su amiga detrás de ella.

" O tal vez este sea el final"

—¡Serena! Serena ¿a dónde vas? Ya llegamos a casa de Rei—

—¿Qué, en verdad,? Lo siento Mina, estoy muy distraída el día de hoy—

—Si, ya me di cuenta, bueno, de todas formas aún tenemos que subir las escaleras, es mejor darnos prisa—

—Si, tienes razón—

Un escalón, diez, cien...

"No recordaba que las escaleras del templo fueran tan altas, bueno, de todas maneras ya llegamos"

—Vaya, pensamos que no iban a venir—

—Lo siento Rei, nos detuvimos en casa de Serena, pero ya estamos aquí, ¿Dónde están Ascot y las tres chicas?—

—Están dentro del templo, junto con las demás, solo las estaban esperando—

Las tres chicas entran presurosas dentro del templo que cierra sus puertas tras de ellas, adentro, yacen Lucy y sus amigas arrodilladas en espera de un regalo mientras que Ascot se mantiene de pie concentrando energía en sus manos...

—¿Listas?— Pregunta Ascot al momento que abre los ojos

—Si—

—Pues entonces, ya es hora de que comencemos con esto—

—¡¡No, espera!!—

—¿Qué es lo que pasa Serena?—

—Lucy, Marina, Anais, esta es nuestra pelea, no tienen por que implicarse si no quieren, ¿Están seguras de que quieren hacer esto?—

Lucy alza el rostro mientras que sus ojos miran a Serena, lentamente mueve los labios al momento que contesta...

—Serena, hemos peleado antes por otros planetas, hemos defendido personas que no conocemos, este es nuestro planeta, aquí habitan las personas que amamos, con mas razón queremos protegerlo, y si nos dan una oportunidad de hacerlo, no podemos desperdiciarla, estoy segura de que entiendes eso—

—Yo... si, lo entiendo—

—Bueno, entonces creo que puedo seguir con mi trabajo— Replica Ascot al mismo tiempo que cierra los ojos

Lentamente Ascot toca las cabezas de las tres guerreras y de sus labios comienzan a surgir recita versos olvidados en el tiempo, un aura de color plateado surge de sus manos mientras que las tres chicas cierran los ojos en espera de esa sensación ya conocida por todas...

"Lucy, Anais, Marina, ¿Pueden sentirlo? ¿Pueden percibir ese poder?"

"Si, es igual que con Guruclef"

"Si, así es, ustedes ya poseen el conocimiento, yo les daré la magia, solo dejen que su espíritu salga a flote, dejen que el poder de las Guerreras Mágicas fluya por sus venas, no lo retenga, dejen que salga"

—Que esta pasando?— Pregunta Ami mientras que mira asombrada lo que pasa

—No lo se, pareciera que están hablando—

—Es... impresionante—

—Así que tu también sientes ese poder ¿No es así Haruka?—

—No puedo creer que esas niñas encierren tanto poder dentro de ellas—

—Michiru, Haruka, Setsuna, ¿Pueden decirme de que están hablando?—

—Pon atención serena, frente a ti se esta concentrando una cantidad de energía capaz de destruir todo este lugar de un golpe—

Serena y las demás dejan de hablar para admirar lo que sucede, de un momento a otro, el fuego plateado se torna rojizo mientras que el aire comienza amoverse mas rápidamente, las manos de Ascot se tensan mientras que su rostro impasivo y tranquilo cambia a un gesto casi de dolor...

—¡Diosa! ¡No!—

—¡¿Qué es lo que pasa!? ¿Esta bien que Ascot haga eso!—

—No lo se—

"Qué es lo que pasa Ascot"

"Sabía que olvidaba algo, ¿Cómo pude ser tan tonto?"

"Qué, que olvidaste?"

"No, no es nada, no habrán los ojos, no dejen de concentrarse"

Las manos del hechicero comienzan a sangrar mientras que un destello anaranjado se levanta por encima de él, un grito seguido por una explosión se deja escuchar en el templo haciendo que los cuervos que rondan en el techo huyan volando, el humo se disipa rápidamente dejando al descubierto la imagen de Ascot quien yace inconsciente en el suelo...

—¡¿Qué esta pasando?!— Grita Serena mientras que corre a auxiliar a Ascot

—Lucy, ¿Esta bien que pase esto?— Pregunta Ami a la chica que se levanta por encima del humo.

—No, nunca paso con Guruclef, algo debió de salir mal—

—Pero...— Pero Ami no puede acabar de hacer su pregunta, un destello dorado surge detrás de ella lanzándola hacia el otro extremo de la habitación..

—¡¿Que diablos esta pasando?!— Grita Haruka mientras que observa la extraña luz que surgió detrás de Ami

Lentamente, el extraño brillo comienza a desvanecerse dejando al descubierto una silueta, delgada, vestida de negro, que se mantiene inmóvil delante de las chicas, voltea el rostro mientras que mira Ascot quien lentamente comienza a levantarse al momento que trata de decir algo...

—No... no ahora— Musita el muchacho mientras que ve al nuevo personaje delante de él

—¿Quién eres?— Pregunta Serena mientras que ayuda a Ascot a levantarse

—Ascot, Ascot, Ascot...— Dice lentamente el extraño personaje mientras que avanza directamente hacia el hechicero...

—Tu eres...—

—No, no trates de recordarme, no conoces mi rostro, no me conoces— Dice tranquilamente el hombre mientras que se para frente al muchacho...

—Pero...—

—¿Cómo sé tu nombre? Oh... yo se muchas cosa, pero lo que importa ahora es lo que se de ti, tu eres Ascot, magno hechicero de Benea, asesino de ambos clanes...—

—¿Qué es lo que quieres?—

—¿Yo?... A decir verdad no quiero nada de ti, yo solo soy un emisario—

—Un...—

—Si, un emisario, fui enviado por alguien que supongo conoces—

—¿Quién?—

—Su nombre es Zaarel...—

—¿Zaa...—

—Vamos, no me digas que no sabes quién es el... bien, entonces yo te lo diré, Zaarel es...—

—¡¡Cállate!!—

—Vamos tipo, ¿?Que pasa? ¿O es que no quieres que tus amigas humanas sepan la verdad?—

—No se de que me hablas—

—Bien... pues entonces diré lo que vengo a decir y me iré, ¿estas de acuerdo?— Pregunta burlón el extraño personaje mientras que mira desafiante a Ascot...

—Bueno, supongo que eso es un si— Voltea, mira a las trece chicas frente a él y habla...

—¡¡Sailors Scouts, ustedes son las guardianas de este mundo, mi nombre es Shouten, y he sido enviado para negociar con ustedes, frente a mi esta Ascot, el es un hechicero, un traidor, un guerrero de nombre Zaarel me ha enviado para pedirles algo...—

Las trece chicas se miran confundidas entre si, todas se muestran confundidas ante lo que pasa, pero son las lideres de ambos grupos las que hablan...

—¿Qué es lo que quiere?— Preguntan Lucy y Serena al mismo tiempo

—Quiere... ¡¡A Ascot!!— Dice Shouten mientras que señala al hechicero

—¿A Ascot? ¿De que estas hablando?— Pregunta Michiru antes de colocarse frente al muchacho

—Ascot es un traidor, un asesino, por siglos Zaarel lo ha buscado, a arrasado planetas enteros en su búsqueda, ya es hora de que esto termine, Zaarel lo quiere para juzgarlo, para condenarlo por lo que ha hecho, ¡¡Si ustedes se oponen, no tendrá otra opción mas que venir por él, su mundo será arrasado a sangre y fuego hasta que el venga con nosotros, ya han comprobado el poder de sus bestias, por su bien, por el de los suyos, les recomiendo que nos lo entreguen pacíficamente!!—

Silencio, trece voces se acallan por las palabras de un hombre, Serena mira a sus amigas cómo si les preguntara que hacer, Lucy voltea sin saber que contestar, y es una voz burlona y fuerte la que interrumpe el silencio...

—¡Ja! ¿Crees que te lo vamos a entregar así cómo así?— Grita Haruka mientras que se para frente al desconocido     —¡Ascot es nuestro amigo! No permitiremos que le hagan daño—

Serena y las demás chicas miran sorprendidas a Haruka, Shouten también se sorprende al oír las palabras de Haruka, pero de inmediato retoma su actitud y tranquilamente contesta a la chica...

—Bien, pues que así sea entonces, la invitación fue dada, fueron ustedes las que rechazaron la oferta, hubiera preferido que fuera más fácil, pero ahora tendrán que pelear por su amigo, la luna esta llena, cuando muera, cuando la sangre la tiña por encima de sus cabezas, Zaarel y sus hombres habrán de llegar... no digan que no se los advertí—

Al terminar de hablar, la imagen de Shouten comienza a desvanecerse tan misteriosamente cómo había aparecido, dejando tras de si los rostros confundidos de las chicas

—¿Qué fue lo que paso— Pregunta Rei mientras que se acerca a Ascot

—Ascot tu... conocías a ese tipo?—

—Yo... no nunca lo había visto—

—Y a ese otro guerrero que menciono? ¿Zaa...—

—Zaarel, no nunca... nunca había oído hablar de él—

—¡¡Dios, tus manos!!— Grita sorprendida Serena después de ver las manos sangrantes del hechicero

—No, no es nada, no te preocupes, estarán bien en unos minutos— Contesta Ascot mientras que sus heridas empiezan a cerrar —Lo ves, ya se están curando solas, lo que tenemos que hacer ahora es hablar un poco—

—¿Hablar? ¿sobre que?—

—Ese hombre... si lo que dijo es cierto, no tienen por que pelear, me esta buscando a mi, no a ustedes, no las arriesgare ni a ustedes ni a su planeta—

—No, si lo que dijo es verdad, las bestias de ese tipo nos comenzaron a atacar desde antes que tu llegaras, esta pelea ya era nuestra—

—Las bestias que nos han atacado tienen el sello del clan de guerreros, y no son mas que esclavos, no habrá comparación con el poder de los que los hayan creado, será muy peligroso enfrentarlos, hace siglos que no enfrento a un guerrero, pero su poder es impresionante, no es que quiera ser pesimista, pero su poder y el de los guerreros no tiene comparación—

—Oye, oye, oye, aún no has visto el verdadero poder que tenemos, quien te crees para decir eso— Replica Haruka mientras que frunce el ceño al mirar la chico

—Y no te olvides de nosotras Ascot— Dice Lucy mientras que se acerca al hechicero

—Es decir, si funciono creo que nuestro poder debe ser capaz de enfrentar a alguien con un poder mas débil que el tuyo—

—Este es nuestro mundo Ascot, nosotras somos las guardianas de este planeta—

—Cierto, nosotras también protegeremos este planeta, no somos sus guardianas pero no podemos desperdiciar el poder que nos fue dado—

Ascot no contesta, Voltea, alza la mirada mientras que observa el punto por donde desapareció Shouten, piensa, titubea por un instante pero de inmediato responde...

—No, tal vez ustedes han vencido a sus enemigos antes, pero este es un guerrero, ellos tienen habilidades únicas, tienen poderes únicos, no quiero que nadie salga herida... Tal vez la necesite...  pero no quiero su ayuda...—

No dice mas, sus pies se elevan y el hechicero comienza a alejarse dejando tras de si las miradas confundidas de sus amigas mientras que un susurro se pierde en el aire...

—Pues lo siento Ascot, pero la quieras o no, la vas a tener—

Lejos, por encima del cielo, mas allá de las nubes, el hombre llamado Zaarel espera el regreso de un emisario, camina en círculo sin dejar de ver la enorme pantalla frente a él, cierra los ojos y habla...

—¿Ya regreso?—

—Aún no señor— Contesta el hombre detrás de él

—Manden otra bestia—

—Pero... señor, ¿ No deberíamos esperar a que regrese, después de todo...—

Abre los ojos, lentamente voltea para mirar a su lacayo, este tiembla, sabe que acaba de firmar su sentencia de muerte, y así es, un segundo, es todo lo que Zaarel necesita para levantar sus manos y que el hombre detrás de él caiga muerto, un brillo malicioso se advierte en los ojos del guerrero mientras que voltea a mirar a otro de sus lacayos...

—Manden otra bestia... ¿O es que tu también cuestionaras mis actos?—

—No... no señor, de inmediato—

Abajo...

Es un hechicero, su nombre es Ascot, y una vez mas siente esa extraña sensación de soledad que lo ha embargado desde hace ya varios siglos, voltea a mirar su nuevo mundo, ¿Cómo arriesgar un lugar así? Cómo arriesgar a aquellas que le han tendido sus manos...

Preguntas que no encuentras respuestas en la mente del muchacho, no ahora, se detiene, esta cansado, cansado de huir, cansado de todo, así que desciende, un paraje, cómo un bosque, solitario, con el susurro de las cigarras cómo único acompañante, descansa, se deja caer sobre el mullido pasto mientras que sus ojos comienzan a cerrarse, el murmullo de las aves acompañan sus pensamientos, cierra los ojos... y duerme.

Sueña, en otro lugar, otro tiempo, otro Ascot, aquel que fue conocido cómo un hechicero, un asesino, pero dentro de su sueño, otra persona, Pamela, la mujer amada, por la cual dejo todo y abandono su hogar... Pamela.

—Ascot, Ascot, ¿Qué estas haciendo en este lugar— Se escucha decir una voz dentro de la mente del muchacho, es hasta entonces cuando se percata del lugar donde esta, el mundo es un mundo en guerra, y ha estado dentro de esta biblioteca por horas, aprendiendo, nuevos hechizos, adquiriendo poder...

—¿He?... A eres tu Pam. ¿Que haces aquí?—

—Es lo mismo que yo te estoy preguntando Ascot, hace horas que te busco—

—Lo siento, encontré estos libros, miran son hechizos que usaron... ¡Que. Que te pasa?—

—¿Por qué?... Realmente es necesario esto, sabes cuanto odio el que pelees, me da miedo que la venganza se apodere de ti, yo... yo no lo soportaría— Calla, oculta su rostro tras de sus manos mientras que comienza a llorar en silencio, Ascot se acerca, la abraza mientras que juega con sus cabellos...

—No te preocupes... eso nunca pasara, Tal vez si yo estuviera solo, si no te tuviera a mi lado, lo que dices se volvería realidad, tal vez seria un hechicero cómo los demás, guiado por el odio de una guerra que me arrebato a mi familia, tal vez ni siquiera estaría vivo en este momento, pero te tengo a ti, tengo el deber de cuidarte, nosotros dos somos los últimos del clan de Atram, nuca estaremos solos mientras que nos tengamos el uno al otro— Pamela deja de llorar, mira los ojos de Ascot mientras que un sentimiento cálido se apodera de ella...

—Tienes razón, siempre es bueno saber que alguien cuida tus espaldas, no es bueno estar solo, yo tampoco hubiera sobrevivido si tu no estuvieras conmigo, el saber que alguien necesita que lo cuides es un sentimiento hermoso ¿No crees?—

—Si, así es—

Ambos chicos permanecen abrazados mientras que la tenue luz de una vela termina por desvanecerse, el sueño termina ahí aun cuando Ascot no despierta, continua durmiendo pero esta vez con una sonrisa en su rostro, una extraña sensación que hace tiempo no experimentaba invade su mente, no sabe por que, pero en estos momentos, Ascot realmente se siente tranquilo, por primera vez en años, se siente... bien.

Templo Hikawa...

Tarde, el sol se oculta otra vez mientras que dos chicas, ambas lideres de su respectivo equipo piensan en lo que habrá de pasar...

La chica rubia es Serena, junto a sus amigas a peleado muchas batallas, junto a sus amigas ha salvado a este mundo muchas veces, sin embargo, nunca pensó sentirse tan inútil, tan sola, como en este momento...

La otra, la pelirroja, es Lucy, una chica ordinaria, hasta que un grito de suplica despertó su poder, un poder dormido, un poder olvidado, ella también ha peleado sus batallas, pero no por este mundo, por otro, por Céfiro. Ahí conoció personas que pelearon a su lado hasta el final, también conoció a un niño, un niño inocente llamado Ascot, un niño que creció y se volvió un hombre en un instante, un niño con un secreto, un niño que las volvió a dotar de poder, un... no, no un niño, tampoco un hombre, un hechicero... Un hechicero con un poder mas allá de su imaginación y aun así parece temer lo que vendrá...

—¡¡Yo digo que defendamos nuestro planeta, con Ascot o sin el, ya lo hemos salvado antes sin ayuda de nadie, lo volveremos a hacer!!— Interrumpe abruptamente Haruka mientras que golpea la mesa

—No lo hagas parecer tan fácil Haruka, hasta Ascot tiene miedo por el poder de nuestro enemigo—

—Ascot, ¡¿Que les pasa?! No teníamos a Ascot cuando protegimos nuestro planeta del silencio, tampoco cuando apareció Nefherenia, mucho menos cuando peleamos contra Galaxia! ¡¿Por que habríamos de necesitarlo?! Nos ha ayudado, pero podemos arreglárnoslas sin él—

Haruka calla esperando una respuesta, no puede evitar el decepcionarse cuando mira los rostros cabizbajos de sus amigas que guardan silencio sin atreverse a contestar.

—¡Tienes razón!— Grita Lucy mientras que alza la mirada para ver el rostro de Haruka

—¡..Lucy..!— exclaman sorprendidas Marina y Anais mientras que Lucy se pone de pie —No, es cierto, nosotras peleamos por Céfiro, pero este es nuestro hogar, tal vez se haya arrepentido, pero Ascot nos volvió a dotar de magia, no creo que tengamos cosas mejores que hacer con ella que utilizarla para proteger nuestro mundo—

Haruka mira sonriente como la chica se pone de pie seguida de sus dos amigas, al igual que ellas, una a una las demás Sailors se ponen de pie hasta que solo es Serena la que queda sentada...

—Y bien serena, ¿estas con nosotras?— Pregunta Haruka mientras que extiende su mano hacia la chica.

No contesta, tiene miedo, tiene mucho miedo, pero al mirar los ojos de sus amigas, los rostros de Lucy, marina y Anais que lucen decididos a pelear en una batalla que no les corresponde, solo le queda una opción, toma la mano de Haruka, que, al igual que las demás chicas, le sonríe mientras que le ayuda a levantarse.

—Sabía que no nos abandonarías—

—...Nunca—

Por un instante una tranquilidad extraña y placentera se apodera de las trece chicas ahí presentes, solo por un instante hasta que una voz ya conocida por Serena y las demás chicas interrumpe gritando...

—¡¡Chicas, vengan rápido, apareció otra bestia, esta vez en el mercado Asana!!— La voz es de Luna, una gata que de una u otra forma fue la que comenzó todo esto, Haruka es la primera en salir mientras que las demás Sailors la siguen dejando tras de si a las tres guerreras mágicas que miran curiosas a Luna...

—Bien, ¿que esperan, es que ustedes no van a ayudarnos?— Pregunta Luna al notar que las tres chicas permanecen inmóviles...

—Si... lo siento, es que...—

—¡¿Que?! ¿Nunca habían visto un gato que hablara o que?—

—A decir verdad no—

—Pues ya lo hicieron, ahora vayan a ayudar a Serena y a las demás chicas—

Lucy, marina y Anais obedecen las ordenes de Luna, "Se siente extraño que una gata te diga lo que tienes que hacer" Piensan las tres mientras que corren detrás de sus amigas "Debe ser como Nicona", tal vez después piensen en ello, mientras tanto siguen corriendo detrás de las demás chicas, saben que esta vez enfrentaran una de esas bestias sin Ascot, sin embargo hay algo que las emociona, tal vez sea el sentir el poder tratando de surgir de sus manos, tal vez se estén volviendo locas, pero al igual que Marina y Anais, Lucy esta impaciente por probar su poder una vez mas...

Parque Asana...

Hace media hora las personas compraban en sus tiendas, las parejas paseaban por sus campos y los niños compraban globos...

Hace veinte minutos una extraña criatura surgió de una especie de portal.

Hace quince las personas fueron evacuadas del lugar dejando el problema en manos de la policía...

Hace diez minutos la policía evacuo el lugar esperando que alguien se haga cargo de la bestia.

Hace cinco minutos esas personas llegaron...

Esto es ahora, y si las cosas siguen como hasta este momento, hará falta algo mas que un grupo de chicas con poderes para detener ala criatura...

Igual que las anteriores, este nuevo enemigo parece carecer de conciencia, sin embargo sus embates son  rápidos y suficientemente poderosos para derrumbar paredes de un golpe. Tanto Setsuna como Hotaru ya se ha percatado de ello, y es por eso que ahora permanecen tiradas e inconscientes a los pies de la bestia.

—¡Flecha Fuego!— Grita Lucy haciendo uso de su ataque favorito, un olor pestilente se desprende de la bestia cuando el ataque de la chica golpeas su costado, al igual que ella, El dragón de Agua y la Tormenta verde de las demás guerreras golpean a la bestia haciéndola retroceder lo suficiente para que Haruka y Lita alejen a sus amigas del alcance del monstruo.

—¡Demonios! nuestros ataques no serán suficientes— Murmura Lucy mientras que se aleja de la bestia

—Si tan solo tuviéramos nuestras armas—

—Alguna sugerencia Anais— pregunta Lucy mientras que mira acercarse a la bestia

—Bueno... creo que se debilita cada que golpeamos su frente, tal vez ese símbolo sea la fuente de su poder—

—Es cierto— Agrega Ami mientras que saca una pequeña maquina de su bolsillo...

—Que es eso?— pregunta curiosa Anais mientras que se acerca a Mirar mas de cerca la curiosa  máquina...

—Es una minicomputadora, con un poco de tiempo podremos saber cuál es le punto débil de esa bestia—

—¿Quieres decir que tienes una computadora en esa cajita?—

—Si, así es—

—Te importaría mostrármela cuando esto termine—

—No, claro que...—

Pero Ami no termina de hablar cuando siente un tirón que la aparta del camino de la bestia...

—Chicas... después tendrán tiempo de hablar, no se distraigan en este momento...—

—Lo siento Rei, pero necesito mas tiempo para encontrar el punto débil de esa bestia—

—Tiempo eh...—

—Bueno chicas, ya la oyeron, si lo que necesita es tiempo eso es lo que le vamos a dar—

No hacen falta mas palabras para que las demás chicas lancen su ataque, como una sola persona las siete mujeres que aun se encuentran de pie atacan a la bestia causándole el mayor daño posible, Serena lanza su ataque directo al rostro del monstruo que queda cegado por un momento, Rei, Haruka y Lucy las tres con el poder del fuego logran que la bestia caiga de rodillas mientras que Marina y Michiru se encargan de que siga así hasta que Mina y Lita logran aprisionarlo...

—¡¡Anais, Ami, ya encontraron su punto débil, no podré contenerlo por mas tiempo!!— Grita Mina mientras que trata de resistir lo mas posibles los esfuerzos por liberarse de la bestia que gruñe furiosa...

—Un momento ya casi...—

—No encuentro la fuente de su poder, prácticamente ese ser esta hecho de energía pura, no puedo ubicarla—

—Entonces busca el punto donde no haya energía, eso es lo que debe hacer que permanezca estable—

—Tienes razón, entonces debe ser... ­¡¡Su frente, destruyan el símbolo que tiene en la frente!!—

Las palabras de Ami se acallan por el gruñido de la bestia que termina por liberarse mandando a volar a Mina y a Lita...

—¡¡Estas segura!!— grita Haruka mientras que mira erguirse a la bestia —...Esta bien, solo agáchate un poco—

Como si comprendiera, la enorme bestia arremete contra Haruka tomándola por sorpresa hasta que un destello rojizo atraviesa el hombro de la bestia que gime de dolor...

—Marina Ahora— Grita Lucy al mismo tiempo que su amiga arroja un remolino de agua en contra de la bestia que cae a los pies de Haruka...

—No pierdas tiempo Haruka— grita Marina mientras que espera delante de ella...

No lo hace, Haruka toma su espada y con ella atraviesa el símbolo que la bestia ostenta en la frente haciendo que esta lance un grito de ira mas que de dolor mientras que sus enormes ojos pierden su color rojizo para tornarse blancos...

La extraña criatura comienza a desvanecerse a los pies de Haruka quien retira su espada de su frente y voltea a sonreírles a su amigas...

—Bueno... no fue tan difícil verdad— Pregunta a las demás chicas que se le acercan lentamente...

—Hacemos un buen equipo...—

—Vaya, nunca hubiera pensado que el punto débil de la bestia era donde no se concentraba su energía, eres muy lista Anais—

—Tu también Ami, es sorprendente lo rápido que trabajas con esa m quina... ¿Quién te la dio?—

—Luna...—

—La gata? Vaya, debes de saber mucho de matemáticas para poder controlarla—

—Si, es mi materia favorita—

—En verdad, también la mía... creo que nos parecemos mucho no crees—

—Ya lo creo, es difícil encontrar a alguien que comprenda las matemáticas...—

Las dos chicas conversan sonrientes mientras que sus amigas las miran...

—Vaya, parece que Anais encontró alguien con quien conversar— Dice Lucy sin dejar de observar a su amiga...

—Si, también Ami— Comenta Rei mientras que se acerca la chica—Por cierto, sus poderes son sorprendentes, no pensé que fueran tan poderosas—

—Ustedes también son muy fuertes...—

—Lo ven, vencimos a esa bestia sin la ayuda de Ascot, podremos enfrentar lo que venga— Dice Haruka con una sonrisa en el rostro... —Ambos grupos son suficientemente poderosos como para vencer otra Sailor Galaxia— Continua la chica mientras que estrecha la mano de Lucy

—Tienes razón, hacemos un equipo grandioso— Responde Lucy al mismo tiempo que voltea a mirar a sus amigas...

—Es cierto...— Se escucha decir a una voz detrás de ellas

—¡­Ascot!— Exclaman sorprendidas las chicas al darse cuenta de que fue Ascot quien hablo... —Hacen un equipo sumamente poderoso- Continua el muchacho mientras que entra volando por una ventana...

—¿Desde cuando estas aquí¡?— Pregunta Serena a Ascot quién se acerca hacia ella —El suficiente para ver su pelea— Contesta el muchacho para acercarse a examina lo que aun queda de la bestia.

—­¿Que haces aquí¡?!— Pregunta Haruka sin dejar de mirar con enojo al hechicero quien se levanta sin dar la vuelta   —­Pensé que ibas a abandonarnos! ­¡¿O es que vienes a prohibirnos el pelear otra vez?! ­Si es así te advierto que...—

—No, no vengo a prohibirles nada, yo... yo vengo a pedirles un favor...—

—¿Un favor?—

El muchacho voltea y se arrodilla frente a Haruka al momento que dice...

—Tienen razón, este es su mundo, tiene todo el derecho de pelear por el, yo soy el que sale sobrando... pero si ustedes me lo permiten, yo... yo quiero pelear a su lado, déjenme ayudarlas—

Todas las chicas miran el gesto de humildad del hechicero sin saber que contestar hasta que Serena se acerca lentamente al muchacho y apoya su mano en su hombro...

—Levántate Ascot, será un honor el que peles con nosotras... ¿No crees Haruka?—

la chica titubea por un instante al mirar al muchacho que sigue de rodillas...

—Si... Si, supongo que un poco de ayuda nos caerá bien— Dice la Haruka para después voltear la mirada hacia arriba...

—Pues entonces... Bienvenido seas otra vez Ascot—

Ascot se levanta sonriente y acto seguido las demás chicas corren a abrazarle.

Palabras de aliento y felicitaciones rodean al muchacho quien piensa en lo que acaba de hacer...

—Que fue lo que paso Ascot? ¿Por que cambiaste de opinión?— Pregunta Michiru al muchacho...

—Yo... alguien me recordó que siempre es bueno que alguien cuide tus espaldas— " La misma persona que no pude salvar" se dice a si mismo el chico " Diosa, esta bien que haga esto? y si ellas mueren"...

Un beso de Michiru hace que el muchacho calle las preguntas que revolotean en su mente dejando en vez de ella solo una respuesta... no, no una repuesta, una suplica, un ruego...

"Diosa... protégelas..."

 

 

Continua...