Día lunes. 07:30 a.m. El reloj despertador suena.

—...No... ya cállate...—rogó Iwao con la voz entrecortada, cubriendo su cabeza con la almohada.

Pero el reloj continuaba sonando...

--.....Mmhh...—se quejó.--...que te calles!...—

Nada. El sonido de la alarma era cada vez más fuerte...

--....¡¡¡Ghhhh cállate!!!!!!—arrojó el reloj contra el piso. Quedó destrozado...

Pero se calló.

--...Buenos días...—saludó ella desde su bicicleta, y con cara de pocos amigos.

Rukawa no respondió, sólo se limitó a observarla tan serio como siempre. También iba montado en su bicicleta. Aunque no parecía estar muy despierto que digamos... porque al instante se chocó contra un poste de luz. Se golpeó muy fuerte...

--...Vaya!... Rukawa... ¿¿estás bien?? ¿¿¿No te lastimaste???—dijo ella irónicamente, mientras contenía la risa por dentro.

--No..—respondió él mientras se ponía de pie, y con mirada de aborrecimiento, pues se había dado cuenta de la pequeña broma...

--^_^ A la próxima fíjate por dónde vas...—sugirió la chica, encantada de verlo sufrir.

--...Lo mismo digo...—respondió Rukawa, cambiando el tono.

--¿eh?—Iwao observó enseguida hacia delante.

...Maldito Rukawa... la suerte siempre lo favorecía a él..."

--...¡¡Estúpida, fíjate por dónde vas!!–fueron las palabras del señor que había chocado contra Iwao.

La chica había quedado en completo ridículo...

--...Ya escuchaste... a la próxima fíjate por dónde vas...—finalizó Rukawa, seco como siempre, y siguió su camino montado en la destrozada bicicleta.

**~*~*~*~*~*~**

 --No juegas nada mal para ser mujer...—dijo Akira con su típica sonrisa compradora

--...¿¬_¬ qué quisiste decir con eso??...—respondió Iwao, algo molesta.

--...^^ Vaya, ya te ofendiste... olvídalo...—respondió despreocupado, y bebió un poco de agua.

Iwao se le quedó observando con cara de desaprobación mientras él continuaba de lo más fresco.

--Oye, ¿Qué te parece si jugamos un 1 a 1?—propuso él, de repente.

--¿¿qué??—se sorprendió Iwao—¿O_o ...Otra vez??—

--¿Eh?... Pues sí... o es que ya se te acabaron las energías?—volvió a sonreír.

--¡Claro que no!....— ... — -_- De acuerdo, hagámoslo...—

--¡Muy bien ^^!—Sendoh se puso de pie

 --¡Un momento, Sendoh!—Iwao se detuvo.

--¿Eh?... ¿qué te sucede?..—

Se sonrojó--..¬¬ intentas pasarte de listo, verdad?—

--...¿qué?...—Akira puso cara de desconcierto.

--...¬_¬ Tus manos...—aclaró la chica, señalando el brazo de Akira que rodeaba el busto de ella—¿no te parece que están ‘presionando’ más de la cuenta ¬¬?...—

Entonces en el rostro de Sendoh volvió a aparecer una sonrisa—Ah jaja... pero ya sabes... son las reglas del juego ^^...—

--...¬¬ Si, cómo no... me pregunto si haces lo mismo con los hombres...—respondió sospechosamente.

--¡Claro que sí!–afirmó él entre risas—^^ No seas tan perseguida... y si no me crees, pregúntale a Kaede...—

Silencio.

--...¿A Kaede?...—

--¿No lo conoces?—preguntó Akira, extrañado—..Pero si es la estrella de primer grado de Shohoku...—

--¿Ah si?... Pues no, yo sólo conozco al monito pelirrojo...—

--¿Sakuragi? ¿Y él no te ha hablado nunca de Kaede?—

-- ..¬¬ Que no, ya te dije que no lo conozco... ¿Cuál es su nombre completo?—

--...¡¿QUÉ?!...—exclamó ella, luego de que Sendoh terminara de decir las palabras mágicas...—¡¿Qué fue lo que dijiste?! ¿¡KAEDE RUKAWA?!—

--Ahá...—Sendoh señaló hacia la puerta.

--Oye Kaede ^_^, ¿verdad que contigo también hago lo mismo?..—preguntó Akira mientras se dirigía hacia él.

--No me llames Kaede..—fue lo único que respondió el antipático.

--De acuerdo, tú puedes decirme Akira—replicó Sendoh, bromeando.

Rukawa sólo suspiró por resignación y observó hacia otra parte...

--Como creí que no vendrías, me quedé practicando con Akehiko. La conoces, ¿verdad?—

--No...—y entonces la observó. Y la reconoció. Le sorprendió verla dentro del gimnasio con un balón de basketball en sus manos.

--¿No?...—preguntó Akira.

--^^ Vaya, ustedes dos sí que son extraños..—comentó Sendoh—...los presentaré...—

Rukawa y Akehiko pusieron cara de desagrado.

--Akehiko, él es Kaede Rukawa del salón 10. Kaede, ella es Iwao Akehiko del salón 7. Los dos pertenecen a la misma preparatoria ^_^—presentó él, bastante divertido por la situación.

--Ya te dije que no me dijeras Kaede...—repitió Rukawa. Y luego vio a la extranjera no de muy buena gana—...Hola...—dijo por último, moviendo sólo su vista hacia ella, y simulando no conocerla.

--...Hola..—contestó Akehiko, de la misma forma. Ella tampoco era una buena actriz...

Akira quedó en silencio. Era una situación extraña... Los tres quedaron callados.

--^_^U Bueno... ahora que ya se conocen, los dejaré por un momento. Kaede, tendrás que esperar a que me cambie de ropa.—Sendoh comenzó a retirarse de a poco—no me tardo!...—

--...Ese idiota... hasta cuándo tendré que repetirle que no me diga Kaede...—murmuró Rukawa.

 "...-_- pero qué estaba pensando?... Rukawa no podía llevarse bien ni con la persona más amena y simpática del mundo..."

Akira se retiró. Rukawa y Akehiko quedaron en silencio nuevamente...

Una risa se escapó de Iwao, no pudo evitarlo. Rukawa la observó. Estaba seguro de que se reía de él... pero como todo, no le importó, y sólo se limitó a observarla con cara de indiferencia.

Iwao se detuvo—..¿y ahora qué? ¿acaso no puedo reírme??..—

Él observó hacia otra parte—...Sólo me sorprendió que supieras lo que es una sonrisa...—

Akehiko quedó en silencio ante aquel comentario. Y al instante se estaba riendo al mejor estilo Hanamichi Sakuragi...

--¡¡Jajajajaja... pero qué cabeza hueca eres!!... ¿¿¿Cómo te atreves a decirme eso??? ¡¡Apuesto a que tú JAMÁS en tu vida pudiste sonreír, ni mucho menos reírte de algo!...—

--Apuesta a lo que quieras...—

Detuvo la risa otra vez—..¡Vaya!... ¿entonces sí sonreíste alguna vez?... Y dime, ¿a cuántos mataste del susto??... jajajajaja...—

--...A nadie. Ya habían muerto luego de verte el rostro...—

Akehiko se calló por completo...

--Imbécil...—le dijo entre dientes.

--No más que tú—contestó él, mientras se retiraba.

--¡Maldito idiota!—pensó ella—...ahora verás... no me ganarás otra vez...—

--¿Eh???... ¿¿Pero adónde vas???...—preguntó sobreactuando la chica— ¿¿Acaso no vas a esperar a tu novio???—

Él detuvo sus pasos.

Luego de ese comentario Rukawa quedó en silencio, sin palabras... por varios segundos.

Se limitó a observarla sin voltear a verla.—...Lo solucionaremos en la cancha de basketball...—fue lo único que replicó. Luego continuó con su camino...

Llegó Sendoh.

--Bueno, ya estoy aquí...—Iwao volteó a verlo—¿Eh?... ¿dónde se metió Kaede?...—preguntó él, observando hacia todas partes.

--...No lo sé...—mintió ella— creo que se fue.—

Sendoh continuó observando, hasta que detuvo su vista en la puerta del gimnasio, y entonces pareció comprenderlo todo—No... seguramente me está esperando afuera.—Sonrió—...Le encanta ver el cielo oscurecer...—

Silencio...

--Bueno, nos vemos Akehiko ^_^!. Gracias por la práctica de hoy. Y recuerda, son las reglas del juego!—dijo divertido, y se retiró con las energías de siempre.

**~*~*~*~*~*~*~*~*~*~**

—Mmmh...—murmuró—..estoy muerta...—

Iwao perdió la vista en un punto. Podía ver la imagen de Rukawa observando el cielo nocturno.—...Maldito Rukawa...—dijo entre dientes...—...no me dejarás en paz ni siquiera en mi propio hogar, verdad?...—

--¿Miau?—recibió como respuesta.

Se sentó de un salto luego de oír eso.

 --¿¡Tú?! ¿Q-q-qué rayos estás haciendo aquí??...—preguntó exaltada, luego de ver al gato de la semana pasada.—¿Por qué volviste??..—

Y entonces Akehiko dedujo lo que cualquiera hubiera podido pensar en su situación: había vuelto por más comida.

—...Ni creas que voy a alimentarte nuevamente y pasar lo mismo que la semana pasada... Mejor vete!—

El gato negro aun se encontraba quieto en su lugar, sin perder ni un solo detalle de Iwao. Pero no sólo por eso se encontraba inmóvil. Tenía una herida en la pata derecha delantera, justo en la articulación.

La chica también quedó sin movimiento luego de ver eso. No sabía qué hacer... no parecía una herida reciente, ya que la sangre estaba seca. Pero era una herida grave...

—...Jeh... tenías que ser gato... supongo que te hiciste eso durante alguna pelea callejera, o no?...—preguntó ella, con la voz algo temblorosa.

—...¡No, ya lo tengo!. Te envió el odioso Rukawa Kaede, ¿verdad?. Ustedes dos están aliados. Claro, como son de la misma especie...—

El gato se sentó. Parecía haber adivinado que Iwao continuaría diciendo estupideces por un buen rato, y quería disfrutar del espectáculo...

--...¬¬ Idiota...—

Silencio. El animal seguía en su lugar.

--¡¡Ghhh pero qué estoy diciendo! ¡Yo soy la idiota! ¿Cómo puedo estar hablando sola con un gato???...—

--¡Gato imbécil, no pongas esa cara!—

El gato apenas abrió los ojos.

--¡Escúchame bien! Esta vez te ayudaré sólo porque no quiero verte con esa expresión horrible que me recuerda a ya sabes quién, ¿de acuerdo???—

--¡Pasa de una vez!—

**~*~*~*~*~*~*~*~*~**

Luego de regresar del veterinario, Iwao recostó al felino en el sillón. Estaba anestesiado. Aun lo observaba de mala gana...

Iwao se levantó del sillón y fue hacia la puerta.

—¿Si?..—

--¡^_^Iwao, Iwao, soy yo, abre!—

Akehiko pudo reconocer fácilmente aquella voz—...¬¬...Ese tono tan alegre... sólo puede ser de...—abrió la puerta, y sonrió satisfactoriamente al ver a la persona que estaba allí—...Svenska...—

--¡Vaya Iwao, así que te lo traías bien guardado, verdad?—dijo entusiasmada la sueca.

--...¿¿Eh???...—se desconcertó ella.

--...¡^_~ Vamos, no te hagas la desentendida!—continuó alegre su amiga—¡Pero entonces yo me quedo con Sendoh!—

--...¿¿¿¿°_°??????....—

--^_^ ¡Anda, ya deja de fingir!. ¡Está aquí, está aquí! Ha venido a verte! ¡Y a estas horas de la noche, ouuuuu!—

--...¬_¬ Háblame en inglés por favor...—

Svenska detuvo las risas, y se quedó observando a su amiga por un momento, con un globo lleno de puntos suspensivos en la cabeza.

Reaccionó de golpe—Ggghh Iwao, no te hagas!! ¡¡Me refiero a ese chico!! ¡¡El chico de Shohoku, ha venido a verte!!—

Iwao abrió sus ojos muy grande—¿"El chico de Shohoku"??—

—Mito..—Se escuchó de repente—^^ El chico de Shohoku es Yohei Mito...—se presentó el chico, que se encontraba detrás de Svenska, quien por cierto se había congelado ante esas palabras—¿^_^ Qué tal Iwao? Disculpa por interrumpirte a estas horas de la noche...—

--...Yo...Yohei...—tartamudeó Iwao, totalmente sonrojada.

Svenska comenzó a retirarse lentamente—^^ Jeje... bueno... yo... los dejo... ¡a-adiós!—

Ante el silencio que reinó por varios segundos en la habitación, Yohei decidió comenzar a hablar.

--Sólo vine a traerte los resúmenes de química...—dijo, con varias hojas en la mano—^^ Esto es lo que dictaron la semana pasada cuando te expulsaron del salón...—

--Ah... ^_^ Muchas gracias, no te hubieras molestado...—agradeció ella, mientras lo invitaba a pasar—^^U Disculpa el desorden... es que... aún no me organizo bien....—

—No te preocupes, mi habitación está peor...—la tranquilizó él.

--¿Qué? ¿Hablas en serio??...—

Claro que no. La habitación de Yohei estaba en realidad el doble de ordenada de lo que estaba el apartamento de Iwao... Pero modales son modales...

--^^ Claro...—

**~*~*~*~*~*~*~*~*~**

--¡¡Jajajajaja!!—

Eran las carcajadas de Takamiya, Okus y Noma. Había comenzado un nuevo día, y como siempre, Hanamichi y su ejército se encontraban reunidos hablando de diferentes cosas. Como era costumbre, había surgido el tema ‘Haruko Akagi’, y esta vez, en consecuencia, había surgido el tema ‘rechazos’. Para desgracia de Iwao, quien se encontraba con el ejército, el tema también le tocó a ella, y no tuvo otra opción más que contar sobre su entretenida y aventurada vida amorosa.

De ahí las carcajadas de los muchachos...

--¡¡¡Ghhh ya cállense idiotas!!—exclamó Sakuragi, y luego posó una mano sobre el hombro de Iwao, con una gran cantidad de lágrimas en los ojos-- ;_; Intento de japonesa, entiendo a la perfección cómo te sientes... No les prestes atención a este grupo de ñoños!—

--Déjalos monito...—respondió Iwao, también resignada— -_- algún día les sucederá lo mismo...—

--Jaja... disculpa Iwao, es que... tu historia no es algo muy común que digamos... –replicó Noma.

--Es verdad...—siguió Okus—pero no te preocupes! En esta preparatoria no parece haber homosexuales... así que al fin estás salvada!—

-- -_-u Gracias..Okus...--

--Yo también digo lo mismo, Iwao...—afirmó Takamiya. Ella sonrió--...Pero en cuanto te enamores de alguien, no olvides decírnoslo, sólo para saber quién es el primer gay de Shohoku! ¡Jajajajaja!—

Noma y Okus no pudieron contenerse y festejaron nuevamente a grandes carcajadas el chiste de su amigo.

--¡¡Ghhhh muy bien!! ¡¡Ya fue suficiente!!!—Akehiko recurrió a la violencia ^^U—¿¿Cómo pueden ser tan poco caballeros con una dama?? ¡¡Qué clase de hombres son!!..—exclamaba ella mientras golpeaba a los tres bromistas

--¡¡^^ Somos hombres a los que les gustan las mujeres!! wahahaha...—

--¡¡¡GRRRRRRRR!!!!—Iwao ya se encontraba en su punto límite.

Como todos los días, continuamos peleando durante unos cuántos minutos, Noma, Takamiya y Okus seguían con sus bromas mientras yo intentaba desquitarme con los golpes, y Hanamichi también se había sumado a la pelea, claro, esta vez de mi parte. Aunque Yohei se encontraba bastante concentrado aquella mañana, pues tendríamos un examen bastante complicado en la primer hora de clases..."

La pelea se calmó, aunque el trío chistoso continuó con las bromas, mientras Yohei seguía concentrado en lo suyo.

--Oye Yohei!—llamó Okus—¿por qué no festejas con nosotros? Ya deja eso!—

--No Okus... —respondió el, sonriendo—Ya dejen en paz a Akehiko...—

Takamiya interrumpió.

--¡Vaya! ¡Otra vez está defendiendo a Akehiko! Oigan, no les parece que entre Yohei y Akehiko sucede algo??? ¡Siempre se están llevando bien y se sonríen!—

--¿Hm?—murmuraron Iwao y Hanamichi al unísono.

—Si, es verdad!—siguió Noma—¡Y además, Akehiko siempre se sonroja al ver a Yohei!—

--¡Jaja si! ¡¡Ahora que lo pienso, Yohei y la japonesa fallada se llevan muy bien, no lo creen??—finalizó el pelirrojo.

--¡¡Hanamichi!!!—exclamó ella.

--Jajaja siii!!!—respondieron sus amigos, y al instante todos bromeaban con el tema, incluyendo esta vez a Hanamichi. Yohei no les había tomado importancia... y Akehiko... intentaba hacer lo mismo...

--¡Pero un momento...!—exclamó de golpe Hanamichi, bastante sorprendido—¡Si el intento de japonesa está enamorada de Yohei... entonces eso significa...—

Todos llegaron a la misma conclusión y respondieron al unísono... –¡¡¡QUE YOHEI ES GAY!!!—y comenzaron a reírse a carcajadas imparables nuevamente.

**~*~*~*~*~*~*~*~*~**

Como todos los días, en la hora del almuerzo, Rukawa subió hasta el último escalón cerca de la azotea. Se sentó allí, apoyando su tan bien formada espalda sobre la pared, y sosteniendo esta vez un discman entre sus manos.

A punto de cerrar los ojos y ponerse los audífonos, observó algo que le ‘llamó la atención’. Era la espantagatos Iwao Akehiko. Se encontraba en la azotea, parecía estar esperando a alguien, o más bien parecía estar esperando algo, y no parecía ser algo bueno...

Por supuesto, a él le importaba muy poco lo que le sucediera o dejara de suceder a la extranjera, por no decir precisamente, que le importaba ‘nada’.

Así que decidió continuar con su rutina diaria y comenzar con el momento más feliz del día: la hora de la siesta donde ningún profesor vendría a despertarlo. Cerró los ojos y dejó correr la música.

Le fastidió ser interrumpido por uno de los amigos del insoportable Hanamichi Sakuragi justo en el momento en que comenzaba a soñar profundamente. Era Yohei, y sólo quería salir a la azotea porque alguien lo estaba esperando.

—...gracias...—respondió Yohei, luego de que Rukawa abriera el paso, y salió a la azotea.

Él ni siquiera respondió, simplemente volvió a acomodarse y cerró los ojos nuevamente, para conciliar el sueño, cosa que por supuesto, no le llevaría mucho tiempo.

Durmió y durmió durante todo el descanso. El gato había llegado dos minutos después de que Rukawa se había dormido profundamente, y por supuesto, se ubicó entre sus brazos, que estaban listos para recibirlo. Así, los dos se pasaron una vez más una hermosa siesta, tranquilos, ajenos a todo. Rukawa soñando otra vez que era el basketbolista No.1 de Japón; y el gato... pues quíen sabe...

**~*~*~*~*~*~*~*~*~**

Siempre que despertaba, había un gran silencio en toda la preparatoria. Porque siempre se pasaba más de la cuenta, y se quedaba dormido por mucho tiempo más del que abarcaba la hora del almuerzo, cuando ya todos se encontraban en sus respectivos salones.

Esta vez abrió los ojos, y fue diferente. Incluso el gato se encontraba aun en sus brazos, cosa extraña ya que desde hacía una semana atrás, el pobre animal no duraba más de cinco minutos con él, todo por causa de Akehiko.

Era una voz, se escuchaba un poco lejos. Observó, un poco somnoliento aun, hacia el lugar de donde provenía el sonido. Y lo vio:

La chica intentó sonreir, mientras secaba sus lágrimas.

—...Al menos dime... quién me ganó esta vez...—dijo ella, entre sollozos.

Si... era la espantagatos; aun estaba allí. Y el amigo del insoportable pelirrojo se encontraba enfrente de ella, sin decir nada.

Ella subió su vista rápidamente, y esta vez sonrió mejor.—...¿Fue Hanamichi verdad?...—

Rukawa despertó la mirada de repente, y observó enseguida a Yohei. Se encontraba escondido detrás de la puerta que daba a la azotea, observando todo en secreto, como un ladrón. Si, es verdad, a él no le importaba en absoluto la vida de Akehiko o la de Mito, pero esta vez la ley ‘la curiosidad mató al gato’, efectivamente, lo venció...

Volvió la vista hacia ella segundos después... luego de que Mito quedara en silencio por un buen rato.

Quiso ver la reacción de Akehiko, o, más bien, le dio curiosidad ver la forma en que una persona reacciona frente a un rechazo amoroso. Pues claro, el jamás había pasado algo como eso...

—...Ya veo...—murmuró ella, sin ver a Yohei a los ojos.—...creo que debo tomar ese silencio como una respuesta afirmativa...—

Hubo un gran silencio.

Rukawa se quedó observándola. Le llamó la atención la última lágrima que recorría el rostro de ella, porque recibía el reflejo del sol, y brillaba como si fuera una gema transparente.

—...Será mejor... que Hanamichi comience a valorar lo que tiene a su alrededor...—dijo ella—...porque sino jamás se lo perdonaré... –

Yohei sintió más lástima por ella, pero intentó sonreir. Iwao se marchó al instante. Él quedó parado en silencio, sintiéndose fatal por lo que acababa de ocurrir.

Inmediatamente Rukawa volvió a su lugar y en un segundo se puso los audífonos, aunque la música estuviera detenida. Cerró los ojos.

Ella lo vio, pero ni siquiera le tomó importancia. Saltó por encima de él a toda velocidad, lo único que quería era desaparecer de ese horrible lugar lo antes posible. Rukawa sintió la brisa del salto sobre su rostro.

Y algo más...

Luego de que Akehiko desapareciera, él abrió sus ojos y dirigió la vista hacia su mano, donde había sentido un frío repentino. Era aquella lágrima que le había llamado la atención segundos atrás, que había terminado de derramarse justo en el momento en que Akehiko saltó por encima de él.

Se quedó observando la pequeña gota que enfriaba de una manera extraña su mano. Hacía mucho tiempo que no sentía una lágrima sobre su piel...

Observó escaleras abajo, con el rostro sin expresión de siempre. El lugar ya estaba vacío.

**~*~*~*~*~*~*~*~*~*~**

Esa noche, en el gimnasio de la preparatoria Ryonan:

—¿Kaede?...—llamó Sendoh. Rukawa lo observó—...¿qué te sucede? Has estado muy serio el día de hoy...—

El No. 11 lo observó con ojos asesinos.

— ^^ Jajaja lo siento... no puedo evitarlo...—se disculpó Sendoh, por la broma. Y luego continuó.—Pero... en verdad te he notado algo extraño. No estás jugando como siempre. ¿Te sucede algo?—

Rukawa observó hacia otra parte—No... no es nada. Continuemos—y volvió a tomar posición para continuar con la práctica.

Intentó hacer una clavada pero fue bloqueado por Sendoh.

Akira cayó con el balón en sus manos y al recuperar la postura lo arrojó hacia el piso. Rukawa no se salvaría de él esta vez.

—¿lo ves?...—dijo Sendoh— ...podrías haber encestado esa canasta si fueras el mismo de siempre...—

Kaede quedó en silencio. Probablemente Sendoh tenía razón. Pero no, seguramente se encontraba bastante cansado y eso era todo. Luego de unos momentos decidió retirarse, así que se dio la vuelta para salir del lugar—... fue todo por hoy. Me voy...—

Pero Akira lo detuvo, tomándolo del brazo y volteándolo hacia él. Rukawa odiaba que hiciera eso.

—No quiero escuchar tus estúpidos sermones, Sendoh...—aclaró Kaede, sin observar a Sendoh a los ojos—así que déjame en paz...—y se safó de él, para luego retirarse.

—Kaede...—llamó Sendoh, con una sonrisa. Rukawa se detuvo—No peleemos...—y se acercó, rodeando la cintura del No. 11 con sus brazos— ...solucionemos esto en mi apartamento...—

Rukawa movió solo su antebrazo y golpeó a Akira en el rostro, con los nudillos de su mano.

—...Imbécil...—respondió. Y se retiró sacudiendo su vestimenta.

Sendoh quedó solo en el gimnasio.

—Vaya...—dijo, intentando sonreir—... otra vez fallé...—

**~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~**

 Rukawa se detuvo al ver a Iwao Akehiko en frente suyo. Se encontraba con un balón de basketball en sus manos, y llevaba puesta una gorra negra con la visera hacia atrás. Estaba esperándolo.

—...Tenemos un asunto pendiente, ¿lo recuerdas?—dijo ella, con un tono bastante apagado.

Él se quedó en silencio por un momento; creyó entender la razón por la que ella jugaba basketball.

Recordó que Sendoh se encontraba dentro del gimnasio, así que tomó rumbo hacia la izquierda, echando antes una mirada sobre ella.

—Sígueme..–ordenó.

Iwao obedeció. Kaede Rukawa era la persona indicada para aquel momento. Necesitaba agredir, insultar, e incluso desquitarse con alguien. Y nadie más perfecto que él para hacerlo.

—Imbécil, no te duermas! –exclamó Iwao, luego de patear la bicicleta del kitsune para que éste despertara.

—Déjame en paz...—murmuró el, con los ojos entreabiertos— y aprende a hablar... espantagatos...—

—Púdrete, estúpido... pero por si no lo recuerdas, tú eres el guía...—

Él no respondió, sólo continuó en silencio, con la misma expresión de sueño de siempre, pero aun manteniendo el equilibro sobre la bicicleta. Iwao iba caminando, ni siquiera tenía que correr, ya que el ritmo de Rukawa no era muy rápido que digamos...

Para matar el tiempo y el silencio, ella decidió comenzar a rebotar el balón contra el piso mientras seguían con su camino. Al menos calmaba un poco los nervios. Él observó sólo moviendo su vista hacia el costado.

-- ¿Sabes hacer eso?... eres mas buena de lo que pensé...—dijo, tan irónico como siempre.

Iwao comenzó a rebotar el balón con furia.

-- Pues ya verás imbécil... Espera a que estemos dentro de la cancha...—contestó, bastante furiosa.—Te haré comer tus palabras...—

Rukawa respondió con un gesto sobrante. Él no creería nada hasta comprobarlo personalmente.

Finalmente llegaron. Era la cancha local. No estaba muy bien iluminada pero tenía una canasta en uno de sus extremos y eso era lo importante. Las líneas divisorias también estaban un poco gastadas, pero se veían. Pero sin duda lo que más importaba era que estaba vacía, esperándolos solo a ellos.

Mientras Rukawa estacionaba su bicicleta, Iwao comenzaba con un leve calentamiento; cada uno en un extremo diferente.

—...relájate Iwao...—se decía a sí misma, mientras descontracturaba su cuello—...tranquila... por qué te pones así...—

La verdad era que jamás había estado tan inmovilizada como aquella vez. Estaba increíblemente contracturada, como si no hubiera hecho ejercicios en varios años. Rukawa la observaba desde su lugar, él ya había comenzado e incluso finalizado con el calentamiento. Pero Iwao seguía tomándose su tiempo...

--Oye, vas a incendiarte si sigues así...—dijo él, desde su lugar.

Iwao se sonrojó. Y volteó de inmediato.

--Ya cállate, sólo te estaba dando tiempo a ti, tonto...—dijo, aun ruborizada.

Pero quedó en completo ridículo luego de que uno de sus huesos, más precisamente las vértebras del cuello, le sonaran como si se estuvieran saliendo de lugar.

--...Ah...—murmuró Rukawa—...ya veo...—

**~*~*~*~*~*~*~*~*~*~**

La diferencia de alturas entre Rukawa y Akehiko era de nueve centímetros. Era una situación incómoda para Iwao, ya que no podría realizar sus tiros de tres puntos con tanta facilidad, por lo que necesitaría ser un poco más rápida que lo normal. Afortunadamente, cargaba con 16 kg. menos que él, lo que le daría un poco más de ligereza en los movimientos.

Sin embargo, Rukawa sí había tomado en cuenta aquellos datos. Calculó rápidamente una altura y un peso promedio para Akehiko, y luego sólo se preocupó en pensar qué técnicas le favorecerían más. Llegó a la conclusión de que le sería más fácil de lo que había pensado.

Finalmente, el 1 a 1 comenzó.

--¡No puede ser!—fue lo primero que pensó ella, totalmente sorprendida, luego de apreciar la velocidad de su oponente, quien se dirigía rápidamente hacia la canasta.-- ¡Maldito, no te dejaré encestar tan pronto!—continuó, y se dirigó enseguida a bloquear a Rukawa.

El sonido del balón clavado en la canasta repercutió en la silenciosa noche.

--Si vas a jugar... hazlo bien...—dijo él—... fue foul.—

Iwao reaccionó de inmediato--¿Qué??...—

--Intentaste desviar el tiro presionando tu brazo contra el mío... por si no lo sabías, eso es violación—

--¡¿De qué estás hablando?? ¡Yo jamás toqué tu sucio brazo!—

--Pues yo sí sentí algo desagradable... –

--...Ya cállate estúpido tramposo!...—hizo una pausa— ...de todas formas esto es un 1 a 1 y aquí no tenemos árbitro que nos controle, así que es tu palabra contra la mía!—

--...No me digas... no me había dado cuenta...—

--...¡¡¡Ggghhhh!!!....—

Iwao estaba a punto de estallar. Tomó enfurecida el balón; a pesar de ser mujer, podía sostenerlo muy bien con una sola mano. Sus dedos eran finos y largos.

--¡Escúchame bien!—amenazó ella, apuntando con la mano con la que sostenía el balón a Rukawa— ¡no estoy dispuesta a tolerar este tipo de inconvenientes! ¡Jugaremos hasta que nuestros cuerpos queden destrozados, no importa cuántas canastas encestemos, el perdedor será quien decida dar por finalizado el partido! ¿Estás de acuerdo?!—

-- ¬¬ Lo dices porque sabes que encestaré más canastas que tú?...—

--...-_-^* responde............—

--...está bien...—Rukawa suspiró resignadamente— ..no podía esperar otra cosa de alguien como tú...—

**~*~*~**

Rukawa y Akehiko jugaron por más de treinta minutos sin detenerse... Para ese entonces, él llevaba ya 14 clavadas, 5 canastas de tres puntos, y 9 de un punto. Ella contaba con 6 tiros de tres puntos, 8 de un punto, y ninguna clavada...

El balón estaba en manos de Rukawa, quien lo rebotaba mientras caminaba lentamente hacia Iwao, como preparándose para atacar de repente. Ella sólo lo observaba firmemente, esperando el ataque.

--...Anda, acércate Rukawa...—desafió ella—...intenta hacer tu clavada No. 15....—

Rukawa pudo notar que tenía algo en mente.

--..así que finalmente despertaste...—contestó él— pero ya es tarde, mírate... estás peor que nunca..—

Ella sonrió falsamente. – ^_^ pues tú eres mi consuelo, porque al verte me doy cuenta de que hay gente realmente peor que yo...—

Ese comentario dio el toque final. Rukawa hizo un último rebote más fuerte que los anteriores y se dispuso a atacar a toda velocidad. Iwao intentó detenerlo pero él la engañó una vez más con la mirada, y rebotó el balón de tal forma que éste pasó por debajo de las piernas de su oponente.

--¡Diablos!—se sorprendió ella. Inmediatamente fue detrás de Rukawa, quien se encontraba ahora a punto de saltar para realizar su decimo quinta clavada.– como lo pensé... va humillarme con otra clavada!...—

Rukawa saltó perfectamente, ya había fjiado su mirada en la canasta...

Iwao hizo uno de sus últimos esfuerzos y saltó detrás de Rukawa, estaba a unos pocos milímetros de poder alcanzarlo...

--...Ngggghh!...— ella estiró su brazo lo más que pudo. Esa era su única y última chance... debía lograrlo...

El balón voló hacia el aire y cayó en manos de Iwao. Ella sonrió satisfactoriamente.

— ... esta vez yo gané...—murmuró.

Rukawa respondió con una mirada desagradable y enseguida se preparó para saltar nuevamente, esta vez para bloquear el ataque de Iwao, ya que era obvio que intentaría encestar. Pero ella no había dicho aquella frase en referencia a lo anterior, sino a lo que vendría a continuación...

Al caer, Iwao posicionó mal su tobillo derecho, y todo el peso de su cuerpo cayó sobre él.

Sólo se oyó el ruido de su cuerpo contra el piso.

**~*~**

El partido finalizó. Iwao lo dio por terminado.

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