Usagi no podía creer lo que estaba viendo, antes en donde estaba su hermano, ahora estaba una hermosa chica de cabello rojo.
-...¿Ranma?- preguntó- ...¿eres tú?
Ranma no podía contestar... era algo que nunca se hubiera imaginado. Ahora su hermana también sabía su secreto y lo más probable era que se lo dijera a su madre y eso significaba "problemas".
-Usagi, mira- decía Akane tratando de arreglar la situación- no saques conclusiones apresuradamente... todo tiene explicación...
Usagi parecía no escucharla, no podía pensar, hablar, de a malas podía mantenerse de pie.
-Esto... no puede ser.... tú... ¿eres Ranma?
Ranma cogió fuerzas de la nada, comprendió que era inútil esconder eso; ya tarde o temprano su madre se iba a enterar.
-Escucha hermana... sí, soy yo; Ranma
-Pero, pero... estás... tu cuerpo... tu voz...
-Creo que mejor los dejo solos- dijo Akane antes de irse.
-Hermana, yo...
Ella le cortó el habla estaba a punto de romper en llanto.
-Por eso mi madre hablaba tanto de "Ranko"- decía con voz temblorosa- ahora entiendo... supongo que Genma era "El Sr. Panda" ¿o me lo vas a negar? ¡¡ahora entiendo por qué tú y Genma estaban de "viaje de entrenamiento" cuando mamá fue a buscarlos!!
-Sí es cierto pero...
Ella no lo dejó continuar.
-¡¡Eres un cínico!! ¿cómo pudiste? ¡¡le causaste un dolor tremendo a mamá!! ¡¡ella lo único que quería era verte y poder decirte "hijo"!! ¡¡fuiste tan cruel!! ¡¡jamás pensé que...!!
No aguantó más, soltó a llorar con todas sus fuerzas. Lloró para desahogarse por todo lo que había vivido desde que se enteró de los viajes de su padre, de la existencia de Ranma, hasta ese momento todas las lágrimas solitarias que habían salido de sus mejillas; el sufrimiento al ver a su madre llorar, todo.
-Usagi... yo... lo siento...
Ella, ya estaba tranquila y había parado de llover. Sabía exactamente qué decir.
-No, Ranma, es que yo... sólo necesitaba desahogarme... por todo... tenía un gran nudo en el pecho... pero ya estoy bien... puedes decirme la causa de tu transformación?
-Bueno, pues verás. Todo empezó el día en que mi padre insistió en llevarme a entrenar a las pozas de Jusenkyo...
A todo esto, Akane había informado a Ukyo, Genma y a su padre de todo lo ocurrido.
-Pues lo mejor que pudiste hacer fue dejarlos solos- dijo su padre- ellos deben arreglarse entre ellos.
-"Sí, fue lo mejor"- decía el letrero de Genma, a quien también la lluvia había agarrado desprevenido.
-Ojalá que después de este incidente todo se arregle- señaló Ukyo.
-Sí, ojalá....- suspiró Akane.
Mientras, ya la situación se había arreglado entre los dos hermanos.
-Así que todo fue culpa de Genma...- decía Usagi.
-Sí...
-Pues, lo siento; creo que es mejor que me vaya...
El rostro de Ranma palideció, no podía creer lo que estaba oyendo.
-¿Te vas a...?
-No... no lo sé... no estoy segura... ahora que sé la verdad...- no sabía ni qué decir.
-¿Le dirás a mamá?
-Ya encontraré una forma sutil de decirle... creo, no te preocupes, le diré que ya te convertiste en el hombre que ella siempre deseó.
-Usagi... gracias...
-Ay, hermano, no sabes lo feliz que me has hecho hoy; me iré mañana...
-¿Podrías quedarte esta noche en la Casa Tendo?- preguntó él.
-Pues... si así lo quieren... no quisiera molestar...
-Claro que no...- se oyó una voz detrás de ellos.
-Tío Soun!!- dijo Ranma.
-Así es, no se preocupe, no será ninguna molestia.
-Gracias por su cortesía- sonrió ella, aceptando la proposición.
Ranma sonrió, esta sería su última oportunidad de reconciliar a su padre y a su hermana y esta vez no había oportunidad para fallas.
Casa de los Tendo.
-¡¡Que duermas bien!!- le dice Kasumi a Usagi, quien ahora dormiría junto con Akane.
-¡¡Hasta mañana Kasumi!!- le dijo- Akane ¿a dónde vas?
-Eh... a cepillarme los dientes...
Al salir de la habitación, Ranma la agarró del brazo.
-¿Está adentro?
-Sí Ranma ya no te pongas nervioso
-Claro que lo estoy... es mi útima oportunidad... la última
Akane notó lo preocupado que estaba Ranma, le acarició levemente la mejilla y le dijo con una hermosa sonrisa: "Todo saldrá bien". Ranma no pudo evitar sonrojarse al sentir la cálida mano de Akane rozando su mejilla, aunque ese gesto y esa sonrisa le dieron seguridad...
-Akane... ¡Oh Ranma!!... lo siento... es que no puedo dormir...
-Hijo creo que...- Genma y Usagi se notaron. Estaban frente a frente, Usagi se estremeció por dentro al ver a su padre. Genma miró detenidamente a su hija, en verdad ya era toda una mujer y tenía sentimientos de culpa por no haberla visto crecer y no podía reclamarle que lo odiara.
-Hija...- susurró.
"Hija" esa palabra resonó en la mente de Usagi, tenía unas inmensas ganas de llorar y abrazar a su padre, de decirle "papá, te quiero"; pero de él había heredado el orgullo de los Saotome, algo le impedía: el amor propio. Era demasiado orgullosa. Sin embargo, esta vez sí se le notó que estaba incómoda.
Trataba de que sus lágrimas no brotaran de sus ojos.
-Yo... yo... quiero... Ranma... ¿puedo hablar contigo un momento?
-Claro...
Al irse Akane y Genma, Usagi se calmó.
-¿Qué pasa?
-No lo sé- dijo ella- creo que es mejor irme de una vez...
-Pero...
Ella le tapó la boca.
-Déjame terminar- le dijo- escucha... no quiero quedarme más aquí... es lo mejor...
Ranma se exasperó.
-¡¡Eres una miedosa!!- le gritó- ¡¡una cobarde!! ¡¡no sabes enfrentar tus problemas!! ¡¡claro que después se te hace muy fácil echarle la culpa a los demás!!
Usagi sentía que su corazón se hacía añicos poco a poco, hasta que esa frase hizo que su corazón explotara de una vez.
-¡¡No mereces ser una Saotome!!
Eso no era verdad ¿no era por eso que Usagi había viajado desde tan lejos?, sí, lo había hecho porque era una Saotome y porque necesitaba ver a su familia; por eso se había arriesgado a todo; para conocer a su padre y hermano. Empezó a llorar, como nunca lo había hecho.
-Lo siento... yo...
-Está bien Ranma... creo que yo también tengo un poco de culpa en todo esto... buenas noches...
-Buenas noches...
Usagi salió corriendo.
-¡¡Soy una cobarde!!- se decía una y otra vez- ¿vine hasta aquí sólo para esto? ¿por qué vine hasta aquí? ¿para demostrar que soy de la familia Saotome? ¿o para conocer a mi hermano y a mi padre?... creo que vine para conocerlos... para saber si en verdad era digna de llevar el apellido "Saotome"... pero creo que no lo soy... no soy digna de ser hija de un Saotome...
-Te equivocas- se oyó una voz detrás de ella- sí lo eres... y más de lo que te imaginas...
Ella se volteó y se asombró al ver quién era...
Al día siguiente Ranma y Akane estaban tristes porque Usagi se iba, y durante el desayuno no le dirijió ni siquiera una mirada a Genma.
Por fin, había llegado el momento de la despedida. Toda la familia Tendo despidió a Usagi.
-¡¡Cuídate mucho!!- le dijo Kasumi.
-Siempre esta será tu casa- dice Soun
-Usagi... saluda a la Sra. Nodoka de mi parte- le dijo Akane- y suerte en tu viaje...
-Usagi... yo... siento lo de anoche... y quiero que le digas la verdad a mamá... ella tiene derecho a saber que...
-Gracias a todos, Ranma, escucha; ya todo está perdonado, pero ten en cuenta de que no soy yo la que debe decirle a mamá lo de la maldición. Yo sé que llegará el día en que todos nos volvamos a encontrar y seamos una familia feliz.
Genma se acercó y dijo.
-Saludos a Nodoka
Todos lo miraron asombrados y vieron que Usagi lo miraba con mirada seria y penetrante, mirada que después se fue convirtiendo en una hermosa sonrisa.
-¡¡Claro papá!!- dijo al momento que se acercaba y le daba un beso en la mejilla y posteriormente a Ranma- ¡¡adiós!! ¡¡los quiero mucho a los dos!!
-Papá ...¿ qué rayos...
-Es un secreto hijo... es un secreto...- dijo sonriendo.
Ambos vieron al como Usagi se iba, esta vez con una idea de lo que era ser una Saotome.
Ella estaba feliz, muy feliz...
-Ranma, Papá...- dijo antes de subir al tren- no se preocupen, estoy segura que en un futuro no muy lejano nos volveremos a encontrar...