Una Última Oportunidad.

Por: Marissa Cervantes

 

Capítulo 2: “Encuentro con el pasado”

Al abrir los ojos se da cuenta que están llenos de lágrimas. Se había propuesto no llorar, pero mientras dormía no lo ha conseguido. ¿Por qué? Si era normal que él tuviera a Sora como novia. Es más, hubo un momento en que prácticamente ella le propuso que estuviera con Sora, entonces ¿Por qué llorar ahora? No tenía sentido, era absurdo e infantil... pero doloroso. ¡Rayos! A veces se detesta por eso. Se colocó boca arriba, mirando el techo blanco. Podría quedarse así todo el día... sin verlo ni sentirlo. Pero primero debía terminar con lo que le habían encomendado, luego se encargaría de los asuntos personales.

-Sí- repite en alto- sí Luna, primero te encargas del trabajo y luego te encargas de tu vida íntima.

-Buenos días- le dice Gabumon y ella voltea hacia su digimon. Sonríe levemente.

-Hola...- entonces mira hacia la cama de al lado y se preocupa al notar que está vacía- ¿Y Ryo? ¿Dónde está?

-Salió hace unos minutos, dijo que quería tomar aire fresco- le explica.

-Ya veo, pues creo que iré con él- sonríe ella parándose de la cama.

-Luna, ¿Cuándo te reunirás con los demás niños?- le pregunta Gabumon, caminando a su lado.

-No lo sé, creo que esperaré a recibir noticias de Genai, ojalá y ese se reporte rápido- se queja- porque ya cumplí con mi parte, o sea buscar a Ryo, pero aún no sé para qué lo quieren...

-Dijiste que era para ayudar a Ken ¿no?

-Sí, pero lo que me temo es que luego quieran que yo meta mi cuchara en esta batalla y ya no quiero eso- suspira ella desalentada- no quiero...

-Pues lo siento, Luna, pero vas a tener que hacerlo- una voz conocida para ella le llamó a sus espaldas.

-Ya me estaba haciendo a la idea, Genai- baja la mirada- ¿Qué quieren que haga ahora?

-Debes reunirte con los demás elegidos, que Ryo los dirija para que logren salvar a Ken- le dice acercándose a ella- Deemon ahora no es un problema, podrán derrotarlo con algo de facilidad. El verdadero problema ahora es Oikawa, su propósito es abrir un nuevo portal hacia el Digimundo utilizando las semillas oscuras, una de ellas está en el cuerpo de Ken. Debemos evitar que se la quite e implante en otros niños...

-De acuerdo, eso creo que puedo hacerlo. Pero como soy precavida te preguntaré algo, en caso tal que el hombre ese logre obtener la suficiente energía para abrir la puerta, ¿entonces cómo evitamos que se abra?- pregunta ella.

Genai la observa por unos minutos. Luna se extraña por su mirada, pareciera como si le estuviera pidiendo disculpas ¿por qué?, él se acerca un poco a ella y coloca su mano derecha sobre su hombro.

-Sé que tú sabrás qué hacer, de cualquier forma, ya estamos pensando en algo- dice mirándola con confianza- sabemos que podemos confiar en ti...

-Gracias por el voto- sonríe levemente- trataré de no defraudar a nadie.

-Sé que no lo harás, nos vemos- le da un beso en la frente.

Luna da un gran suspiro. Ya se imagina que terminaría en medio de esta batalla. Siente que ya no va a poder resistirlo, no tanto por lo que va a luchar, sino porque va a tener que verlo de nuevo. Se para en seco. Prometió no pensar en él, y lo va a cumplir. En ese momento siente una mirada sobre ella, es Ryo, a sus espaldas. Él le mira como preguntándole ¿Qué hacemos ahora?

-Tenemos que ir a buscar a los demás escogidos- le informa- espero que no te moleste.

-Para nada- le aclara- quiero salvar a Ken para terminar con esto de una vez por todas...

Luna emitió una risita, Ryo volteó a mirarla confundido.

-¿Por qué te ríes?- pregunta.

-Es que exactamente estaba por decir lo mismo- le mira ella sonriendo- creo que te pareces mucho a mí...

El chico se sonroja levemente por este comentario. Al ver la cara de Ryo, Luna sonríe aún más. Entonces le toma de la mano y mira a Gabumon.

-Creo que es hora de irnos ¿no?- dice mirando a ambos.

Ryo trata de decir algo, pero las palabras se confunden y no pueden salir de su garganta.

 

Sobre el lomo de Garurumon, los chicos llegan rápidamente al centro de Odaiba. Él se coloca en la azotea de un edificio, en donde tienen una buena vista de toda la ciudad. Luna baja del lomo y empieza a buscar a los elegidos. Mientras lo hace puede sentir su corazón latir rápidamente, quiere encontrarlos rápido, pero no quiere ver a Yamato, de modo que ruega para que él no esté con ellos. Y si está... que no esté con... ella.

-¿Y cómo los reconocerás?- pregunta Ryo mirando hacia el horizonte también.

-Conozco a algunos- fue la respuesta de la chica.

En ese momento Luna los divisa, están persiguiendo un auto, por lo que deduce que allí se encuentra su objetivo principal: Ken. Ella mira a Gabumon suplicante y luego observa a Ryo, quien le mira sin saber cómo reaccionar.

-Bien, ha llegado el momento de actuar- suspira ella- pero como no me gusta atacar sin saber contra quién lo hago, mejor observaremos unos minutos. Pero Gabumon, te necesito listo a partir de ahora.

-Cuenta conmigo- le aseguró.

La chica pudo observar cómo Daisuke, el nuevo líder, peleaba contra dos digimon a quienes no pudo reconocer. Sin embargo, la fuerza de estos dos era tal, que el niño no podía acercarse para nada al camión.

Ryo observaba esto atentamente, sus ojos brillaban al ver la batalla.

Luna dio un profundo suspiro, no iba a esperar más. Miró a su digimon fijamente.

-Creo que es hora...

 

-¡Daisuke!!- exclaman Miyako y Hikari llegando sobre Akilamon- ¡Llegamos para ayudarte!!

Enseguida un auto se estacionó cerca de allí, de donde descendieron Iory y Takeru.

-Bien- sonríe Daisuke- ahora sí podremos salvar a Ken...

-No estés tan seguro, niño- Oikawa descendió del vehículo- yo ya tengo lo que quería y no pienso dejarlo ir tan fácilmente...

-¿Se puede saber qué es lo que quieres?- exclamó Taichi llegando con los antiguos elegidos.

-Vaya, ustedes sí que lo quieren saber todo. ¿No saben que la curiosidad no es buena en exceso?- sonríe él.

-¡A mí no me interesa nada de eso!- grita Daisuke enojado- ¡Sólo regrésanos a Ken!

Justo en ese momento una explosión casi alcanza el camión y al Señor Oikawa. Todos voltearon a ver con horror que se trataba de Deemon. ¿Ahora qué podían hacer? empezaron a preocuparse, ya habían comprobado que sus ataques no le hacían ningún daño. Entonces no podrían evitar que se llevara a Ken.  

-Bien, ustedes ya han comprobado que conmigo no se puede, de modo que por las buenas maneras déjenme llevarme al chico- Deemon se fue acercando y, con mucho pesar y furia, Oikawa fue retrocediendo poco a poco. Deemon abrió el camión, dejando ver un grupo de niños y a Ken inconsciente. El digimon sonrió al ver esta escena y extendió su mano para tomar al muchacho. Pero un rayo azul se atravesó entre él y su objetivo, impidiéndoselo.

-¡Quiero que me escuches muy bien!! ¡Llegas a ponerle un dedo encima y te mueres! ¡¿Entendido?!- una voz femenina visiblemente enojada se dejó escuchar.

Desde el lomo de MetalGarurumon, el enojado rostro de Luna le exigía a Deemon que dejara a Ken en paz.

-¿Quién demonios eres tú?

-Espero que me hayas entendido- sigue diciendo ella, a medida que va acercando al grupo de elegidos- y que te retires tranquilamente y sin oponer resistencia, o de lo contrario a mi amigo no le va a quedar más remedio que obligarte a obedecer.

-¿Sí?- se burla- ¡No me hagas reír!

-No te haré reír, te haré huir- le corrige ella sonriente.

Por su parte, Yamato no puede dejar de observarla. Es ella... ¡¡No puede creerlo aún! ¡Está allí frente a él! La última vez que se vieron él desechó la idea de verla de nuevo, pero allí estaba. Sonrió al verla tan... radiante??... hermosa??... no estaba seguro de cómo describirla. Entonces la tibia mano de Sora le regresó a la realidad. Volteó hacia la pelirroja. Sí, su novia. Ella le sonríe, visiblemente preocupada, pero él le sonríe de vuelta, disipando su temor. El rostro de la chica se aliviana y entonces se abraza a él, pero Yamato mira nuevamente de reojo a Luna.

Ambos chicos se bajan de MetalGarurumon. Ryo observa a Ken fijamente, el niño se ve tan indefenso. Debe defenderlo a toda costa.

-Deemon, Luna te acaba de pedir que te retires, de modo que tendré que usar la fuerza- le indica el digimon.

-Bien- murmura Luna- mientras pelea con él, yo abriré el portal.

Ella le dirige una mirada sonriente a Ryo y se encamina hacia donde están Taichi y el grupo de antiguos elegidos. Sin tomar conciencia de ello, Sora enseguida se pone a la defensiva.

-Hola- les saluda Luna animadamente- ¡Cuánto tiempo! ¿no?

-¿Por qué volviste? ¿Qué quieres?- fueron las preguntas con las que atacó Sora.

-Una larga historia, pero para resumirles les diré que vengo “escoltando” a Ryo- les señala al joven- y como Genai no tenía más refuerzos me pidió que interviniera en esta batalla. Ahora, Koushiro, voy a necesitar un pequeñísimo favor.

-Dime en qué te puede ayudar...

-¿Trajiste tu computadora portátil? Es para abrir un portal hacia un mundo de donde ese fastidioso de Deemon no pueda regresar- sonríe ella.

Koushiro enseguida le da su computadora y Luna se arrodilla en el suelo y empieza a trabajar. Daisuke y el resto del grupo se acerca a Luna. Miyako, Iory y él la miran con confusión.

-¿Quién es ella?- pregunta Miyako.

-Luego les explico con más calma, por ahora pueden estar tranquilos que estoy de su lado- sonríe ella tecleando rápidamente.

Entonces el cielo empezó a nublarse rápidamente, haciéndose como un embudo negro sobre Odaiba. Luna le hizo una señal a MetalGarurumon y éste impulsó a Deemon hasta el embudo y éste, aunque se resistió, fue absorbido poco a poco, hasta que ya no se distinguió nada de él.

-¡Lo logré!- sonríe Luna.

Su sonrisa de triunfo fue interrumpida por los sonidos de un motor encendiéndose. Entonces se dieron cuenta de que Oikawa, aprovechando la confusión había escapado llevándose a Ken con él.

El rostro de terror de Ryo no se hizo esperar. El chico cayó de rodillas. Luna miró suplicante a MetalGarurumon, quien enseguida hizo ademán de correr tras el auto, pero no había dado un par de pasos cuando cayó en el suelo, transformándose en Tsunomon.

-Lo siento...es que quedé muy cansado- se disculpa él.

Luna da un gran suspiro y mira con ternura al Digimon, se arrodilla frente a él y le toma en brazos.

-No, no es tu culpa. Ya lo encontraremos, no te preocupes.

Ella se acerca levemente a Ryo, puede notar que el chico solloza levemente, Luna baja la mirada. Levemente coloca su mano sobre el hombro de Ryo.

-Te juro que lo vamos a ayudar... no te saqué de ese orfanato para nada- trata ella de darle ánimos.

En ese momento, Taichi observa incrédulo cómo Agumon se aleja de él y camina hacia Ryo, quien aún está de rodillas en el suelo.

-Ryo...- el digimon le llama.

Él se voltea y parece reconocer en Agumon a un viejo amigo, ambos se abrazan.

-Te juro que voy a encontrarlo... te lo juro...- piensa Luna viendo la escena.

Ryo se pone de pie y mira a su alrededor. Se encuentra con la mirada de los elegidos. Luna también les mira a ellos, Ryo, ella y sus digimon parecen un equipo diferente al de los niños elegidos.

-Creo que vamos a tener que trabajar juntos...- fueron las primeras palabras que Ryo les hacía a los demás niños, quienes no supieron cómo reaccionar, sólo asentir la cabeza levemente.

 

Continuará...

 

Notas de Autora: Bien, un segundo capítulo con un poco más de acción. Ya les he dicho antes que las peleas no son lo mío, así que excúsenme. Okis, espero sus comentarios, sugerencias y fotos de Ryo a rei01@tokyo-3.com