El Diario de Hikari

Por: Raquel C.

 

Capítulo 4: “Carta comprometedora, besos... y...¡¡Más besos!!!”

 

Querido Diario:

Y antes de escuchar a Miyako, creía que lo había oído todo. Es que... ¿puedes creerlo? ¡¡Daisuke la besó!!! O_o es algo que no voy a poder entender NUNCA!! De hecho, creo que no puedo siquiera imaginármelo. El punto es que la pobre quedó demasiado desconcertada. Le aconsejé que llamara a la casa de él, y a los tres minutos me llama de nuevo, diciéndome que no había nadie. Hablamos por varios minutos y al final decidimos que ella dormiría hoy aquí.

¿Sabes qué es lo más chistoso de todo este asunto? Que tengo el presentimiento de que lo mejor está aún por ocurrir. Y nota que “mejor” está en sentido irónico ¿eh?

Por cierto, hoy es uno de esos días en que estoy feliz, de modo que hablaré con Takeru y nos reconciliaremos... ¡Sí! Creo que el pobre ya debe de estar saliéndole fuego por la boca cada vez que me oyen nombrar. Me pondré muy atractiva, para hacerlo sentir más culpable aún y además así aprovecho para que Yamato me vea. *Sonrojo*

Hikari cierra su diario y entra al baño enseguida.

 

-¡Ya voy, ya voy!!- grita Sora, dirigiéndose hacia la puerta. Se pregunta quién puede ser. Mientras va hacia la puerta nota que Mimi no se encuentra.

-¿Dónde demonios está Mimi?- un chico rubio entra rápidamente a la casa de Sora. Se nota que está enojadísimo. El chico se sienta en el sillón, ella se le queda mirando unos cuantos segundos para reconocerle.

-¡Michael!- exclama Sora sorprendida- ¿Qué haces aquí?

-¿Qué hago aquí?- pregunta enojado- ¡¡Mira esto!!

Él le pasa un papel.

-¿Qué es esto?- pregunta abriendo el papel.

-Es un mensaje electrónico que imprimí, de parte de Mimi para mí- responde él.

Sora no entiende por qué se lo da a ella. Pero lo abre y se decide a leerlo.

    

Michael:

¿Cómo estás? Espero que muy bien. Sólo te escribo para decirte que la estoy pasando súper bien en Japón, a decir verdad... mucho mejor de lo que yo esperaba. Es por eso que tal vez te suene extraño lo que voy a decirte, pero es necesario que lo sepas.

Como sabes, habíamos acordado mantener una relación para ver cómo nos iba...

 

A Sora sí que le extrañó leer esto. Mimi jamás le había comentado de una relación amorosa entre ella y Michael durante todo el tiempo que estuvo en su casa.

-¿Eres el novio de Mimi?- preguntó ella.

-Termina de leer- le ordenó, prácticamente. Ella se enojó levemente por el tono de esa respuesta y retomó la lectura.

 

...pero al parecer las cosas no se dieron como esperábamos, y lo siento. Es que en los pocos días que he estado en Japón, he descubierto un sentimiento que jamás creí sentir por alguien. Fue muy repentino, pero muy real y muy fuerte. Como sabes, no soy una chica que va a dejar las cosas así... voy a ver qué terreno piso con esa persona. Te digo todo esto para que sepas que te quiero muchísimo y que aprecié toda tu amistad y cariño desde que llegué a Estados Unidos, pero que siempre será eso... amistad. No podré sentir por ti nada más que eso.

Espero que algún día puedas perdonarme... cuando ese momento llegue, quiero que sepas que siempre mis brazos de amiga estará abiertos,

Un beso, te quiere siempre,

Mimi.

 

-Vaya...- murmura Sora al terminar de leer la carta.

-¿Y bien?- pregunta Michael mirando fijamente a la pelirroja.

-¿Qué?- pregunta ella devolviéndole la carta- ¿Qué puedo hacer yo?

-¿Alguna idea de quién pueda ser ese tipo?- dice el chico ojeando la carta de nuevo.

-Pues no...- suspira ella- Mimi no me ha hablado nada personal últimamente pero...- de repente, Sora se detiene en seco. Una vaga idea viene a su mente. Porque ¿qué otra razón para que ella viniera a Obaiba...? ¿Qué causa mayor la obligaba a quedarse allí, si ya ella había terminado su problema con Taichi? Entonces, evocando apenas un par de días atrás, una sola palabra pudo salir de su boca...

-...Yamato...-

 

-¿Yamato? No, él no se encuentra- le responde Takeru a la chica frente a sí.

-Lástima- suspira ella- tenía muchas ganas de verle... he hablado muy pocas veces con él y eso que ya estoy haciendo planes para regresarme a EUA.

-¿EN serio, Mimi?- Takeru la mira de nuevo- creo que es muy pronto...

-No tanto- sonríe ella levemente- pero tenía ganas de decirle algo muy importante a Yama-chan...

-¿Sí? ¿Qué cosa?- se interesa él.

-¡¡Son cosas muy complicadas para ti, Takeru!!- dice Mimi con leve coquetería.

-¡¿Qué?! ¡¡Pues yo no soy un niño!!- le reclama.

Mimi le mira fijamente por un par de minutos. Por alguna razón, él siente una corriente eléctrica recorrerle todo el cuerpo.

-Sí... tal vez ya no lo seas, pero de todas formas es algo que no entenderías- le dice.

-¿Qué es?- insiste.

-Si te dijera que amo a tu hermano ¿me creerías?

-¿Amas a Yamato?

-¿Lo vez?- ella muestra leve enojo- ¡¡Lo dije como suposición!! Eres aún un niño... en ese sentido al menos.

-¿De modo que no te gusta mi hermano? Yo siempre pensé que era así...

-¿Lo crees?- las mejillas de Mimi se tornan de un color rosado.

-Cómo lo mirabas... la forma en que le sonríes... me hace deducirlo. Luego dices que yo soy el niño... y tú te estás comportando como una niña pequeña al no poder declararle tus sentimientos- sonríe él triunfante.

-¿Qué insinúas?- este comentario no le agrada a ella.

-Que  no le has dicho a Yamato que le quieres, no porque no hayas tenido tiempo, sino porque en el fondo tienes temor a su rechazo. Tú que siempre te has llenado la boca diciendo que eras una chica independiente, que no necesitaba de un chico para ser feliz y ahora... ¡¡Resulta que estás perdidamente enamorada y ni siquiera lo has dicho!! Podría decepcionarme, pero soy un niño para entender de estas cosas ¿no?- en realidad, Takeru no sabía por qué había dicho esto, pero no podía negarse que era verdad.

Entonces el enojo de Mimi se convirtió en ira. Apretó los puños fuertemente y miró a Takeru fijamente.

-¿Lo que quieres decir es que estar enamorada me resta atracción? ¡¡Pues cuán equivocado estás!!

-Yo no lo creo...-

-Puedo demostrarte que puedo dejar a cualquiera rendido ante mí- dice ella con seguridad.

-No lo creo...- sonríe él mirando a Mimi.

-¿Ah sí?- ella se acerca a él un poco.

-¡¡Sí!!- le respondió él.

-¿Sí?-

-¡¡Sí!!-

-¿Sí?-

-Smmm.......- los labios de Mimi le impidieron hablar nuevamente. La chica le estaba besando de una forma muy apasionada, pero a la vez muy dulce. ¡¡Dios mío!! ¡¡Mimi le estaba besando!! Ni en el más lejano de sus deseos se encontraba esto... ¿Por qué ocurría, entonces?

-¡¡Mimi!! ¡¡Takeru!!- la voz de Yamato rompió la “magia”.

Mimi trató de mantener la calma ante la presencia del recién llegado. Le sonrió levemente y luego miró a Takeru.

-Espero que ahora opines diferente- le dijo tomando su bolso y pasando de largo ante Yamato, quien quedó frente a su hermano, mirándole confundido, esperando una muy buena explicación. Takeru se dio cuenta y alzó las manos diciendo.

-¡¡No voy a hacer comentarios!!- se aleja y deja a Yamato solo, quien sólo logra escuchar el sonido de la puerta cerrándose.

 

-¡¡Hikari!!! ¡¡Es que no aguanto más!!- Miyako deja caer el teléfono sobre la cama- ¿Por qué no hay nadie en su casa?

-Pues lo no sé- suspira ella, con cara de cansancio. En ese momento ve entrar a Taichi en la casa.

-Tal vez podríamos preguntarle a mi hermano- sugiere ella.

Entonces Miyako se pone en pie y corre hacia el chico rápidamente.

-¡¡Taichi!!- se abalanza sobre él- ¡¡¿Sabes en dónde está toda la familia Motomiya?!! ¡¡Llevo horas marcando el número de Daisuke y nadie me contesta!!

-Jun y Daisuke ya no viven allí- le dice él alejándola un poco.

-¿Ya no? ¿A dónde se fueron? ¿Es lejos de Odaiba? ¡¿Y por quéé??!!!-

-¡¡Calma, Miyako, ya no me asaltes con tantas preguntas!!- suplica el joven.

-Gracias por la información hermano, luego hablamos- Hikari le indica que las deje solas. Taichi no lo piensa dos veces y se va de la sala.

-Se fue...- suspira ella tristemente- ¡¡Y no me dijo nada!!!

-Miyako, tal vez esto te ponga aún peor, pero creo que es bueno poner en claro tus sentimientos- Hikari se acercó a ella sonriéndole-¿No te parece que te estás preocupando demasiado por Daisuke?

-¿Eh?- ella alza la vista con los ojos llorosos y Hikari extiende su mano secando las lágrimas que empezaban a asomarse.

-¿Ves? ¡Hasta estás llorando! ¿Qué es lo que está pasando?

-Daisuke- Miyako cierra los ojos levemente, se toca los labios levemente- ¡¡¡Suki da yo Daisuke-kun!! ¡¡¿Por qué no se lo dije?!!

-No te culpes, ya sabremos en dónde viven... ¡¡¡Taichi!!!-

-¡¡¡¿Y ahora qué?!!!- pregunta él fastidiado.

-¿Sabes en dónde están viviendo Daisuke y su hermana? Imagino que sí... porque como lo tuyo con Jun se está formalizando y además...

-¡¡Ya no te excedas en comentarios!!- le exige su hermano apareciendo con un papel en la mano y se lo pasa a ella- allí está anotada la dirección...

Hikari y Miyako se miran triunfantes.

-¿Me veo bien?- pregunta Miyako.

-¡¡Preciosa!!- le dice tomándola de la mano y saliendo de la casa.

-Uf... ¡¡Cómo fastidian!!- se queja Taichi.

El teléfono suena y contesta rápidamente.

-¡¡Taichi!!-es la voz de Yamato y se escucha desesperada.

-¿Y ahora qué quieres tú?- pregunta.

-Tengo que contarte algo un poco extraño-

-¿Sí? ¿Más extraño de lo que ha estado ocurriendo estos últimos días? Mejor tomo asiento, no vaya a ser que me dé un colapso nervioso y lo siguiente que ocurra sea mi funeral- dice acomodándose en el sillón- ¿Bien? ¿Qué ocurrió ahora?

-Encontré a Mimi en mi casa...- comienza Yamato.

-¿Sí? ¡¡Oh!! ¿Qué tendrá eso de extraño?- dice él con ironía.

-...besando a Takeru....- termina el rubio.

Taichi salta del sillón y queda de pie enseguida. Luego de recuperar el color, respira profundamente y abre su boca.

-¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿Qué cosa??!!!!- exclama a todo pulmón.

 

-¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿Qué cosa??!!!!- exclama a todo pulmón Sora.

-Sí, lo besé... ¿y qué?- Mimi se encoge de hombros- ese niñito necesitaba un escarmiento y yo se lo dí.

Sora tomó asiento y dio un profundo suspiro.

-Mimi... comprobé que estás 100% loca... ¿Cómo se te ocurre besa al hermano del chico que quieres?- pregunta su amiga confundida.

-¡Te estoy diciendo que necesitaba un escarmiento!- Mimi repara en las últimas palabras de Sora- Pero... “¿...al hermano del chico que quieres?” ¿Qué quieres decir con eso?

-¿Acaso no te gusta Yamato?- le pregunta Sora.

Mimi observa detenidamente a su amiga por unos segundos. Sora, por la mirada de Mimi, piensa que su amiga le dirá enseguida “me descubriste” pero en su lugar ella estalla en carcajadas, dejándola atónita.

-¡¡¿Yo???!! ¿Enamorada....- dice entre risas-... enamorada de Yamato??? ¡¡¿De Yamato??

-¿De qué te ríes?

-¡¡Es que nada me parece más gracioso!! Ja, ja, ja, ja... ¡¿Yo enamorada de Yamato? ¡Qué absurdo!...

-¿Entonces cómo explicas esta carta?- Sora le extiende el papel y Mimi lo toma, su risa cesa entonces.

-¿Cómo lo obtuviste?- le pregunta a su amiga.

-Michael me la dio...

-¿Michael?

-Está aquí en Japón...

En el rostro de Mimi se fue dibujando una mezcla de sorpresa y fastidio.

 

El timbre sonó en la pequeña casa situada casi a las afueras de Odaiba, como nadie se dignaba a contestar, Daisuke, quien estaba en el piso leyendo unas revistas, se puso en pie y fue a abrir. ¡Cuál no fue su sorpresa al ver aparecer tras la puerta a Miyako, sonriéndole ampliamente!.

-¡Miyako! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo encontraste este lugar?

-Tranquilo, una pregunta a la vez- sale Hikari detrás de su amiga, sorprendiendo aún más a Daisuke- encontramos el lugar gracias a Taichi, tu futuro cuñado. Y vinimos hasta aquí porque creo que Miyako tiene que hablar contigo ¿no es así?

Ella asintió ante la confirmación de su amiga. Hikari les sonrió a ambos y se retiró, indicándole a Miyako que la esperaría en el parque que quedaba cerca de allí.

-Miyako- Daisuke se sonroja al quedar a solas con ella, quien mantiene la mirada en el suelo.

-Miyako- él continúa- yo... yo creo que... no sé... es que... por lo de ayer... yo... lo... lo siento...

-¿Te arrepientes?- pregunta ella.

-¿Qué?- él no se esperaba esa pregunta- ¿Qué?

-Si te arrepientes de lo que pasó ayer, el beso que nos dimos...- dice ella alzando la mirada.

-Yo... yo...

-Porque yo no- fue la respuesta corta, tajante y directa de ella.

Ambos se miraron por un largo rato, tratando de encontrar la manera adecuada para dar el siguiente paso. Pero se dieron cuenta que era mejor cerrar los ojos, acercar sus labios... y dejarse llevar.

 

CONTINUARÁ...

 

Notas de Autora: ¡Pues resucitando la historia! ¡Vaya que si me demoré en escribir este capítulo, pero prometo firmemente no volver a caer en el ocio y escribir regularmente. Por cierto, a todos los que me mandaron mails diciéndome que les había gustado la historia, lamento no haberles contestado, es que estuve un tiempo como desconectada... pero no lo vuelvo a hacer. ahora sigo con todas las ganas en esta historia, dispuesta a terminarla.

Y gracias por todos los mails de apoyo, ahora sé que por cada crítica, hay cinco mails que me felicitan. Buen porcentaje ¿no?

Sugerencias, críticas, comentarios, insultitos, regañizas, jaladas de oreja y demás a kaori_chan_01@yahoo.com