Amor, Amor, Amor

 

Tokio 6:30am.

 

Las calles de la ciudad se encontraban desiertas mientras una cálida brisa rozaba mi cara al ir corriendo por aquellas cotidianas avenidas «más rápido» pensaba mientras seguía a toda velocidad sintiéndome parte del viento,

 —veo que no te rindes— un joven que me alcanzo corriendo me dijo esas palabras,

—Matt que sorpresa— le dije a mi amigo mientras corríamos lado a lado

 —Buenos días Sora, te levantaste temprano— me contesto el chico con la sonrisa que yo tanto amaba,

 

Matt llevaba en las manos la funda de una guitarra así que inmediatamente supe que era lo que él estaba haciendo ahí conmigo,

 

—¿vas a tu práctica?— le pregunte curiosamente

 —No, voy a la torre de Tokio, quede de verme ahí con Izzy y los chicos ¿vienes?— me pregunto con una hermosa sonrisa en su rostro

—claro— afirme complaciente,

 

 así que ambos seguimos corriendo alrededor de 10 minutos hasta llegar al parque de la hermosa Torre de Tokio, aún no llegaba nadie así que Matt y yo nos tiramos en el suave pasto de aquel lugar, después sólo fije mi mirada en el matutino cielo de aquel jueves

 

 —¿En que piensas?— me pregunto Matt al verme tan callada

—En lo que paso hace 6 años— le conteste abiertamente

 —Entiendo, ese verano, sobre todo ese campamento fue genial— me contesto mi amigo mientras acariciaba mi cabeza.

 

Habían pasado 6 años desde que habíamos viajado al Digimundo por primera vez. Ahora Matt, Tai y yo estabamos en 3° año de preparatoria, Izzy y Mimi estaban en 2°,  T.K, Kari y Davis en 1° y Joe se encontraba en 1° año de universidad estudiando su gran pasión, la medicina, después de la ultima pelea al lado de los Digimons, el grupo de los Digielegidos se había separado, Mimi seguía en  Norteamérica por lo que no teníamos mucho contacto con ella, de hecho lo ultimo que supe es que era la novia de Michael. Jolley, Cody, Ken y Willis habían desaparecido por completo de nuestras vidas, sólo quedábamos los elegidos originales más menos uno, por Mimi y Davis.

 

—Hola— nos dijo un chico que se acercaba rápidamente en bicicleta levantando la mano en señal de amistad, al llegar a donde nos encontrábamos Matt y yo, bajo de la bicicleta y corrió a saludarnos

—Izzy— le dije mientras me levantaba del pasto, corrí hacia él para saludarlo y luego lo abrace,

—Hola Sora que sorpresa— me dijo mientras él también me abrazaba,

 

 Matt inmediatamente cambio su sonrisa por una expresión fría, después de esto Koushiro me soltó ya que Matt lo miraba de una manera intimidante,  en ese instante un chico cubrió mis ojos delicadamente con unas manos tiernas y firmes

 

 —Buenos días amor— le dije mientras giraba hacia él

 

él retiro sus manos de mi rostro poniéndolas en mi cintura, me acerco a él quedando sólo un poco separados por mis manos que las tenía sobre su pecho, las quite para rodear su níveo cuello, mire sus profundos y místicos ojos café, tan hechizantes como las estrellas, al estar tan cerca el uno del otro me robo un beso, con tanta pasión que sentí como si el corazón saliera de mi por un instante

 

—Hola Tai ¿como has estado?— nos interrumpió Matt a quien no le había agradado la escena

—¿Que hay Matt?— le dijo Tai a su amigo sin soltarme por un sólo minuto

 

Ese chico desde que somos novios ha sido posesivo, aunque en parte eso es lo que más me agrada de él, además de su impulsividad

 

—No hay nada nuevo conmigo, a diferencia de ti— le respondió Matt con un tono sarcástico

—Chicos creo que tenemos que irnos si queremos llegar a clase— interrumpió Izzy tratando de calmar los ánimos mientras miraba que su reloj marcaba las 7:49am, el tiempo pasa volando cuando se esta con aquellos a los que se quiere.

 

Caminamos a la preparatoria que no quedaba muy lejos de ahí, sin embargo Tai tomo mi mano haciendo que nos retrasáramos un poco con respecto a Matt e Izzy

 

—Debo hablar contigo— me dijo Tai en un tono serio, ese que siempre usa cuando es algo de suma importancia.

 

Después seguimos el resto del camino tomados de la mano callados, sólo pensando en mil y un cosas que vienen a la mente de un adolescente «que pasa Tai, no entiendo nada, aunque desearía que este momento fuera eterno, no quiero separarme de tu lado porque eres lo que más quiero» pensaba mientras me quedaba a su lado, llegamos a la escuela así que pasamos a dejar a Izzy a su aula

 

 —Te portas bien, no hagas nada malo que no hiciéramos nosotros— le dije bromeando a mi amigo

 —Muy graciosa Sora— me contesto mientras entraba a su aula riendo, después Matt y yo acompañamos a Tai, él tenía clases separadas a las nuestras

—Nos vemos— me dijo dulcemente antes de entrar, bese sus labios ligeramente por un corto momento, entonces di media vuelta sin despedirme de él, después Matt y yo nos dirigimos a nuestro salón

—Dime Sora, ¿ya te lo dijo Tai?— me pregunto Matt algo preocupado

—¿Decirme que?— le pregunte algo intrigada

 —Oh ya veo, no te preocupes no es nada— me contesto tratando de esquivar la conversación

—Yamato Ishida ¿acaso sabes algo que yo no?— le pregunte un poco molesta

—Vamos Sora se nos hace tarde— me respondió evadiéndome, así que decidí dejar el tema por la paz.

 

Nuestra lección fue cotidiana, Matt y yo jugamos “gato” en la clase de Matemáticas.

 

—¡¡¡¡Ishida, Takenouchi la escuela es para estudiar!!!!— ya era una frase memorizada por mi y todos mis compañeros que el profesor nos gritaba a Matt y a mi diariamente

—Pero tenemos los mejores promedios de la escuela, déjenos jugar— el imploraba haciendo quedar en ridículo al pobre profesor mientras todos reíamos, pero eso era lo que yo más amaba de mi aburrida clase de Matemáticas avanzadas, mi clase termino como siempre, con mucha tarea que por supuesto nadie hacia

 

—¿Sora porque se enfado el profesor esta vez?— me pregunto Matt, como siempre lo hacia al salir de la clase

—Matt nunca vas a cambiar ¿verdad?— era mi respuesta cotidiana a mi amigo mientras me reía con sentimientos mezclados entre burla, cariño y un poco de compasión.

 

Caminamos hasta llegar al lugar donde nos reuníamos en los descansos

 

—Oigan esperen— nos grito un chico de cabello tan alborotado como el de Tai

—Davis date prisa— le dijo mi amigo a aquel gracioso amigo nuestro

—Que tal Sora te vez feliz, cuando estas feliz te vez bonita— me dijo el chico intentando un juego de palabras, claro que inmediatamente me sonroje

—Davis no hagas que Sora se ponga roja, ese es mi trabajo— interrumpió Tai que estaba a mis espaldas —Hola niña— me dijo bromeando

—Hola guapo— le respondí en el mismo tono

—Esos dos nunca van a cambiar— expreso T.K quien había llegado con Kari tomada de la mano, Davis sin embargo, ya se había acostumbrado a esa escena

—Pero son muy tiernos— dijo Kari a T.K

—Ustedes también lo son— les dijo Izzy viendo lo que sucedía, al escuchar eso todos volteamos a ver a nuestro amigo, no era algo común que Koushiro expresara algo así

—¿Que?— dijo mientras se sonrojaba de una forma graciosa, él agacho la cabeza por lo que todos comenzamos a reír, terminado el tiempo del descanso volvimos a nuestras respectivas aulas

 

 —¡¡¡Ishida deja de comer!!!— esa era la frase que repetía cada clase mi profesora de química, así eran todas las clases, después de todo Matt nunca iba a cambiar. Las clases por fin terminaron así que todos nos reunimos en la puerta principal de la escuela

—Muchachos esperen, no me dejen— nos grito un chico de gafas, que se acercaba a nosotros corriendo desesperadamente

—Superior si no te das prisa te abandonaremos— le dije jugando

—No por favor no me dejen, no sean malos conmigo— contesto algo preocupado mientras se detenía a nuestro lado para descansar un poco

—Vamos Joe no te tomes todo tan en serio— le dijo Matt mientras le daba una palmada en la espalda,

—¿Ahora a donde vamos?— pregunto Kari esperando escuchar las ideas de los demás

—Bueno hoy le toca elegir a T.K— añadió Koushiro mientras volteaba a ver al pequeño

—dinos T.K a donde vamos— le pregunte ansiosa de saber

—Mmm…. Bueno que les parece si vamos a caminar un poco al parque— nos dijo como respuesta

 

Todos aceptamos con gusto la decisión, así que caminamos hasta el parque central de Odaiba, llegamos al centro del parque así que todos se fueron a sentar para conversar un poco, Tai me tomo de la mano, en seguida entendí lo que había querido decir con eso, así que ambos nos alejamos un poco del grupo

 

—¿que pasa Tai?— le pregunte un poco preocupada

—Sora… yo…. Dios no sé como decírtelo— me dijo el chico mientras soltaba mi mano

—no sé que es lo que quieras decirme… pero por muy grave que sea sabes que puedes contar conmigo en todo momento— le dije abrazándolo por la espalda, él camino un paso adelante así que lo solté, era obvio que algo malo estaba sucediendo ahí

—me dieron la beca en E.U por jugar fútbol— me dijo volteando a verme

—felicidades— le respondí así que lo abrace

—el problema es que debo mudarme a Norteamérica para estudiar haya y  jugar en el equipo de la universidad— me dijo mientras bajaba la mirada, mi mundo se derrumbo, jamas hubiera esperado que me dijera eso, sin embargo trate de ser fuerte, después de todo ese siempre había sido uno de sus mayores sueños, como impedirle a mi amado que cumpliera eso

 

—ya veo, ¿y cuando te vas?— le pregunte tratando de fingir un tono alegre

—Ese fin de semana, el sábado— me contesto

 

 «el sábado» esa frase retumbo en mi mente y toco lo más profundo de mi corazón, sentí como si cayera en un abismo sin fin, como si me hundiera lentamente en la obscuridad

 

—¿Sora que piensas?— me pregunto mi adorado interesado en mi opinión

 

 aunque claro yo me encontraba tan absorta en mis pensamientos que no le puse atención  «no… esto no puede ser verdad, debe ser una broma barata que planeó perfectamente para hacerme sufrir, o tal vez la peor de mis pesadillas, esto no puede ser verdad» pensaba para mi misma tratando de convencerme que aquello era una pésima invención de mi mente, sin embargo al ver a Tai ahí parado ante mi, al mirar la profunda tristeza en sus ojos no aguante más dejando caer una lagrima de mis ojos tono marrón, aunque no deje que él me viera llorar por lo que le di la espalda

 

—Sora, Sora— insistió el chico, al escuchar su voz sentí mil agujas clavarse en mi corazón dolorosamente, así que salí corriendo de aquel lugar

—Sora espera— me grito Tai tratando de seguirme, aunque las únicas personas que corrían a la misma velocidad que yo, eran Yamato y Daisuke, sin darme cuenta pase por el lugar donde estaban todos reunidos, así que pudieron verme

—Creo que ya le dijo— comento Davis al verme pasar

—Oh Sora— fue lo único que pudo decir Matt

 —pobre Sora le a de doler bastante perder a quien más ama— interrumpió Davis mientras hacia un signo de negación con la cabeza, 5 minutos después llego Tai a donde estaban los demás

—¿Oigan alguien vio pasar a mi cielo por aquí?— pregunto el chico mientras se detenía para descansar un poco

—Eres muy lento Tai— le dijo Davis mientras él y Matt se levantaban

—Yo la busco por la derecha— dijo Matt a los chicos

—Yo por la izquierda— añadió Davis

—De acuerdo yo seguiré derecho— concluyo Tai.

 

Pasaron algunos minutos desde que Tai me había dicho eso, sin darme cuenta había corrido por aquel inmenso parque hasta llegar a un precioso lugar frente a un pequeño lago, sólo trataba de pensar claramente, aunque esa era una misión imposible, ya que sólo podía recordar todo lo que había ocurrido con mi vida desde hacia ya 3 años.

 

*** Flashback ***

 

—¿Tai que sucede?— le pregunte a mi amigo ya que ya habíamos caminado bastante tiempo

 

 yo llevaba los ojos vendados por lo que no podía ver nada

 

—Llegamos— me dijo

 

en ese instante me tomo de la cintura y me cargo, sentándome en una baranda, me quito delicadamente la venda de los ojos, así que lo primero que vi fueron millones de pétalos de cerezos cayendo a mi alrededor a la mitad de un atardecer precioso, mientras que ante nosotros se encontraba un pequeño pero precioso lago

 

—Sora Takenouchi te amo con todo mi corazón— me dijo Tai

 

 por supuesto yo quede atónita ante esas palabras, aunque el chico ni siquiera me dio tiempo para reaccionar ya que me robo un apasionado pero a la vez muy tierno beso que se prolongo por bastante tiempo

 

—también te amo Tai Yagami— le conteste bajando la mirada algo apenada y bastante sonrojada cuando el beso termino, él sólo sonrió al ver mi expresión de niña buena,  de su sexy saco negro saco una pequeña cajita, al abrirla me di cuenta que se trataba de un pequeño dije en forma de estrella, al abrir el dije vi su emblema al lado del mío incrustados de ámbar y rubí,

 

—quiero que tu y yo estemos siempre como nuestros emblemas— le dije aún sonrojada mirando atenta la pequeña cajita

—¿a que te refieres?— me pregunto algo desconcertado

—Quiero que tu y yo siempre estemos juntos— le dije bajando la mirada

—Ten por seguro que esa es mi mayor promesa hacia ti— me contesto mientras levantaba mi barbilla suavemente haciendo que nuestros ojos se encontraran, que nuestras miradas se unieran por primera vez, después lo tome de cuello y le regrese aquel beso mientras que con él yo le di mi corazón.

 

*** Fin del Flashback***

 

«Como te atreviste a mentirme Tai» me preguntaba una y otra vez mientras miraba con atención aquel lago, el mismo que había sido testigo de nuestro primer beso, me estaba desmoronando por dentro, la brisa del viento se hizo más intensa así que logro arrancar de mis ojos las lagrimas que anteriormente habían rodado por mis mejillas

 

—Así que aquí te estabas escondiendo— me dijo un muchacho que al parecer me había encontrado, antes de voltear a mirarlo seque mis lagrimas, no quería que nadie me viera llorar, él se acerco a mi lentamente no muy seguro de lo que iba a decir

 

—Lo siento mucho Sora— me dijo con un tono de voz tan suave y pacifico que me hizo calmarme un poco, así que me arroje a sus brazos, el me rodeo con ellos cálidamente, hacia que me sintiera tan segura, tan feliz, como si nada malo estuviera ocurriendo en mi vida

—¿desde cuando lo supiste Matt?— le pregunte mientras seguía en ese tibio refugio —Todos nos enteramos desde hace más de dos meses— me contesto con un tono sincero

—Valla, fueron muy crueles conmigo, creí que realmente me apreciabas Matt— le conteste separándome de su lado

—Sora no lo tomes así, todos queríamos decírtelo— me dijo tratando que no me molestará

—Es verdad, pero yo les pedí  a todos que no lo hicieran porque yo era el que debía hacerlo— nos interrumpió el moreno al que más he amado

—Creo que los dejaré solos, tienen muchas cosas de que hablar— nos dijo Matt mientras se marchaba del lugar, «Sora.. yo jamas te haría eso» penso el chico dándonos la espalda alejándose rápidamente del lugar

—Cielo yo….—

 

 interrumpí sus palabras con un beso largo y profundo que se prolongo por una eternidad, así mientras nos encontrábamos unidos mis lagrimas cayeron de nuevo mojando nuestros rostros, el tomo mi mano cruzando nuestros dedos, no quería que ese momento terminará jamas, cuando el beso termino sólo continúe  con los ojos cerrados para no ver la dura realidad

 —Te Amo más que a mi vida Sora— me dijo al abrir mis ojos, él sonrió dulcemente mirándome con esos ojos que tanto idolatró, después sólo caminamos tomados de la mano hasta llegar a mi casa.

—Nos vemos mañana— me dijo para despedirse

—Te estaré esperando— le respondí, mi mamá no estaba en casa, debido a que había salido de la ciudad por unos días, así que me dirigí a mi habitación, me recosté en mi cama quedándome dormida por unas cuantas horas…

 

 —De nuevo ese sueño, ¿porque sigo viendo ese día?— me dije al despertar, fui a la ventana, la luna estaba llena con un brillo de plata, así que abrí la ventana y me recargue sobre mi brazo derecho recordando aquel extraño suceso.

 

*** Flashback***

 

—Sora espera tengo que hablar contigo— me grito Matt mientras corría hacia mi por los jardines de la secundaría,  me detuve para esperar a mi amigo, así que el corrió más rápido, al llegar se planto de una forma muy segura ante mi, tomo mi mentón y mi cintura al mismo tiempo, sin dejarme reaccionar Matt me beso profundamente con tanta pasión como nunca nadie me había besado, fue una sensación tan mágica, tan increíble que no podía ser más que un interminable sueño, sin embargo era real, Matt y yo estabamos ahí parados mientras nuestros labios continuaban unidos, cuando intentaba romper el beso él se inclinaba hacía mi para poder prolongarlo un poco más

 

—Matt yo… soy novia de Tai desde ayer— le dije cuando finalizo aquel beso tan increíble

—No… no lo sabia Sora… lo siento— me contesto aquel tierno chico

—No te preocupes Matt— le dije dedicándole una sonrisa, después seguimos caminado juntos sin decir nada «Matt porque no me lo dijiste antes» pensaba a su lado un poco desilusionada «Sora, si acaso hubiera tenido un poco de valor antes… tal vez tu y yo estaríamos juntos» pensaba Matt.

 

*** Fin del Flashback ***

 

—Ahora que lo pienso, él y yo nunca hemos hablado de eso— dije en voz alta mientras sonreía, sin darme cuenta la imagen de Tai se había borrado de mi mente quedando sólo la de Matt

—Lo que siempre me ha gustado de él es su madurez, su pasión— volví a decirlo, aunque esta vez no fue intencional sólo lo dije como un impulso repentino «¿porque dije eso?» me pregunte sin encontrar ninguna respuesta lógica, «después de todo yo tengo a Tai, yo amo a Tai o quizá…. No eso es una idea estúpida» pense sin darme cuenta que no estaba muy lejos de la realidad.

 

Sin tener nada mejor que hacer decidí dormir hasta llegar la mañana, después de todo estaba cansada después de que había llorado mucho esa tarde.

 

Tokio 6:30am

Las calles de la ciudad se encontraban desiertas mientras una cálida brisa rozaba mi cara al ir corriendo por aquellas cotidianas avenidas «porque me tenia que ocurrir esto justamente ahora » pensaba mientras seguía a toda velocidad sintiéndome parte del viento, corriendo no podía sacarme por un sólo instante la imagen de Matt en el momento que me había besado.

 

—Espera— me grito un chico mientras yo seguía corriendo, sin embargo no le puse atención, seguí corriendo hasta llegar a un lugar muy profundo del parque, jamas había visto esa parte, estaba cubierta por pequeñas flores de diversos colores, su aroma embalsamaba toda la zona, se podía oler un intoxicante perfume tan delicioso como ningún otro, un precioso lugar que no había notado debido a que seguía corriendo,

—Sora detente— me dijo la misma voz esta vez cogiéndome por los hombros

 —Matt— le dije mientras que por alguna razón me sonrojaba, el soltó mis hombros lentamente

—¿Como estas?— me pregunto curioso

—¿Porque?— le conteste sin saber de lo que me estaba hablando

—¿Como te sientes por lo de Tai?— me volvió a preguntar

—Tai ¿que Tai?— le conteste poniéndome más nerviosa

—Taichi Yagami, tu… novio— me contesto un poco desilusionado al pronunciar esa palabra

—Ah Tai— le conteste riendo por no haberlo recordado antes

—Sora ¿que pasa?— me pregunto sin entender nada de lo que estaba ocurriendo ahí

 

 al escuchar esto baje la mirada, estaba más nerviosa que nunca, mi corazón latía mucho más rápido que nunca, «que me esta sucediendo» me pregunte sin entender nada

 

—Matt necesito hablar contigo— le dije en un tono muy serio a mi amigo

—Si dime Sora— me contesto algo preocupado

 

El sol de la mañana comenzaba a levantarse lentamente por lo que el cielo poseía un tono rosado, aquel perfume empezaba a llegarme a lo más profundo del alma, era tal vez un poco inspirador

 

 —¿Matt, me amas?— le pregunte de golpe, sin pensarlo ni por un solo minuto, no sabia si eso estaba bien o mal, pero aquello que sentía era algo extremadamente fuerte, no se comparaba por lo que sentía por Tai, esto era un millón de veces más fuerte y más profundo

 

—Sora… yo— me contesto sonrojándose bastante, ese rubor me había dado la respuesta que buscaba, sonreí, sólo para él, con una sonrisa dulce y verdadera, entonces me acerque a él y lo bese, con pasión, ternura, furor, con alevosía, al terminar aquel beso sólo baje la mirada, no sabia que debía hacer no sabia que era lo que pasaría a partir de aquel momento, así que me quede ahí quieta sin hacer nada.

 

En ese instante mi despertador comenzó a sonar indicándome que un nuevo día había llegado

 

—Matt— fue lo primero que dije al despertar, «sólo… sólo fue un sueño» pense al levantarme de mi cama, entre a ducharme para despejar mi mente un poco, me puse el uniforme, después me dirigí a la cocina para desayunar algo, tome un licuado, un poco de fruta y un pan, al terminar de desayunar salí con dirección a la escuela, era temprano, las 6 :42am así que me detuve por un momento en las orillas del muelle de Odaiba, me recargue en una baranda respirando aquel salado aroma del mar, sintiendo esa seductora brisa que enamora a cualquiera, «debo terminar con esto» me dije, así que deje aquel lugar para dirigirme a la escuela, llegando a la puerta del instituto un chico me tomo por la cintura

 

—Bueno días Cielo— me dijo entusiasta

 

 —Hola Tai— le dije sin el mismo fervor que siempre tenía

—¿Que pasa Sora?— me pregunto algo intrigado

—Tai… yo— le dije sin poder sacar lo demás del fondo

—¿Tu?— me cuestiono de nuevo «debo hacerlo, no es justo para nadie seguir ocultando esto, debo tener un poco más de valor» me dije a mi misma tratando de reunir todo el coraje posible

—Creo… creo que ya no siento lo mismo por ti— le dije impulsivamente, sin pensarlo ni un segundo más

—Sora— fue lo único que pudo decirme.

 

Luego un escalofriante silencio nos rodeo, Tai sólo cerro sus preciosos ojos evitando que yo viera lo que pasaba en su interior, estaba destrozado

—Tai sé que no es justo que te lo haya dicho así, pero creo que iba a ser peor de otra…

—Gracias Sora— me interrumpió Tai súbitamente

—Gracias por ser tan sincera conmigo, gracias por todos los momentos que pasamos juntos, gracias por darme un poco de tu amor, gracias por todo— me dijo mientras se acercaba lentamente a mi, sus ojos tenían un inmenso dolor dentro

—Tai— le dije con un tono un poco triste

 

él me beso por unos cuantos instantes, esa había sido la primera vez que no había sentido nada besándolo, la magia se había extinguido, al terminar el beso sólo mire que en sus ojos existía una suplicante mirada de dolor

 

—Gracias por demostrarme con este beso lo que sientes por mi, pero quiero que sepas que nunca te dejaré de amar, sin embargo quiero lo mejor para ti, espero que Yamato te haga feliz—  me dijo luego

 —Pero Tai acaso tu…— Se que amas a Matt, lo supe desde que nos hicimos novios, creí que tu amor por el se extinguiría pero, en fin el gano— me interrumpió de nuevo

—Tai discúlpame— le dije esperando que me perdonara

—No Sora, tu perdóname, cuando Matt te iba a decir lo que sentía por ti me entere, así que tome la delantera y te lo dije primero, fue injusto los traicione a ambos— me contesto sinceramente bajando la mirada

—Quiero que sepas que te aprecio mucho Tai— le dije a mi amigo, él me sonrió bajando la mirada después entro a la escuela dejándome sola en aquella entrada

 —Sora— me dijo un chico que se acercaba a mi

—Buenos días Matt— le dije sonriendo

—Buenos días Sora, dime ¿porque Tai no esta contigo? Vi que entro a la escuela— me pregunto mi amigo algo intrigado

—Tai y yo rompimos— le dije mientras millones de sentimientos mezclados existían en mi

—Lo siento mucho Sora— me dijo mientras me abrazaba tiernamente, de nuevo me encontraba en ese tibio refugio, me sentía tan bien ahí, no quería salir ni por un sólo instante

—Hola— era Koushiro quien en su bicicleta se acercaba a nosotros

—Hola Izzy— le dijo Matt felizmente a su amigo

—Oye si sigues abrazando así a Sora Tai se va a enojar— le dijo en tono de broma Izzy sin saber lo que sucedía

 —Ya no soy novia de Tai— le conteste a Izzy

—Oh lo siento mucho Sora— me dijo mi amigo

—Izzy préstame tu bicicleta— le dijo Matt quien al parecer tenía una idea

—Claro Matt, ¿para que la quieres?— pregunto Izzy desconcertado

—Vamos Sora, demos un paseo— me dijo mientras me subía, después subió él, me recargue en su espalda mientras sentía su constante respirar, el pedaleaba cada vez más rápido mientras yo me sostenía con todas mis fuerzas de su marcado abdomen, ese día no entramos a clases Matt paseo por todo Odaiba mientras yo sentía aquella brisa que tanto me agradaba, al cabo de un rato nos detuvimos en el parque, para ser más exacta en el puente que cruzaba el lago

 

—¿porque rompiste con Tai?— me pregunto Matt mientras me ayudaba a bajar de la bicicleta

—descubrí que mi corazón le pertenece a otro chico— le conteste muy sonrojada, al escuchar esto Matt también se sonrojo bastante, ambos nos sentamos en las orillas de aquel pequeño puente

—¿A quien le pertenece?— me pregunto Yamato muy nervioso

—¿Matt te puedo hacer una pregunta y me respondes con sinceridad?— le cuestione mientras veía las claras aguas del lago

—Sora sabes que si— me contesto volteando a ver el agua también

—¿Que es…. Que es  lo que sientes por mi?— le pregunte bastante nerviosa

—Yo… yo… a… aún te amo— me contesto inmediatamente mientras se sonrojaba, lo miré buscando sus profundos ojos tono índigo

—Descubrí que… mi corazón te pertenece a ti Matt, siempre ha sido tuyo— le dije bajando la mirada sin saber que hace en ese momento, Matt me abrazo tomándome de la cintura, después junto su cara a la mía robándome un beso, profundo, lleno de millones de cosas, había sido tan mágico como el primero, tan único, sin comparación.

 

—Te amo Sora— me dijo Matt al terminar aquel beso

—ídem —  le conteste sonrojada sin poder decir nada más, Matt y yo nos quedamos ahí, en ese lugar por muchas horas solos observando lo bello de nuestras vidas.

 

El sábado llego por fin, con el la partida de Tai, sin darme cuenta mi vida había dado un giro de 180 grados, todo ahora se veía tan diferente, en casa de Taichi el timbre sonó

 

—Yo voy a abrir— dijo la pequeña Kari

—Hola chicos, pasen— nos dijo a todos los que estabamos ahí, eran las 7:00am, el avión de Tai salía a las 8:00pm, así que queríamos estar con él todo el tiempo posible

 

—¿Oigan y ustedes dos que hacen de la mano?— nos pregunto Joe a Matt y a mi algo sorprendido

—Somos novios— le contesto Yamato muy seguro de si mismo

—Debo aceptar que hacen una linda pareja— añadió Davis quien acababa de llegar

—No digas eso, piensa en Tai— interrumpió Koushiro

—No te preocupes Izzy, yo también creo que se ven bien juntos— nos dijo Taichi quien había salido de su habitación

—Que bien ahora podemos irnos— dijo Davis a su amigo

—No quiero salir— reclamo Taichi

—Vamos, será divertido, además hoy será el último día que estarás con nosotros dentro de mucho tiempo— le dijo Joe

—Esta bien, tienen razón vamos— nos contesto Tai

 

Todos salimos del departamento, nos dirigimos al centro de Odaiba, desayunamos, comimos, recordamos los viejos tiempos, nuestras peleas, nuestro campamento por el que empezó todo, recordamos como nos conocimos y las cosas que hicimos hasta llegar a ese momento, las 6:30pm llegaron rápidamente

—Debes estar ya en el aeropuerto— le dije a mi amigo

—Sora tiene razón, será mejor que nos vallamos— le dijo Izzy 

—Pero debo recoger mis cosas— expreso Tai

—No te preocupes hermano, ya están haya— le dijo Kari

 

Después todos nos dirigimos al aeropuerto para despedir a Tai, Matt y yo caminamos de la mano mientras T.K y Kari hacían lo propio, todos estabamos juntos, aunque para mi era difícil imaginar como sería la vida sin mi actual ex novio, mi mejor amigo

 

 —Pasajeros del vuelo E4545A con destino a Chicago Illinois favor de abordar por la puerta 4— aviso la señorita por el micrófono

—Creo que llego la hora— le dije a Tai mientras se levantaba de su lugar de la sal de espera

—Si eso creo— me dijo un poco triste, lo abrace por última vez sintiendo en sus brazos una gran ternura, como la de un hermano

—Cuídate mucho— le dije aún en sus brazos mientras una lagrima salía de mis ojos

 —Te voy a extrañar más que a nada en el mundo— me dijo Tai mientras otra lagrima rodaba por sus mejillas, nos despegamos uno del otro con una sonrisa en el rostros

—Cuídala más que a tu vida, por que ella es mi más grande tesoro, el tesoro que te he dado, me entiendes— le dijo a Matt mientras se abrazaban como dos buenos amigos, aunque más que amigos eran como hermanos

—Claro que si, prometo que la protegeré como si tu lo hicieras— le contesto Yamato, después Taichi se despidió de todos

—Cuídate hermano— le dijo la pequeña Hikari, nos dio la espalda aunque subió la mano agitándola en señal de despedida, abrace a Yamato lo más fuerte que pude, él también hizo lo mismo, el vuelo de Tai se fue a Norteamérica puntualmente, con él se iba mi mejor amigo a cumplir sus sueños.

 

Años después Yamato y yo nos casamos, él se hizo un prestigiado astronauta cumpliendo sus metas, yo me convertí en diseñadora de modas, ambos tuvimos dos hijos, una niña y un niño, cumplimos nuestros sueños, somos muy felices juntos, eso es verdad